En una mañana caliente viajaba la guapa asistente administrativa de la sala de profesores en un taxi vestia faldas entalladas, hacia una calor bravisima. Estaba sumamente sudada y no aguantaba lo caliente del taxi.

El taxero la observa por el retrovisor preguntadole que le pasa señorita que la veo molesta, comenta es que me muere de calor no soporto el sudor recorriendo por todo mi cuerpo sintiendolo desde la cabeza hasta los pies se imagino eso. Preguntando no tiene funcionando el aire acondicionado, respondiendo lastimosamente se quedo sin gas hoy exactamente cuando me abordo señora mía. En eso, le dice respeteme que no le he dado la confianza para decirme señorita mía.

Disculpeme por mi lizura, atrevimiento y falta de cortesía, en que puedo ser de utilidad para usted, le pregunta conoce una forma de refrescarme que no soporto esta bendita calor, si desea paramos en una gasolinera para que le compre algo de beber refrescante para usted señorita. Bueno sino es mucha molestia y no lo desviamos de la ruta a donde tengo que llegar a trabajar a las doce del mediodía señor taxero; no se preocupe estas todavía en la ruta y hay tiempo.

Se detienen en una gasolinera, bajandose dirigiendose a un baño por favor compre la bebida y me la lleva que estare en el baño refrescandome señor taxero; entra al baño cerrando la puerta con picaporte eso se desabrocha su camisa abriendosela quedando descubierta solamente con su sostén puesto se ve rojita en sus senos, se levanta su falda quitandose sus medias e hilo dental cachetero visualizandosele de inmediato su vientre sudado y rojo. Saca una toallita de su cartera mojando un poco con agua fría pasandosela por su cuello, vientre, glúteos y absilas.

Toca la puerta el taxero señorita tengo su bebida fría se la entregare y esperare en el taxi, le abre la puerta invitandole a entrar para que se refresque, no quiero molestarla con mi inoportuna presencia, no se preocupe estoy acostumbrada a las compañías de extraños. Accediendo entra y cierran la puerta, queda atonito al mirarla desnudita señora que esta haciendo si puedo preguntarle con toda la seriedad y la caballerosidad que se merece de mi parte; contestandole deseo que me refresque con su amabilidad y personalidad mi acalorada anatomia femenina por favor deseo mucho que lo haga ahorita mismo acerquese que no muerdo.

El taxero siguio las ordenes escuchadas y recibidas de la señorita pasajera, comenzo a acariciarla con sus manos suavemente recorriendo todo su cuerpo hasta los confines privados de la guapa asistente administrativa de la sala de profesores, sonriendole y hablandole que maravillosas manos tiene usted para dar masajes y refrescantes del bendito sudor imprenado en mi piel sensible como una flora juvenil y angelical.

Pasaron varias minutos en eso le encanto al taxero motivarse con su anatomia secandosela como refrescandola con sus delicadas manos, endulzandola lujuriosamente en todas sus partes intimas consolandola por la pena que cargaba de estar distanciado como peleada con su marido por varios meses. Terminaron saliendo hacia su taxi, le dice voy saliendo dentro de poco quiero vestirme ya lo alcanzo señor taxero.

Vistiendose se dirige y aborda el taxi, arrancando hacia el trabajo de ella, le pregunta cuando es por el pasaje y el tiempo extra. Respondiendole no le cobrare el tiempo extra y el pasaje se lo dejo en un dólar señorita, quiero pedirle un favor que me llame cuando necesita de mis servicios para transportarse como moverse de cualquier punto de la periferia urbana de la ciudad a cualquier hora del día que me siento acojedor con usted. Le contesta, gracias por ofrecerse como mi taxero exclusivo y a mi disposición para lo que se me ofrezca igualmente para cualquier ocasión.

Le paga y se baja en su trabajo despidiendose que tenga una muy buenas tardes señor taxero de mi corazón igualmente señorita mía le dice con toda caballerosidad.

Siempre lo llama para que la transporte y movilice por la ciudad a donde tenga que ir la guapa asistente administrativa de la sala de profesores, se siente que esta con su padre y al mismo tiempo con un acompañante desinteresado y que le encanta su amistad como conversación de cualquier indole o tema, parando siempre en las mismas gasolineras comprando algo de bebida fría mientras entra a los baños a secarse como refrescarse todita esperando el masaje caballeroso y suave de las manos del señor taxero.