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Mi calentura no la punde controlar y termine en manos de tres negros

~La verdad he volteado mucho en la vida para salir adelante, buscando un trabajo, me salió uno en buenaventura, fue allí donde en un año me paso lo que no me había pasado en la vida.

Tuve que trabajar en una quesera, como administradora, la quesera quedaba en los lados de la galeria, el centro, después de las 8pm salían chicas a ofrecerse en la calle, desde mi oficina miraba día a día las chicas en su trabajo, mi trabajo también incluía atender la clientela, puesto que distribuíamos elementos para comida rápida, poco a poco cada día conocía más gente.

Pasaron unos 2 meses, una noche de sábado, la ciudad tiene mucho movimiento, ese día había hecho un calor desde la madrugada lo cual me había obligado a colocarme ropa muy ligera, en horas de la tarde había ido un cliente, realizo un pedido grande para el fin de semana, me gasto unas cervezas, para el calor, me cogió mucho la tarde despachándole la mercancía, eso hizo que se me atrasara el trabajo de oficina, me dieron las 10 de la noche y estaba bastante retrasada para terminar.

Abrí la ventana para que entrara un poco de aire, como siempre las chicas estaban, allí con sus clientes, me quede un momento viendo como trabajaban, en eso una de ellas se coloco con un negro grande, acuerpado, junto a la ventana, yo de inmediato me corrí un poco, para que no me vieran, el tipo saco su verga, ella se puso de rodillas y comenzó tremenda mamada, me llamo mucho la atención y me puse a observar, no sé por qué me empecé a calentar, me sentía mojada mi cosita, yo estaba con una minifalda pero por el calor me había quitado mi tanga, sentía que me goteaba por las piernas, ver que la chica mamaba esa monumental verga negra, se miraba muy rica me dañaba la mente, en fin acabaron y se fueron y yo quede muy caliente.

Me senté a seguir con mi tarea, pero fue imposible quitarme de la mente, las imágenes, esa verga gigante en la boca de la chica; el calor era casi que insoportable, me dirigí a la nevera tome una cerveza y me la tome era una delicia fría, seguía tratando de trabajar y sacando una y otra cerveza paso una hora y la cerveza y lo que había visto mi mente y mi cuerpo se calentaba mas y mas.

Me empecé a tocar, mi cosita y cada vez más intenso, me metía un dedo luego 2 y 3dedos pero mi caliente cuca me pedía más y se mojaba mas, así conseguí un rico orgasmo.

Me asome a la ventana y las faenas continuaban, ya era como las 11pm.

Me dispuse a marcharme cerré todo, Salí asegure la puerta de la calle y camine por el andén, esperando que pasara un taxi, para que me llevara, yo no paraba de ver a las chicas en los lugares oscuros con sus clientes, en una esquina cerca de mi había una chica, mamando a dos tipos, me quede parada mirando ese espectáculo.

Debido a la cantidad de cerveza que había tomado, la calentura crecía, de pronto una camioneta, tapo mi vista se estaciono frente a mí y saco la cabeza era un tipo negro grande, me dijo que si lo acompañaba, era tanto mi calentura que sin pensarlo le dije que sí, no era yo era una chica calentona.

Me subí a la camioneta y me llevo a un apartamento a las afueras de la ciudad, llegamos entramos a una sala con un sofá grande, me dijo que me sentara, me ofreció un trago de ron, me lo sirvió, y paso a su cuarto y al momento salió en una levantadora de toalla, me dijo que me quitara la ropa que me pusiera cómoda, me quite la blusa y la minifalda y ya quede totalmente desnuda, el me dijo que estaba preciosa que estaban deliciosos esos grandes senos, me senté nuevamente y él se paro frente mío, se quito su levantadora y me quedo expuesta una verga que en mis años de vida nunca había visto en persona, no la tenía parada pero ya le media 18 cm y exageradamente gruesa.

Me cogió de la cabeza y me dirigió a esa gran verga, la agarré y comencé a besarla y pasarle la lengua por su glande, de inmediato empezó a crecer y no paraba de crecer de verdad era descomunal, la agarre con mis manos comencé a masturbarlo, mientrasmamaba su glande, apenas si me cabía en mi boca, era una delicia sentir ese glande en mi boca llenándome de liquido.

Pasaron unos minutos así, luego se puso de rodillas me abrió las piernas y me comenzó a besar las piernas el vientre, luego a chupar mi clítoris que palpitaba incesantemente, su lengua me penetraba como si fuera un falo, y se movía aun mejor, danzaba en mi interior, frotando y atendiendo cada parte de mi vagina y mi interior. Jamás había recibido una chupada de concha de aquel calibre y jamás volví a disfrutar una como aquella. Nuevas oleadas de un calor abrasador inundaron mis entrañas y se filtraron por todos mis sentidos, cuando un grito placentero surgió de mi garganta ungida de semen al tener un gigantesco orgasmo que me hizo temblar de pies a cabeza, mis brazos se tensaron y mi estómago palpitó mientras sentía mis fluidos escurrirse entre mis piernas al tiempo que el negro tragaba todo lo que mi húmeda vagina le ofrecía y su lengua continuaba esparciendo flujos entre mis piernas.

Separó su boca de mí, mis brazos flaquearon y me dejé caer sobre el sofá boca abajo, me sentía exhausta pero no satisfecha. Sus manos se posaron sobre mis muslos, separando mis piernas, yo levanté mi trasero y el dirigió sus manos a mi cintura y me tomó por las caderas, su glande comenzó a acercarse lentamente a mi raja, y pude nuevamente sentir el ardor de ese miembro invadirme, froto lentamente la cabeza de su pene entre mi piernas, subiendo por mis muslos, frotándolo en mis glúteos, bajándolo despacio por entre mis nalgas, empujando un poco contra el ano, y bajando más, hasta volver a situarse en la entrada de mi vagina, empujó con fuerza y firmeza y pude sentir como esos 29cm de carne entraban en mi, cada milímetro que se introducía causaba una nueva sensación, era algo que jamás había sentido en toda mi vida, el placer cundía por todo mi cuerpo, me recorría hasta lo más profundo, explotando en mi vientre. Sus bolas chocaron contra mis ingles, apenas cabían entre mis piernas de lo grandes e hinchadas que estaban.

Comenzó con un lento y rítmico mete saca y, al igual que antes, cada penetración lanzaba infinidad de sensaciones por todo mi ser, mi garganta no paraba de emitir gritos y gemidos de puro placer, me sentía totalmente poseída, estaba totalmente entregada a mis sentidos, a mis instintos más básicos, no era solo sexo, había algo más en todo aquello…

El ritmo de la penetración se hizo más intenso hasta convertirse en verdaderas embestidas, sentía mi vagina abrirse a su máximo para dar cabida a aquella descomunal polla, sus bolas se balanceaban violentamente golpeando todo, podía oír como salpicaban al chocar con la entrada de mi vagina que estaba inundada por la combinación de flujos. Con un movimiento fluido e imperceptible me giró sin sacarme la polla, dejándome de espaldas contra el sofá y de frente a él, puso mis piernas en sus hombros, dándole mayor amplitud de apertura a mi raja y al instante tomándome por los tobillos continuó con la brutal cogida, yo gritaba aún más al sentir sus huevos ahora chocar contra mi ano, eran como martillazos contra mi ano mientras me taladraba la raja, mis pechos se agitaban al ritmo de la empalada que estaba recibiendo, se movían como locos en todas direcciones, mientras de mis ojos apretados salían lágrimas de emoción, era un remolino de sensaciones. Nuevamente el negro me levantó y ahora si pude sentir toda su polla llegarme hasta lo más profundo y luego de 3 o 4 penetraciones más, mis piernas temblaron, mi estómago se estremeció y un segundo orgasmo aun más intenso que el primero se hizo presente, sentí como las cataratas de jugos vaginales bajaban como un violento río y al mismo tiempo chocaban con un nuevo chorro de hirviente leche del macho que me estaba haciendo suya. Nos corrimos al mismo tiempo, apreté más mis ojos y grité hasta desgarrar mi garganta, y totalmente sin fuerzas quedé tirada en el sofá, su polla causo un sonido de succión al salir de mi raja y los torrentes de blancos jugos mezclados salieron de mi interior, deslizándose por mis piernas.

luego escuche unas voces trate de esconderme, pero no había donde, decidí quedarme boca abajo mi sorpresa fue que eran 2 hombresresidentes de allí, que venían de rumba me asuste, uno de ellos cuando me vio dijo que es esto una sirena en medio de todo me voltee a donde ellos estaban, otro de ellos dijo cuando lo mire que hacemos con esta sirenita el negro contesto, todo lo que quieras es tuya, me asuste y me levante le dije ustedes piensan abusar de mi, contestaron no pero si tu quieres si, me dio el cosquilleo en la barriga y se me acercaron, yo me vi envuelta en pánico no savia si correr o gritar.

uno de ellos me tomo por el brazo y luego el otro también me agarro y me acostaron en el sofá yo les dije lo quieren hacer y se rieron, ellos me querían tener, empezaron a quitarse la ropa me dio otro cosquilleo en la barriga yo me quede esperando sin poder hacer nada mas, uno de ellos me dijo estas deliciosa se me acercó me tomaron con fuerza, allí yo dije me toco con estos tres negros, tome la verga de uno y sin pensar me la metí a la boca, tome las otras dos con las manos y los empecé a masturbar, luego las intercambiaba, una por una para mamárselas, allí dije son tres 3 para mi mamada.

ellos se quedaron asombrados al ver mi reacción y continuaron uno de ellos se puso por detrás de mí y me dijo quédate quieta te voy a coger y de nuevo el cosquilleo tomo un aceite y se unto en la verga, luego me puso la punta del pote de aceite y me la puso en el culito y presiono el pote entro dentro de mi culito luego apunto su verga en mi culito, me tomo por la cintura y me jalo hacia él, con todas sus fuerzas me lo introdujo completo, de un golpe me ardía, todo, el, comenzó a cogerme duro yo estaba gozando de placer y me chupaba las otras dos vergas a la vez cuando sentí que me estaba cogiendo, mas duro pensé, va a terminar que rico fue, el termino dentro de mí, pero un choro de leche impresionante, cuando lo saco la leche no paraba de corre por mi culito y piernas.

uno de los que estaba adelante dijo es mi turno, tenía una verga grande también, me dijo levántate y puja para que botes la leche que tienes en el culo y sin pensar me pare y sentí otro poco de leche corriendo por mis piernas, al pujar, me recostó de frente al sofá y se puso detrás de mí, me dijo acomódalo tú, le daba asco, la leche de su amigo que me avía cogido, bueno tome su verga que no me cavia en la mano era muy grande y luego otro cosquilleo en la barriguita, me la puse en la entrada del culito y despacio me puso el glande adentro, me dolía, esta era más grande y más larga cuando sentí, que se me fue encima y metió casi toda dentro de mí, el hombre me presionó contra el sofá no tenía a donde escapar me tomo por la cintura y empezó a meterlo y sacarlo luego otro empujón, sin que yo me lo esperara, me lo metió completo, sus bolas pegaban en mis nalgas, comenzó de nuevo despacio y fue acelerando el ritmo hasta llegar a un punto que ya no sentía su verga dentro de mí, luego otro empujón duro contra mí y yo pegada al sofá, me dio un dolor fuerte en lo mas profundo de mi y sentí que se hinchaba, sentía mi culito otra vez presionado por esa gran verga.

me vino el orgasmo y después de mi, se vino el, me dejo con el culo destrozado por la gran cogida que me avía dado y un charco de leche que me mojo todas las piernas y el sofa la historia continuaba, faltaba uno, tome su verga y la comencé a mamar de una manera desaforada, con todas mis ganas el negro al verme de esa manera, se éxito tanto que en mi boca, ya sentía su hinchazón, pasaron dos minutos cuando me tomo fuerte la cabeza y puso su verga, dentro de mi boca, asta la garganta, no me dio más alternativa que tomarme todo su leche, sentía que me ahogaba, toda esa leche trague, como nunca en mi vida como un vaso, fue divino saco su verga de mi boca y al momento me preguntaron cuando vuelves, cuando quieras nos buscas, se fuero y yo me quede con el negro, allí solo sentía un dolor en mi cuerpecito de una gran cogida que me avían dado esos negros, otra cosa que averigüé, es que ellos termina bastante leche por la dieta que llevan. El negro se dirigió nuevamente a su habitación y regreso con un fajo de billetes, me lo paso y me pidió un taxi, se sentó al lado mío, me vestí, pero él seguía acariciando mis nalgas mientras lo hacía, llego el taxi y me dirigí a mi apartamento, exhausta, de esa gran cogida, saludos a todos luego les cuento otra de mis historias.

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
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  • Lecturas: 1993
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