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LA REINA DE LAS ZORRAS

"Esta historia que ahora relato me ocurrió hace bastante poco, y dado que no puedo contársela a nadie, ni tampoco quedármela para mí, la relato aquí anónimamente, no daré ningún nombre."

 

Esta historia que ahora relato me ocurrió hace bastante poco, y dado que no puedo contársela a nadie, ni tampoco quedármela para mí, la relato aquí anónimamente, no daré ningún nombre.

Una tarde de otoño yo salía de la facultad bastante tarde, era viernes y mis amigas tenían planes diversos en los que yo no encajaba. Yo vivo en X, pero mi novio estudiaba fuera, a 2 horas en coche… como la perspectiva de quedarme sin hacer nada en casa un Viernes no me atraía, y tenía bastantes ganas de marcha, decidí coger el coche y darle una sorpresa.

A mis padres les dije que me iba con las amigas a una discoteca a las afueras, q me llevaba el coche y que llegaría al día siguiente. Llegué bastante tarde, sobre las 12 de la noche. Sin avisar a mi novio, pues pretendía darle una sorpresa, me dirigí al lugar donde se suele juntar con su panda a beber antes de ir de bares. Aparque cerca, y a lo lejos le vi como se estaba dando el lote con una de sus amigas, desde luego que no me acerque y solo necesite verlo durante 5 segundos para salir de allí lo más rápido posible. Me metí en el coche y me largué de allí totalmente amargada y con lagrimas en los ojos, en el fondo tampoco teníamos una relación muy profunda y no llevábamos mucho tiempo, pero en fin, no hay a nadie a quien no le duela ver una escena similar.

Yo estaba destrozada y tuve que dejar de conducir un rato, hasta que al fin me serené y empecé a pensar mas fríamente… no podía echar otras 2 horas conduciendo, y esta habría sido la noche mas patética de mi vida. Decidí que aquella noche tendría que follarme a alguien a modo de catarsis, así que una vez tranquila me maquillé y me dirigí a la zona de bares.

No me cuesta nada que los tíos me entren, soy rubia y con muy buen tipo, quizás algo baja, pero sabia que no duraría ni 5 minutos sola sin que alguien se hubiese acercado a hablar conmigo, probé en un local y no paso mucho hasta que ya tenia a alguien encima preguntándome…

¿Qué haces aquí tan sola? (Era un tío que tendría mi edad aproximadamente, estaba cachas y me atrajo bastante, antes de contestarle ya había decidido que aquella noche me lo tiraba)

Es que mis amigas no querían salir y no me iba a quedar sola en casa (pura verdad)

Pues bien, estuvimos hablando un rato, el tampoco era de allí y venia con 6 amigos más a pasar el fin de semana, todos eran de un equipo de fútbol. Estuvimos charlando alli un buen rato, y me dijeron que me quedara con ellos, cambiamos de bar un par de veces y me invitaron a algunas rondas de chupitos, no dejaron que yo pagase ninguna vez. Aquello tenia pinta de llevar buen camino, aunque aun no estaba segura de cómo dirigirlo hacia lo que yo queria, si bien no estaba muy segura de lo que me apetecia entre todas las cosas que pasaban por mi cabeza.

El que se habia presentado primero empezo a tontear seriamente conmigo, hasta que decidí que ya bastaba de paripé

¿Por qué no vas al grano? Le dije. El se quedó un poco perplejo

Ya se lo que quieres en el fondo, es lo mismo que busco yo… ( y sin haber pensado antes en decirlo, añadí) y lo mismo que buscan tus amigos aquí… ¿así que por que no me lleváis a vuestro hostal y me metéis caña?

Ya estaba dicho, no había sido tan difícil. Se reunieron un momento y accedieron todos ellos, yo estaba súper exaltada y excitada, el camino hacia allí fue una espera insoportable. Jamás me lo había montado con mas de un tío, pero en ese momento estaba impaciente por hacerlo, siempre había fantaseado con ello y siempre me había prometido que alguna vez tendría que experimentarlo.

Llegamos a su habitación y juntaron las camas, yo me empecé a quitar todo, lo metí al bolso y me quedé en ropa interior, se quedaban mirándome abobados y les tuve que incitar a que hiciesen lo mismo. Al momento estaba entre un maremagnum de rabos y manos que me sobaban, empecé a agarrar pollas por un lado y otro y sin pensármelo dos veces me metí una en la boca y empecé a gozar entre sus comentarios… mírala que puta, como le gusta a la cerda… etc, a los cuales yo contestaba con gemidos.

Soy toda vuestra, hacedme lo que queráis

Escalofríos recorrían mi cuerpo de arriba abajo, empezaba a ser consciente de que estaba en manos de completos desconocidos que harían conmigo lo que quisiesen y no me dejarían hasta estar completamente satisfechos, en un principio me podía haber asustado, pero sin embargo pensar en ello me excito mucho más.

Las pollas se amontonaban enfrente mía, todas queriendo recibir su parte, y empecé a cambiar de una a otra, realmente estaba disfrutando. Para aprovechar más la situación me hicieron ponerme a cuatro patas, les mostré mi coñito rasurado y les dije que era todo suyo.

Uno se coloco debajo mió y empezó a pegarme lenguetazos, que placer… El resto querían que yo siguiera con mi trabajo, así que me metí una polla en la boca y seguí mamando, a la vez que gemía por lo que me estaban haciendo, empezó a meterme los dedos y no pude aguatar y tuve que sacármela de la boca para gemir más alto. Al que le estaba haciendo una mamada le dije que quería que me bañara con su leche y que se corriera en mi cara, así que empezó a meneársela hasta que al ver su cara supe que era inminente… abrí la boca lo máximo que pude y empezaron a manar chorros de lefa caliente, dieron contra mi lengua, toda mi cara y el pelo, hmm, que puta me sentía.

Oh si, como me gusta – Decía yo mientras recogía su corrida y me la llevaba a la boca

Joder que puta, pues esto solo acaba de empezar, vas a saber lo que es gozar zorrita.

Si, por favor, folladme, hacedme lo que queráis, quiero hasta vuestra última gota.

Les indique que tenía una caja de condones en el bolso, así que la cogieron y se los empezaron a repartir, además ellos también tenían algunos.

No tardo mucho en subírseme uno encima y empezar a embestirme, el verme así rodeada de tíos contemplándome mientras me follaban me volvía loca, perdí la cuenta del número de orgasmos que tuve aquella noche… este estaba bastante excitado y tardo poco en correrse, cuando lo hizo se saca el condón y me dice:

¿No querías hasta la ultima gota, putita?, pues abre bien la boca que aquí va mi parte…

Yo obedecí y me exprimió el condón en la lengua, me lo tragué todo, estaba siendo una autentica zorra, mas cerda de lo que jamás hubiese imaginado que llegaría a disfrutar, pero estaba convencida de que aquella noche iba a ser su esclava y que no iba a decir no a nada por muy humillante que fuera. No paraban de insultarme y de decirme guarradas, a lo cual yo respondía lascivamente y diciéndoles que quería más, y aquello solo acababa de empezar.

Otro se dispuso a penetrarme, esta vez lo hizo poniéndome yo a cuatro patas para que pudiera chupársela a otro al mismo tiempo, fuimos cambiando de posturas y se iban turnando para follarme y así aguantar mas, querían correrse todos y después empezar a darme por el culo. Todos me exprimieron el condón en la boca sistemáticamente, y me lo trague todo sin dejar gota alguna. Yo ya estaba bastante agotada, me dieron un breve descanso en el cual sortearon en que orden me iban a sodomizar.

En poco tiempo ya estaba totalmente recuperada y les insistía en que me trataran como una puta y que me hicieran daño, mis fantasías nunca habían llegado hasta tales puntos, pero lo que estaba haciendo aquella noche salía de mí con naturalidad.

Les dije que no había problema en que me la metieran a pelo por donde quisieran y que ya seria problema mió, que gozaran a mi consta lo mas que pudieran. El afortunado ganador que me iba a estrenar mi culito aquella noche empezó a meterme los dedos para hacerlo más fácil, aunque yo no paraba de gemir y de gritar que me follara ya. Me la metió de un golpe y no fue dolor sino puro placer lo que sentí en aquel momento, empezó a entrar y salir con mayor velocidad hasta que mi culo empezó a arder, no duró más de un minuto hasta que se saco la polla y termino con una mamada mía en la que probe me trague toda su corrida, rápidamente pedí que el siguiente siguiera su turno. Este la tenía más gorda y me causó mas placer aun, al cabo de un rato mi culo ya tenia un buen tamaño y salía y entraba fácilmente, le pedí que se corriera dentro de mi, y no me lo pudo negar y me concedió el placer.

Les pedí sentir tres pollas a la vez dentro de mí, y los siguientes se fueron turnando entre mi boca, coño y culo, cambiando de posturas y corriéndose en el lugar donde les pillase, increíblemente iban a acabar ellos saciados y en ese momento yo me veía capaz de seguir siendo follada eternamente. Todos se corrieron entre dos y cuatro veces, al final se corrían en cualquier lugar y acabe bastante pringada. A alguien se le ocurrió traerme un vaso y para recuperar las corridas por mi cuerpo y del culo, algo que me pareció una guinda perfecta y me hizo sentir la reina de las zorras, me trague el semen como si de un vaso de agua se tratara. Tuve que hacer un par de mamadas mas, y una vez terminadas me dejaron ducharme, aunque a la salida algunos querían darme por culo una vez más, así que lo hicieron libremente, corriéndose dentro de mi culo, y una vez me dijeron que ya no querían más sexo, cogí el bolso y con una breve despedida, salí de la habitación en cueros, pensando en volver a ser la esclava de cualquiera que apareciese por el pasillo, pero a esas horas no me crucé con nadie, así que me vestí y salí de allí. Eran las 6 de la noche pasadas, me fui hasta mi coche, eche una pequeña cabezada en el asiento de atrás y volví a mi casa, recreando la noche en mi cabeza. No estaba nada arrepentida, y solo pensaba en como volver a repetirlo de alguna manera. Llegue a mi casa, dormí y fui a un centro social a que me dieran la pastilla del día después, ya era la 2ª vez que la tomaba.

Desde aquel dia, no hace mucho, mi vida ha cambiado, aunque no he vuelto a ser el cento de una orgia tan numerosa, otra vez me lo hice con dos tios y fue algo increíble, y desde entonces, casi todos los fines de semana acabo tirandome a alguien. Solo deseo volver a tener la oportunidad de volver a vivir alguna experiencia como aquella, vivo por ello.

Datos del Relato
  • Categoría: Orgías
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