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Ángeles y Diablos X

Ángeles y Diablos X (El fin y la dulce venganza)
Pensaba una y otra vez dento de mi habitación en las torturas que había sufrido y que había visto, en los asesinatos, en las cosas tan asquerosas que había hecho, escatología, necrofagia, ... pero también me culpaba a mí misma por haber llegado incluso a disfrutar en ciertos momentos con todo aquello, en ciertas situaciones me había gustado ¿tal vez tuviesen razón y yo era la mayor puta jamás descubierta? ....., pero no, no quería creerme eso ... aunque las dudas me invadían la mente.

¿Qué ganarían ellos con todo lo que hacían? ...... no lo sabía, no podía llegar a entender porque tanto dolor, tanta maldad, tanta perversión, ... ¿qué estaba pasando? ..... ¿porqué yo? .... con toda la gente que hay en el mundo ¿porqué me habían elegido a mí? ... no era famosa, no tenía dinero, mi familia tampoco, no podía ofrecerles absolutamente nada, tampoco me hubiese gustado que otras personas cayesen en sus manos y tuvieran que pasar tanto dolor y sufrimiento, ... me sumía en mis pensamientos, sin pararme a pensar en el tiempo, pasaban las horas y yo seguía discutiendo conmigo misma el porqué de todo aquello .... oí ruidos ... me acerqué a la puerta, se abrió y entró Gunter.

- ¿Qué estás haciendo? - dijo mirando de arriba a abajo la habitación.

- Nada, yo sólo .... - me cerró la boca con la mano.

- No digas nada, ..., tengo que decirte una cosa hoy al fin te vas a enterar de todo - abrí los ojos como platos - no me mires así, hoy sabrás la verdad ¿porqué estás aquí?, ¿porqué tú?, ¿lo que queríamos de ti? .....

- Gunter, dime una cosa ... ¿porqué me trajiste aquí? ¿sabes lo más que lo estoy pasando? - él era el culpable de todo, él me había traído.

- Por que tú fuiste elegida , alguien que yo no conozco dijo que debías ser tú y no me preguntes nada más porque no debo ni puedo decirte nada, esta tarde vas a saber todo lo que te interesa y podrás hacer todas las preguntas que quieras, pero por favor no me metas en otro compromiso.

- ¿Otro? - pregunté - ¿en qué otro compromiso te he metido yo? - no respondió, sólo se acercó lentamente y me besó.

Sentí por un momento el calor de cuerpo, un cuerpo impresionante que me abrazaba, me tocaba, me susurraba al oído que me quería, ... Gunter se sacó la camiseta, tenía un cuerpo atlético, sin pelo, piel tostada, .., me besaba frenéticamente, chocando sus dientes contra los míos, me dio la vuelta y me puso mirando hacia la pared, se colocó detrás de mi y pude sentir como me clavaba su miembro al final de la espalda, ..., lamió mis pechos que estaban bien duros en ese momento, me quitó la ropa salvajemente, siempre me había gustado, pero él era tan frío conmigo que llegué a pensar que tal vez yo no le gustase , pero por lo que vi me equivoqué.

Me tumbó suavemente en la cama, se puso encima de mi, me tocaba dulcemente, olía muy bien, estaba recién duchado, de repente paró, me miró y dijo:

- No puedo hacer esto, ..., mañana me arrepentiré - y se fue sin darme tiempo a decir nada.

A los poco minutos sentí un ruido en mi puerta y el corazón me dio un vuelco pensando que tal vez era él .... que había vuelto, que sí que me quería, que no había sido un sueño, ni un espejismo, que me quería de verdad, que pasaría conmigo y por mi por encima de quien fuese, que no dejaría que nadie me volviese a hacer daño, sentí que se preocuparía por mi y me cuidaría para siempre, ... que ilusa ...

La puerta se abrió, entró una persona encapuchada, estaba mojada como si se hubiera dado un chapuzón con la ropa puesta, se quitó el abrigo y reconocí a Dora bajo aquellos atuendos, me miró y dijo:

- Eva sígueme - me hizo seguirla, caminanos hacia otro pasillo que yo nunca había visto, el suelo era esponjoso y crujiente a la vez, estaba pegajoso, olía muy mal igual o aún peor que la carne muerta de Meira, mi pobre Meira ¿qué habría hecho ella para merecer ese fatal destino?, de pronto pensé en ella, cada día pensaba en ella al menos unos minutos, si hubiese podido retroceder en el tiempo habría intentado salvarla ...., mi pobre Meira. Pensé en las demás, ¿qué habría sido de ellas? no las veía hacía bastante tiempo ..... iba andando lentamente y una telaraña se me pegó en la cara, dejé de pensar en nada y en nadie y puse total atención al lugar ...

Cada paso que dábamos por aquel pasillo era una agonía, se oían alaridos que me desgarraban los tímpanos, llantos tremendos de hombres y mujeres, lamentos, .... , gritos que nunca antes había escuchado, ladridos, no quería pensar en lo que estarían haciendo allí .... - entra en esa habitación y desnúdate - dijo, no se me ocurrió ni rechistar, la obedecí ciegamente, ella se fue cerrando la puerta con llave , ....

Entré, era una habitación oscura, olía aún peor que el pasillo, tropecé y me caí sobre un montón de huesos, los miré hasta que descubrí que eran calaveras humanas amontonadas por el suelo, toda la habitación estaba llena de huesos humanos esparcidos por las esquinas, trozos de carne muerta en estado de descomposición que eran los culpables del mal olor, me levanté enseguida mientras mi corazón palpitaba casi saliéndose del pecho .....

Estaba sola en aquella enorme y terrorífica habitación, sólo me acompañaban los gritos de dolor de otras personas, al final de la habitación una silla, en una pared había colgada una cruz invertida, pensé que tal vez eran adoradores del Diablo, cultos satánicos, rituales, una secta, eso aún me daba más miedo, porque lo respetaba mucho, me senté y esperé a ver que es lo que me iba a pasar ahora.

- ¿Quién te ha dicho que te sientes? - dijo una voz salida de la oscuridad, me levanté de un salto sin pensarlo , - eso está mejor - dijo, no podía ver su cara, estaba oscuro y él, porque era un hombre, debía estar escondido en algún rincón de la habitación, la voz me era muy familiar, pero no podía reconocerla, juraría que la había oído un millón de veces, pero no caía, no podía pensar, tenía la mente nublada completamente.

- ¿Quieres irte? - me preguntó.

- No lo sé - dije - lo que sí sé que quiero es que no me torturen más, aquí he descubierto cosas de mi que no me han gustado.

- ¿Qué crees que estás haciendo aquí? - preguntó.

- No lo sé - dije - me trajeron hace unos meses y aún no sé porqué.

- ¿Y te gustaría saberlo? - me preguntó dejando ver una mano, enorme, con la palmas llenas de pelos, mientras señalaba la cruz de la pared.

- Sí, quiero saberlo - dije dando un paso hacia él con todo el valor que pude sacar en aquellos momentos, no sé de dónde.

- Entonces abre los ojos- dijo con voz firme.

Salió de entre la oscuridad y pude verle la cara, me quedé de piedra, ..., ahora sí lo entendía, su voz, el mal olor que flotaba en el ambiente, su aroma, la frialdad y firmeza con la que me hablaba, la dureza con la me habían tratado desde el mismo día en que llegué hasta hoy, lo entendí todo, ahora ya sabía la verdad no me hizo falta preguntar nada, todo tenía sentido en mi cabeza, pero las ideas se colapsaban y las palabras no podían salir a la superficie, me quedé paralizada, impotente ante la situación, no supe ni que decir, ni como reaccionar, ... tan sólo me quedé muy quieta, esperando ... ¿el qué? no lo sé ... ¿una explicación, tal vez? ...


... en ese momento sólo supe a ciencia cierta una cosa, que todo en lo que hasta ahora había creído era una mentira, que me habían engañado vilmente, que nada era verdad, que nadie me había dicho nunca la realidad en la que vivía y me había tenido que enterar de esta manera, que ni mi familia no me había advertido aún sabiéndolo, ellos que decían que me querían, ... ¿el amor? mentira, ¿la amistad? mentira, ¿la confianza? mentira, ....

Todo pasó demasiado deprisa.

Al día siguiente me desperté en mi habitación, miré a mi alrededor y vi que tenía una maleta encima de la silla, fui al cuarto de baño y me duché mientras mis pensamientos se estampaban contra las paredes de la ducha como el agua que caía, me vestí, me senté en la cama y esperé, ..., oí unos pasos que se acercaban.

Dora entró, me miró y dijo - sígueme - me llevó por toda la casa, dimos un montón de vueltas hasta la salida, vi habitaciones y pasillos desconocidos para mi hasta que llegamos a una especie de hall y abrió una gran puerta de madera, - sal - dijo y por primera vez vi la luz del día, tuve que cerrar los ojos, me dolían, no podía soportar tanta luz después de tanta oscuridad, no sabía donde estaba, pero en cuanto pude abrirlos pronto reconocí el paisaje que había a mi alrededor, ... era mi calle, ..., había estado allí todo el tiempo y no lo sabía. Dora cerró la puerta y me dejó allí, sola ante mi destino en medio de la calle con una maleta, que no sé que tendría dentro, anduve un poco sin rumbo fijo, llegué a un parque, ..., me senté en un banco y la abrí, sólo había un sobre blanco con una nota dentro, ... la leí:

"Eva, sabes quienes somos y lo que hacemos, no debes decir ni una palabra de todo lo que hayas visto durante tu estancia con nosotros, de lo contrario deberás asumir todas las consecuencias, que para que lo sepas resultarán fatales para ti y tus seres más allegados"

Volví a leerla, esperando que pusiera algo más, temiendo haberme saltado alguna frase, pero no, eso era todo.

¿Qué hacer? esa era la pregunta que me rondaba la cabeza una y otra vez, ..., ¿dónde iba a ir?, me acerqué hasta la puerta de mi casa, dudé, pero era mi casa también, supongo que estarían preocupados, llamé al timbre, esperé y me abrió una mujer mayor:

- ¿Sí? ¿qué desea? - preguntó, me quedé muda.

- ¿Esta es la casa de la familia Jeute?

- No - dijo - ellos se fueron, la compré hace unos 6 meses - pensé - "Dios mío, 6 meses"

- ¿Sabe dónde podría encontrarlos?- pregunté desesperada.

- No, lo siento mucho - y cerró la puerta.

Me quedé allí de pie unos minutos, aún no lo había asimilado, habían pasado más de 6 meses desde que me llevaron, ..., ¿qué habría sido de mi familia? porque aunque ellos sabían todo me lo habían ocultado no sé si por miedo, por vergüenza, no sé porqué, .... ahora sí que estaba sola, completamente sola, ya no podía hacer nada, ni rehacer ni vida, ni volver a ver a mi familia, ni continuar mis estudios, ¿qué iba a ser de mi? ... pensé que tal vez debería volver y pedir una segunda oportunidad, pero pronto me deshice de esa idea no quería seguir sufriendo, volver a pasar por todo otra vez, dejarme hacer como si mi voluntad no valiese nada, olvidar mi cuerpo y dejar que cayese otra vez en el infierno, .. no, no quería volver a pasar por lo mismo ni ahora ni nunca y además si le volvía a ver la cara tendría que contenerme para no matarlo, tan sólo sentía rabia dentro de mi, una ira descomunal y una idea venía a mi cabeza una y otra vez : venganza.


La dulce venganza que estaba empezando a maquinar para todos aquellos que me habían convertido en una desgraciada, que habían arruinado mi vida por capricho, que iban a pagar uno por uno lo que me habían hecho.

Y como se suele decir la venganza es un plato que se sirve en frío y eso lo tuve muy presente.

Necesitaba alguien que me apoyase, pensé y pensé hasta que caí en quien me podría ayudar sin preguntar demasiado y a toda costa.

- ¿Sí? - sonó su voz a través del telefonillo.

- ¿Adrián? - pregunté.

- Sí un momento ya baja - era su hermana, esperé en el portal hasta que le vi aparecer.

Me miró, pero al principio no debió caer en quién era, me volvió a mirar y abrió la boca, no dijo nada, sólo se acercó y me abrazó.

- ¿Eres tú? - dijo entre sollozos - ¿Dónde te has metido? ¿qué has hecho? ¿qué te ha pasado? - demasiadas preguntas - Eva.

Sobra decir que le conté absolutamente todo, al principio no se lo creía, pero vio la marca hecha por Gunter, cicatrices en la espalda, piernas, pechos, glúteos, ..., se echó a llorar y prometió ayudarme con lo que tenía planeado, él no debía parecer por el lugar, sólo procurame lo que necesitaba y no decir nada a nadie, y así lo hicimos.

Esperé más o menos un par de semanas, reuní lo suficiente como para acabar con toda una ciudad, hasta que llegó el día prometido.

- Ten cuidado - dijo Adrián.

- No te preocupes, pase lo que pase no digas nada ni hagas nada - no lo entendió muy bien, pero le di a entender que tal vez yo no volviera después de aquello.

Me acercó con el coche y allí lo descargamos todo, él se fue, rodeé el edificio hasta encontrar la puerta trasera, que extrañamente estaba abierta, entré sin hacer ningún ruido, eran las 5 de la mañana, ellos dormían a esa hora, yo lo sabía, busqué por todos lados los cuartos donde estaban las chicas, quería liberarlas, hasta que di con ellas, las desperté sin hacer ruido, le conté que debían salir de allí que conocía el camino de salida y ninguna dudó en irse, las llevé hasta la salida, conté un total de 20 chicas, algunas estaban deshidratadas, otras medio moribundas, algunas que encontré estaban muertas, había niños pequeños, en medio de la calle un montón de mujeres medio desnudas y desnutridas; les conté lo que debían hacer, todas colaboraron, estaban deseosas de ver el final y de ser libres de una vez, también tenían su sed de venganza oculta, pero esa noche saldría a la luz.

Vertimos gasolina por todo el edificio, por todas las habitaciones, en las camas, en las cortinas, en los sillones, ..., por todos lados, incluso algunas entraron en las habitaciones de sus amos sin hacer ruido y rociaron sus camas querían verlos morir de una vez por todas, rociamos el jardín también para que todo ardiese y no pudiesen escapar por ningún sitio, nadie iba a salir vivo de allí, ese era el plan.

Una vez vertido todo, hasta la última gota, desde las ventanas prendimos el fuego, después el jardín, ..., era un edificio apartado del resto, así que no tendríamos problemas de quemar nada que no fuese aquel infierno, la llamas se extendían, pero no se oía nada, .... de pronto un gritó, ... más gritos, gritos de socorro, pidiendo auxilio, eran ellos quemándose vivos, los vimos saliendo en llamas, arrastrándose por el suelo intentando apagarlo, salían al jardín para escapar pero como también ardía, su única salida era morir.


Nos quedamos mirando el esperpéntico espectáculo, cadáveres carbonizados por el suelo, gritos aterradores, pero nadie hizo nada, los vecinos salieron, pero nadie llamó a la policía, ni nada, seguro que lo deseaban tanto como nosotras, nos quedamos juntas, muy juntas mirando, ligeramente sonriendo para nuestros adentros y por fin pensando que todo había acabado para todas.

Uno de ellos aún en llamas pero vivo, llegó hasta mi y se desplomó, era Gunter, dos lágrimas cayeron por mi mejilla, me dio pena y alegría a la vez, él me había utilizado, para convertir mi vida en un infierno y para darme ilusiones que luego destrozó, más tarde no sentí lástima de su muerte, pero en ese momento sí.

Cuando todo quedó reducido a cenizas, nos fuimos cada una por su lado, y sentí como si hubiera vuelto a nacer, sentí que la vida me daba una segunda oportunidad.


FIN
Datos del Relato
  • Autor: LORELAY
  • Código: 9113
  • Fecha: 19-05-2004
  • Categoría: Varios
  • Media: 4.85
  • Votos: 47
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3132
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Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
angelica
invitado-angelica 20-05-2004 00:00:00

por favor no me dejes asi dime quien era el que la tenia ahy y porque la tenian cautiva, por favor sacame de esa duda me dejaste peor que cuando dijiste que ya no ibas a terminar el cuento. chau besos.

Carolina
invitado-Carolina 19-05-2004 00:00:00

Me da pena que se haya acabado, podías seguir, estaba muy interesante.

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