Aún sintiéndome bien por lo que había hecho, ... tenía más dudas, ¿dónde estaba él? porque entre el amasijo de cadáveres carbonizados no lo encontré, busqué y busqué con ayuda de las otras chicas, ... se había guardado bien las espaldas, seguramente el día que me echaron él también se fue ... ¿dónde se habría metido? ... y entre otras cosas ¿cómo podía haberme hecho eso? ... yo que confiaba en él, que hubiese dado mi vida por la suya, que le tenía idolatrado, siempre habíamos estado juntos, yo le quería y pensaba que él a mí también, pero la realidad era bien distinta, tardé en darme cuenta, pero mejor tarde que nunca .... tenía que saber el porqué, ¿acaso le hice algo tan malo como para tener que pagarlo así? yo creo que no .... y aunque lo hubiese hecho, eso no justifica la manera en que lo he tenido que pagar.

Antes de desaparecer del todo tres patrullas de policía llegaron alertadas por la inmensa fogata, la apagaron como pudieron, se acercaron a nosotras tuvimos y que dar bastantes explicaciones y creo que no nos creyeron, además todas las pruebas apuntaban hacia nosotras, pero no sé como fue que un vecino que lo sabía todo confesó, él había estado dentro alguna vez y contó todo lo que hacían allí, entretuvo bastante a la policía y decidimos irnos.

- ¿Dónde vais vosotras? - dijo un agente, ellas me miraron y pensé que tal vez debería hablar yo, porque la verdad es que yo había sido la madre de todo esto.

- Ya le hemos dicho todo lo que sabíamos ahora tenemos que irnos - dije y pensé - hemos visto el fuego y por eso hemos venido para ver que pasaba, pero sólo sabemos lo que antes le hemos dicho - por una vez en mi vida fui más lista que alguien.

- Dispersaos, esto no es un circo - dijo echándome hacia atrás - ¿sólo venís a mirar? no sé que morbo podéis encontrarle a esto.

Nos fuimos, mientras nos mirábamos cómplices de la mentira, algunas sonreían, pero ninguna se atrevió a decir nada. Cada una se fue por su lado, supongo que nadie después de lo ocurrido querría verse la cara nunca más, aunque sólo lamentaba una cosa , el no haber podido salvar a Meira, mi pobre Meira.

Me alejé de aquel maldito lugar, jurando no volver jamás.

Intenté localizar a mi familia, o al menos lo que me quedaba de ella, pero nada habían desaparecido, creo que ellos sabían algo de todo esto y por eso desaparecieron antes de que yo pudiera echarles nada en cara, pero sólo les hubiera dicho que podían habérmelo dicho antes, para estar al tanto de todo y que no me pillase por sorpresa.

Recorrí kilómetros y kilómetros en su busca, preguntando a viejos amigo, buscando en sitios donde solía ir, aunque fue inútil, se lo había tragado la tierra, había desaparecido completamente del mapa, ... , ahora me quedaría sin saber el porqué, cosa que me atormentaba .... me era imposible creer que él hubiese sido el causante de todo aquel dolor ....

¿Cómo podía haberme hecho eso, a mí? ... a su propia hija.