Conozco a otra chica de la seguridad social que atiende en la ventanilla de cobros y pagos de los jubilados en donde va mí señora madre en el supermercado cercano a donde vivimos actualmente, les confieso que es la cuarta ocasión en que nos encontramos y nos vemos además de tener un romance con ella, estoy muy zaceado también ardiente incluso muy caliente por está otra virgen de chica que se me entrega sin mayor compromiso ni consecuencia alguna que me la cogere por primera ocasión en la cama de mi apartamento de soltero, gustándole como excitándole también deleitándole a la chica de los jubilados que siempre luciendo como vistiendo hasta exhibiendo su falda azul oscura lapiz con camisa con el logo de la institución de seguridad social en botas negras de tacón alto, es un bombón de hembra con un portentoso cuerpazo de talla medium igualmente en senos cómo gluteos, nalgas, caderas y entrepiernas por todos los reverendisimos coños qué a más no poder, que en la cama es toda una experta y profesional al consentirme igualmente cumplirme sobretodo complacerme además fascinarme efectivamente animarme especialmente emocionarme incluso me masturba divinamente al recibir todos los tiros y ensuciada como embarradas a tutiplén que le doy con mi paja y polvo sonriéndome, lo limpia al tragárselo con su boca y garganta al dejarse hacerle todo al cogérmela, follármela, cabalgarme, mamarle, comérmela en su vagina como ano hasta saborearme sus tetas y pezones finalmente mamarle sus senos que me tienen como un bebe recién nacido que ella personifica y escenifica mi progenitora de su propia carne en un sentido figurado actualmente somos ardientes y apasionados como colosales finalmente poderosos en la cama cuando nos vemos y juntamos hasta nos encontramos al recogerla siempre a la salida en los estacionamientos del mismo supermercado cercano a donde vivimos yo y mi señora madre.