Después de dejar aquella madura lefada, a la espera de la llegada de su hijo, me fui rápidamente para no ser visto por Diego. Una vez llegue al coche me dirigí hacia el piso de Carlos, en el trayecto me venían las imágenes de aquella mujer ofreciéndome cada uno de sus agujeros. Tenía una mezcla de sensaciones, satisfacción por lo bien que lo había pasado con esa mujer, también me sentía sucio por llegar a acostarme con una mujer que perfectamente podría ser mi madre. Nunca había sentido atracción hacia las maduras, ¿Cambiaría esta mujer mis gustos? ¿Sentiría ahora atracción por mujeres de esta edad?  No saque ninguna conclusión, solo tenía claro que aquello que había sucedido debería ser un secreto, no podía sentirme orgulloso de este nuevo frente descubierto.

Al llegar al piso de Carlos, me lo encontré con unas birras bien frías y ese partidazo que ansiaba ver, esto hizo que por momentos esa mujer saliese de mi mente.

Antes de dormir, Carlos y yo hicimos los planes para el día siguiente…muchos sitios que visitar pese al poco dinero con el contábamos.

Cuando iba a dormir recibí un mensaje, ¿a esas horas un mensaje? Efectivamente era lo que me temía, un mensaje de Carmen:

Hola pequeño, 2 minutos más y hubiésemos sido pillados por mi Diego… no te imaginas lo cachonda que estoy, ¿Te gustaría hacerme una visita mañana? Diego tiene clases en la mañana y me gustaría tener buena compañía.

Lo que me faltaba, un mensaje que me dejase toda la noche pensando en aquella mujer. No sé si por temor o por hacerme el duro decidí no contestar aquel mensaje, al menos en ese momento. No quería que aquella mujer me tuviese como otro de sus amantes, tampoco pretendía ser especial…simplemente estaba recapacitando si era buena idea acostarme con  una mujer casada y de esa edad.

Pensaba que esa noche sería de insomnio, pero en pensamiento quedó… caí rendido pronto, aquellos intensos polvos y el viaje me tenían agotado.

Cuando desperté me volví a replantear que quería y en esto que le mandé un mensaje:

Hola Carmen, lo siento pero ya tenía planes hechos para hoy y mañana. Vete con tu amiga Sofía, si no pasa nada en el viaje de vuelta nos vemos. Saludos.

Rápidamente tuve la contestación.

Como quieras cariño, no sabes lo que te vas a perder… aun así te digo que si encuentras hueco ya sabes cuál es mi número.

Yo juro que no pretendía tenerla a mis pies, solo quería de disfrutar de Madrid y la posibilidad de conocer alguna chica joven con la que hacer buenas migas. Pasaron rápido las horas y las numerosas visitas a diferentes lugares de Madrid, el tiempo pasaba volando hasta el punto de que encontraba en el concierto, esto ya era viernes tarde. Allí no sé cómo se las ingenio Carlos, fue a pedir bebidas y volvió con una chica muy guapa…ese cabron había ligado. Por lo visto era una compañera suya de clase con la que ya había tenido algún que otro polvete.

Esto estaba ya para acabar, y yo me veía de aguantando velas. Pero fue mucho peor…Carlos, cachondo como un mono me dijo que se iría a pasar la noche al piso de esa chica.

Carlos- ¿Sabes llegar? Yo iré en bus al piso de ella, tú llévate mi coche que yo voy muy bebido.

Yo- Pues supongo que si…de todos modos tienes gps.

Carlos- Tio lo siento, pero no sabes las ganas que tengo de trincarme de nuevo a esta tía.

Yo- Te entiendo, mañana nos vemos! Disfruta fucker.

Esto no me podía estar pasando, ya era de noche y estaba supercachondo…La única opción de follar seguro sería con Carmen pero seguramente estaría con su hijo. ¿Y si lo intento? Me preguntaba a mí mismo, poco tenía que perder.

Estaba escribiendo un nuevo mensaje, no sabía bien ¿que poner?… ¿qué decir?, ¿Y si lo lee su hijo? Esto hizo que no me mojase mucho y viese que daba ella de si.

Hola Carmen, necesito contactar contigo ¿Puedo llamarla?

A los 2 minutos de mandar este sms, recibí una llamada.

Carmen- Hola Diego, ¿qué quieres? Ya te dicho que estaba con Sofía.

Yo- Pero si soy Alberto, tengo ganas de verte y el piso de mi amigo está para mí solo toda la noche.

Carmen- Ya lo sé… pues mira yo estaba a punto de irme a casa, me va venir de genial que me recojas Diego, estoy supercansada.

Yo- Pero si estoy con el coche de mi amigo, no sé dónde vive tu amiga Sofía.

Carmen- ¿Y si cojo el metro y me voy cerca de donde me dejó el otro día Alberto?

Yo- A mí me viene genial, se llegar perfectamente y me pilla a unos 15 minutos.

Carmen- Pues entonces salgo en breves para allá, nos vemos ahora pequeñín mío.

 Cuando me encontré con Carmen y subió a mi coche comencé el interrogatorio,

¿No le has dicho nada de lo sucedido a tu amiga? ¿Y tu hijo no llamará a casa de Sofía?

Ella riéndose me dijo, ¿No te dije que estas cosas no se cuentan?. Por cierto, llevas razón en lo de que mi hijo se preocupe por mi…mira que yo para estas cosas soy cuidadosa ¿o no?

 Siguió la conversación cuando llegué al piso de mi amigo, ya en metiendo el coche en el garaje Carmen sacó su teléfono e hizo una llamada.

Hola Diego, decirte que voy a pasar la noche con Sofía… no tengo muchas ganas de ir ahora al metro, etc. Además estamos viendo una película muy buena y cuando termine será ya tarde.

Cogió mi mano y la llevo a su entrepierna, ella me ofrecía su almeja…deseaba que la tocase. Tenía un vestido poco arreglado que subió en el momento que me ofreció tocarla. No paraba de retorcerse y aguantar los jadeos de placer que sentía.

Llevaban unos minutos hablando y diciendo cuando llegaría mañana y sus planes, cuando Carmen dijo:

Bueno Diego, tengo cosas mucho mejores que hacer ahora y además tengo que comerme algo…que no sabes el hambre que me está entrado.

Todo esto lo decía mientras agarraba y frotaba mi paquete por encima de los pantalones, en esto que yo bajaba la cremallera de mi pantalón además de mi calzoncillos…cuando ella colgó el teléfono.

Me miró, sonrió y comenzó a engullir cada centímetro de mi polla. La chupaba con las ganas de una novata y con la experiencia que poseía, como guarrona madura que era. Tuve que dejar de tocarle, me temblaba todo el cuerpo…apenas podía vocalizar.

Carmen para, nos puede ver cualquiera…decía yo tartamudeando.

Esa zorra tenía un firme propósito, llenarse la boca de mi leche. Nadie la podría parar…lamia, tragaba y disfrutaba del momento. Solo algo la paró, sus ansias por metérsela toda… ahí dio un pequeño amago de vomitar que le hizo parar.  Me miró a los ojos y me dijo, nadie nos conoce… disfruta del momento, quiero que esta mamada la recuerdes para toda la vida. Quiero que cuando necesites que chupen tu polla, no dudes en llamarme.

Siguió con ese ritmo frenético, cuando la luz del garaje de la comunidad se encendió. Poco le importó, más bien creo que la excitó más… yo nervioso viendo como un pareja junto a su hijo se aproximaban al coche no podía disfrutar de aquella mamada de campeonato.

La pareja pasó de largo, y por ello hubo una mezcla de placer, alivio y excitación que hicieron que la boca de Carmen rebosase gran cantidad de semen.

Quedé unos minutos parado y sin hablar, solo me apetecía disfrutar de aquella corrida que había tragado Carmen… ella era consciente y se mantuvo retrepada sobre mis piernas y con mi polla ya lago flácida junto su cara.

Una vez reaccioné, la cogí de su corta melena y la atraje hacia mi boca, comenzamos a besarnos apasionadamente… tuve que ponerle freno a esto, le comenté que lo mejor sería subirnos al piso y hacerlo a gusto.

Creo que esa noche de pasión y de algunos sueños cumplidos es mejor dedicarle un relato entero, espero subirlo en poco tiempo.