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Segunda parte de 19435 para Yeni

Para ti, Yeni, ya que me pediste otros cuentos. Gracias.

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Los dos nos reímos, por lo chistoso de la situación. Siguió restregándome entre las piernas, aunque era muy brusco, pero supongo que sabía lo que estaba haciendo. Me incliné hacia él y coloqué mis brazos alrededor de su cuello, restregándome mi cabeza yo misma contra su barbilla. Tenia una forma de hacerme sentir sumisa, sometida. Me hacía gemir, acariciándome ese clírotis, ¡y eso se sentía bien sabroso, muy bueno!

"¡Ay, uh, qué rico!" Yo gemí en un momento después de besarnos.

"Eres muy bonita," me dijo, por lo que me sentí contenta. No estaba acostumbrada a que me dijeran piropos como ese. Después me metió las manos debajo de los shorts. Sentí su tibia mano como me tocaba la piel desnuda, cuando sus dedos hicieron un lento recorrido alrededor de mi sexo. Ya me estaba excitando mucho, sabía que si deseaba que se detuviera tendría que decírselo ya mismo, o sino yo no me iba a controlar.

"Uh, aay", gemí cuando me metió los dedos y me tocó el clítoris.

En ese momento su teléfono celular comenzó a sonar y la acción se detuvo allí. Yo me puse contenta porque esto me daba la oportunidad para pensar mejor las cosas y considerar, reflexionar mejor sobre lo que estaba haciendo. Pablo se levanto y salio de la habitación para agarrar el teléfono. Yo intenté arreglarme el cabello, porque sabía que ya debería regresar al hotel antes de que mis padres se pusieran frenéticos cuando llegaran y no me encontraran. Podía dejar a Pablo, y como él quería más sexo, esto me ayudaría a obtener el papel en la película si yo le daba mas cuca. Estaba más mojada de lo que recuerdo haber estado alguna vez en mi vida, muy excitada, por lo que era difícil tomar la decisión de irme. Salí del baño y encontré a Pablo parado allí con una mirada triste en su cara. Mi corazón parecía hundirse, porque sabía que esto significaba que había un problema.

"Malas noticias, Elsy. Ese que llamó era el director," arrugó la frente. "Es una lástima que yo haya molestado a este tipo para nada."

"Bueno, creo que de todos modos eran unas tomas demasiado largas," yo dije tratando de contener las lagrimas.


"¿De verdad te atreverías a hacer todo lo que te pidan?" me parecía muy sincero.

"Bueno, si," Yo trataba de entender que quería decir.

"¿Si quieres hacer esto?" me preguntó. Entonces si supe de qué se trababa.

"No se" contesté fríamente. Todavía tenía orgullo, no iba a comportarme como una puta, ni siquiera para que me dieran esta oportunidad.

"No, no te lo voy a preguntar, porque pareces una muchacha muy buena."

"¿Preguntarme qué?" quería que me confesara lo que yo tenía que hacer en la película, pero ya me lo imaginaba. Hasta lo sabía.

"Conozco a este director, y yo se que puede ceder si se llega a un acuerdo," dijo, pareciéndome que ya se le salía una sonrisa.

"¿Hay que mamar huevos?" contesté con sarcasmo. Yo no iba a aceptar eso tan fácilmente. Pero todavía lo estaba pensando. Ya lo había hecho una vez.

"Si, tal vez sea mas que eso, pero si te aseguramos el papel, cien por ciento." Me dijo. Lo miré a los ojos y pensé que era sincero cuando lo dijo.

"Aah, no se" dije. Estaba pasando por un momento difícil para decidirme. Yo quería ser famosa.

"No quería preguntártelo, pero si quieres hacerlo, es la única manera, no hay otra. El director va a venir aquí a hablar contigo y a conocerte. Puedes regresar a tu hotel como a las 9:00." Dijo, tratando de hacer todo lo posible para convencerme.
Yo todavía estaba excitada por la sesión que acabábamos de tener, y ya no estaba tan inhibida. Moví la cabeza alrededor de mis hombros, el precio por ser famosa podía mas que mi orgullo.

"Ok," dije dócilmente. Siempre supe que valía la pena.

Pablo me dirigió una sonrisa y llamó al director. Salió de la habitación mientras yo me sentaba. Respiré profundamente varias veces y me armé de valor. Sabía que tendría sexo en cuestión de minutos. Mi cuerpo al que tanto le había costado mucho permanecer puro, iba a ser corrompido, profanado suciamente por un desconocido a cambio de mi estrellato. Recogí la botella del suelo y bebí lo que quedaba. Pablo regresó sonriendo, estaba muy raro, contento por lo estábamos hablando anteriormente.

"Valdrá la pena, entrar en este negocio; es demasiado difícil, muñeca" Intentó consolarme.

"Espero que si," dije. Ya nada me importaba, yo estaba mojada y quería tener sexo ya mismo, que me cogieran ya esa cuca. Pablo me pasaba la mano por mi espalda otra vez hasta que el director tocó a la puerta. Creo que llegó demasiado rápido, pensé, y salté del susto cuando oí que tocó. El director también era un tipo viejo. Tenía cabello gris, pero muy atractivo.

"¿Entonces esta es nuestra Elsy?" Sonrió mirándome. Tragué saliva cuando se paró allí y me dio una palmadita en la cabeza como si fuera su mascota.

"Es un poquito bonita, no?" Dijo Pablo. Yo era un peón de ajedrez, una prenda para ellos, querían contratar una muchacha a quien le pudieran sacar el mejor producto, según parece.

"Bueno, estoy seguro de que te podemos encontrar un buen lugar en el filme, linda," dijo el hombre de cabello gris mientras se quitaba la camisa. Para ser un viejo tenía un tremendo bronceado y buena musculatura. Me sentí mal al pensar que iba a tener sexo con un desconocido mientras otro tipo me miraba. Pablo se puso de pie y fue a sentarse en su propia silla. Ya en este momento el director, llamado Juan, estaba en interiores. Lo miré en la parte de los shorts en donde se le notaba un bulto o hinchazón. Era el enorme papo que tenía allí. De repente me sentí diminuta ante todo esto.

"Cálmate, nena. Este es un rodaje que vale un millón de dólares" me dijo Juan. Yo sabía que valdría la pena porque era demasiado dinero.

"¿Verdad?" pregunté modesta y tímidamente. Juan me jaló la blusa por encima de mi pecho, yo levanté los brazos para que pudiera quitármela. El corazón me latía aceleradamente cuando se sentó detrás de mi sobre la cama. Yo pensé que iba a ser una actriz rica, me llené de éxtasis, eufórica y con mucha alegría cuando Juan me quitó el brasiere y colocó las manos alrededor de mis senos.

"¡Aay, ah!" gemí.

"Bellas tetas," dijo. Con sus dedos me retorcí los sensibles pezones girándolos y dándoles vueltas. Se sentía delicioso y coloqué mis manos sobre las de él y luego se las apreté contra mis senos. Me encantaba como sus grandes manos me tapaban los senos. El buscaba a tientas y me jalaba los pezones. Ya yo estaba demasiado excitada, abrumada, como agobiada.

Me restregaba sus manos en la parte de abajo a ambos lados de mi cuerpo y luego me hizo girar la cabeza y me besó. Metí la lengua dentro de su boca con un movimiento rápido mientras me acariciaba mi negro cabello. Luego me metió su lengua dentro de mi boca y yo sentí sus manos como recorrían mi desnudo abdomen. Sus manos ya estaban debajo de mis shorts.

Yo le restregaba el pecho y me retorcía alocadamente cuando sentí sus dedos al abrirme los labios de la cuca. Luego me introdujo los pulgares con mucha seguridad. Uno primero, luego otro hasta que sentí como si estuviera tratando de engullir, meter toda la mano dentro de mi. Yo lanzaba como aullidos, :-¡Ay, ay! -pero me sentía caliente. Me di cuenta de que era un hombre con mucha experiencia. Me tocaba el clítoris y esto hizo que yo me arrimara mas a él.

"¡Ay, ay, Dios, qué rico se siente!!"

Yo gemía y miraba como su mano se movía hacia arriba y hacia abajo debajo de mis shorts. Me tenía metidos tres de sus gordos dedos al mismo tiempo, presionándolos dentro de mi. Yo me retorcía y miraba a Pablo quien parecía disfrutar el show gratis. En realidad era muy excitante que a uno lo estuvieran viendo. Cuando ya yo estaba a punto de tener el orgasmo, Juan se detuvo y me dio la vuelta sobre la cama, poniéndome en cuatro. Me quitó los shorts y la pantaleta y me dejo de espaldas. Tiró todo eso al suelo y me sonrió: yo trataba de respirar, me sentía tan vulnerable… me abrí de piernas, lista para él. Vi su enorme huevo sobresaliendo de sus interiores, lo tenía muy, pero muy grande. En verdad, yo estaba terriblemente nerviosa porque me iban a meter algo tan grande. Cuando tuve mis piernas bien abiertas se empezó a mofar, echando pullas, jactándose de su enorme miembro. Luego colocó sus manos sobre mi cintura y me levantó, me dio vuelta sobre mis manos y rodillas: ¡ME LO IBA A METER POR DETRÁS!!

"Así, muñequita," dijo acariciándome. Los dos hombres se reían mientras yo permanecía tensa. Me restregaba el culo pelao, desnudo y metió su gordo huevo presionando en el centro de mis piernas.

"Aaay…!!" yo gemía, luego respire profundo.

"¿Así que quieres ser actriz?" Juan dijo burlonamente, como poniéndome en ridículo. Yo me sentía muy pequeña en el medio de ellos. La punta del huevo comenzó a meterse a través de los labios vaginales. Yo me retorcía, pero lo quería bien adentro, que me penetraran con aquel machete.

"¡Auuch!" gemí cuando sentía como se me entró una pulgada, después otra. Intenté echarme hacia delante para que no fuera tan rápido, pero me sostuvo en mi lugar con sus enormes manos. Luego me obligó a meterme el huevo completo: era enorme.

"¡Oohh, aay!!" Para! Para ya! No sigas!" grité.

Tanto Pablo como Juan se rieron, era muy humillante. No se detuvo, mas bien aumentó el ritmo. Se inclinó sobre mi y empujó las caderas fuertemente contra mi una y otra vez. Me estaba llegando hasta los lugares más profundos. Me daba hacia atrás y hacia delante como si como muñeca indefensa, a la deriva.



Era intenso y yo gemía, gritaba como loca. Ellos se reían cada vez que yo me retorcía porque me lastimaba. Sin embargo, se sentía sabroso. Era agradable la forma como me restregaba entre las piernas, especialmente en el clítoris. Siguió frotándomelo enérgicamente hasta que comencé a tener el orgasmo.

"¡Ay, ohchh, uch! Ay Dios mio, ay Dios mio!!" yo gritaba. Mi cabeza me daba vueltas cuando comenzaron a llegarme olas intensas de placer que me invadieron toda. Eché mi cuerpo hacia atrás contra el pene hasta que sentí sus pesadas bolas que me golpeaban las nalgas, el culo. Me tocaba en puntos dentro de mi que nunca había imaginado.

"Te voy a hacer famosa," gimió, como gritando, en cierto momento. Aquello era algo tan emocionante, tan excitante!

"¡Uuuh, uy!" fue todo lo que pude murmurar cuando lentamente me sacó el huevo. Me parecía que habían pasado horas desde que comenzamos a tirar.

Juan gimió en voz alta y luego se comenzó a reír de mi, fue gateando hasta ponerse frente a mi y me hizo sacar la barbilla hacia delante. Me obligó a abrir los labios para que quedaran alrededor de su grasoso pene. Se lo mamé y chupé, probando yo misma como le empezaba a salir semen. No me importó, yo estaba muy satisfecha y de buen humor, contenta. Me lo zampé, me lo devoré, me lo engullí hambrientamente, metiéndomelo lo mas adentro que pude en mi boca sin tener que ahogarme. El me colocó su mano sobre la cabeza y me jaló por el negro cabello. Luego lo besé debajo del cabello, clavando su lengua alrededor de él. Le gustó mucho porque su semen salió disparado cayéndome en la mejilla. Me sorprendió que el semen no me cayera dentro de la boca; me tenían la boca echada hacia atrás. Disparaba leche como loco, chorros de leche, era algo muy vulgar, asqueroso, pero yo se lo seguí mamando hasta que me avisó que ya era suficiente. Luego me jaló por el cabello cuando le terminé de sacar toda la leche.

Después que me lo sacó de la boca me limpié con las sábanas de la cama. Los dos hombres me miraron como si yo fuera la puta mas grande del mundo.

"¡Miren, miren, a la putita! ¿Quieres que te den este trabajo?" dijo Juan juguetonamente. Yo me senté para poder respirar mejor.

"Mm," yo movía la cabeza afirmativamente. Estaba radiante, resplandeciente, porque nunca había tenido un orgasmo como este.

"Ya es tuyo, nena, te lo mereces!" sonrió Juan.

Yo estaba muy contenta, no lo podía creer, acababa de tener el mejor sexo de mi vida y ya iba a salir en una película. Todo parecía estar caminando muy bien. Pablo se puso de pie lentamente, yo lo miré cuando se me acercó solo en interiores. Me dirigió una fea sonrisa, yo me quedé sobre la cama con las piernas dobladas.

"¡No, no, por favor!!" comencé a rogar, pero el actuaba como si yo estuviera jugando. Traté de respirar, quería regresar al hotel antes de que mis padres salieran a buscarme al no encontrarme.

"¿Qué les parece uno mas?" se rió. Yo estaba a punto de pararme rápidamente, pero el me empujó y caí sobre la cama. Me sostuvo sobre la cama por los brazos mientras Juan se vestía. Me sentía como una puta barata. Se acostó sobre mi y me metió mis brazos bajo la cabeza. Sentí su huevo como se paraba en la parte de abajo, intenté desprenderme, luchando contra el hombre pero me agarró mas duro. Su huevo encontró mi cuca, me encogí cuando sentí su huevo enterrarse dentro de mi. Me sostenía por las muñecas fuertemente mientras trataba de mantener el equilibrio y luego me dio un tremendo golpe. Me parecía que se reía cuando comenzó a mover las caderas bien duro contra mi, agresivo, abriéndome la cuca para metérmelo bien profundo.

"Así, dáselo todo, dale lo que merece!" oi gritar a Juan desde el fondo de la habitación. Yo gritaba mucho, indefensa si poder detenerlo, pero se sentía bien sabroso, rico!! No podía creer que yo fuera cogida por los dos viejos mas experimentados del mundo!!

"Uum!" yo gemía, casi a punto de tener el orgasmo. Me seguía metiendo ese huevo con fuerza, parecía que mi cuca era demasiado pequeña pera él. Me besaba los labios varias veces, pero apenas pude regresarle el favor. Siguió a un ritmo firme, constante, llenándome con su enorme miembro.

"¡Ayy, Dios, qué sabroso!" yo grité duro cuando un intenso orgasmo recorrió mi cuerpo. Me sentía tan excitada, dominado por este clímax que acababa de tener, satisfecha sexualmente. Yo lo apretaba fuertemente dentro de mi para que me lo siguiera teniendo bien adentro, mientras el gritaba mucho. En este momento me preocupaba salir embarazada, pero después de algunas metidas que me dio este hombre, lo sacó y dejo que la leche saliera volando, cayendo sobre mi estómago y abdomen. Terminé de bajar de mi nube minutos después, se sentía tan sabroso… luego entré al baño mientras Pablo se vestía. Tenía que quedar vestida, decente, como si no hubiera pasado nada y mis padres no sospecharan. Cuando salí del baño los dos tipos ya no estaban, y nunca mas en mi vida los volví a ver.

FIN

Traducido por Marcos Urbina

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Datos del Relato
  • Categoría: Primera Vez
  • Media: 5.4
  • Votos: 45
  • Envios: 1
  • Lecturas: 2470
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