la tarde tal como los aires que inescrupulosos fustigan los mares,
y entran en nosotros,
cuando los arboles se vuelven centellos volatiles de versos disfrasados de quehaceres, se tornan en ti,
dentro de la casa se escuchan rumores de una arde prisa de un ahuyentar de labios
y sensaciones tuyas,
y las olas como tus labios se van abriendo brecha en las caderas de ti,
de lo explorado de mis manos a tu cuerpo,
de estar sobre ti una
y otra vez sin cansancio
y con el palidecer,
despues de ti,
viene la calma en plena cama,
cuando mi mano descansa sobre tu vientre
y tu entre pierna se fustiga de mis labios
y el mio de tu ombigo,
tal como el nacer del mundo entre labios.
no entiendo mucho, solo sé de lo que me gusta y lo que no y esto me ha dejdo un poco extrañada, creo que no lo entiendo