Quiero contarles primeramente que soy un hombre de 35 años, mido 1:80, soy delgado, tez blanca y estoy felizmente casado y vivo en la ciudad de México, D.F., sin embargo desde hace muchos años siempre he tenido una fantasía sexual que no he podido llevar a cabo y es la siguiente:

Siempre me veo en una recamara sentado en un sillón viendo la televisión cuando de pronto vea entrar en mi recamara a dos mujeres muy guapas y de muy buen cuerpo, una mayor de entre 40 y 50 años y la otra adolescente entre 18 y 25 años de edad (si fueran madre e hija sería maravilloso) pasan delante de mi y ambas me envían un beso y yo se los mando también.

Para efectos prácticos a la mujer mayor la llamare Carmen y a su hija la llamare Rocío.

Ellas se suben a la cama y la cama y Carmen le dice a su hija Rocío que se acerque a ella, esta le hace caso a Carmen y a su vez Carmen acerca sus labios a Rocío y se besan apasionadamente, en el transcurso del beso ambas se empiezan a tocar suavemente todo su cuerpo empezándose a oír los quejidos de ellas que se empiezan a excitar y a la vez lentamente Carmen empieza a desabrochar los botones de la blusa de Rocío hasta que termina por quitársela y empieza a besar su cuello y va bajando hasta quitar su sujetador y dejar a la vista sus bellos senos que sin ser muy grandes si son de muy buen tamaño y sobre todo duros y firmes con unos pezones muy puntiagudos y de color café claro, mientras tanto con una de sus manos Carmen empieza a sobar por encima de las bragas de Rocío su vagina, Rocío para este momento esta que arde y también empieza a quitarle la blusa y su sujetador a Carmen, quien esta sí tiene unos senos fenomenales de gran tamaño pero que gracias al ejercicio que hace todavía los tiene firmes y bien parados y de igual manera Rocío empieza a acariciar por encima de las bragas de Carmen su vagina, para este momento las dos están súper excitadas y calientes volteándome a ver de reojo y yo tengo la mano en mi pene frotándomelo un poco, cuando volteo a verlas nuevamente las dos se están quitando sus faldas y ambas quedan en sus diminutas tangas con sus respectivos ligueros en encaje los de Carmen de color rojo y los de Rocío de color blanco, después de esto ambas se quitan sus tangas y se ponen en posición de 69 dándose un riquísimo placer, para este momento yo ya estoy que ardo ya que me encuentro súper existidísimo y en ese momento me desnudo y me acerco sin que ellas me vean a la cama, ellas todavía en posición 69, Carmen abajo y Rocío encima de ellas y me coloco junto a Carmen pero con mi cabeza a un lado de su vagina y ayudo a Rocío a seguir lamiendo entre los dos la deliciosa vagina de Carmen hasta hacer que suelte un grito de lujuria y percatarnos de que ha tenido un orgasmo fenomenal, posteriormente Carmen y yo le decimos a Rocío que se ponga a cuatro patas y ahora entre Carmen y yo nos dedicamos a mamarle su clítoris y su ano hasta que también logramos que tengo un gran orgasmo.

Posteriormente me dicen que me acueste en la cama baca arriba y las dos empiezan a darme la mejor mamada de mi vida al grado tal que me vengo en la boca de las dos.

Seguimos jugando los tres en la cama hasta que una vez más mi pene esta a mil y otra vez empiezan a mamarmelo y yo les pido que se acomoden para hacer un 69 con las dos y mientras ellas me maman el pene y mis huevos y hago lo mismo cos sus respectivos clítoris y ano y empiezo a meterle un dedo a cada una de ellas en su vagina y posteriormente dos y hasta tres, llega el momento en que con cada una de mis manos les estoy metiendo un dos dedos en su vagina y un dedo en su ano cosa que las dos disfrutan al máximo.

Posteriormente Carmen se voltea y se sube en mi pene y empieza a cabalgar de un manera fenomenal, sus senos se empiezan a mover de arriba para abajo con una velocidad desbordante que hace que los tome con mi mano y se los empieza a chupar al máximo, mientras tanto Rocío esta a un lado de nosotros y veo como se masturba metiéndose hasta tres dedos en su vagina, esta tan caliente que e dice a Carmen que se baje para ella poder montarse en mi, Carmen se baja y ahora es Rocío quien se sube en mi pene y también empieza a cabalgar como toda una experta, mientras tanto Carmen se sube sobre mi cara y por una parte le estoy dando una excelente lamida en su clítoris y por el otro empieza a besarse con Rocío hasta que las dos tienen nuevamente un orgasmo yo el de Carmen los disfruto mucho porque todo lo recibo en mi boca, por lo mismo estos a mil de caliente y les pido a las dos que se pongan a cuatro patas y empiezo a meterle mi verga a una la bombeo y después se la saco para metérsela a la otra y así sucesivamente hasta que les digo que estoy a punto de venirme y les pido que se acueste boca arriba y ya que están así me masturbo y me vengo sobre la cara de ellas, habiendo disfrutado de esa relación al máximo.

Como se los comente esa es mi mayor fantasía sexual y ojala que alguna de las muchas lectoras de todo relato en compañía de su hija, sobrina, nieta, etc., o simplemente amigas quieran ayudarme a hacer realidad mi fantasía. Daría lo que fuera por llevar a cabo mi fantasía.