Ya en está dieciocho aba entrega igualmente versión títulada postumamente "Soy la Madre y Puta de mí hijo hoy día y mucho más 18"; en qué hoy por hoy en persona cómo en vivo y a todo color soy la Madre de 35 años qué tiene relaciones cómo amores incestuosos con mí hijo adolescente de 16 años, en qué me convierto además comporto especialmente actuó y asimismo protagonizo hasta escenifico a la prostituta de mí hijo adolescente de 16 años. Qué nuestra relación trasciende incluso comparte de una manera qué es mal visto por los ojos de la sociedad y de la misma iglesia en que me tacharia y juzgaría de cochina también indecente adicionalmente pervertida y por supuesto mala mujer qué está enferma por amar hasta enamorarse enfermiza cómo endemoniadamente de su propio hijo adolescente de 16 años; qué la realidad se pinta distintamente en qué es mí propio hijo adolescente de 16 años me ha pervertido y transformado en esto por mí debilidad al corromperme e inducirme hacer todas estás cosas indecente, no consentida, pervertirme, prostituirme, coquetear, deleitar, desear, cautivar, provocar, seducir, fascinar, excitar, zacear, calentar, atraer, incinuarme, finalmente emocionar por mí forma de dirigirme hasta tratar a los demás hombres a mí alrededor hoy por hoy.

Efectivamente, mí propio hijo adolescente de 16 años sangre de mí sangre permite todas estás vainas y cosas que me suceden hasta acontecen especialmente suceden en mis propias narices cómo ojos; patrocinandolos, alentandolos, propiciandolos, concertandolos, recomendarlos, asimismo promocionandolo a mí costa siempre, inclusive observandolos, hasta dejandolos que se acuesten y revuelquen conmigo hoy por hoy.

En una ocasión, en qué me abordan hasta encuentran dos hombres qué me asaltaron en la oscuridad de mí propio hogar llegando una noche en que me tomaron por la fuerza sin poder escaparme ni liberarme ni huir ni pedir auxilio para nada soy víctima de violación sexual varias veces entre estos dos hombres en que me hicieron mucho daño al marcarme de por vida en que me entero por confesión de mí propio hijo adolescente de 16 años que estaba viendolo inmutarse quedo gustandole al propiciarlo a mí costa me moleste y lo odio hasta le dío está fuerte y tremenda hasta merecida garnatada que le deje bien marcada la palma de mí mano en toda su mejilla muy roja en que no le dirigi la palabra por más de dos años en qué a la larga me cambio mi existencia irremediablemente quede contagiada por esa violación sexual y carnal qué fuí victima de por vida en que no me importo más ser prostituta de mí hijo adolescente de 16 años y con todos los hombres que me llevaba y presentaba hasta conocía directamente por él y solo por él hoy por hoy y mucho más, siendo mí perdición y mí macho cómo hombre hasta cliente de por vida.