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Categoría: Maduras

Santi 3

A los 15 minutos me plantaba en el hospital, eso sí saltándome todas las normas de circulación, gracias que la policía no me pilló. Al entrar en urgencias pregunté por mi madre y un médico salió para hablar conmigo.



-         Doctor es algo grave?._ Pregunté



-         No es un colapso nervioso, muy agudo, pero un colapso nervioso.



-         Y que hay que hacer ahora?._ pregunté yo



-         Pues ahora está sedada cuando despierte el siquiatra le hará un examen y según su diagnóstico actuaremos.



-         Puedo pasar a verla?



-         No es conveniente, dese una vuelta por los alrededores y cuando vaya a visitarla el especialista le avisaremos.



Así que me fui a dar una vuelta. Andaba preocupado por lo que le podía pasar a mi madre, y cabreado pues llamaba a mi padre, le enviaba mensajes diciéndole que era algo grave y el pasaba de mi como de la peste. Y mira por donde sin proponérmelo pare en un sex-shop, por lo que ni corto ni perezoso decidí entrar para hacer algo más que nada. Pronto me salió una empleada muy amable que me dijo.



-         Señor que desea?



-         Pues verá soy novato en esto y ando algo perdido._ Le contesté.



-         Tranquilo que yo le hare de cicerone, me dijo ella con una gran sonrisa. Alguna tendencia sexual en concreto?.



-         Pues mire si, tengo una amante muy sumisa a la que le va el masoquismo.



-         Muy bien pues empecemos por eso, tengo en este pasillo un gran surtido de esposas cuerdas y demás objetos de sujeción. En este otro estante tengo una serie de máscaras y ropa de cuero dirigida más al dominante. Y ya si le va algo más gótico tengo cruces y tablas para que la aten.



-         De lo gótico paso, pero mira me llevaré un par de esas esposas acolchadas esta cuerda que tengo a mi derecha y esta fusta._ Le dije



-         Le voy a poner dos cuerdas pues están dos por una, y aquí en este estante tiene los juguetes más convencionales.



-         De acuerdo, muy interesante, me llevaré este consolador (25cm de consolador para que os hagáis una idea). Este juego de bolas chinas, este arnés, un par de esos dildos. Y quiero cremas aceites perfumados, incienso.



Me llevé algunas cosas más, pero ahora no me acuerdo, en total cerca de 1000 euros.



-         Me ha resultado ser un excelente cliente novato.



-         Señorita ya se lo diré cuando mis chicas lo vean



-         CHICAS que tiene más de una amante a la vez._ Dijo la dependienta



-          La verdad es que si, exactamente dos hermanas.



-         Mira el novato que pervertido me ha salido.



-         Entonces debes de tenerla bien entrenada._ Dijo mientras me echaba mano al paquete.



-         No se han quejado la verdad.



-         Muy bien la debes de manejar pues no es nada del otro domingo la verdad. Lástima que yo por menos de 24cm no me bajo las bragas.



-         Tú te lo pierdes._ Le dije algo mosca pues me había puesto cachondo y no me había podido desfogar.



-         Tranquilo toro que no te vas a quedar así, entra a esa cabina mete la polla por el agujero de la derecha y te la mamará una desesperada.



-         Que estas diciendo?._ Le pregunté algo extrañado



-         Pues que esas cabinas sirven para descargarse, un hombre y una mujer en cada par de cabinas el hombre mete la polla en el agujero y la mujer hace lo que quiere con ella. Quieres probarlo?



Estaba empalmado más no poder el paseo por la tienda y el descaro de la chica me había puesto como una moto, así que acepté sin pensármelo.



-         Entra en la cabina enciende la luz roja para que la chica sepa que está ocupada y mete la polla por la obertura._ Dijo



Así que me dirigí allí e hice lo que me dijo y esperé. A los pocos segundos unas finas manos me cogieron el rabo y empezaron a masturbarme, lentamente, de tanto en tanto notaba una lengua lamerme el capullo, era una sensación nueva, el no saber quién te la estaba lamiendo le añadía cierto morbo a la cosa. A los cinco minutos de llevar este juego se metió mi polla en su boca y empezó una rápida mamada. No era muy buena, se notaba que era bastante inexperta, pero yo ya estaba requemado y en pocos minutos me corrí en su boca.



Cuando acabó salí recogí la bolsa y me despedí de la dependienta. Cuando estaba guardando la comprar en el coche me llamaron al móvil.



-         Don Santiago?



-         Si, dígame



-         Soy el médico que atiende a su madre el especialista está con ella realizando el informe si pudiese venir podría hablar con el.



-         En 5 minutos estoy allí



La siquiatra una mujer de mediana edad, con cara de pocos amigos esperaba a la puerta de la habitación de mi madre.



-         Por fin aparece alguien.



-         Perdone doctora pero he venido cuando me han llamado….



-         Porque estaba sola esta mujer?_ Me dijo casi chillando.



-         Verá el médico me aconsejó que diese una vuelta por fuera porque aquí molestaba.



En ese momento pasaba por detrás el medico de guardia



-         Es cierto lo que dice este joven?_ Le preguntó



-         Si claro yo le aconsejé que lo hiciese hasta que usted acabase el informe.



El rostro se le calmó, algo pero la cara de avinagrada no había quien se la quitase.



-         Y su marido?._ Dijo señalando la puerta de la habitación de mi madre.



-         Está de viaje y no puedo hacerme con el



-         Bueno pues se lo diré a usted. Su madre ha sufrido un colapso nervioso, por culpa del estrés, está al borde de la depresión. Le voy a dar el alta, pues no representa un peligro para si misma, ni para nadie. Si se hace usted cargo de ella claro.



-         Si por supuesto, no se preocupe.



-         Además tendrá que ir todas dos veces por semana a terapia con un sicólogo, le puedo recomendar uno de la seguridad social, es bueno, pero como veo que son pudientes, querrán ir a uno privado. No es así?.



-         Si seguramente mi madre querrá eso.



-         Lo sabía, pues aquí le dejo una copia del informe._ Me dijo con cara de suficiencia.



Si mi madre es una pija repelente, pero yo soy un firme partidario de la medicina pública y si hubiese sido para mi, habría elegido el sicólogo de la seguridad social.



Entré en la habitación de mi madre y me la encontré tumbada en la cama con la mirada perdida.



-         Madre se encuentra bien?._ (Si señores nos hacían hablarles de usted)



-         Eres tu Santiago? Dijo mi madre sobresaltada.



-         Si madre que tal esta?



-         Bien hijo estoy bien, podemos irnos ya a casa?



-         Si claro vístase y nos vamos.



En diez minutos estábamos entrando al coche?.



-         Y este coche?._ Dijo mi madre.



-         Es de las vecinas me lo dejaron al saber donde iba



-         Vaya cuanta amabilidad



Al sentarse y ponerse el cinturón, empezó a llorar.



-         Madre en serio que se encuentra bien, mire que aun estamos en el hospital y podemos volver.



-         No hace falta hijo vamo a casa.



Se pasó el camino de vuelta llorando sin parar, nunca la había visto llorar, al llegar al piso se tumbó en el sofá y estuvo allí más de una hora sin decir una palabra, mientras yo la miraba desde el sillón mientras fingía leer un libro. Al cabo de ese tiempo decidí que era hora de visitar a las vecinas.



-         Madre he de ir a ver a las vecinas, porque me pidieron que de paso que me dejaban el coche, les comprase unas cosas.



-         Si tu haz yo te espero aquí.



Así que allí me la dejé fui al coche saque las bolsas del sex-shop y subí a casa de mis chicas.



-         Como está tu madre?._ Preguntaron las dos a la vez



-         Pues está en casa, se ha pasado el camino de vuelta llorando y luego ha estado una hora sentada en el sofá sin decir nada



-         Deberías volver con ella y estar a su lado._ Dijo Carmen



-         Si ahora bajaré, pero no podía esperar para daros esto



-         Miera nuestro hombre lo pervertido que es dijo Ángela mientras sacaban las cosas de la bolsa.



-         Esto es para que juguéis las dos esta noche. Dije mientras sacaba el arnes.



-         Esto como se pone?._ Me dijo Angela.



-         Desnúdate y te lo pongo.



Ángela cada día se desnudaba con mayor rapidez.



-         Póntelo como si fuesen unas bragas.



-         Muy bien._ dijo mientras se las subía.



Cundo las tuvo puestas la besé y acaricié sus tetas un buen rato, al notar que estaba húmeda, le enganche un dildo en la parte interna y se lo metí poco a poco en su coño y en la parte de delante le enganche el enorme pollon de 25cm que le había comprado.



-         Te he de explicar más.



-         No cariño pero que sepas que esto no es más que un parche tu polla es la dueña y señora de estos coños._ Dijo Ángela.



Me las dejé jugando y subí a ver a mi madre. No se había movido un pelo de cómo la dejé, era hora de intervenir. Llamé al sicólogo del seguro privado de mi madre y concerté una cita para el día siguiente.



-         Madre quiere algo para comer.



-         No Santiago no me apetece nada, gracias.



Casi doy un salto del susto, era la primera vez que mi madre me daba las gracias por algo, además su voz había perdido toda su fuerza y determinación. Vaya estaba peor de lo que pensaba.



En ese momento llamó mi padre.



-         Santiago estoy con un cliente que cojones quieres._ Mi padre delicado como siempre.



-         Padre verá madre ha sufrido un colapso nervioso…



Bueno le expliqué todo lo que había pasado.



-         Menuda inútil ahora que estaba en el punto más álgido de su carrera comete esta estupidez._ (Palabras textuales)



-         Padre no lo ha hecho adrede, vendrá pronto para verla?



-         En dos o tres semanas estaré allí he de visitar a muchos clientes antes de volver.



-         Padre pero madre ahora le necesita.



-         Te tiene a ti, así los dos inútiles os hacéis compañía.



-         Mire padre váyase a la mierda.



-         Tenme un respeto que soy tu padre.



-         Usted  es un cabrón con pintas ale que le den.



-         Ni se te ocurra colgarme el….



Me llamó tres o cuatro veces pero no le cogí el teléfono, el cabreo que tenía era monumental, no le he vuelto a hablar desde ese día. Nos hice sopa para cenar y se la acerqué a mi madre.



-         Gracias._ Dijo mi madre por segunda vez en media hora



-         Tómesela por favor le hará bien.



-         Eres un sol Santiago



Esta vez supe que estaba mal, mal, jamás me había mostrado nada de cariño y ahora lo volvía a hacer. La miré mientras poco a poco se comía la sopa.



-         Santiago cuando acabe me voy a acostar estoy muy cansada.



-         De acuerdo madre, mañana tenemos que ir al sicólogo, ya la avisaré yo



-         Muy bien



Yo me fui a dormir algo intranquilo, la actitud de mi madre me estaba sorprendiendo demasiado.



A la mañana siguiente fuimos a la consulta de la sicóloga. Nada más entrar nos pidió el informe del hospital y tras leérselo le hizo las preguntas de rigor. Edad puesto de trabajo situación personal.



-         Si está más cómoda madre yo puedo esperar fuera.



-         No Santiago Cariño quédate aquí conmigo._ (Cariño, otra vez mira no pienso sorprenderme más por sus muestras de cariño)



-         Habla de usted a su madre?._ Preguntó la sicóloga.



-         Si desde siempre.



-         Pues no lo vuelvas ha hacer, y usted no proteste._ Dijo señalando a mi madre que pensaba decir algo



-         Como usted diga._ Dijo mi madre



-         Las muestras de cariño son muy importantes en su estado y si su hijo le habla como si fuese su banquero no las notará tan cercanas. Además dense muchos abrazos y no se corten al demostrar su cariño._ Dijo la sicóloga.



La sesión siguió así por una hora más y nos citó para la semana siguiente.



-         Bueno mamá que tal ha ido la sesión._ Se me hacia muy raro hablarle así



-         Bien Santiago.



-         Llámame Santi a partir de ahora, me gusta más._ Le dije.



-         No te llamaré cariño, me gusta más a mi, te parece bien?._ Me pregunté



Como toda respuesta le di un tremendo abrazo de oso.



-         Cariño me vas a desmontar



-         Mama es la primera vez que siento que de verdad eres mi madre.



Mi madre se puso seria y nos dirigimos al coche.



-         Como es que vuelves a llevar el coche de las vecinas?



-         Me lo han dejado, me han dicho que a ellas les da miedo cogerlo y que se estropearía de dejarlo en el garaje.



Se dio por satisfecha con mi explicación, como se nota que su cabeza está pasando por un torrente emocional, en otra época me habría obligado a devolverlo y prohibido volverlo a coger. Al entrar al coche volvió a ponerse a llorar.



-         Mama voy a pensar que este coche no es bueno para tu salud.



-         Cariño no sabes lo que siento haberte tratado tan mal, siempre he sido una mala madre y una peor persona, podrás perdonarme algún día.



-         No te preocupes más tu sigue como estos dos días y no habrá que perdonar.



-         Gracias cariño.- Dijo Dándome un beso en la mejilla.



Les envié un mensaje a mis chicas diciéndolas que me esperasen desnudas y con la puerta abierta. La verdad es que no corrían ningún riesgo, mi edificio solo cuenta con un piso por planta y para coger el ascensor cada vecino tiene una llave que le lleva directamente a su planta sin parar en ningún otro piso. Yo tenía una copia de su llave desde que empecé a hacerles chapuzas.



Me las encontré a las dos tumbadas en sendos sofás luciendo las cadenas que les regalé.



-          Sabéis que significa llevar esas cadenas?



-         Si que somos tuyas._ Dijeron las dos



-         Si pero a distinto nivel, tu Carmen eres mi esclava y no te la podras quitar para nada, ya que con eso quiero que me muestres tu sumisión.



-         Por supuesto mi señor



-         Y tu Ángela, eres mi amante, estás a mi mismo nivel y solo llevarás la cadena cuando te plazca.



-         Pues te voy a pedir una cosa. Podemos cambiar las cadenas por unas de oro grabadas con la frase Santi es nuestro amo._ Dijo Angela



-         Bien pero no creo que sea conveniente que todo el mundo pueda leerlo.



-         No lo leerán porque primero estará en latín por lo que nadie lo leerá, y segundo no llevaremos una cadena gruesa sino una fina, si le parece bien a nuestro hombre. Dijo Ángela. Y por cierto amor aquí tienes una copia de las llaves, eres nuestro dueño y por tanto has de poder entrar a esta casa cuando quieras y a la hora que quieras.



-         Bien os han gustado los demás regalos?



-         Si estoy dispuesta a que uses este de inmediato._ Dijo Carmen dándome la fusta.



La fusta tenía niveles de dureza, la primera estaba totalmente acolchada por lo que el daño era mínimo, pero a medida que le quitabas capas era cada vez más dura hasta convertirse en una fina y resistente vara de abedul. Carmen me la dio completamente acolchada.



-         Con que esas tenemos perita._ Dije mientras le daba un fustazo en la nalga.



-         Ven aquí mi esclava desnúdame, y tu que hoy haces el papel de esclava, ayúdala les dije a las dos.



-         Si nuestro amo.



Y las dos muy despacio me desvistieron, acariciando de paso todo mi cuerpo, besando y lamiendo mis pezones, por turnos, hasta que me desvistieron por completo. Podéis imaginar cómo estaba mi polla de dura.



-         Que le apetece ahora a nuestro señor._ Dijeron las dos de rodillas ante mí.



-         Ángela levántate que quiero besarte y tu Carmen mámame la polla.



Como besa Angela, mueve la lengua con una maesria que te hace disfrutar como nunca. Yo con una mano acariciaba a Ángela y con la otra dirigía a Carmen.



-         Para Carmen que no me quiero correr aún.



-         Si mi señor.



-         Coge la fusta con la boca y síguenos a la cama.



Las cogí a las dos por el culo y las llevé por el pasillo a la cama, pero a mitad de camino les metí a las dos el dedo índice por el ano sin avisarlas. Ángela dio un tremendo respingo, en cambio el culo tragón de Carmen ni se inmutó. Si el sexo anal no me gusta pero jugar con los culitos de Carmen es una delicia.



Las llevé a la cama y les unté en las tetas un ungüento afrodisiaco que compré en la tienda especial para pezones. Y vaya que cumplía lo que prometía, a los pocos minutos estaban las dos chillando por mi polla. Así que las puse a las dos juntas como las perritas que eran y mientras le metía la polla sin compasión a Ángela le daba fustigaos en las nalgas a Carmen. Que forma de gritar de placer, y de soltar improperios, las dos alcanzaron la locura en menos de media hora. Como podréis pensar yo unté mi polla con una crema retardante que prometía un empalme seguido de una hora y allí estaba yo cambiando de hembra pues Ángela me había pedido un poco de tregua. A pesar de estar acolchada la fusta, el culo de Carmen tras media hora de fustigazos estaba completamente morado. Por lo que sentir mi polla la hizo entrar en una serie de orgasmos seguidos, que a los 20 minutos hicieron que se desmayase.



-         Vaya con la cremita de la puñeta yoaun estoy empalmado._ Exclamé



-         Ven aquí que tu Amante te la bajará.- Dijo Angela.



Así que la tumbé boca arriba en la cama y volví a metérsela, pero esta vez hicimos el amor, despacio sin prisas disfrutando de nuestros cuerpos con caricias besos y palabras bonitas. Al cuarto de hora nos corrimos los dos, por supuesto que yo lo hice en su boca, saqué tanta leche que casi se ahoga, pero así y todo, no dejó perderse ni una sola gota.



-         Estoy derrengado._ Les dije.



-         Pues nosotras estamos mucho peor amo.- Dijo Carmen despertándose.



-         Menudo Polvo chicas, follar con vosotros requerirá un gran esfuerzo físico.



-         Ves al herbolario de la esquina compra ginseng  jalea real y bayas de goji. Tomate la lajea tres veces al día el ginseng mañana y noche y la baya solo al levantarte.



-         Nosotras además necesitamos un complejo vitamínico y seguir una dieta rica en proteínas que hace que ténganos un aporte extra que tu no necesitas por tu juventud._ Dijo Carmen



-         Pues así lo haré.



-         Como sabíamos que te parecería buena idea ya te lo hemos comprado nosotras, lo tienes en el recibidor, al salir lo coges.



Estuvimos la siguiente hora los tres en la cama, yo en medio y ellas una a cada lado, charlamos sobre el tiempo mi madre temas intrascendentes, nos besamos y  pasamos una hora deliciosa. Nos sacó de ese momento el teléfono. Carmen se giró a coger el que tenía en la mesilla y tras unos pocos minutos de charla dijo.



-         Se ha muerte Ildefonso nuestro administrados de toda la vida, mañana es el entierro.



-         Vaya que pena era un buen hombre dijo Ángela



-         Bueno chicas me subo a casa que ya es hora.



-         De acuerdo te estaremos esperando con ansia.



Al llegar a casa me sorprendió ver la casa a oscuras, y la calefacción apagada por lo que hacía un frió gélido, la conecté y fui al comedor. Al encender la luz me encontré a mi madre en el sofá completamente desnuda y temblando como una posesa, corrí hacia ella la toqué y la noté fría como el mármol, asustado corrí a mi cuarto donde tenía una manta térmica y la tapé.



-         Mamá porque estás así._ Dije mientras le frotaba todo el cuerpo.



-         No se._ Me contestó como pudo mientras temblaba.



No había forma de que entrase en calor, tenía los labios casi morados del frío, cada vez estaba más asustado, por lo que tomé una decisión radical. Me desnudé por completo cogí a mi madre la abracé y nos tapé a los dos con la manta térmica. Madre mía al coger a mi madre tan fría casi me da un colapso, pero entre el calos humano, la calefacción que poco a poco estaba calentando la casa mi madre a los diez minutos dejó de temblar por completo y cinco minutos después ya tenía calor corporal. Más relajados le pregunté



-         Que ha pasado mamá.



-         Cuando te fuiste llamó tu padre, me dijo de todo, no paró de rebajarme durante los pocos minutos que duró la conversación. Y cuando le dije que necesitaba más cariño porque me lo había recomendado el sicólogo me soltó que él no pensaba hacer lo que había dicho un loquero a una loca, y me colgó._ Me dijo entre sollozos y al acabar estalló en llantos



En ese momento al ver a mi madre así sentada sobre mis piernas apoyada en mi pecho como una niña pequeña llorando, por culpa del cabrón de mi padre me hirvió la sangre, tomé la decisión en ese momento de que le haría la vida imposible, lo sacaría de nuestras vidas como fuese y para siempre.



Cosas de la vida mientras estaba más cabreado mi madre se apegó más a mí y mi polla reaccionó como un resorte empalmándose. Dios mío mi madre lo estaba notando pues la polla la tenía pegándole a los muslos. Entonces mi madre hizo algo que cambió mi relación con ella para siempre, abrió las piernas y se la ensartó de una sola vez, dio un profundo suspiro y se durmió.



Realmente era algo que nunca me había propuesto y mucho menos imaginado, mi madre siempre había sido esa mujer irascible e inaccesible que vivía en mi casa y su única relación conmigo es que me había parido. Desde hacía dos día todo su amor me había envuelto alegrado y reconfortado, pero de eso a querer follármela iba un cacho enorme. Pero bueno de momento sólo se la había metido ya veríamos cuando se despertase que pasaría.



 20 minutos después Llamaron al móvil de mamá, aún la tenía ensartada el empalme no me había bajado jodía crema.



-         Como sea el cabrón de mi padre me va a oír._ Dije mientras mi madre se despertaba.



-         Hola soy Belén



-         Ostia la monja.- solté



-         Santiago que soy tu hermana un poco de respeto.



-         Que alguien venga por mi estoy en el aeropuerto


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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