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MIS DIAS EN PRISION 4

MIS DIAS EN PRISION 4

 

 

DIA DIECISIETE  

 

 

El día anterior cuando me llamó el director Sanpietri era para ponerme al tanto de que allí había programas de reinserción social y laboral. El pastor de la iglesia evangélica John Gómez se quería poner en contacto conmigo porque era uno de los mas nuevos. En eso consistió la charla.

Por eso está mañana debí comparecer en la oficina del Pastor John Gómez. Me vino a buscar el guardia Aniello. Me conduzco hasta allí. No sin antes musitarme cosas al oído como: "Perra, quiero tenerte, quiero conocer tu lindo culito". A lo que yo divertido contestaba con sonrisas.  Entre todas esas palabras mientras avanzábamos por los pasillos a esa hora tranquilos. Manoseaba mi cola y me pellizcaba.

__¡Veré que opina de ti Pedazo!

__¡Ah ya veo. Es tu macho!__ dijo sin sorpresa Aniello

__¡Tal vez!

__¡No importa!¡Aquí nadie es de nadie!

__¡Aquí y en todas partes!__ contesté

__¡Es aquí!__ dijo el guardia. Golpeó y allí salió el Pastor John Gómez.

__¡Adelante recluso!__ dijo el Pastor. El guardia quiso ingresar.

__`¡Esta bien Aniello. Yo me encargo!__ Aniello salió disgustado refunfuñando algo como "Estos son siempre los mismos vivos". El Pastor ignoró por completo sus dichos y cerró la puerta tras de si.

__¡Sientate!¡Tranquilo!__ dijo el Pastor

__¡Estoy tranquilo Señor!__ dije respetuiosamente.

__¡Bien, bien…estas aquí por un año. ..__comentaba mientras miraba mi expediente__ Tu nombre es Luciano… Pero todos aquí te conocen por Luli

__¡Si señor!

__¡Bien Luli!¡No tienes obligación de estar con ninguna religión!!

__¡Mejor Señor John…porque no tengo creencias…!

__¡Te diré que Dios existe y nos vigila todo el tiempo! Por supuesto que no tienes obligación de creer y ese no es el fin. Tarde o temprano llegara…

__¡Como usted diga Pastor!

__La culpa, el pecado, siempre nos agobia. Yo estoy aquí por eso.

__¡Bien Señor!

__¡Bien, sígueme!__ me dijo y se levantó del sillón. Pasamos a otro ambiente. Me fue mostrando el lugar, que aquí es el baño, que este un pequeño almacén, que aquí está el dormitorio…

__¿Duerme aquí Señor?
__¡Solo a veces cuando algún alma me necesita!!__ así volvimos al mismo lugar. O sea la oficina principal. Allí el Pastor John Gómez estaba en varias fotos con lo que pensé sería su familia. Unas mujer de rasgos latinos muy bonita y tres chicos, pequeños en la foto. quien sabe de cuando sería.

__¡Bien Luli, te veré en la tarde!

__¿Aquí Señor?

__Sí. Golpea dos veces y entra. A las 15 hs.

__¡Bien Señor Pastor!__ salí de allí confundido y no tanto.

Salí al patio pensando en mi regreso a la oficina del Pastor. Recordé el encarecido pedido del director de mostrarme amable y complaciente con el Pastopr. Era una figura muy importante en los planos carcelarios y que se yo cuantas cosas mas. En fin, el tiempo paso veloz.  Antes de salir para la oficina tuve que hacer unos cuantos malabares para esquivar la persecución de Pedazo y del guardia Aniello. Sin contar con Garrote y Banana que me seguían a distancia, seguramente enviados por Pedazo. Cuando por fin los perdí, llegué al baño y me di un baño refrescante. Me acicale de buena manera y emprendí la visita a la oficina del  Pastor. Golpee dos veces y entré.

Todo estaba calmo. Silencioso. Esperé a ver si escuchaba algo. Nadie venía. Entonces abrí la puerta que salía de la oficina e iba a los otros ambientes. Avancé cauto, hasta que sentí el grito de que entrara en la habitación. Entré y acostado en la cama estaba el Pastor John.

__¡Suelo dormir una siestita todas las tardes!

__¡Que bien!__ dije yo.

__¡Ven acompáñame, ven, ven Luli y quítate esa ropa!__ me quité la ropa mostrando mi trasero limpio y bonito. Sexual. Oí como resopló de calentura el Pastor. Corrí las sábanas y me metí debajo de ellas como estaba el Pastor.

__¡Te ayudaré a quitar tus malos pensamientos!¡Tus ardores!¡Dame tu mano!__ dijo enloquecido el Pastor Gómez y la llevó a su dura entrepierna. Estaba con su vergota inflada y en llamas.

__¡Aprieta fuerte!¡No temas anda, ahhh, sí, sí!!__ las palabras de John salían de una boca enloquecida. No sé si por la lujuria o por la sin razón. O sea el tipo se estaba volviendo un demente. Al tiempo busco mi boca y me la comió sin más. A estas alturas yo estaba volando de temperatura también. Su lengua se prensaba con la mía. Hacía juegos en mi boca de marrana salvaje. Sus bolas estaban a punto de estallar. Pero el sabía controlar aquello.

Mi mano en su ariete iba y venía. Masturbándolo sin cesar. El resoplaba y gemía y pedía más. Invocaba al demonio para que abandonara mi cuerpo.

Estaba como poseído, aunque yo crea en esas patrañas. Así me empujo la cabeza hasta su tronco enhiesto. tragué. El Pastor acompañaba mi cabeza hasta el fondo. Me ahogaba un poco. Pero lo gozaba. Su machete engordaba un poco a cada embestida. A cada tragada mía. Mi saliva bañaba el pedazo y el gemía y me bendecía.

__¡Oh Luli, dame placer con tu boquita, dale placer a este ángel de Dios y el te quitara tus pecados, ahhhhh!!!__ realmente el hombre estaba desquiciado, pero en fin, su verga me encantaba. Así que le daba lengua. Mordisqueaba también sus bolas gordas y llenas. El olor a sudor iba creciendo en nuestro alrededor.

__¡Ven, ven aquí con tu boca, ven demonio putillo!!__ me rogaba. Entonces el Pastor me acercó a sus tetillas. Su pecho era amplio. No tenía vellos. Límpido y fuerte. Sus pezones estaban duros. Con una de mis manos seguía aferrando  su dura banana. El resoplaba y sudaba copiosamente. Su cuerpo se bañaba. Ya estábamos los dos chorreando calentura por todas partes.

Me fue corriendo hasta quedar con mi agujero a la altura de su boca. Allí fue el Pastor. Con su lengua empezó a horadar mi hueco. Lo besó. Lo lamió. Su lengua inquieta se incrustó como un rayo voluptuoso. La saliva chorreaba y mi pija se endurecía cada vez más. Con su lengua daba acertados lengüetazos en mis bolas redondas y llenas. Duras. Mi hoyito se abría como una flor. Deseaba que su chupada continuara hasta el infinito. Me desangraba en gritos y espasmos.

__¡Oh sí, voy a liberarte de tus pecados, Ohhh siii, grita perra, debo quitar tus demonios, debo extraerlos de lo más profundo de tu cuerpo, ahhh!!!__ el desquiciado Pastor me hacía gozar de lo lindo. No podía contener mis gemidos. Mis lloriqueos. Mientras su lengua calaba en lo más hondo de mi túnel.

Salió de aquel lugar. Me colocó de costado. A lo largo delante de el. Apretaba mis pezones y mi verga.

__¡Ahh, guíalo a tu ojete, vamos, hazlo putita mía!!__ lamía y mordía suave en mis orejas. Yo tomaba su poronga y la apoyaba en mi entrada que hervía de calor. Sentí la cabezota golpeando la entrada. No daba más. Quería sentirla adentro. Empuje con mi cola hacia la vergota y el empujo hacia el centro mismo del hoyo. Fue entrando y mi ardor fue creciendo. Mi verga estaba a punto de estallar. Empezó a moverse dentro mío. Sentí sus bolas chocar contra mis nalgas. Golpeaba duro.

__¡Oh Luli del demonio, ahh, voy a rociarte con mi leche para quitarte tus pecados,  que

culo mas bonito que tienes, ahhh, como lo saboreó con mi verga!!!__ el Pastor John me

cogía con ritmo. su pistón iba y venía dentro de mi baboso canal. Haciéndome gozar sin

descanso.

__¡Dime que te gusta ser salvado por mi, dímelo, ahhh, pedazo de perra, ese ojete tuyo

es un  descenso a los infiernos!¿Te gusta?¿Te gusta?

__¡Claro Pastor, quiero que siga ahí, ahh, soy tu perra, ahhh!__ al oír estas palabras el

hombre aceleró aún más y con sus manos se prendió a mi verga que empezó a largar

semen para todos lados.

__¡Lo ves, lo ves, ya estas largando tus pecados, Ohh, si, si!!__ diciendo así mordía mis hombros y chupaba como un desesperado mi cuello. En tanto su fierro seguía penetrándome y taladrando mi orto que ya a estas alturas chorreaba jugos como hilos de baba. Lanzaba llamaradas.

__¡Ahhh, ahhh te estoy inoculando mi leche salvadora, ahhhhh!!__ su grito desgarrador parecía el último que aquel hombre iría a largar. Mi culo se lleno de leche. Largos y grandes escupitajos se depositaron en mi. Sentí como caían por mi túnel. El Pastor John parecía a punto de desfallecer. Apenas con aliento.

__¡Oh me has hecho vibrar Luli!

__¡Ahh Pastor John, usted me ha hecho gozar!!

Su pedazo latía aún en mi colita húmeda y resbaladiza. El apenas se movía dentro de mi. Quedaban algunas gotas que iban saliendo de su miembro. Lamía con ardor mis hombros. En tanto mi pene estaba lentamente levantándose brioso. El Pastor John lo tocaba con los dedos como al pasar. Así mismo con mis bolas redondas.

__¡Tienes muchos pecados dentro de ti!!¡Los estas soltando de a poco!¡Debo ayudarte aún más!!

__¡Es una especie de terapia!

__¡Claro, claro, serán muchas sesiones, no te preocupes!!

__¡O sea que tendré que venir seguido por aquí!

__¡Así es mi pequeña putita!¡Tu caso es muy grave!¡Debe ser atendido con la mayor de las premuras!¡Me encargaré que sea de este modo!!__ salió de mi. Su vergota chorreaba un poco de semen. Me colocó de frente a el y me comió la boca sin más. con su lengua se metió muy profundo. Con los dedos seguía en mi aro. Los hundía y luego me los daba en la boca. Yo los chupaba gustoso. Me besó los pezones duros de mis tetillas. Gemía y hacía que todo mi cuerpo se convulsionará.

__¡Ahh realmente eres una perra!!__ se movió hasta mi pija y la tragó. Se ahogo con ella y regurgitó saliva haciendo una gran arcada. Por la comisura de sus labios caía gran cantidad de saliva. Se sonreía y volvía a tragarme.

__¡Vamos te quitaré tus pecados, lo haré!!!__ gritaba y metía mi tranca nuevamente en su voraz boca. No dejaba que me moviera. Me tenía prensado entre sus brazos y sus labios. Chupaba. Empecé a temblar de placer y le di mis fluidos. Los bebió sin sacar la verga de la boca. Casi asfixiándose al fin se retiró.

Un hilo de leche viscosa chorreaba por la comisura de los labios. Sonreía. Su mirada brillaba. Sus ojos estaban como chispeantes.

__¡Bien, perrita, bien, eres un goce pleno!!

__¡Pastor John, usted me ha tratado tan bien!

__¡Tu estas muy endemoniado!

__¡Sí claro Pastor, por eso lo necesito a usted!!

__¡Y yo te ayudaré ya verás!!

__¡Su familia quizá lo impida!

__¿Mi familia?__ preguntó sin entender

__¡Sí, la vi en las fotos!!

__¡Ah, bueno, mi esposa, ella ya ni me mira, y mis hijos están grandes, en sus cosas, yo hago lo que me viene en gana!!__ diciendo así me beso en los labios, pasando su sabor a mi boca que era mi sabor.

Luego me pidió que me vistiera y que ya tendría noticias suyas.

__¡Le hablaré muy bien de ti al director!

__¡Gracias!__ dije y me marché.-

 

 

 

 

 

Datos del Relato
  • Autor: MARIO
  • Código: 51559
  • Fecha: 23-08-2018
  • Categoría: Gays
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1985
  • Valoración:
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