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Después de nuestra experiencia en la playa, la relación que había empezado con Anne fue transformándose en una relación lasciva y de sexo a tope.
La noche del día de nuestro primer encuentro sexual resulto ser un fiasco, ya que mis padres habían recibido la visita de unos tíos míos y tuve que quedarme con ellos toda la noche, así que no pude acabar lo que había empezado por la tarde. A mis tíos hacia mucho tiempo que no les veía, creo que la última vez fue cuando yo tenia 14 años y ahora tengo 19. El tiempo parecía no haber pasado para mi tía Alicia, en cambio mi tío Klaus había envejecido bastante desde la última vez que lo vi. Mi tía aún conservaba la belleza que siempre le había caracterizado, ojos verdes, una melena rubia y un cuerpo de infarto que hacía mis delicias.
Alicia se había casado con Klaus cuando yo era pequeño, en un viaje a Alemania, donde se conocieron. Desde entonces siempre habían vivido allí en Hannover. Mi tía nada más verme me dio un gran abrazo donde pude notar sus abultados pechos y su exquisito cuerpo de una joven, no obstante ella tenía unos 40 años.
Cuando hube saludado a mis familiares me fije en la vestimenta de mi tía, llevaba un vestido de verano muy escotado, que permitía apreciar sus curvas. Siempre me había sentido atraído por mi tía, pero nunca había pensado lo que unos días después paso.
Yo estaba cansado después del sexo salvaje que había tenido con Anne y tenía que recuperar fuerzas para tener más con ella, así que me quité la ropa y me quede en ropa interior ya que hacía mucho calor en mi habitación.
Mi habitación esta enfrente de uno de los lavabos, así que mientras yo me cambiaba pude ver a mi tía Alicia ir hacía el lavabo. Se sentó en el lavabo y se bajó sus braguitas negras para orinar, cuando acabó cogió papel higiénico y se limpió su coñito delante del espejo. Yo pude ver todo esto sin que lo notara, con los dedos se acariciaba su coñito y con el papel se limpiaba los restos de orina, su cara tenía una expresión de placer ya que al parecer disfrutaba tocándose sus partes intimas. Nada más ver esto mi polla empezó a ponerse muy dura ya que mi tía me excitaba de una manera bestial, pronto tenía un bulto enorme en mis calzoncillos.
Antes de que se diera la vuelta para irse, yo me metí en la cama haciéndome el dormido. Pude observar que me tía se detuvo en la puerta de mi habitación y decidió entrar para darme un beso de buenas noches como hacía cuando era pequeño.
Cuando se acerco a mi cama sentí sus labios sobre los míos dándome un tierno beso, mi polla se puso más dura porque eso me excitaba mucho. Mi tía creo que se dio cuenta del asunto y con la mano izquierda se deslizo hacia mi paquete para levantar la tela del calzoncillo para poder ver el tesoro que allí se escondía. Sus dedos sobre mi polla hicieron que un pequeño suspiro saliera de mi boca, ella lo escucho y sonrió. Sin quitar sus manos de mi paquete acerco su boca hacía mi glande para darle también su beso de buenas noches, como yo me había corrido con la mamada de Anne aún quedaban restos de semen en mi glande. Cuando me dio el beso se mancho con un poco de semen en sus labios, quitó la mano y la boca de mi polla y se levantó. Pude ver que con la lengua intentaba saber que era ese líquido que tenia en los labios, cuando lo adivinó dijo para sí misma aunque yo pude oírla: - Umm, semen, de mi sobrino, vaya, vaya, vaya quién lo iba a decir, mi sobrino es todo un hombre y tiene un semen sabroso, tendré que conseguir más para mi sola.
Esto lo decía mientras se iba para el salón, en cuanto de fue, me hice una gran paja pensando en que tenía otra madurita para que me enseñara los placeres de la vida.
A la mañana siguiente me levanté pronto porque quería ir a ver a Anne a su casa, bajé hacia el comedor con tan solo unos pantalones de verano, los cuales hacían que mi polla se notara en exceso, pero como iba dormido no me di cuenta de ese detalle. Al llegar al comedor no vi nadie cosa que me extraño, pero en la cocina parecía haber alguien ya que se escuchaba el sonido del televisor y platos. Decidí ir a la cocina a ver quien había y tan solo vi a mi tía Alicia, que estaba lavando los platos de espaldas a mí y no se había dado cuenta de mi presencia. Iba vestida con unos pequeños y ajustados pantalones vaqueros cortados a la altura de sus fenomenales nalgas, en la parte superior llevaba puesto tan solo un bikini de color rojo. Después de recrearme la vista decidí saludar a mi querida tía:
Hola, buenas días tía, ¿No hay nadie más en la casa?
Hola, sobrinito, pues la verdad es que no hay nadie más se han ido a comprar comida para el resto de la semana.
Ahhh, ¿cómo es que no has ido con ellos?
Porque tenia que deshacer las maletas y estaba cansada.
Pues yo creo que me voy a poner el bañador y voy a ir a la playa un rato.
Yo también quiero ir, pero iré esta tarde mejor, tendré que ir sola porque tus padres y tu tío no les gusta la playa mucho.
Como quieras, si quieres te acompaño esta tarde, lo digo para que no vayas sola.
Ohh, eres muy amable, entonces me acompañas esta tarde.
Si, bueno me voy a cambiarme.
Adeu, guapo.
Tú si que eres guapa.
¿ De verdad lo crees? Ya tengo mis años.
Claro que lo creo y algunas mujeres son como el vino mejoran con los años.
Ohhh, que majo que eres- me dijo mientras me daba un beso casi en los labios.
Después de esta conversación con mi tía mi cabeza comenzó a pensar algún plan para poder follarme a semejante hembra, pero por el momento tenía que ir a ver a Anne que me estaba esperando.
Fui a verla a su casa ya que me había dicho que tenía una sorpresa para mí, al llegar a la casa de Anne me abrió su marido, yo me quedé parado sin saber que decir.
Hola tú debes de ser del servicio técnico del jacuzzi.
Ahh, si claro me llamo la Sra. Anne LaBeaux para que viniera hoy mismo sin falta.
Si, es mi esposa, pero en realidad no se que le pasa al jacuzzi porque yo nunca lo uso, solo lo usa mi esposa.
Bueno pues usted dirá.
Venga por aquí por favor joven
Su marido me condujo a través del jardín y de la piscina hasta una pequeña caseta de madera que al parecer albergaba el jacuzzi. Al llegar a la caseta el hombre me indicó donde estaba el jacuzzi y se fue con la excusa de que tenia que atender unos asuntos.
Yo no sabia que hacer lo único que podía hacer era esperar a que apareciera Anne por allí para salvarme de semejante lío. Al poco tiempo de estar allí apareció Anne por una puerta interior, ataviada con tan solo un tanga semitransparente que dejaba intuir su depilado coño. En cuanto la vi así mi virilidad se levantó de golpe, ella se acercó y me dio un lascivo beso en la boca, donde nuestras lenguas se encontraban y jugaban a un juego de sobras conocido. Después de saludarme, Anne me explicó que había tenido que inventar esa excusa para poder verme en su casa ya que su marido nunca salía de casa si no era con ella para cenar a algún restaurante de noche. Mientras me explicaba todo esto cerro la puerta de la caseta y hecho el cerrojo, a continuación empezó quitarme la camisa, arrancando los botones con los dientes mientras que con las manos me acariciaba el torso, su lengua fue bajando por todo el tronco hasta llegar a la zona inferior. En un acto propio de una tigresa me bajó los pantalones dejando al descubierto mi polla erguida coronada por un glande rojo. Con lengua lamía la punta sonrojada de mi polla, mientras que con las manos masajeaba mis testículos. La intensidad de la mamada iba creciendo con el tiempo, Anne chupaba la polla como ninguna mujer provocándome olas de placer. Cuando hube tenido suficiente la tumbe en la repisa del jacuzzi, le abrí las piernas y comencé a chuparle ese coñito que tenia tan rico.
Introducía mi lengua por su vagina, entreniéndome en chupar clítoris que ahora se encontraba erecto. Con un dedo también la penetraba, provocándole un placer intenso y unos gemidos que su marido podría haber oído pero que hacía el momento más excitante. Cuando me cansé de chuparle el coño aunque eso cueste de creer, la tumbé en el fondo del jacuzzi que ahora estaba apagado y me dispuse a meterle mi erecta polla por su coñito. Al principio costaba de que entrara porque mi polla es muy gorda y la de su marido no llenaba su coño. Entre gemidos me decía:
Ohhh¡¡ cabrón me vas a empalar, ohh¡¡¡ siii, ya entra, joderrrr que polla vamos follame ya....
Cuando entre en su cueva sentí que mi polla se amoldaba perfectamente a su coño que era suave y calentíto, rápidamente empecé las envestidas, sacando y entrando mi falo.
Mientras se la metía chupaba sus tetas que se movían por mis envestidas, que tetas más grandes tenia, pensé que podría acabar con una cubana en sus tetas y así se lo hice saber. Ella contestó afirmativamente entre gritos, me dijo que acabara donde yo quisiera que era mi recompensa por el rato de placer que le estaba dando.
Al poco decirle eso sentí la necesidad de correrme, así que saque mi polla de su coño y se la puse entre las tetas. Ella movía sus tetas haciéndome la paja más cachonda que había sentido nunca. Al cabo de poco mi polla empezó a soltar leche llenandole todas las tetas y la cara de leche, ella entre gemidos me pedía más, así que cogí mi polla que aún estaba erecta y se la metí nuevamente por el coño para que Anne se corriera a gusto. Tardo poco la muy zorra en correrse entre gritos y contorsiones, yo disfrutaba de la visión de ver a una mujer madurita fuera de sí.
Cuando acabamos nos metimos en el jacuzzi y lo conectamos, las burbujas hicieron que nos relajáramos, pero de pronto su marido pica a la puerta preguntando si el jacuzzi ya funcionaba. Nos tuvimos que salir corriendo del jacuzzi, yo me tuve que vestir y Anne se tuvo que ir por la puerta trasera no si antes darme un morreo y quedar en que me llamaría. Abrí la puerta y le explique que ya había arreglado el jacuzzi, que el único problema era que necesitaba un poco de uso, ya que lo tenia abandonado como a su mujer pensé yo.
En la próxima entrega le contaré lo que paso con mi tía la salida.
Espero que les guste, si tienen algun comentario que hacerme haganlo.
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