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JUAN EL DOTADO

Él estaba recostado en mi cama desnudo, su enrome verga de 27 cm parada y lista para mí, ¡esa era la primera en mi vida de ese tamaño y es que en todos estos años no había conocido a alguien como Juan!



Llevábamos dos semanas de relación, él era aún un tipo de casa, padre soltero, la verdad era muy feo, ¡pero tenía porte y eso me encantó de su persona!



Fuimos a una obra de teatro y llegamos a mi casa, no había nadie ahí, empezamos a charlar y de pronto lo bese, el me tocaba todo el cuerpo como desesperado, yo maneje la situación, lo calme y relaje, ¡sus caricias se volvieron suaves y sus besos más apasionados!



J: Ah, Cindy, ¡te deseo mucho!



C: Si, ¡ya lo noté!



J: ¡Tienes un cuerpo hermoso, aun no puedo creer que salga contigo!



C: ¡Vamos arriba, para que te creas más cosas!



Yo tenía muchas ganas de sexo, la verdad él no me gustaba físicamente, pero bueno, con alguien me tenía que desquitar y él era mi novio en ese momento.



Subimos a mi recama y nos besamos apasionadamente, sus manos recorrían todo mi cuerpo, me apretaba los muslos y las nalgas por encima de mi licra roja, ¡me tomaba de la cintura y me pegaba a su cuerpo!



Sentí una dureza diferente, incluso al sentir su pene noté que era dotado, pero no me imaginaba que tanto así que comencé a desnudarlo.



Le quite su camiseta y vi un cuerpo con bello en ciertas unas y muy flaco, ¡le baje su pantalón y note por debajo de su trusa una bestia que quería ser liberada!



C: ¡Dios! ¿Eso es tuyo Juan?



J: Jajá, ¿qué? ¿Te espanta?



C: Para nada, es muy grande, ¡pero podre con el!



J: Oh cariño, tómalo, ¡hazlo tuyo!



Me desnude frente a él haciendo que su animal se endureciera más, ya muy firme su verga, me dirigí hacia a ella, el temblaba, me decía que tenía tiempo sin tener relaciones, ¡yo lo clame y le dije que se relajara y me dejara hacer mi trabajo!



Pasé mi lengua por sus testículos, luego subí por ese enorme tronco grueso y moreno, ¡para luego de un bocado levar su cabeza a mi boca y con mi lengua empezar a saborear sus 27 cm de placer!



J: ¡Uf, Cindy, que rico!



C: ¿Te gusta?



J: Me encanta, ¡nunca había sentido algo así!



C: ¡Te dije que disfrutarías, uhm!



J: ¡Ah, que rico lo chupas, agh!



C: Que dura, ¡nunca me había tocado una tan grande!



Continúe mamando su anaconda con una delicadeza, no me cabía toda, apenas superaba la mitad, el me apretaba la cabeza cada que me aplicaba una garganta profunda, sentía que me ahogaba, ¡pero me encantaba que me ahogara con su rica verga!



J: ¡Así nena, agh!



C: ¡Uhm, agh, uf!



No podía hablar, ¡solo podía hacer sonidos y el en cambio no paraba de hablar y de decirme lo mucho que le encantaba ahogarme con su rico animal!



Se la mame un rato más, fue entonces que le puse un condón a su bestia el cual apenas le cubría la mitad, el seguía acostado y subí para ser yo quien dominara la penetración.



Tome su verga y metí la puntita en mi vagina, con suaves movimientos empecé a dejar entrar un poco más, me movía casi de pie sobre su animal, no quería sentarme para no lastimarme, Juan estaba muy acelerado, jadeaba y gemía, parecía loco, parecía un novato, ¡pero yo nuevamente con algunos besos y movimientos lo relaje!



Me di vuelta y empecé a ensartarme dándole la espalda, sus manos la acariciaban y también mis nalgas, él se perdió apretando y abriendo mis nalgas mientras yo continuaba llevando a mi ritmo la penetración.



C: ¿Te gusta?



J: ¡Dios, te mueves magnifico, uf!



C: Que dura, pero aun no la quiero toda, ¡me dolerá!



J: ¡Agh, ensártate, por favor!



C: ¡No, me vas a lastimar!



J: Ah, ¡es que así solo disfruto a la mitad!



C: Pues, espera, ¡veamos que más pasa!



Me acosté en la cama y abrí mis piernas, el me tomo de la cintura y empujo suave hasta un cuarto de su bestia, yo movía mi pelvis y acompañaba sus movimientos, ¡el gemía y me miraba desahuciado y de pronto empezó a empujarse más y más!



C: ah, espera, ¡es muy grande agh!



J: ¡No puedo, agh, toma, toma!



C: ¡Ay!! ¡Me lastimas, para, agh!



J: Toma, uf, ahorita pasa el dolor, ¡agh!



El bestia seguía estrujándome con fuerza, se empujaba fuerte apoyándose en la cama, parecía un toro en celo, yo gemía como perra, me estaba lastimando, sentía que vomitaría en cualquier momento, peo Juan no se detenía, ¡seguía dándome verga hasta casi sacarme los ojos!



J: ¡Ya te quería tener así, ah!



C: ¡Ah, que rico, ah!



J: Ves, te dije que gozarías, ¡ah!



C: Empújate más, no la saques, ¡no pares!!!



Juan me estaba cogiendo rico, su rica verga me penetraba hasta el fondo, sentía que me movía todo por dentro, de hecho, ¡mi DIU se movió gracias a sus embestidas!



Me puso con las patas arriba, se inclinaba hacia atrás y me empujaba todo su animal, se movía rico, parecía que había despertado una bestia sexual en él, me lamía los pies, de vez en cuando se acercaba a mi cara para besarme, ¡paso de ser dominado a ser el que llevaba el ritmo!



J: ¡Toma, ah, que rico, ah!



C: Ah, papi, me matas, ¡ah!



J: ¡Ponte en cuatro, quiero verte así!



C: Si, lo que digas, ¡ah!



Me puse en cuatro y él se puso de pie, me empiné en la orilla de la cama y mientras Juan me lamia las nalgas, ¡sus dedos abrían y juagaban dentro de mi vagina!



C: ¡Ah, ya, dámela!!



J: ¡Como digas mi amor!



C: ¡Si, ah, que rico, que dura!



J: ¡Uf, como aprietas nena, ah!!



Juan me embestía fuerte, su verga entraba por completo empalándome toda, mordía la almohada a cada movimiento que hacía, me daba de nalgadas y me apretaba el cabello, él estaba desatado, ¡sus movimientos cada vez eran más rápidos y yo estaba a punto de llegar al éxtasis final!!



C: ¡Ah, ¡Juan, más duro, ah!



J: ¡Eso nena, pídemelo, ah, uf!!!



C: ¡Me voy a venir!!



J: ¡Si, córrete, termina, agh!



C: ¡Dame tu semen, ah!!



J: ¡Si mí amor, ahí va, ahí va!!!!



Juan empezó a venirse al mismo tiempo que yo, podía sentir aun con el condón como se inflaba y expulsaba su sabroso néctar, yo igual fluía de placer, el orgasmo era maravillo, Juan aun viniéndose se movía rico lo cual hizo largo mi orgasmo.



Terminamos acostados en la cama, yo baje a darle unas chupadas a su rico pene y saborear su semen embarrado por el condón, el gemía y gracias a unas chupadas fuertes y ricas, ¡le saque su última gota de semen y lo trague!



Unos minutos después nos vestimos y aseamos, Juan salió rápido a su casa y yo arregle mi cuarto ya que pronto volvería mi familia, esa noche goce rico, una gran verga de 27 cm me estrujo toda y me movió el DIU, pero les contare más historias con Juan en otro momento.



¡Besos de parte de Cindy!


Datos del Relato
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