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~~Querido
lector/a, ante todo quiero aclarar que esta historia es producto de
la imaginación del escritor, los hechos aquí narrados
son demasiado sorprendentes para ser verdad. Si tienen alguna duda,
quieren dar un consejo o sólo pretenden hacer alguna que otra
amistad no duden en escribir a mi correo. Cuando
empecé la secundaria me hice compañero de Sofía,
una chica muy buena y linda. Al pasar el tiempo no empezamos a ver
más y más seguido, pasábamos tardes enteras juntos,
a tal punto que nos hicimos muy amigos. Cuando terminamos la escuela
ambos elegimos la misma carrera universitaria, motivo por el cual
estábamos juntos prácticamente todos los días.
Nuestra relación era de amistad, nunca llegamos a algo más
íntimo.
Un día llegué a la casa de Sofía porque habíamos
quedado en ir a ver una película al cine. Toqué la puerta
y me atendió una chica muy linda, mayor pero por muy poco.
Tengo que ser sincero, no era linda, era totalmente hermosa.
"Hola" dije casi boquiabierto "Hola, vos debes ser
el amigo de Sofía, ¿no?" "Sí"
"Pasá. Yo soy la hermana, Brenda. Sofía está
en su pieza" "Gracias" Con mayor detenimiento me di
cuenta de su aspecto físico. Tenía pelo negro atado
con dos colitas, unos ojos color grises y un cuerpo de ensueño.
Era flaquita, pero sus curvas se notaban clara y voluptuosamente.
Me dirigí a la habitación encantado por esa chica que
me había recibido, una hermana de Sofía que hasta ahora
yo no conocía.
"Hola Sofía" "Me vas a querer matar" "¿Qué
pasa?" "Mi jefe me dijo que tengo que ir a buscar unas cosas
a la cosmética y es urgente" "¿Vas a tardar
mucho?" "Y sí, tengo que hablar con algunos clientes
y firmar papeles, no sé bien a que hora voy a terminar"
"No importa, otro día arreglamos. A propósito,
¿desde cuándo tenés una hermana?" "Desde
siempre. Brenda no vive acá, vino de visita unos días
nada más, ella vive afuera. Se me ocurre ¿por qué
no la llevas a ella al cine, para que socialice un poco?" "No
sé, no la conozco bien" "Dale, haceme ese favor,
además Brenda es bastante conversadora y fácil de llevar,
te va a caer bien" "Bueno, porque vos me lo pedís"
Sofía habló con su hermana y ella con gusto aceptó
ir conmigo al cine.
Brenda se fue a ponerse algo más elegante, aunque no era necesario.
Al rato volvió bien arreglada, se había pintado y perfumado
con un perfume muy sexy. Llevaba puesta una camiseta mangas largas
de color negro, y un pantalón vaquero bien ajustado.
"¿Estoy bien así?" me preguntó.
"Ehmm. sí, si, estás muy bien, digo, muy bien
vestida" Brenda me miró y se sonrió. Luego le dijo
algo a la hermana al oído y las dos se rieron. Yo estaba nervioso,
temiendo que en cualquier segundo metiera la pata con un comentario
fuera de lugar. Salimos juntos hacia el cine, ella me preguntaba cosas
sobre mí. Yo no podía creer que me acompañaba
una mujer tan bella, sentía la envidia de todos los varones
en el lugar. La noche fue espléndida. Después de ver
la película la invité a comer algo, pero ella quiso
volver a su casa para ver si había llegado su hermana. Cuando
llegamos Sofía no había vuelto, estábamos solos.
"Creo que es hora de que me vaya" dije.
"Espera un poquito más a ver si llega, mientras preparo
un café, ¿querés?" "Bueno, la espero
un ratito para saludarla y después me voy" Ella se sentó
a mi lado en la mesa, y comenzamos a hablar.
"¿Y qué onda hay con mi hermana" "Nada,
en realidad somos muy amigos" "Que raro" "Sí,
pero estamos tranquilos, disfrutamos de los momentos que pasamos juntos"
"¿Y vos disfrutas del momento que estamos pasando juntos?"
"Por supuesto que si" De pronto sentí su mano acariciando
mi pierna. Yo comencé a beber el café de mi taza sin
decir palabra alguna, hasta que lo terminé. Ella parecía
estar como jugando conmigo, ya que seguía tomando café.
"¿Queré###ás?" preguntó.
"Sí, por favor" Luego de servirme más siguió
acariciándome sin prejuicio, cada vez más cerca de mi
pene. Yo me sentía muy nervioso por la situación, pero
no me disgustaba. Ella hablaba de cualquier tema, yo le seguía
el juego. Entre palabras sentí que su mano ya estaba sobre
mi pene, por supuesto estaba erecto. Sin ningún problema (ni
vergüenza) desabrochó mi pantalón y metió
su mano dentro. Pude sentir su suavidad sobre mi parte más
sensible, aunque la situación seguía siendo extraña
y algo incómoda yo me dejaba hacer. Una de sus manos sostenía
la taza de café, mientras que la otra me acariciaba sin apuro,
cosa que me causaba mucho gusto.
"Hace calor esta noche" "Sí, mucho, mucho"
Su mano comenzó a masturbarme, primero lento pero luego más
rápido, yo sabía que no iba a detenerse hasta hacerme
ver las estrellas. Ella recorría la longitud de mi pene sólo
para darme más y más placer. Por culpa de la mesa no
podía apreciar el espectáculo al que estaba siendo sometido,
pero por el gusto que sentía lo imaginaba claramente. Gracias
a las caricias el ####### estaba próximo a llegar. Un intenso
hormigueo se apoderó de mi cuerpo y me petrifiqué como
nunca antes, el placer era demasiado para obviarlo. Mi semen comenzó
a salir impetuosamente, volcándose sobre su mano y mi pantalón.
"Sssss" escuché de su boca, algo leve, pero allí
estaba.
No sé cuantos segundos habré durado, pero sentí
que habían pasados horas enteras. Cuando terminé ella
acarició un poco más mi pene y se restregó por
mi pantalón, limpiándose un poco la mano. Luego se levantó
para llevar las tazas a la pileta, haciendo como si nada. Yo no pude
resistir más su silencio. Me paré y me acerqué
a ella por detrás, apretándome a su cuerpo mientras
le besaba el cuello. Brenda se dio vuelta y me atacó con sus
carnosos labios. Mientras nos besábamos traté de quitarle
la camiseta que llevaba, para poder ver de una vez sus senos. Ella
me ayudó a quitársela y me mostró orgullosa su
busto, como para no estarlo.
"¿Te gustan mis tetas?" Yo no dije nada, sólo
me tiré de cabeza hacia ellas. Pasé mi lengua por uno
de sus pezones, sobresaliente, duro y rosadito.
"Por supuesto que te gustan. Así lindo, no parés. "
Mis manos rodearon su cintura y Brenda abrió sus piernas para
que yo estuviese más cómodo. Cuando me acerqué
mi pene irremediablemente la tocó no muy discretamente.
"Epa, parece que tenemos un invitado" dijo ella, "dejame
darle la bienvenida, quiero saludarlo".
Con su mano tomó mi pene y comenzó a acariciarlo. Sin
decir nada se pegó a mí, paso su lengua por mis labios
y dijo "Esto te va a encantar" Comenzó a besar mi
pecho y así se fue agachando hasta mi cintura. De un solo saque
bajó mi pantalón junto con mi calzoncillo. Mi pene quedó
enfrente de ella, ansioso por sus labios. Brenda corrió con
sus dedos la piel que cubre el glande y luego lo besó con ternura.
Sin perder tiempo pasó su lengua por debajo de mi pene y recorrió
todo el palo de principio a fin. Luego lo envolvió con sus
labios y lo hizo desaparecer en su boca, llenándome de placer.
Brenda lo metía con fuerza casi hasta el fondo de su garganta,
lo más que podía. Ningún rincón de mi
extensión quedaba libre de sus encantos, yo comencé
a moverme como penetrando su boca. Cuando sentí que no podía
aguantar más le dije, ella se detuvo.
"Todavía no, vamos a la pieza de Sofía" Esa
propuesta era algo morbosa, pero me gustó. En ese momento estaba
demasiado excitado para pensar cualquier consecuencia, de venir las
afrontaría luego. Brenda fue rápido a la pieza de su
hermana, agitando su cola y pechos de un lado para el otro. Apenas
entró se quitó la poca ropa que aún llevaba puesta.
"Desnudate vos también" me ordenó.
Yo no la hice esperar y me quité toda la ropa, para estar más
cómodo. Ella se acostó en la cama con las piernas abiertas
y su vagina expectante, mirándome fijamente.
"Vení, te quiero dentro mío" Yo me acerqué
algo desesperado y ansioso por lo que iba a suceder. Me puse sobre
ella y apunté mi pene a su entrada, bien afeitada y totalmente
roja. Aún no podía creer lo que estaba pasando, debía
ser un sueño, era mejor aprovecharlo mientras estuviese dormido.
Ella no quería esperar, se acercó más a mí
y me empujó hacia su gruta.
"¡Ay!" expresó.
"¿Te duele?" "No, me gusta" Las ganas que
teníamos eran mayúsculas. Comencé a entrar y
salir de ella rápidamente, una y otra vez. Brenda gemía
por lo bajo y me decía que siga. Mis manos acariciaban sus
piernas, sus pechos, su cara, su pelo, sus labios, todo lo que estuviese
a mi alcance. Sentí que sangraba de tanto tocarla. Ella buscaba
en todo momento mis labios para besarlos y morderlos, pero yo me apartaba
y besaba su cuello de la mejor manera que podía hacerlo. Podía
escuchar claramente el sonido que producían nuestros líquidos
cuando nos movíamos, era increíblemente excitante. En
cierto momento la miré a los ojos y me sorprendí. Por
su expresión parecía que iba a llorar, pero todo lo
contrario por suerte. Su cuerpo tembló y sus uñas se
clavaron en mí espalda como buscando contención. De
la nada Brenda empezó a gemir cada vez más fuerte, más
fuerte, hasta que súbitamente echó un grito de victoria
y se quedó tranquila. Yo seguí moviéndome, ya
que mi ####### era inminente y quería terminar con lujos.
"Espera, no me lo tires adentro, afuera por favor" Hice
caso. Justo en el último momento me salí de su interior
y derramé mi semen en su estómago.
"Así, llename de lechita, bañame" me decía.
Parecía gustarle la sensación que dejaba mi pegajoso
líquido. Muy cansado me recosté a su lado y tomé
un respiro.
Ella de sus ropas sacó un paquete de cigarrillos, prendió
uno y me convidó, pero yo le dije que no ya que no acostumbro
a fumar. Sólo me quedé mirándola sin decir palabra
alguna.
"Cómo necesitaba eso, que bien que se sintió"
confesó.
"¿No tenés alguien, un novio con quién pasar
el tiempo?" "No, la verdad es que ahora estoy solita"
"¿En serio?" "Sí" Parecía
que por fin me estaba sonriendo. De pronto el ruido de la puerta de
la entrada me bajó de mi nube imaginaria.
"¡Ya llegué!" gritó Sofía.
No podía creer mi mala suerte. Si Sofía nos encontraba
así nos iba a matar a los dos después de una larga tortura.
Muy asustado me escondí abajo de la cama, mientras que Brenda
me pasaba mi ropa para que no quedase a la vista. Sin hacer mucho
ruido se fue corriendo hacia el baño antes de que su hermana
se diera cuenta. Estando debajo de la cama pude escuchar su conversación.
"¿Te estabas bañando?" "Sí"
"¿Cómo les fue en el cine?" "Perfecto,
tu amigo es un verdadero caballero" "Sí, cuando está
con gente que no conoce" "No te preocupes, que me atendió
muy pero muy bien" No podía creer las palabras de Brenda,
estaba rojo de vergüenza.
"Bueno, me voy a dormir, tengo mucho sueño. Mañana
lo llamo por teléfono" "Me acordé, dejé
una remera en tu pieza, esperame que la busco" "Bueno"
Ella entró a la pieza y mientras simulaba buscar una remera
me dijo por lo bajo "Voy a dejar la puerta abierta, cuando Sofía
se duerma vos aprovecha para escaparte, ¿ok?" "Está
bien" A los pocos momentos Sofía entró a la pieza
y vestida como estaba se acostó a dormir. No tuve otra opción,
me obligó que pasar la mayor parte de la noche debajo de la
cama. un pequeño precio por una gran diversión con
su hermana. Después de ese día comencé a verme
más seguido con Brenda y tuvimos otros momentos a solas que
aprovechamos muy bien, detalles más adelante si quieren.
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