Bueno no tengo nada que reprocharle ni preocuparme ni molestarme ni recriminarle ni apenarme públicamente cuándo tomo la acertada decisión de sacar a pasear a Melisa. Al pedirle que vista el atuendo de ejecutiva universitaria completo de azul oscuro de los pies hacia la cabeza junto a sus lindas botas negras de tacón alto.
Deliciosa que anda empelotada debajo del atuendo que yo mismo le escogí igualmente compre y que se pone cuando voy al prostíbulo predilecto como preferido hasta favorito mío hoy día.
Viajando en bus de ruta estamos parados al sujetarnos de las barandas del mismo techo puedo ver como goza hasta se compagina con todos esos cabrones hombres que se la pasan con excusa tocándola inclusive manoseándola frente a mí haciéndome el tonto que no conozco a Melisa a toda vista parece a una verdadera ejecutiva de banco que vive y nació aquí.
Yo esperando turno en la fila del banco, mirándolo atentamente sentadita en un lado con las piernas cruzadas y algo levantaditas que se le ve toda la panavisión los muslones que la traicionan al correrle más de la rodilla la falda azul, pero se deja la condenada acariciarse por un bebe de 1 añito en que le sonríe al abrirle un poquito las entrepiernas para que la toque más adentro al lujuriarse y calentarse con esta vaina, me sonríe e iluminada por esta vaina que quiere decirme muévete que estoy ardiendo por ti en que le gustaría que fuera yo ese bebe de 1 año haciéndole esos cariñitos a que está muy acostumbradita la propia Melisa.
Almorzando sentados en el mismo lado de la mesa, con mi mano izquierda tocándola como acariciándola también manoseándola incluso apretándole una rodilla estamos comiendo tranquilos y calmados me habla oh estás bien excitado por mi veo que esa pinga tuya está enorme como gigantesco hasta dura y erecta veo que estás celoso como caliente por todas esas cosas eróticas que fui víctima en persona como en vivo y a todo color que estabas mirando paralizado como mudo me encanta que te pongas así papi sonriéndome la propia Melisa.
Parados en una larga acera próximo a un edificio que está en construcción dejo que el gancho de una grúa se enrede con la parte final de la falda de Melisa, que veo que poco a poco se la va subiendo hasta quedar en su cintura de inmediato están los lujuriosos como morbosos hasta excitados también piropeado res además tremendos silbadores de unos obreros que están en el nivel 9 y 10 de aquel edificio en construcción.
Volteada Melisa veo que está en panavisión me sonríe al darme una garnatada en eso me pide no te quedas parado como un soberano pendejo e imbécil estoy pasando vergüenza como humillándome públicamente por lo que estoy sometida finalmente haciendo papelón, muévete desengánchame la parte final de la falda con esa grúa y metámonos en un taxi y larguémonos de aquí para callar a todo estos cabrones obreros que me faltan el respeto al nuevamente me vuelve a dar una garnatada la propia Melisa.
Viajando en taxi estamos separados pegado a las mismas puertas. Melisa abre su cartera se percata que no carga un quinto para pagar el pasaje y para como me chatea al preguntarme si tengo sencillo le chateo nos jodimos cargo duro que haremos para liberarnos inclusive salir airoso de está vaina con el mismo taxista, le dice déjamelo todo a mí confía en mí.
Estamos llegando en eso Melisa se corre totalmente la falda hasta la cintura al cruzarse y levantarse al máximo las piernas y se baja el zipper del suéter negro con líneas delgadas como finas blanca, se voltea el taxista al decir aquí mismo se bajan entonces queda boquiabierto y tirando línea en que Melisa pone una cara de tristeza sabe estoy muy apenada con usted y mi hermano es retrasado mental no tenemos plata para pagarle haré lo que sea para pagarle todo, el taxista le dice deje afuera a su hermano que se la forma de arreglarlo con usted sonriéndome Melisa me pide por favor Quique salte y espérame allá que dentro de unos minutos te alcanzo entrando de prisa el taxista al cerrar la puerta de atrás del conductor.
Veo como está moviéndose por mis propios ojos claramente todo el taxi, las botas de Melisa extendida hacia arriba del mismo techo de la cabina del taxi inclusive puedo escuchar los fuertes como gritados hasta animados sobre todo vigorosos especialmente emocionados jadeos como gemidos que suelta la prendida con el mandado que tiene Melisa con el taxista saldando nuestra pequeña deuda del pasaje en que lo tiene muy endemoniado como desatado hasta excitado finalmente caliente y zaceado al mismo taxista por obra de la misma Melisa en persona en el asiento trasero del mismo taxi.
Abriendo las puerta de ambos lados sale Melisa al bajarse y alisarse la falda azul oscura como terminando de cerrarse el zipper del suéter y peinándose al caminar hacia ella, el taxista sonriéndole le entrega su tarjeta para cuándo necesite transportación al entrar al taxi le da una buenísima nalgada que le da un beso doblada sigue sobándola como agarrándole la parte de abajo del culo el mismo taxista.
Se pierde al percatarse Melisa me toma de mi brazo pegados caminamos hacia un residencial pago una habitación subimos por las escaleras yo por supuesto le dejo una mano puesta en su nalga cada vez que avanzamos siento grueso y duro ese culo llegamos a un ascensor no le quito la mano de su culo al acariciarlo como manoseárselo entramos y subimos al piso donde está nuestra habitación. Abre ella cerramos al dejar colgando su cartera con su saco está sumamente bañada en sudor por efecto de el fuerte sexo que tuvo y presencio hace rato con el taxista pagando con su propio cuerpo nuestro pasaje del taxi.
Voy a refrescarme un poquito entrando al baño que sale al segundo. Estoy acostado ella camina hacia el otro lado se sienta la comienzo a besar detrás de su cuello como hombros y espalda al bajarme y subirme continuamente, le digo estas fresca ya sí me dice le digo ponte el saco y acuéstate boca arriba con el estomago y la cara encima de mi pinga para que me lo mame, Melisa doblada de piernas y culo mientras está aumentando e intensificándome el tamaño de mi pinga erecta además de saborearme los escrotos, yo por mi parte me paso con su culo pegado en toda mi cara al manosearla en sus botas como piernas hasta me las ingenio para hurgármela en su raja que la tiene súper relajada como mojadita por tanta verga que le daba el taxista a Melisa.
Listo y aguerrido me arrodillo la volteo al tenerla en cuatro como perro me le pego profundamente al bombearle durísimo en su culo, al mismo tiempo la hurgo en la vagina cada vez que lo se lo propino tengo dominada y a mi merced a Melisa, que jadea igualmente gime con todas sus ganas como fuerzas además está muy caliente inclusive zaceada para rematar está endemoniada en que le bajo el zipper del suéter al dejárselo abierto al tomarla como jalarle de las dos tetas con todas las fuerzas al dolerle pero la tengo jodidamente gozosa de mi verga que está penetrándola sin parar y continuamente en su culo.
La tumbo y volteo boca arriba al lamerle como comerme su micha al prepararla que la tiene flojita y relajadita de ahí me la abalanzo para follarla dura y profunda hasta penetrantemente colosal y poderoso sin darle tregua alguna castigándola, con las dos entrepiernas aferradas como sujetadas hasta apretadas contra mis caderas la tengo dominada, soltando merecida como soberana hasta atinadamente unos fuertes como gritados jadeos igualmente gemidos la tengo adolorida como agotada hasta desfalleciendo pero lo goza y la inunda de mucho clímax como múltiples orgasmos a la condenadísima de la prostituta colombiana Melisa que es hoy día la personificación de mi fantasía erótica de mi ejecutiva universitaria.
Transcurren 1 hora con 55 minutos y 50 segundos cuándo me vengo en interminables y tutiplén como grandiosas cantidades industriales de paja y polvo que me dice Melisa ¡Jo!, riéndose estabas muy ardiente como cargadísimo y con la adrenalina disparando como en movimiento, me masturba yo agachado arriba de su cara con su boca abierta al dispararle como descargarle toda la paja y polvo que me queda como resta al tragárselo con una dulzura y una pasión hasta una delicia también deliciosa al lamerse los labios como mi cabeza y mis escrotos nos paramos para ir a orinar Melisa orina caudalosamente por espacio de 10 minutos mientras yo por 30 minutos carajo estábamos cargadísimo ambos por el maravilloso sexo que hicimos yo y Melisa y Melisa con el taxista.
Nos bañamos enjabonándonos mutuamente nuestros cuerpos y secarnos igualmente, al colaborarnos nuevamente vistiéndonos como poniéndole sus botas bonitas como soñadas hasta excitantes para mí partimos del residencial al tomar un transporte que nos deje cercano al prostíbulo ya que comienza su turno a la 6 de la tarde estamos a tiempo antes del trafico al despedirme de ella a las 4 y 55 de la tarde en el mismo prostíbulo que dejo a Melisa, me preguntas cuando vuelves papi por acá o sacarme como en el día de hoy que me divertí y la pase buenísima como riquísimamente contigo todo estas vainas presenciales como exhibidas hasta protagonizamos con el taxista y en otras partes de la ciudad hoy sonriéndole y besándole la misma Melisa……………