Todo comenzó con otra de sus invitaciones a tomar un café. Mi exnovia insistía en que quería verme y yo insistía en seguirla ignorando. Con frecuencia me pedía salir a tomar un café, a comer o simplemente a platicar, pero yo me negaba a volver a caer con ella, hasta que ya no me pude resistir.
Ella se llama Angélica. Es la clase de mujer que tiene cara de inocente pero es una toda una puta en la cama. Angélica tiene ojos grandes y expresivos, de un color negro misterioso, esa clase de ojos que no puedes olvidar. Luce como una modelo cuando los maquilla en sombra color negro. Su piel es de lo más blanca y tersa, pura, virginal. Tiene el cabello negro, un poco más largo que los hombros y de textura ondulada. Angélica se ve de los más tierna cuando te besa, sus labios son color de rosa y su sonrisa es franca y amigable. Su estatura es mediana pero luce como una mujer alta en sus zapatos prada. Todos los días se enfunda en unos jeans ajustados que hacen lucir su espectacular trasero, generoso pero firme; tiene muy buenas piernas, largas para compensar el delicioso ancho de sus caderas. Mi exnovia es una mujer con curvas, delgada, en forma, pero con curvas. Tiene la cintura angosta y el vientre plano, te podrías perder en ese abdomen de piel clara y tersa si no fuera por ese para de tetas. Ah sus senos! Esta chica tiene un par de lolas dignas del escultor más ambicioso: grandes, firmes, retando a la gravedad como si tuvieran cirugía, pero no. Son grandes pero manejables y rematadas por un par de pezones de un rosa tan pefecto que sólo deseas mamarlas hasta hacerla llorar. Le encanta enmarcarlas en diversos modelitos de wonderbra; talla 34-b es su preferencia, aunque su verdadera talla es un poco más grande, pero le exita sentir como se comprimen esas jugosas y levantadas tetas. Le gusta lucir coqueta por fuera con algunos destellos de su ninfomanía. Esas tetas de campeonato hacen que se te pare como un loco cuando usa ropa ajustada o un ligero escote. Gusta de las joyas y lo relojes, de hecho, le encanta usar aretes y anillos de diamante, junto con una gargantilla de vidrio cortado mientras coje, usando al mismo tiempo guantes, peinado alto, una faja o corsé o un ligero y medias; odia fornicar descalza, siempre usa algunas de sus botas altas o de sus zapatos caros. Sueña con cojerse a Jennifer Lopez y le encanta la forma en que viste. Pero sobre todo, disfruta el sexo a todas horas y de todas formas, quien tiene la fortuna de follarla tiene una difícil labor que cumplir.
Alguna vez en la universidad le causó una erección tan evidente a su profesor de economía que éste no pudo más que salir del salón ante la mirada incrédula de los estudiantes, pues Angélica sabía que le gustaba al maestro y le jugó la broma de cruzar la pierna y dejar ver algo más, que el filo de sus medias negras de encaje, combinadas con una pequeñísima falda de mezclilla de la que colgaba una cadenita y subida en una botas negras de piel. cruzo la pierna inocentemente para mostrarle una tanga de seda negra transparente, con la que se veían su labios rosas, suaves, inalcanzables. Hizo el movimiento de tal modo que no pareciera ser a propósito. Pero era imposible no darse cuenta, sobre todo porque Angélica gusta de usar el teléfono celular como vibrador y ponerlo entre sus muslos mientras esta en las clases, y cuando el profesor tuvo tan espectacular vista, se dió cuenta que había mojado ya su atrevida ropa interior. Ese día usaba un sueter de cuello alto y mangas largas para no lucir como algo más que una chica sexy, pero su gusto jugar bromas causó que su profesor no volviera a sentir interés por su pobre esposa de treinta y tantos años. Sobre todo porque su esposa no gustaba de depilarse el vello púbico como mi exnovia, a veces lo hace al estilo brasileño, y otras simplemente se lo quita todo para sentir directamente el rose de sus pantaletas.
Así es mi virginal exnovia, agraciada y perfecta, una chica que atiende todas sus clases con buenas calificaciones y una personalidad angelical, pero con doble moral. Su ropa no es vulgar pero sabe combinar prendas de cualquier estudiante inocente con tacones de 10 y 12 centímetros como los que sólo usan las putas y las desnudistas. Algo en su aspecto te dice que esa boca tan educada sabe mamar verga como una pornstar, pero no te atreves a decirlo, tienes que esperar a que ella te caze. En la universidad tiene muchos amigos y todavía nadie sabe la realidad, aunque algunos la sospechan, muchos fantasean con conocerla y saber la clase de zorra que es.
Si tan sólo la escucharan gemir. en el edificio en que vive han tenido que irse los vecinos por la forma en que grita cuando se viene. Éstos vecinos eran una pareja joven de recién casados, la esposa decidió irse cuando descubrió a su marido masturbándose en el baño mientras nos escuchaba cojer. Si tan solo escucharan las oscenidades que grita en la cama, serían todos sus sirvientes, sus esclavos. Pero no, cuando esta en sociedad, su voz es de lo más dulce y recatada, sus comentarios son siempre atinados. Algo muy diferente de cuando grita: Dime que soy tu puta! Cojeme y cojeme más! Jódeme, jódeme y vente en mi boca! Así mi rey, más, más! A angélica le encanta el sexo anal desde que se lo dí a conocer, ahora su forma favorita es ponerme shampoo en el falo y cojer en la regadera, puede aguantar mis embestidas por atrás durante una hora sin quejarse. Cuando estamos en la cama puede aguantar un vibrador completo y mi verga al mismo tiempo en su apretada vagina, y se enorgullece al respecto. Cuando la veo caminar solo pienso en cómo le hace para soportar tanto sexo.
Por todo eso es que ya no pude resistirme, por eso y porque dijo: "no tienes que regresar conmigo sólo úsame y cójeme, házme lo que quieras y vete pero cójeme por favor". Así que salimos corriendo al hotal de paso que frecuentábamos, pero esta vez fue muy diferente. Yo estaba furioso porque estaba saliendo con un tipo sólo para darme celos y lo logró. Así que sabía que la iba a cojer sin amor, por simple lujuria. Y parece que le encantó la idea orque empezó a mamarme la verga en pleno auto mientras iba manejando, ella tiene una forma de succionar el pene como nadie, y le gusta tragarse el semen. Para cuando llegamos al hotel me estaba besando como una deseperada así que comencé a masturbarla como tanto le gusta, pero esta vez fue diferente. Sabía que se comportaba como una cualquiera así que en cuanto empecé a tocarla comenzó a venirse como loca. Como nunca antes, su eyaculación femenina bajó a mi mano como si estuviera orinando, pero era ese transparente líquido que ella escurre, insaboro, inholoro, pero en litros. La tome por la cadera, la puse de perrito y abrí ese par de nalgas que me vuelven loco. Entonces la penetré y me sorprendió lo fácil que fué, lo urgida que estaba, lo mucho que necesitaba una buena verga así que se la dí. Se la dí tanto y tan duro y con tan poco amor que comenzó a llorar, fue entonces que reflexioné y pensé que no permitiría que nadie más se la cojiera como yo, que nadie más se la volvería a cojer. Así que le seguí dando mientras la jalaba el pelo y me decía: "más, más mi rey por favor". Cuando le apreté las tetas mientras la jodía lo hice tan fuerte que pensé que le molestaría, pero ella respondío dándose una nalgada y diciendome entre espasmos: "que me cojas te digo", "pégame, pégame por favor!" Así que le di las nalgadas que me pedía hasta dejar su trasero europeo enrojecido. Finalmente, me llevó a la locura con otra de sus cualidades, esa forma de apretar la vagina tan duro que parece que lo hace con el puño, sientes que te quiere arrancar la verga por lo que no tienes otra opción que empujar con más fuerza y más rápido hasta que te vienes como un primerizo. Y es allí cuando todo comienza, porque esta reverenda puta entonces pide que la cojas de verdad y que le dés más. Yo no pude más que atender a sus pedidos y la hice que se puesiera de pie y apoyara sus manos en el mueble del baño para que me ayudara con sus deliciosos movimientos de cadera. Y asi fué como empezamos la mejor cojida de nuestras vidas. pero esa será contada en una siguiente ocasión.