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Macho o hembra
Tengo 35 años, me llamó Ricardo, soy bien parecido con un buen físico gracias al deporte que practico a diario, alto (1,80 metros) de piel canela, cabello negro cortado a ras, ojos grandes azabaches, elegante al vestir, poseo un hermoso auto siempre de último modelo gracias a que pertenezco a una familia de mucho dinero y yo he incrementado con creces el patrimonio familiar por mi formación académica y mi trabajo a tiempo completo en la empresa familiar. Hablo perfectamente a más de mi idioma materno el castellano, inglés, francés italiano y latín por eso mujeres nunca me faltaron especialmente chiquillas que buscan en mí el sujeto con quien acomodarse económicamente con un buen matrimonio de eso me valí para conquistar a la mujer que desee, sean estas, jóvenes o viejas, lindas o feas, intelectuales o lo contrario, ninguna pudo hacerlo ya que soy un soltero a rabiar que algún día se casará no por ahora no ha llegado la mujer ideal para hacerlo. Todas cayeron en mí red porque rápidamente caía en la cuenta como conquistarlas y era enamorarlas con poemas de amor, haciendólas sentir importantes para mi y dandólas esperanzas de matrimonio a las que eran libres. Para mí con que tengan que darme en aspecto el sexual, era suficiente. Las más fáciles eran esas mujeres poco agraciadas que los otros hombres no las toman en cuenta a ellas las complací completamente, las utilicé como yo quise, las penetré por todas sus cavidades las veces que yo desee, algunas se oponían pero a larga me daban gusto en mis protervos fines. Ellas siempre me buscaban por más ya que generalmente las pagaba muy bien no únicamente con dinero sino también con regalos y hasta con trabajo. Las más complicadas eran las maduras intelectuales sin embargo me valía de tengo una cultura muy amplia, mi buen aspecto físico, poder sexual y hasta económico para proponerlas proyectos que ellas me planteaban cuando las abordaba. Nos hacíamos buenos amigos poco a poco me iba metiendo en sus vidas pero tampoco pudieron conmigo también las conquisté, desgraciadamente ya satisfechas pocas regresaban por más pero como lo que más tenía eran mujeres a mi disposición nunca me hicieron falta alguna.
Toda mi vida me pasé hablando mal de las mujeres, maltratándolas tanto mentalmente como físicamente cuando me involucraba sexualmente con una de ellas, mi único placer era primero darme gusto pensando luego a mi pareja de turno sin embargo tarde o temprano salían satisfechas por lo que generalmente me buscaban, pero primero era yo, hasta por cosas de la vida, esta tomaría un rumbo diferente…
Me gustaba mucho hacerlas llorar de dolor y de gusto, me placía mucho que griten desaforadamente, que me supliquen frases incoherentes como ya no más y luego si quiero no te detengas, hazme tuya eso me excitaba mucho y las complacía en sus pedidos hasta cuando una noche de viernes que salí como era costumbre a divertirme con mis amigos y buscar una hembra a quien someter, me encontré con lo inesperado, con la mujer ideal para saciar mis protervos instintos. Ella tenía unos 30 años, tan alta como yo de orígenes africanos con un físico de envidia para otra mujer y que hacía que los hombres no dejen de verla y hasta desearla, con un par de senos medianos pero perfectamente cónicos, estrecha cintura, portentosa cadera y trasero portentoso, de piel negra muy negra, unos ojos más azabaches que los míos, cabellos largos ensortijados que le caían sobre los hombros. Vestía una blusa verde oliva semitranspararente que dejaba entrever sus hermosos senos, una larga falda hasta los tobillos y un parte sandalias negras. Su rostro estaba desprovisto de cosméticos, salvo sus labios que tenían pintura labial carmín. Ella sabía que alocaba a los hombres por eso mismo era poco abordable.
Ella compartía alegremente junto con otras amigas y amigos una buena noche de diversión, rápidamente caí en la cuenta que no fumaba ni bebía alcohol alguno y como nunca en mi gran vida sexual había copulado con una mujer como ella, me juré conquistarla cuestión que fue más fácil de lo que esperaba pronto estábamos charlando juntos y bailando música en que se podía pegar, puse sentir su hermoso cuerpo y creo ella el mío y mi instrumento masculino por supuesto.
Me comentó que es una sacerdotisa bantú que ha llegado al Ecuador para contactarse con comunidades negras de mi país, investigar y apoyar en su desarrollo y que retomen su cultura original. Trabajaba para la ONU, era poliglota y muy inteligente tanto que creo que se dio cuenta de mi interés sexual que tenía y me dio cuerda para que la conquiste y lo hice sin problemas, tanto que al salir del bar se fue conmigo a mi cubil sin problemas, eso me sorprendió mucho que se vaya conmigo sin saber quien diablos soy en camino a mi apartamento me dijo que no tiene miedo de mí ya que sabe cómo comportarse e impedir si me propaso con ella que no sé de lo que es capaz, le contesté que no se inquiete ya que lo único que deseo es pasar un buen momento con ella pero día siguiente cuando la había abusado totalmente y ella se había dejado hacer todo lo que desee caí en la cuenta lo que me había dicho: “No sabes de lo que soy capaz”
Ya desnudos en mi lecho, ambos empezamos el clásico rito de ir conociendo nuestros cuerpos poco a poco. Nos besamos, abrazamos y manipulamos completamente hasta el delirio todo sitio de nuestros cuerpos. Ella rápidamente estaba excitada, estimulada y animada para tener un buen momento conmigo. Me inquieto el hecho de que no comprendía lo que decía en su idioma cuando yo la penetraba por su vagina, ano y boca, nunca pude hacerla llorar de dolor pese a lo rudo que fui con ella. La sometí salvajemente pero ella nunca se quejó es más se complacía con mi actitud. Ella fue la primera mujer a la que no pudé sacarle un grito ya sea de dolor o de satisfacción como me gusta, si estaba gozando lo que hacíamos, no se cuantas veces tuvo sus orgasmos pero fueron millones de ellos.
Generalmente cuando las penetro por el rabito, ellas lloran de dolor ya que no suelo ser delicado sino más bien rudo, me dicen que no sea malo que duele que me detenga o que se las meta despacito y poco a poco pero yo mientras ellas más suplicaban que pare yo más les introducía mi falo, sacando y metiendo todo mi falo dentro de ellas y estimulando su clítoris con una mano y con la otra amasando sus senos hasta depositar en sus adentros mis abundantes fluidos. Cuando las hago mamar mi falo generalmente tienen asco y tienen más de una arcada por lo que las tomó por la cabeza y les introduzco en su boca todo mi falo hasta que ellas me la maman ya que no pueden evitarlo cuando siento mi semen salir las meto todo hasta dejarlas llena su boca de mi secreción; por delante es generalmente menos traumático para ellas, muchas tienen sus orgasmos y me piden más es ahí que me valgo de un gran consolador que nunca me falta y cuando las introduzco todo me dicen: No más basta, no así no estoy acostumbrada a esto pero a ella pude someterla como a las otras siempre me pidió más y más, cuando le hice mamar mi falo no necesite obligarla ya que ella maestra en esos asuntos me la lamió desde su base hasta la cima, se engulló todo mi instrumento con sumo placer, nada de arcadas, ni disgusto, lo chupo y chupo tanto que por primera vez sentí lo que es una boca de mujer sin miedo a mi falo, bueno me dije ya te romperé el culito, ya te haré pedir perdón pero no fue tal ya que cuando le propuse ella tomó mi falo y se lo incrusto todo de una sola en su culito. Ella encima dándome la espalda yo debajo. Yo sacaba y metía en su trasero rudamente pero ella me decía que quiere más y más le di hasta que tuve nuevo orgasmo ya me estaba inquietando pero ahí no terminaría todo ya que luego me pidió que se la meta por la vagina y por ahí se la metí pero no conté que ella si era experta al mamármela y dejarse sodomizar con sumo placer para ella por delante fue terrible para mí la introducción vaginal ya que ella tenía la capacidad de controlar sus músculos vaginales tanto que yo no podía darle bomba como yo siempre lo había hecho ya que ella cerraba su vagina herméticamente tanto que yo no podía ni meter ni sacar hasta cuando ella aflojaba sus músculos vaginales para que le dé más bomba y cuando yo pensaba someterla a mí placer, ella nuevamente cerraba y abría su vagina rítmicamente controlando completamente nuestro acto, mientras me decía: ¡Te gusta! No pude responder nada ya que era mi primera experiencia de ese tipo. Ella estaba ganando el enfrentamiento sexual. Ella me hizo terminar cuando ella deseo, ella me sometió a su gusto y placer así varias veces, yo tratando de someterla y ella esperando que me someta hasta cuando escuchó las palabras que había esperado que yo diga: “Espera un rato ya no puedo más, déjeme descansar, eres única, espera un ratito”
-“Quieres más Puto machista”
-No, no ya no puedo más, basta, no puedo más, estoy agotado, déjame descansar, ¡Ya basta!
Lo hizo, se desmontó, me abrazó y besó mi boca y completamente triunfadora me dijo que desde hace tiempo me tiene vigilado que ya le contaron lo puto machista que soy y que juró a las mujeres que le habían contado que me daría una gran lección y que el final de lo que viviré luego de este encuentro, únicamente yo lo decido, me recordó sus palabras que me había dicho. “No sabes de lo que soy capaz” me dejó ahí tendido en mi lecho totalmente agotado, desecho como un guiñapo de hombre, totalmente fatigado que me quedé inmóvil sin saber que decir ni hacer, se retiró y fue a su bolso y regresó con varios muñecos que puso sobre mí, aceites que untó en mi cuerpo, me dio a beber un líquido dulzón, empezó a danzar alrededor mío muy cadenciosa y frenéticamente, diciendo palabras en su idioma materno que no entendía pero que parecía un hechizo, luego en perfecto castellano me dijo: -Mañana serás un hombre en cuerpo de mujer que a gritos pida un falo que te penetre por boca, vagina y ano y sentirás todo lo que hiciste sufrir a mis congéneres, este hechizo nunca se terminará hasta cuando dejes de ser como eres, un Puto Machista, el día que regreses a ser el ser que fuiste, serás nuevamente un macho en cuerpo de mujer arrecha. Tu cuerpo de hembra pedirá más sexo y tu mente de macho dirá, ya no más. No pude, ni supe que responder, la energía que ella tenía lo impedía y ahí tenido en mi cama me dejó y se esfumó de mi vida. Nunca más la volví a ver pese a que la busque inclusive pagando a investigadores para que la encuentren, se había esfumado de mi vida.
No creí en sus palabras, pensé que nunca falta en la vida mujeres brujas como ella pero como estaba cansado de tanto sexo me dormí plácidamente mientras me decía: Vaya mujer, mañana es otro día…
A eso de las ocho de la mañana cuando pensaba que todo había pasado y nada me había acontecido, que era el macho de siempre, caí en la cuenta que no fueron simples palabras de una bruja loca aventurera más que pululan en la vida sino que ya no era yo el Macho come mujeres sino una buena, hermosa y deseable hembra como había dicho la mujer que por primera vez me somete a su gusto. Pensé cómo debo hacer para tenerla nuevamente y sacarme el clavo que teníam pedirla perdón por mi actitud con las mujeres y deshaga el hechizo pero no sabía cómo reaccionar, es ahí que caí en la cuenta de las palabras que me había dicho, me toque mi nuevo cuerpo femenino, me levanté y ahí frente a un gran espejo caí en la cuenta mi transformación, me contemplé mi cuerpo femenino, hermoso pero femenino, mis partes íntimas pedían a gritos un falo que las penetre, mi clítoris me latía, mi ano igual pedía que lo sometan y me hagan llorar, mi mente masculina me decía: No puede ser, carajo, despierta es un sueño. Me volví a recostar pensando que cuando despierte todo habría pasado pero no hubo tal, yo Ricardo él come culos era una mujer que con desesperación buscaba un buen macho que la someta.
Lloré como un niño indefenso por largo rato. No sabía qué hacer, pensé que mi vida estaría terminada, pensé en matarme pero me faltó valor. No sabía cómo explicaría a mi familia a mi empresa poco a poco me fui tranquilizando sin poder olvidar a la mujer que me había hecho esto recordando sus palabras: “No sabes de lo que soy capaz” Mañana serás un hombre en cuerpo de mujer que a gritos pida un falo que te penetre por… hasta cuando sentí que mi vagina pedía a gritos un falo que se introduzca en ella, abundante olor y fluido salían de ella tanto que empecé a masturbarme estimulándome el clítoris cuando desee meterme mis dedos y el consolador, no pude me dolió mucho, era virgen, cansado me dormí, así pasé todo el día sábado entre masturbación y masturbación pero mi ahora cuerpo femenino me pedía un falo de carne por lo que presa de arrechera pensé que mi amigo Luis me ayudaría en el problema que me encontraba es así que le mandé un mensaje escrito para que venga al instante que tengo un gran problema y que él es el único que puede ayudarme a salir de él. Vaya que me equivoque ya que Luis en lugar de darme ideas y me ayude a buscar a la hechicera y regrese a mi estado normal. Él se aprovechó de mi cuerpo femenino y me copulo hasta el cansancio, no me creyó lo que le contaba ya que pensó que yo le había dejado esa hembrita para que se la sirva.
Yo como no tenía ropas femeninas me puse una camiseta encima de mi cuerpo desnudo, estaba mal dormida, desaliñada, muy confundida sin saber que hacer pero muy arrecha es así que luego de una hora el timbre suena, me tranquilizo pensando que mi amigo me ayude pero no hubo tal.
Abro la puerta, él se sorprende de quien le recibe y recorre con sus ojos lujuriosos de pies a cabeza, me desnuda con la vista, no sé qué hacer, ni cómo reaccionar, le dijo que pasé, lo hace y se va a la cocina, toma una cerveza luego va al salón, se sienta en un sofá y pregunta por su amigo, Ricardo, yo me siento en otro al frente de él, yo sin percatarme que ahora soy mujer, estoy con las piernas abiertas enseñándole mis partes íntimas y me pongo a llorar inconsolablemente y empiezo a contarle lo que me había pasado, le dijo que me ayude a buscar a la mujer que me había hecho esto pero no me cree, me dice que está bien como cuento y que donde está su amigo. Me paro y sin saber porque reacciono como mujer en lugar de asestarle un buen puñetazo, lo abrazo y le dijo que me ayude, mientras continuo llorando desconsoladamente. Te voy a ayudar perra tentadora me contesta, buen regalo me ha dejado Ricardo, ya verás lo que te hago. Me despoja la camiseta que tenía puesta y me contempla mi ahora hermoso cuerpo femenino, soy un portento de hembra, la versión femenina de mi cuerpo masculino, tengo un par de tetas grandes cónicas muy erguidas con un par de pezones marrones deliciosos, estrecha cintura, abombado y abultado pubis totalmente rasurado con un trasero grande y paradito que no decir de mis piernas eran completamente estilizadas. Era la mujer que todo hombre busca sin yo permitírselo empieza a besarme, acariciarme toda es ahí que en mi comienza una gran lucha ya que mi cuerpo pronto reacciona al estímulo de Luis pidiendo más y mi mente siente asco de que otro hombre me esté poseyendo y que mi amigo de parranda no me haya creído y como hacerlo, creo que yo tampoco lo hubiese hecho si el me lo cuenta.
Esa reacción tendría cuando los hombres me poseían, siempre gano mi cuerpo por lo que mi mente me decía: tranquilo, goza no tienes alternativa asume tu situación, no tienes otra alternativa hasta que un día me acople luego de mucho tiempo de lucha, ya no hubo enfrentamiento. Mi cuerpo femenino se puso de acuerdo con mi menta masculina. Mi gusto fue tan placentero que dejé de maldecir a la bruja que me había hechizado ya que no podía hacer nada para remediarlo.
Luis pronto cayó en la cuenta lo fácil que soy y que no pongo objeción a lo que me hacen, seguramente porque me gusta que me sometan. ¿Cómo podía hacerlo sino tenía experiencia alguna como mujer? Me tomó de la mano y me llevó a mi lecho donde yo me había comido más de un cuerpo femenino. Me recostó, se encaramó sobre mí, besó mi cuello dejándome chupones, mamó mis tetas con desenfreno hasta hacerme gritar de lujuria mientras que con sus manos recorría mi cuerpo que estaba despidiendo calores y mi vagina abundante fluido. Yo pensé que me lamería mi conchita y caiga en la cuenta que soy “virgen” pero no lo hacem seguramente pensó que soy una vividora más de las que yo llevó a mi apartamento. Abre completamente mis piernas, se arrodilla delante de mí y pone su glande en mi conchita inmaculada y antes que diga: ¡No nunca lo hecho, soy virgen! Me introduce todo su falo hasta el fin de mi cosita, dándome bomba frenéticamente sin detenerse. Yo le había abrazado ya que mi cuerpo femenino estaba gustoso pero sentí un dolor terrible como si con una navaja me rasgaba mis partes inmaculadas, es ahí que me desmayo del susto y dolor, Él muy perro en lugar de apoyarme, acariciarme y hasta pedirme perdón por haberse comido mi coco de ese modo tan brutal, No se detiene en su acción de darme bomba y lo hace hasta terminar en mi ser interior de mi vagina salía su semen, poco a poco me voy reponiendo y antes de que le pida más y que me complazca, se retira y me deja sola, inacabada, suspensa, pasó muchas horas hasta reponerme del susto pensé lo cruel que había sido con tanta mujer que utilice en mi recorrieron una a una mis abusos, lloré a mares hasta el cansancio pensado en que será de mi vida.
Al día siguiente Luis me llamó por teléfono para saber de mí y seguramente que había pasado con la chica que había abusado pero como no respondí él vino a mi apartamento ya que se inquietó por mi ausencia y como él tenía libre acceso al edificio donde vivo entró, timbró, le abrí la puerta y se encontró con la hembra que había abusado que blandía un revolver.
-Entra carajo, siéntate le dije.
-¿Qué pasa, señorita, disculpe me asuste, no…
-Calla, mierda, pasa…
El nervioso pasó y se sentó en un sofá de la sala. Yo estaba como el día anterior con una camiseta sin ropa interior, le miré a los ojos con rabia y con una mezcla de mí feminidad y masculinidad le pregunté:
-¿Cuántos años nos conocemos?
-Señorita ayer fue la primera vez.
-No carajo soy tu amigo Ricardo con cuerpo de mujer, todo lo que te dije fue verdad y pensé que me podías ayudar y me violas y sobre todo me dejas insatisfecha, perro de mierda, dime desde ¿Cuántos años nos conocemos?
-Desde niños
-30 años, creo
-Sí y no me cres lo que te conté.
-¿Cómo voy a creer? Ponte en mi lugar Ricardo
-Calla no digas más, si sé que ni yo lo hubiese creído.
-Perdón así es amigo.
-Me fallaste como amigo pensaba que eras el único y te llame para que me ayudes en el gran problema que tengo, pensé que me ibas a creer pero lo hiciste ahora pagaras caro lo que me hiciste.
Me senté frente a él dejándole ver mis partes femeninas y le conté lo que estaba viviendo, el pobre no supo que contestar hasta cuando me despoje de la camiseta y desnuda le dije: -Te gusto comerte mi vagina sin preguntar si soy virgen o no y deseo o no. Me desmayé del susto y pese a eso no me consolaste, terminaste dentro de mí y me dejaste sola ya satisfecho te fuiste seguramente feliz y contento. Puto machista de mierda, me hubiese gustado que me conquistes que me excites y hacer el amor rico, ni modo no me creíste vales menos que un insecto y antes de que reaccioné le di un cachazo en la nuca con el revolver que tenía, mientras lo tenía inerme me puse a pensar que hacía con él, lo que primero pensé es matarlo o cortarle el miembro luego me dije: No puedo ir a la cárcel, eso no por ese mal amigo por lo que decidí llevarle al parque metropolitano de la ciudad, desnudarle y dejarlo atado a un árbol con gran letrero que diría:
LOS QUE SEAN UNOS PUTOS MACHISTAS COMO ESTE ME LA PAGARÁN MUY CARO CUIDENSE DE MI
ROBERTA
Luis avergonzado por lo que vivió no denunció quien fue el actor sino que abandonó la ciudad ya que la radio y televisión reportaron el suceso, muchas mujeres sometidas a los abusos sexuales de tanto MACHO que pulula por las calles de mi ciudad se manifestaron con pancartas y gritos de júbilo porque al fin una mujer se vengaba de tanto abuso masculino, nunca pensé que me convertiría en la admiración de tantas mujeres sometidas. Yo no sabía si reír o llorar ya que no era una completa mujer sino un MACHO EMBRUJADO que buscaba perdón.
Eso lo hice en más de una vez ya que caí en la cuenta lo fáciles que son los hombres para quistarles y espese a que tenía sed un falo y luego de lo duro cuando Luis me rompió mi coco, me puse a estudiar, leyendo abundante literatura erótica para saber cómo satisfacerme sin llorar de dolor pero si de gusto cuestión que muy rápidamente lo aprendí tanto que los MACHOS que me copularon nunca cayeron en la cuenta que era poco experta desde el punto de vista femenino, pronto caí en la cuenta que mi cuerpo femenino se comporta cómo mi masculino y que debo comportarme con ellos deseen ser gritona o silenciosa, activa o pasiva, nunca más que quedé sola, inacabada, suspensa ya que ellos me buscaban porque yo les ataba a mí con mi cuerpo.
Me entregue toda, les mamé su picha hasta hacerles pedir perdón y me tragué su semen como si fuese el mejor manjar dado por Eros para entregar mi culito me lo preparé convenientemente poniéndome geles analgésicos y otros que me lo dilataban y se lo entregué al que mejor se comportaba conmigo y pesé al dolor que sentí en más una vez nunca me quejé algunos les disgustaba a otros los complacía.
Deseaba que la mujer que me hechizó venga a mí y me liberé de su conjuro pero nunca paso. Ella se esfumó de mi vida pero sí caí en la cuenta que podía controlar mis dos expresiones, de las dos gusté mucho en el aspecto familiar y profesional con mucha habilidad pedí permiso a mi padre para hacer un curso por un mes y que mandaría a una muchacha en mi reemplazo, todo salió muy bien tanto que ahora ya no es una maldición sino todo lo contrario ya que caí en la cuenta que pocos ser humanos pueden satisfacerse del modo que yo me satisfago que no decir del gusto que tenía al saber que muchas mujeres me admiraban ya que nunca faltó otros hombres con él mismo letrero.
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