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Categoría: Confesiones

Laura, mi ex cuñada (Cuarta parte): El final de la noche

La noche estaba llegando a su fin, quedaba aun tiempo para algo más, no volvería a mi casa sin un último regalito. Empezamos a besarnos cada vez más ardientes. La calentura una vez más subía a ritmo acelerado...



-Tengo una sorpresita más para vos- Me dijo Laura.



Yo no dejaba de tocarla. Sentía como mi pene se ponía cada vez más duro y solo me pedía penetrarla urgentemente.



-No tardes- Le dije. Sonriendo. Mientras la dejaba ir a cambiarse para mí.



Laura fue hasta su habitación. Yo prepare mi teléfono nuevamente para documentar todo lo que sucedería a continuación.



Después de unos minutos volvió, con una calza engomada roja, zapatos taco aguja rojos y un top negro que hacía que sus senos se apretaran, luciendo increíbles a la vista. Si quería dejarme loco esa noche, sin dudas lo había logrado.



Se acercó hacia mí, que me encontraba sentado en el sofá, la tomé de la cintura y la traje de manera que su abdomen quedo frente a mi cara, la bese intensamente allí, mientas ella acariciaba mi cabello.



-¿Te gusta?- Me dijo.



-¡Me encanta cuñada!- Le dije. Mientras mis manos recorrían su cuerpo.



La puse de costado, sus nalgas quedaban increíbles, forradas con la calza, apretadísimas. Mordí cada centímetro de ellas, las besaba lentamente, disfrutando de ese momento. No quería perderme de nada.



Me levante y la coloqué de rodillas en el sofá, medio de perrita, medio arrodillada, puse el colchón que Laura había traído donde estábamos, y también me puse de rodillas, con mi cara frente a sus nalgas, las tenía ahí, a mi entera disposición.



Agarré mi teléfono y saque algunas selfies, con esa colita frente a mí. Tomé su calza por los costados y lentamente comencé a bajársela, su diminuta tanga negra empezaba a aparecer, hasta que sus nalgas quedaron completamente al descubierto.



Bese cada milímetro de ellas, estaba extasiado, alucinado. Tome el pote de aceite y derrame sobre sus nalgas. Acariciando y masajeándolas. Saqué más fotos y filmé algunas tomas.



Lo tengo todo documentado. Por ello lo puedo contar con lujo de detalle.



Cuando su cola estuvo bien aceitada, me pare detrás de ella, me quite el cinto y desprendí mi jean, sacando mi pene afuera, que ya estaba como una roca. Me coloque un poco de aceite, le corrí la tanga a Laura hacia un costado, asomando el glande de mi pene a su vagina.



De a poco la fui penetrando, no costó mucho, dado que estaba todo muy lubricado por el aceite. Cuando mi pene estuvo completamente dentro de ella la tome del cabello y comencé con los movimientos, lentos pero profundos, mientras Laura gemía tan sensual. Casi pierdo el control en varios momentos de lo caliente que estaba.



Aumente la intensidad de mis movimientos, el sonido de las nalgas de Laura golpeando mi pelvis resonaba por toda la casa. La tomaba fuerte de la cintura, como si fuere a escaparse de mí. Laura no aguantaba más...



¡Sacá!- Me dijo. Empujándome con las manos hacia atrás. Para que mi pene saliera.



Comenzó a masturbarse con los dedos, hasta que se corrió. Su cara estaba roja, sus expresiones de placer eran increíbles.



-No doy más cuñadito-. – ¡Me duele la conchita ya!- Me dijo Laura. Con expresiones ahora de dolor.



Evidentemente su vagina le dolía, después de una tan noche intensa. Haciendo caso a su pedido, interrumpimos el momento. Me senté en el sofá, con mi verga hecha una roca. Laura se subió la calza, acomodándosela bien nuevamente. Puso su celular en la mesa que estaba frente a nosotros y comenzó a filmar.



Se acercó hacia mí, acostándose en el sofá, de manera que su boca quedó directo hacia mi pene. Lentamente comenzó a chupármelo, sus chupadas eran intensas, podía sentir como el glande me ardía cada vez más. Todo ello mientras la cámara del celular de Laura captaba todo.



Cuando ya no aguantaba más me paré, tomé el teléfono, mientras Laura se arrodillaba frente a mi pene. Poniendo su mejor cara de putita y abriendo la boca esperando por mi semen. Comencé a masturbarme lentamente mientras filmaba todo.



¡Dame ya tu lechita!- Me dijo Laura. Ya exhausta de toda la noche.



Mi semen salió disparado hacia su cara, bañando sus anteojos, nariz y boca. Un dolor intenso y placer recorría mi cuerpo. Ya estaba seco. Increíble que todavía eyaculara esa cantidad.



Laura se metió mi verga en la boca, chupando intensamente para sacarme hasta la última gota. No me quedaba nada. Que increíble noche. Corte la filmación y me aparte de ella. Tomé una toalla y limpie mi pene, mientras ella iba al baño a limpiarse también.



Prendimos nuestros cigarrillos y salimos a fumar afuera de la casa. Ya para despedirnos. Ambos necesitábamos descansar. Me subí a mi moto y me fui.



Así fue como terminó esa espectacular noche, Laura había cumplido con mis caprichos. Me dejó loco. Después de ello seguimos en contacto. Mandándonos mensajes cuando podíamos. Y esto recién empezaba...



-Alexander0022-


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