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Categoría: Incestos

¿....POBRE NIÑA....?

¿Pobre niña?, esa misma fue la pregunta que me hice al husmear lo que sucedía en la casa que esta contigua a la mía. Cada tarde cuando regresaba del colegio iba como desesperada a espiar por la ventana de mi habitación hacia la casa de los vecinos que viven a nuestra derecha. Los cosas que allí observaba eran como para dejar fría a cualquier persona. Todo comenzó una tarde cuando por pura casualidad miré por la ventana y me quedé petrificada viendo aquella escena. Ketty mi vecina es una chica de unos trece años, aunque aparenta tener más por el tamaño que tiene y lo desarrollada que está en todos los sentidos y todas sus partes, buenas tetas, buenas nalgas, pronunciadas caderas y bastante vellos en su concha a pesar de su edad.
Cada tarde como les decía, al llegar a la casa su hermano la esperaba en el cuarto, de inmediato la desvestía y comenzaban a follar, no sin antes propinarle unas buenas bofetadas y unas cuantas nalgadas. Lo que veía me parecía insólito, pero cada tarde se repetían las mismas escenas. Como libreto de una obra ya casi me lo sabía de memoria, porque siempre comenzaban y terminaban de la misma forma. Después de follàrsela la dejaba allí tirada sobre la cama y se retiraba de la habitación. Al principio aquellas escenas me ponían bastante caliente y hasta en ocasiones me masturbé observándolos, pero al paso de los días ya no se me despertaba ningún interés, lo hacía por simple curiosidad.
Una mañana que coincidimos camino al colegio, después de una adecuada preparación de cómo abordarle el tema para que no fuese a molestarse, le confesé que cada tarde la observaba todo el tiempo como su hermano la follaba. Contrario a lo que esperaba me confesó que ella ya se había dado de cuentas de eso y en más de una oportunidad se había percatado de mi presencia en la ventana, que aunque yo trataba de que no me vieran, el reflejo de alguna luz delataba mi silueta. Con más confianza le pregunté entonces por que dejaba que su hermano le pegara de esa forma, quedando sorprendida al escuchar su respuesta. Ella era la que le pedía que le pegara antes de follar, eso la excitaba y la ponía muy caliente. Lo que ella y su hermano hacían todos los días era producto de una apuesta que habían tenido y ella había perdido, y ese era el pago. En un principio le costaba bastante trabajo entregarse a su hermano, pero después de que en una ocasión, cuando ella se rehusaba a follar con él, este la golpeó y notó como se excitaba y así es como mejor puede hacerlo.
Como nos encontrábamos ya en las proximidades del colegio detuvimos aquella conversación y quedamos que en otra oportunidad continuaríamos platicando al respecto. La esperé en la tarde a la salida del colegio y de regreso a casa volvimos a platicar, pero en esta oportunidad su paso resultaba más apurado pues tenía que llegar pronto a la casa porque su hermano la estaría esperando, por lo que muy poco pudimos platicar.
Subí corriendo a mi habitación, y me coloque junto a la ventana en el preciso instante en que ella se desvestía y entraba su hermano, antes de comenzar la ansiada función noté que discutían, llegaba la primera bofetada pero tampoco como usualmente suele dárselas, lo hizo con tal fuerza que la lanzó sobre la cama, al caer miró hacia mi ventana y discretamente me hizo una seña con la mano para que me percatase de que me estaba observando, el hermano pareció notar el gesto y también miró hacia mi ventana, pero rápidamente me hice hacia atrás para que no pudiese verme. Cuando me acerqué nuevamente para mirar, le estaba proporcionando una soberana paliza con un cinturón y le daba por cualquier parte del cuerpo excepto la cara, esa tarde no follaron pues siguieron las discusiones y las peleas entre ellos. Al rato el hermano se retiró y ella parándose en su ventana, con los ojos llorosos me decía adiós con su manita al tiempo que la cerraba.
A la mañana siguiente la estuve esperando para hacer el camino juntas hasta el colegio y no la vi aparecer, tuve que apurar mi paso pues poco faltó para llegar tarde a clases. Mas tarde la busque dentro de la escuela y tampoco pude dar con ella. En la salida esperé un poco de tiempo sin resultado alguno. Al llegar a casa de inmediato corrí hacia la ventana, pero para continuar aumentando mi preocupación, estaba totalmente cerrada. Por momentos regresaba y volvía a observa, pero nada. Ya comenzaba a preocuparme seriamente pues recordaba la escena del día anterior cuando la golpeaban y quizás producto del maltrato tan violento le hubiesen hecho daño.
Pasé toda la noche preocupada pensando en ella, cuando me retiré a dormir miré por la ventana por última vez y allí estaban los dos parados uno frente al otro, al parecer discutiendo nuevamente, serían aproximadamente las once de la noche. Por suerte en esta oportunidad no la golpeó y el hermano salió de su habitación tirando la puerta con fuerza. Ella se paró junto a la ventana y me decía adiós nuevamente con su manita temblorosa y los ojos con visibles lágrimas. Abrí mi ventana y como nos encontrábamos a escasos metros alcancé a preguntarle que le había sucedido, el porque no asistió al colegio, y ella sólo sonreía sin darme respuesta alguna, alcancé a escuchar en tono bastante bajo de que al día siguiente me explicaría lo sucedido. Nuevamente se despidió de mi y cerró su ventana.
La situación era como para preocuparse aunque apenas nos conocíamos y nos habíamos visto en muy pocas oportunidades, pero ante aquellos maltratos sentí cierta simpatía y solidaridad con ella. Me acosté a dormir pensando en la desdichada chica. En la mañana cuando salía para el colegio la vi parada en la puerta de su casa y me hacía señas para que llegase hasta allá. Cuando llegué me invitó a pasar. Las marcas en sus piernas y brazos eran visibles a simple vista, después se quitó la ropa y me mostró las que tenía diseminadas por todo su cuerpecito, haciéndose más notables en sus nalgas y senos. De inmediato le pregunté del porque todo aquello y los maltratos de que era objeto por su hermano.
Me contó acerca de una historia bien triste donde perdieron a sus padres y que ella vivía sola con su hermano, una tarde que el llegó la encontró en su cuarto con una amiga de la escuela, ambas estaban desnudas producto del calor y el imaginó otras cosas, le gritaba maldiciéndola e injuriándola que primero la mataría antes de que fuera una lesbiana. Por más que ella le juraba que todo era una equivocación de él, más furioso se ponía. Un día llegó a la casa totalmente borracho y le dijo que le iba a enseñar la diferencia entre un hombre y una mujer y desde ese momento abusaba de ella diariamente, era insaciable, le juró que si la volvía a ver con otra chica la pasaría muy mal, los golpes fueron porque la vio hablando conmigo aquel día. Al instante una angustia y un sentimiento de culpa se apoderaron de mi al mismo tiempo que le comunicaba que me iría de inmediato, ya que si su hermano llegaba en esos momentos habrían serios problemas. Me dijo que no me preocupara que èl estaba para su trabajo y hasta la tarde no llegaba. Me sentí un poco más tranquila, pero con miedo de que fuese a aparecer de un momento a otro, cualquier ruido que se escuchara yo me volvía inmediatamente hacia la puerta, mi nerviosismo manifiesto me puso a salvo, pues me dijo que si lo deseaba me fuera, dándome su número telefónico para más tarde continuar platicando. Cuando mire mi reloj eran casi las nueve de la mañana, ya habían cerrado la puerta de la escuela y debía inventar una excusa para regresar a casa.
Ella me acompañó hasta la puerta y precisamente cuando nos dábamos un beso de despedida su hermano abrió la puerta de forma violenta y daba la sensación que de un momento a otro comenzaría a echar fuego por la boca, tenía los ojos muy colorados y su exaltación inspiraba mucho miedo. Lo único a lo que atinamos al verlo así, fue a abrazarnos en señal de protección entre ambas. Evidentemente alguien le había informado que yo me encontraba allí con su hermana, era demasiada la casualidad de que él apareciera en esos momentos en que supuestamente debía estar trabajando.
No quisiera recordar todas las barbaridades y palabrotas que estuve obligada a escuchar, la ofendía tanto a ella como a mi, en un instante cuando traté de decirle algo poco faltó para que me diera una bofetada, pero aguantó su impulso y nos miraba fijamente. --¿Así que no has entendido nada de lo que te he dicho hermanita?—, --¿Estás empeñada de todas formas en convertirte en una puerca lesbiana verdad?—, --Está bien….por mi parte no ha quedado, hablé contigo lo suficiente como para que no volviera a suceder, pero no me has escuchado…tu te lo has buscado—, --Hasta tu amiguita hoy va a coger lo suyo por andar metiéndose en casas ajenas—.
Se dirigió hacia la puerta y después de asegurarse de que estaba bien cerrado y con los cerrojos puestos fue hasta el teléfono y comenzó a hacer algunas llamadas. Nosotras continuábamos allí en la sala abrazadas del miedo que teníamos. El nos miraba una y otra vez como dando vueltas en su cabeza alguna mala idea para con nosotras. Transcurrieron quizás unos 25 minutos cuando tocaron a la puerta, pensé que esa sería nuestra salvación, pero sucedió todo lo contrario, eran tres de sus amigotes, de seguro los que había llamado por teléfono. --¡Bueno chicos…ya saben para que los llamé!—, --así que escojan la que más les guste y follenselas hasta reventarlas.
Nuestro abrazo se hizo más fuerte para que no pudieran separarnos, pero resultó imposible, aquellos chicos estaban bien fuertes y con dos sacudidas nos separaron de inmediato. Ketty fue cargada entre dos chicos y la levaron directamente a una habitación, el hermano de ella y el otro chico, parados frente a mi me contemplaban de arriba abajo hasta que comencé a llorar y suplicarles no me fueran a hacer daño, que tuvieran compasión conmigo, caí de rodillas ante ellos con las manos unidas a la altura del pecho rogándoles su perdón. –Ahora vas a ver lo que le pasa a las lesbianas…les tenemos asco—, el hermano de Ketty me tomó por un brazo y llevándome casi a rastras entramos al cuarto donde estaba su hermana. Ya los dos chicos estaban desnudos y la obligaban a chuparles su polla, lo hacían con tal fuerza que hasta la obligaron a vomitar.
El hermano parándose frente a ella le propinó un par de bofetadas y virándola la emprendió con sus nalgas, Ketty cambiando totalmente la expresión de su rostro se lanzó de espaldas sobre la cama y pedía a gritos que se la follaran, pues si a eso habían venido que terminaran de hacerlo, fue tan impresionante aquella reacción que los dos chicos vacilaron en hacerlo. El hermano terminó de quitarse la ropa y lanzándose sobre ella comenzó a follàrsela en amplia demostración de lo que debían hacer. Después de bombearla constantemente y de forma brutal hizo un giro colocándose debajo, al quedar ella encima e inclinada hacia delante uno de los chicos no vaciló en meter su verga en aquel hermoso culo que tenía Ketty, estaba siendo penetrada por dos hombres a la vez y ni siquiera se quejaba, todo lo contrario, parecía que aquella situación le agradaba y la disfrutaba, porque pedía entre gritos y suspiros que se las metieran más duro para sentirlas bien. Los otros dos chicos se acercaron a la cama para ver de cerca aquel espectáculo y ella echó mano a sus pollas y comenzó a sobàrselas, como si no fuera suficiente haló uno de ellos y cogiò su polla con la boca y se la mamaba con mucho placer.
El hermano y el otro chico que la penetraba por el culo comenzaron a anunciar que se iban a correr, ella apresuró sus movimientos, la sobada y la mamada e hizo correrse a los cuatro a la misma vez. Se encargo de extraerle a los cuatro hasta la última gota y después se separó de ellos. Se acercó a mi y dirigiéndose a los chicos les advirtió que no me fueran a tocar pues ya ella había pagado por las dos, pero no obstante, si alguno quería algo más ella se encargaría de hacerlo y complacerlos en lo que pidiesen, pero que a mi no me fuesen a tocar ni un pelo de la cabeza. Dicho esto los chicos se miraron unos a otros como asombrados, con sus vergas flácidas y optaron por salir de la habitación. Apenas habían puesto los pies fuera de la habitación ella tirò la puerta y le puso el cerrojo. Comenzó entonces a llorar y a explicarme que esa no era la primera vez que eso sucedía, cuando su hermano y sus amigos se emborrachaban casi siempre terminaban fallándosela de esa forma tan brutal. Me confesó que a pesar de eso, de estar con cuatro hombres a la vez, nunca había experimentado un orgasmo, solo cuando ella misma se lo provocaba.
Me dijo que la disculpara unos instantes y fue al cuarto de baño a asearse, pues aún por sus piernas corría leche de aquellos chicos y su cuerpo estaba todo embadurnado por la de los otros dos. Después de tomar una buena ducha caliente y untar bastante perfume en su cuerpo apareció nuevamente ante mi, me pidió la ayudara a retirar aquellas sábanas y poner otras limpias y así lo hice, no podía quitar la vista de su cuerpo, en ocasiones contemplando las marcas que tenía, pero en otras admirando su bien formado cuerpo, sus firmes tetas y sus puntiagudos pezones rosados. Me invitó a recostarme un rato en su cama pues de seguro su hermano y sus amigos estaban en la sala bebiendo y emborrachándose y era mejor evitar un nuevo encuentro con ellos. Estuve plenamente de acuerdo y decidí hacerlo, evitando se me estrujara me quité el uniforme y lo coloqué en una percha, recostándome después a su lado.
Me contó varias historias de su vida, yo le hice algunas historias de la mía y conversamos de diversos temas con el objetivo de dejar correr el tiempo. Como mi vista no se apartaba de su cuerpo y principalmente de sus lindos senos, me preguntó si me gustaban, mostrándole los míos le hice entender que la diferencia entre ambos era abismal, por eso me llamaban tanto la atención, le comenté que los otros que había visto eran los de mi madre, pero por sus años ya no estaban tan tersos y firmes, ni tenían aquellos lindos pezones. Acercó su cuerpo hasta pegarse al mío y tomándome una mano la depositó sobre una de sus tetas para que la palpara, un cosquilla me subió desde el estómago hasta el pecho al sentir el contacto con su piel, mi cuerpo se erizó por completo. Mi mano acariciaba su teta y sin intención alguna comencé a jugar con su pezón, esto hizo que se endureciera rápidamente, su mano ahora acariciaba los míos, nos colocamos de frente una a la otra para mayor comodidad y continuamos con aquellas inofensivas caricias. Ketty se abandonó por completo y colocándose boca arriba me dejaba jugar con ellos, el instinto me condujo a darles un beso a aquellos pezones y terminé chapándoselos, la mano de Ketty acariciaba mi cabeza y jugaba con mis cabellos. Mientras estaba entretenida con sus pezones ella tomó una de mis manos y la hizo que recorriera su cuerpo hasta llegar a su concha, guiada por ella la subía y la bajaba. Cuando reaccioné sobre lo que estaba sucediendo me despegué de ella y mis mejillas tomaron un color rosa intenso, me había dejado llevar y estaba haciendo cosas que nunca antes había hecho. Ketty se dio de cuenta, hizo que me recostara nuevamente y colocándose casi encima de mi, limitándome al máximo los movimientos comenzó a chuparme mis tetas y mis pezones, aquello me gustaba, me provocaba una deliciosa sensación y una cosita que me subía y me bajaba por dentro, mi intención era apartarme de ella, pero el placer que me estaba proporcionando me lo impedía.
Metiendo su mano por dentro de mis bragas comenzó a jugar con mi conchita y a masajear mi clítoris, por primera vez en mi vida empecé a humedecerme, cuando ella lo notó depositó un beso en mi boca que me transportó al mismísimo cielo. Su lengua buscaba la mía con afán y ambas comenzaron una danza sensual. Con gran habilidad terminó por quitarme las bragas y abrir mis piernas lo más posible. Su dedo fue abandonando mi clítoris mientras se abría paso dentro de mi vagina, como estaba bien húmeda lo metía y lo sacaba con bastante facilidad. Abriendo sus piernas me invitaba a hacer lo mismo y le acepté el reto, mientras nos besábamos estábamos propinándonos una soberbia paja. Su cintura empezó a moverse y la imité, descubriendo que con ello lograba una mejor penetración de su dedo y mayor excitación. Pronto dejamos de besarnos y pasamos a los suspiros, los gemidos hasta llegar a pequeños gritos de placer. Mi cuerpo comenzó a estremecerse, a temblar, su dedo trabajaba con más rapidez, ella también se contraía y me pedía que le metiera dos dedos en vez de uno y lo hiciera más rápido. Sentí como un inmenso y extraño calor salía de mi cuerpo por la vagina, pasadas las contracciones sentí un relajamiento total, nunca antes experimentado.
Tuve que confesarle que era la primera vez en mi vida que me masturbaba, ella se reía y me hacia saber que se había dado de cuenta por mi forma de actuar, muy poco común en las chicas que lo habían hecho con anterioridad. Aquello me gustó mucho, le di las gracias por haberme hecho tan feliz y ella también lo hizo, pues la pasó de lo mejor conmigo. Otro largo beso nos unió. Decidimos vestirnos y comprobar si ya su hermano se había retirado con los otros chicos, al salir de la habitación todos estaban sentados frente a la tele mirando una película porno y ni se percataron de nuestra presencia. Aprovechamos la situación y salí rápido de allí. En mi casa por suerte no había nadie, por lo que la excusa de la no asistencia a la escuela me resultaría más fácil de inventar.
Llegué a mi cuarto y fui hasta la ventana, allí estaba Ketty como esperando por mi, después de decirnos adiós con las manos nos lanzamos unos besos y cerramos las ventanas.
Datos del Relato
  • Autor: plastilina
  • Código: 4706
  • Fecha: 08-10-2003
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.69
  • Votos: 67
  • Envios: 12
  • Lecturas: 6946
  • Valoración:
  •  
Comentarios


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6 comentarios. Página 1 de 2
lobo_calientee27
lobo_calientee27 18-02-2014 22:30:53

mmm me enecanto tu relato, esta muy excitante espero hagas mas

Luis
invitado-Luis 23-05-2007 00:00:00

Bueno yo pienso que el relato es bueno muy bueno exectuando los golpes como que no me parece pero esta chevere.

miguel
invitado-miguel 13-02-2004 00:00:00

buena historia buena trama tu imaginacion no vuela mucho como otras historias ke he leido sigue asi

Zelgadix
invitado-Zelgadix 26-12-2003 00:00:00

Ante todo, no se si esto es verdad por k e pasado de leer, pero digamos que es inventado!!! Es mazo de bestia que hayas puesto que a la tia le dan de ostias por ser lesbiana, y que la amiga se quede contenta al saberlo. O estas completamente salido o se te ha ido la mano con el relato. Zerugadisu Wortword

Zero
invitado-Zero 23-10-2003 00:00:00

ojala todas las historias terminaran con un final bueno

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