Hoy ha sido un día de mucho trabajo y él se siente cansado, deseoso de llegar a su casa, darse un baño y acostarse a dormir.
Al fin llega la hora de irse . Como siempre él se queda de último en su oficina, terminando de firmar los documentos a fin de que estén listos para el día siguiente.
Cierra su oficina y saliendo saluda al guardia de seguridad , deseándole buenas noches.
Busca el carro en el sótano del edificio donde tiene sus oficinas y por momentos se detiene como errático o distraído en sus pensamientos.
Cuando entra al carro, en seguida conecta el equipo de sonido y coloca uno de sus CD favoritos, música suave, esta vez instrumental , con la cual siente que la tensión acumulada durante el día se atenúa un poco. Se deja llevar por las notas musicales, sintiendo como la paz lo invade y lo disfruta, al tiempo que en su mente el recuerdo de ella se hace presente.
Se dirige a su apartamento, pensando que debería parar en un restaurante para cenar , pero decide seguir sin detenerse. Prepararé una taza de café y un sandwiche y mañana comeré mejor, pensó.
Llega al edificio donde vive, y todo se ve tranquilo por la calle. Es algo tarde y ya los vecinos se han recogido en sus hogares con sus familias , y muy pocos están aún conversando y tomando el aire fresco de la noche.
Piensa en esa mujer que tanto le gusta, pero que por miedo a enamorarse , dejó de llamarla y el tiempo fue pasando ,y aunque se dio cuenta de que la amaba, por temor a que ella ya no lo quisiera mas debido a su lejanía, nunca mas tuvo el valor de llamarla.
Siente el peso de la nostalgia , al aparcar el carro en su puesto. Desde el sótano el ascensor lo lleva directo hasta el hall de entrada de su apartamento , y agarrando su maletín se decide a llegar hasta su hogar, como siempre acompañado de su soledad.
Cuando el ascensor llega al hall de su apartamento, para su sorpresa y también susto, se encuentra con que el mismo está tenuemente iluminado con muchas velas aromáticas, las cuales dan un ambiente de paz y sosiego al mismo.
Sorprendido, deja el maletín y despacio se acerca al comedor, en el cual la mesa está servida primorosamente para dos, pero no ve a nadie. Solo las velas, y música muy suave, como a él le gusta lo acompañan.
Curioso y con el corazón que le late un poco mas aprisa, se dirige a la enorme cocina, y ve que hay fuentes de servir preparadas con alimentos, listos para la cena.
Se queda perplejo, ya que no sabe que está pasando, ni quien pueda haber estado en su casa, preparando todo esto.
En eso ve que encima de la mesa de la cocina, hay un sobre. Lo toma y lo abre y dentro encuentra una nota, en papel color lila, suavemente perfumado, donde dice que siga las instrucciones.
Las instrucciones son que debe ir siguiendo las notas que van señalando lo que debe hacer.
Deja que una sonrisa se le asome, pues el juego comienza a ser interesante y desde luego, sea quien sea la mujer que está ahí en su casa, tuvo que haber entrado con la complicidad de su hermana, pues es la única que posee una copia de la llave de su apartamento.
Decide seguir , así que la primera nota lo lleva hasta donde encuentra preparado una copa con su trago preferido, y luego le indica que debe dirigirse hacía su dormitorio .
Una vez ahí, le dice que debe ir hacia el baño, donde lo encuentra ya preparado, con el agua en su justa temperatura , con la espuma burbujeante del jacuzzi , por demás muy invitante.
Se desnuda, solo en el baño, sin ver a nadie. Se sumerge agradecido en ese baño de espuma y apoya su cabeza en una toalla doblada , ya dispuesta para que descanse . Bebe su trago al mismo tiempo que se relaja en el agua. Durante un rato deja que las presiones del trabajo se alejen, y no quiere pensar aún que es todo eso que está sucediendo . Piensa que debe de estar soñando, así que lo disfruta .
Luego, se da una ducha y se envuelve en una gruesa bata de felpa y encuentra otra nota, la cual indica que debe ir hacía su dormitorio.
Su apartamento es grande, así que sigue sin ver a nadie, lo cual lo sigue teniendo curioso.
Una vez en su cuarto, encuentra dispuesto encima de su cama, un bikini negro, nuevo que él no conocía, pero se lo pone. Luego unos pantalones que le gustan mucho, de color beige y que lo hacen sentir cómodo. Una camisa de mangas cortas color azul y mocasines sin calcetines, además de su colonia favorita. El todo está dispuesto para él.
Cuando termina de arreglarse, sigue de nuevo las instrucciones, que le indican que debe ir hacía el recibo y sentarse en una de las poltronas, el cual hace.
Una vez ahí, encuentra dispuesto una pequeña bandeja con sus entremeses favoritos, una cubeta de hielo con una botella de vino y dos copas de cristal.
Se sienta, ya a punto de empezar a abrir todas las puertas de su apartamento para saber quien está ahí y que se trae con este juego, pero decide esperar un poco más. Piensa que ya no debe de esperar mucho.
Siente un aroma de perfume de mujer, el cual lo hace recordar a esa otra mujer, y siente que su corazón se sobresalta, al inmortalizarla en su mente una vez mas.
La música sigue sonando suavemente, las velas arden y la atmósfera en su casa es de paz, y de tranquilidad, cosa que lo emociona profundamente.
Se distrae por unos momentos, aspirando ese aroma que percibe en el aire , cuando escucha una voz, esa voz que jamás se le ha olvidado, una voz que solo de escucharla hacía que el corazón se estremeciera y no puede creer que este ahí en su apartamento.
Se voltea a mirar hacía la entrada del recibo y la ve a ella.
Siente que sus ojos se humedecen de la emoción al ver esa mujer de la cual se enamoró, pero que por miedo a amar de nuevo, no tuvo el valor de decírselo.
Solo atina a levantarse y tenderle la mano y ella de forma muy tranquila, se le acerca y lo besa suavemente muy cerca de sus labios. Siente la tentación de abrazarla, pero se contiene, ya que aún sigue teniendo miedo.
Ella se sienta en una poltrona a su lado, y cruza sus largas piernas, vestida completamente de blanco, con un traje de tres piezas,muy escotado, compuesto de pantalón , una túnica sin mangas y una sobre túnica de mangas largas .
En sus pies, unas sandalias de color dorado . Solo lleva un collar de pequeñas perlas en el cuello, y dos pulseras en la misma muñeca también de perlas. Unos pequeños zarcillos a juego, exquisitamente elegante como siempre la recordaba. Sus manos de largos y finos dedos, están desnudos de anillos.
Ella lo queda viendo con serenidad y le dice :
- Hola, como has estado? - como si lo hubiese visto el día anterior, olvidando que han pasado mas de dos largos meses sin verse y sin hablarse.
- Bien, gracias - contesta él nervioso, aunque tratando de disimularlo
- Dime,¿ te sientes bien ? ¿ Descansaste con el baño ?
- Si, claro, muchas gracias - le dice con una pequeña sonrisa - me imagino que mi hermana te dio la llave para que entraras.
- Así es - contestó - creo que esta era la forma que tenía de hacerte saber de que yo no jugaba contigo cuando te dije que te había permitido acercarte a mi vida, aunque después te hayas desaparecido.
- No, no me desaparecí , en verdad no se que me pasó, aunque bueno, debo ser sincero contigo. Si sé lo que pasó. Me enamoré de ti, y tuve miedo de volver a amar. Por eso decidí sufrir en silencio el dolor de amarte.
- Yo no tengo miedo de amarte - le contestó ella - te amé desde el primer momento en que te vi - y jamás dejé de pensar en ti. Por eso, me atreví a hablar con tu hermana y decirle que iba a intentar este encuentro, aunque podía correr el riesgo de que te molestaras.
- ¿ Molestarme? No, al contrario, estoy agradecido que te hayas decidido a hacerlo. Yo tenía miedo hasta de llamarte...había pasado tanto tiempo y cada día , se me hacía mas difícil llamarte, por temor.
En eso, ella se levanta de la poltrona, y él hace lo mismo. Se acercan el uno al otro, como si de dos adolescentes se tratara, olvidando sus edades otoñales.
Se quedan parados los dos, frente a frente, sin atreverse a dar un solo paso más.
Se aman, ya no hay dudas y tampoco hay forma de seguir huyendo al amor y él por fin, deja a un lado su miedo a amar y a vivir, y la abraza besándola con infinita pasión y ternura, recordando un beso que nunca fue dado, hacía tanto tiempo ya...
Ella, le rodea el cuello con sus brazos, recostando sus senos de su fuerte pecho, permitiendo que los brazos de él la atrapen como dos fuertes tenazas, a sabiendas de que jamás la volverá a dejar ir.
Él la besa con locura, teme que sus labios se vuelvan a alejar y no quiere soltarlos, la abraza fuertemente por temor a que se vaya. Ella se entrega feliz a sus brazos y le dice:
- Sabes que jamás olvidé que me dijiste aquella vez, que me ibas a mimar... vine a que me mimes ... siempre.
- Te mimaré, mi amor, no me permitiré perder ni un solo instante mas de mi vida sin mimarte., y te deseo con locura. Quiero hacerte mía, para que jamás te vuelvas a ir de mi vida...
Así, él le quita su traje, dejándola solo con su ropa íntima puesta. Entonces, la agarra de la mano y la lleva hasta su dormitorio, donde encuentra que está iluminado esta vez con mas velas aromáticas. Se sorprende de la sensualidad y detalles de esta mujer y suavemente la acuesta en el enorme lecho.
La besa en su cuello, su rostro, sus pechos son centro de la máxima atención y ternura, pues ella los tiene grandes como a él le gusta. Sus pezones suavemente rosados, son besados con amor.
La deja por unos instantes , para quitarse la ropa, hasta quedar solo con el bikini negro, y ahora está seguro que fue ella quien se lo compró.
De nuevo, se adueña de ella, y la desviste por completo, y se ríe suavemente de su timidez , cuando ella quiere tapar su desnudez con la sábana.
Su falo se asoma por encima de la línea del bikini, y ella se adueña de su virilidad quitando esa pequeña pieza de ropa, dejándolo a su vez desnudo para ella, hermoso en su espléndida erección.
Ella lo acaricia suavemente con sus lisos cabellos dorados, recorriendo así todo su cuerpo, haciéndolo estremecer de éxtasis con su proximidad, y la realidad de tener a esa mujer a su lado .
Después de acariciarlo con sus cabellos, lo masajea suavemente con sus senos por todo su cuerpo, comenzando por su espalda, deteniéndose ahí un tiempo, al mismo tiempo que lo besa.
Luego le pide que se voltee y le permite besarla en sus pezones erectos de deseo por él ; ella sigue masajeándolo con sus pechos, deslizándose lentamente por sus piernas, una a la vez, para luego subir y detenerse en su erección, y ahí lo acaricia suavemente con sus senos, haciendo que sus gemidos de placer llenen la habitación.
Luego ella, suavemente lo saborea en todo su esplendor, proporcionándole una maravillosa sensación de placer nunca antes experimentado, ya que durante mucho tiempo fue algo que él soñó ...
Ella, decide entonces montarlo con ternura , dulzura y mucho amor, así que despacio permite que él entre dentro de ella, hasta convertirse en uno solo.
Se acoplan perfectamente y juntos comienzan ese baile especial de dos, al cual jamás se quiere renunciar y menos aún terminar...entrelazandose los dedos de sus manos, como una promesa de jamás volver a tener miedo de amar.
La música sigue sonando suavemente por todo el apartamento, las velas arden suavemente llenando de sutil aroma el apartamento.
La cubeta de hielo, el vino, y los entremeses quedaron olvidados en la mesa del recibo...
En la cocina, las fuentes dispuestas para la cena siguen esperando....
... ellos jamás se alejaran el uno del otro...
............. y hay tiempo para cenar....
Hola, quiero que sepas que de todos los relatos que he leído, este indiscutiblemente es el mejor, me gusta el modo tan erótico y romántico en que lo describes, ya que los anteriormente vistos por mi, no tienen otra cosa que peladeces, y te felicito, hace ver que el sexo con amor aún existe. Mil felicidades!!!