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Categoría: Maduras

ME PASÓ EN ACAPULCO

"Un joven en Acapulco conoce a una extranjera madurita con la que vive una noche de pasión."

 

Este relato es verídico y me pasó en Acapulco este 2001, yo soy de México D.F y este lugar es una playa que queda 3 h., por lo que resulta cómodo ir.

El viernes estaba en clase cuando mi papá me habló para ver si quería ir a Acapulco, yo acepté ya que no tengo novia en estos momentos, llegamos y resulto que estaba el spring break, como se imaginarán las niñas están muy guapas y con muy bonito cuerpo, salí todos los días a bailar y conocí muchas niñas pero nada mas allá de lo normal, mi papá se regresó el domingo y yo decidí quedarme aprovechando que un amigo de la familia nos había prestado su departamento.

El lunes llegué a la terminal por mi boleto, pero el camión más próximo salía a las 12 de la noche y apenas eran las seis, decidí irme al Carlos ´n Charles para seguir viendo mujeres, ya tenía tres horas, el cuello me dolía de voltear a ver tantas chicas tan guapas, ya había comido y estaba con una cerveza en la mesa, en eso se acercó una mujer como de 35 o 40 años, (yo tengo 24 pero me veo como de 21.

Se puso frente a mi mesa y pidió una cerveza, me volteó a ver y me dijo si podía sentarse, yo por supuesto le dije que no había ningún problema y comenzamos a platicar, resulta que ella es de Québec y estaba en México por tres meses para aprender español, me comentó que tenía una hija y que estaba viviendo en un departamento, yo ya tenía unas cervezas encima y el ver tantas mujeres me tenia excitado, por lo que decidí que o era con ella o me regresaría simplemente emocionado de ver tantas mujeres.

Después de media hora de plática le dije que tenia que regresar a México, pero que si me invitaba a quedarme me estaría toda la noche con ella, lo pensó mucho pero al fin accedió, cambiamos mi boleto y en el camino nos íbamos besando y tocándonos, al llegar a su apartamento nos besamos y juntamos las camas ya que había dos, ella comenzó a quitarse la ropa y yo hice lo mismo.

Se levantó y fue hacia mí, la besé la comencé a tocar lentamente recorriendo sus formas, ella es una persona madura pero a pesar de eso nadaba y corría diario según me dijo, por lo que tocaba su partes, la volteé y besé su espalda, ella gustaba de mis besos y caricias, nos fuimos la cama y seguimos besándonos, yo estaba bastante excitado por lo que decidí que era el momento de penetrarla, me puse el condón y lo hice suavemente la penetraba lentamente para que ella sintiera mi presencia, así estuvimos un rato hasta que le di rienda suelta a todas mis fantasía que tenía.

Digo, una de ellas se estaba convirtiendo en realidad, tomé sus piernas y las hice a un lado por lo que ella giró hasta dejarla en posición de perrito, se la metí así durante un tiempo yo escuchaba su respiración hasta que tuvo lo que supuse yo un orgasmo, para serles sincero yo tengo buen control y tardo un rato en venirme.

Además, estaba preocupado ya que en Acapulco es común que te roben de esa manera, por lo que me levanté y comencé a observar las ventanas, si no había nada raro, ella estaba acostada cuando yo desnudo de espaldas hacia ella me asomé porque escuché un ruido, ella me dijo que no me preocupara que era un vecino.

En eso ella se sentó y en su poco español me cuestionó que por qué no me había venido, yo le dije que no había problema que teníamos toda la noche, ella comenzó a besarme la parte de espalda y nalgas por la posición en que estábamos, paso sus mano delante de mí, me quitó el condón y me volteó para quedar mi miembro frente a su cara, ella lo tomó con la mano lo metía a la boca y lo pasaba por sus pechos.

Comenzó a chupármela de una manera deliciosa, me encanta que me la chupen, pero es raro que me venga, pero con ella sentía delicioso, sabía lo que hacía, no pude resistir y solté el primer chorro el cual ella absorbió completamente, enseguida lo sacó dejó que mi semen cubriera sus pechos y cara, después de esto yo me acosté y ella a mi lado, yo comencé a besarle tiernamente y ella me pidió que la dejara dormir un rato antes de continuar, yo le dije que sí.

Pero lo cierto es que seguí besándola, hasta que se volvió a excitar y me dijo que se iba a bañar, abrió la ducha y me invitó, nos seguimos besando, terminamos nuestra corta ducha y regresamos la cama ella se acostó y yo decidí besarle su concha, así lo hice hasta que una gran cantidad de su liquido cubrió mi boca, subí para penetrarla nuevamente, ella me recibió con grandes besos y caricias, apretó mi espalda, cuando la penetré de manera rápida, puse sus piernas en mis hombros y me movía rápidamente, entrando y saliendo.

Ella lo disfrutaba bastante, después me volteé para que ella me pudiera montar, metió mi verga desesperadamente y se movía rápidamente, yo no me acomodaba mucho por lo que me senté, puse mis pies en el piso y ella continuaba arriba de mí, me preguntó que qué intentaba, yo no hice caso y me levanté agarrándola por las nalgas, comencé a subirla y a bajarla ella se aferró a mi cuello me apretaba al tiempo que escuchaba sus pujidos de placer, así estuvimos hasta que dio un grito de placer.

Yo la tumbé a la cama y comencé a meterla con fuerza, no me acomodaba bien ya que la cama estaba más chaparra de lo normal, la levanté y la puse de espaldas en la luna frente ala cama, se la metí y ella sólo se agachó para penetrarla más, yo estaba muy excitado y comencé a meter mi dedo gordo de la mano en su ano, me comentó que le dolía un poco pero no hice caso ya estaba a punto de correrme y lo hice.

Me quedé así para sacar toda mi leche, cuando dejé de temblar por el esfuerzo ella se levantó sacó mi pene de ella, volteó y me dio un beso suave como de agradecimiento, me tomó de la cintura y me recostó, me pidió que la abrazara, ella me comento que estaba grande para un joven como yo, que realmente necesitaba descansar, se le notaba el sueño pero yo seguí besándola y acariciándola, para ser sincero soy muy romántico en esas circunstancias por lo que no dejaba de acariciarla, pero me tuve que levantar por agua ya que el calor era muy fuerte y al ser un departamento barato no tenía aire acondicionado sólo el ventilador del techo.

Me senté junto a ella le quité la sábana y observé su cuerpo, comencé a besarle un pecho después su estomago y después sus muslos, ella se acomodó para que mi boca llegara a su concha, estaba casi seca, pero con mi besos se fue poniendo húmeda de nuevo, yo obviamente me había sentado cerca de su cara por lo que al bajarme, mi pene quedaba por su cara, ella me preguntó si yo quería que ella me hiciera lo mismo, yo le dije que sí me pidió que me levantara para quedar yo encima de ella.

Lo metió a su boca con maestría como sólo lo sabe una mujer madura, yo trataba de concentrarme en su parte, no sé cuánto tiempo pasó pero ella se detuvo por unos momentos, su respiración era agitada, hasta que con desesperación sacó mi miembro de boca para hacer una exclamación de gusto y después dar un gran respiro, después me recosté en la cama y le pedí que se subiera, a diferencia del anterior ahora si nos amoldamos bien y ella comenzó a moverse, se recargaba con sus manos en mi pecho y se movía con más intensidad, así fue aumentando su movimiento hasta que tuvo otro orgasmo.

Se dejó caer sobre mí sin poder respirar, me abrazaba fuertemente, por lo que sentía su respiración agitada justo en mi oído, se levantó para poder tomar más aire, tomó la botella de agua que tenía en la cabecera tomó un gran trago, yo le pregunté que si se sentía bien ella me dijo que ¿¿¿si yo supiera lo que ella había sentido???, como interrogación yo hice una sonrisa, se acostó a mi lado y me comentó que ella ya no estaba para esos trotes pero que yo la hacía sentir muy bien, presa del cansancio se estaba quedando dormida, pero yo estaba preocupado por mi camión, por lo que me levanté y vi el reloj eran las cinco am.

Le pedí que me abriera para regresar en el camión de las seis de la mañana, ella al ver la hora se sorprendió ya que habíamos llegado a su apartamento a las 12 de la noche y ya eran las cinco, intercambiamos mails y me digo que ella estaría un mes más, por si quería visitarla, han pasado dos semanas y recibí un mail de ella en el cual me decía que había olvidado mi playera, que si no me la podía entregar sería un bonito recuerdo, pero que le quedaba uno mejor.

Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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