Esta experiencia casi inolvidable la tuve con mi cuñada, es la mujer del hermano de mi esposa, y desde el día que conocí a mi esposa no pude sacarme de la cabeza tener relaciones con ella, hasta el día que se me dio, es casi inexplicable.
Ella es de mas o menos 1,50 m. bien formada por ser adicta al gym, yo por lo contrario tengo 1,85 m. así que esa diferencia se nota bastante. Bueno la cuestión es que desde un principio me tenia mal de la cabeza, hasta el punto de volver al tema de la masturbación, ella es muy coqueta y tiene una cola admirable y sabe lucirla espectacular. Siempre pensé en una sola oportunidad y fue una espera de un par de años.
Un día se nos dio un viaje a una ciudad que queda mas o menos 120 Km de la nuestra y como su esposo no quería que viajase sola me pidió si podía llevarla así que acepte ansiosamente. En el viaje no charlamos casi nada interesante puesto que no podía sacarme de la cabeza la manera de poder encararla. Ella es unos años mayor que yo y el hecho de ser mi cuñada existía ese respeto familiar. Bueno llegamos sin contratiempos, ella tenia que hacer unas compras y visitar al oculista. Creo que se dio cuenta que durante el viaje no sacaba la vista de sus hermosas piernas... entra a probarse unas ropas que estaba por comprar y para sorpresa mía me llama al vestidor para darle mi opinion. Grata fue la sorpresa al entrar ya que lo que quería mostrar era una tanga “Mortal”... al salir de la tienda no dude un minuto más.
Entramos al auto, apenas cierra la puerta y dirijo mi mano directamente al clítoris de ella, ni siquiera nos miramos, me pidió que la llevara al oculista... seguro... fui a parar al primer motel que encontré. Esa era mi oportunidad y no podía desperdiciarla. Cuando entramos ella me dijo: ¿Que haces?... Le conteste que en minutos se iba a enterar. Nada mas entramos a la pieza, nos prendimos en un fuerte beso, quería disfrutar de cada segundo, así que fui quitándole la ropa lentamente y besando cada centímetro de su cuerpo hasta llegar a su almejita. La recosté en la cama y le di la mejor de las mamadas posibles, recorrí su clítoris con mi lengua hasta sentir que se empapaba de ese juguito que nos deja locos. Ella creo que estaba un poco sorprendida por el tema, hasta que entro en calor y nunca imagine lo fogosa que era.
Ella con su mano pequeña me agarro fuertemente de mi pene, modestia aparte... es un poco grande, al confesarme ella que nunca había tenido la oportunidad de tener semejante pija en la mano quería disfrutarla, así que le dije que era toda suya. Me tiro al piso y velozmente comenzó a chuparla y con una mano me masajeaba los huevos, fue una cosa de locos. Yo estaba por estallar, cuando le dije que estaba por terminar nada mas asintió con la cabeza e inunde su boca de semen. Ella no se daba por vencida, así que al rato no mas estaba erecto listo para el crimen me pidió que la pusiera despacio, la tire contra la cama levante su pierna al hombro y comencé el famoso meta y saca. Ella se agarraba de la sabana fuertemente y con los gemidos que largaba... me excitaba terriblemente.
Yo quería verla de arriba, así que ella se monto y como buen jinete comenzó a cabalgar y gemir terriblemente y de vez en cuando metía la mano para ver si realmente la tenia toda adentro, así me saco el segundo orgasmo en pocos minutos y ella no se daba por vencida. Me pidió un 69, que nunca lo había hecho, yo era directamente su esclavo. Apenas comenzamos y sin dudar introducí un dedo en ese hermoso culo que años me tuvo tan mal, en un principio lo esquivo pero luego de un par de intentos se dejo, así que seguí mas concentrado en su culo que en la flor de mamada que le estaba dando, hasta el punto que la acomode y le dije que no quería salir hasta no probar ese culito, ella me dijo que tenia miedo pues nunca antes lo había hecho y le asustaba la idea de tener mi pija adentro. La puse de cuatro en la cama, me pare y suavemente comencé a chuparle ese monumento al orto.
Mi cuñada se retorcía de placer, no dude mas y la penetre suavemente, ella pego un gemido de dolor... yo seguí intentado y penetrándola lentamente. Cuando note que se estaba masturbando y me pedio por favor que la metiera completa, así que sin pensar dos veces la mentí entera... por dios... ella grito y dirigió su manita juguetona para ver hasta donde la había penetrado. Cuando se dio cuenta de que la tenia adentro comenzó ella a sacar y ponerla hasta llegar a un ritmo de desenfrenado... “Por favor tírame la leche adentro me repetía” y como buen servidor le llene el orto de leche.
Quedamos palmados en la cama por un rato, yo todavía con la pija dentro sintiendo como se desvanecía lentamente y ella de vez en cuando apretando sus nalgas. Nos miramos y me dijo: “Esto fue una locura... pero la mejor cogida que tuve después de años de casada” y yo con una alegría terrible por haber cogido a mi cuñada que tanto tiempo fue mi fantasía sexual.