Mi fantasía era estar con un hombre negro, en mi entorno no había muchos, todavía no había llegado la inmigración al campo. Allí era todo naturaleza muy hermosa, pero no pasaba nada más que trabajar y disfrutar de meterse al río, subir al cerro, caminar entre los árboles y escuchar el silbido del viento y el canto de los pájaros.
En el pueblo se conocían todos, por lo tanto había que cuidarse mucho, así es que un homosexual como yo no podía hacer mucho, me iba al río, a un lugar poco frecuentado y allí me pajeaba echando a volar mi imaginación. A mis 30 años no había conocido hombre, a lo más alguna vez de joven, por bromear, toqué las nalgas de un amigo, pero no pasó nada más. No me casé nunca, y estuve en pareja con mujeres en dos ocasiones, sin llegar a tener sexo.
El trabajo en el campo me había formado un buen cuerpo, un trasero bonito. Pasaba el tiempo y pensaba que me iba a morir de viejo en aquel pueblo sin sentir un hombre dentro mío, solamente mirando porno en internet y pajeándome en el río.
Vivía solo, mi casa estaba rodeada de árboles, un campo de siembra y más allá el bosque. Un día fui al centro del pueblo, quería ir a la plaza y tal vez entrar al único cine que había y pasaba películas atrasadas.
Estaba caminando por la plaza cuando me encontré a una persona negra sentado en el pasto, la gente que pasaba lo miraba sorprendido, seguramente era la primera vez que veían un negro por esos lados, no pude evitar sentirme caliente. Me senté a su lado y sin temor le pregunté que hacía en el pueblo, me contó que estaba buscando trabajo, su español era deficiente. Había llegado de Haití hacía poco a buscar un mejor futuro, pero le había ido mal en la capital, así es que había empezado a recorrer distintos lugares buscando trabajo, estaba dispuesto a trabajar en cualquier cosa, con tal de juntar dinero para enviar a su país.
Sin dudarlo un minuto le ofrecí trabajo en mi campo, la calentura me llevaba a proponer cosas que ni siquiera sabía como solventar, aunque no me iba mal con mi sembradío, vendía bien mis productos a la capital y a otras ciudades, me cuidaba de tener el personal justo. Un trabajador más significaba más inversión.
Lo llevé a casa y le dije que descansara que luego veríamos como hacíamos lo del contrato y las funciones que debía realizar. Esa noche pensé como hacer para tenerlo lo más cerca posible. Al otro día conversé con jhonn y le dije que sus funciones estarían dentro de la casa, estaría a cargo de la casa mientras yo estaba en el campo. Si bien habían dos señoras que se encargaban de la cocina y el aseo, Jhonn estaría a cargo de los arreglos, el aseo profundo, el jardín y cosas por el estilo.
Trabajé ansioso esperando que pasara rápido el día para llegar a casa y ver aquel hombre que me tenía loco. Llegué a casa, me estaba esperando, las señoras ya se habían ido a sus casas. tomamos un café y luego le dije que me iba a bañar. A propósito no llevé toallas a la ducha y después de terminar, llamé a Jhonn, pidiéndole que me llevara toallas. Cuando entró, yo descaradamente salí desnudo de la ducha, él me miró y me pasó las toallas. Yo estaba muy caliente ya, y sin pensarlo tomé su mano y la llevé a mi culo, él se retiró, pero volví a la carga y lo arrinconé contra la puerta, bajé su pantalón, mirando su miembro hermoso y grande que se liberó de la prisión del calzoncillo. Se me caía la baba por la comisura de los labios. Me arrodillé y comencé a chupar aquel maravilloso pedazo de pene, fue creciendo dentro de mi boca, lo introducía más en mi boca.
Lo desnudé, tenía un cuerpo hermoso, aquel macho era un hermoso ejemplar de hombre y lo quería todo para mí. Estaba muy caliente, pero no quería acabar. Lo llevé a la cama y allí me senté sobre su miembro - ohh que gusto - dije a pesar de sentir el dolor de tener por primera vez una verga dentro mío y además de ese grosor y tamaño. seguí moviéndome como loco - así dámelo todo, quiero toda esa polla para mí, dame tu leche por favor - me sorprendía a mí mismo de decir tales cosas, pero la calentura era demasiada. Él estaba caliente tanto como yo, y metía su pene hasta el fondo con fuerza, decía cosas en su idioma que yo no entendía, me agarraba las nalgas y las apretaba. De pronto comenzó a moverse más rápido y a gemir con mayor intensidad, sentí como me llenaba de semen el culo, bien adentro, yo también expulsé mi semen sobre su estómago, pero seguíamos moviéndonos como locos.
Sacó su miembro de mi culo y quedamos ahí sobre la cama, pero dentro de poco tiempo lo llevé de nuevo a mi boca y comencé a chupara hasta que lo hice acabar en mi garganta, lo tragué hasta la última gota, jugué más con su miembro, no podía creer tamaña suerte, chupaba sus testículos peludos, me los metía a la boca. Esa noche casi no lo dejé dormir, una y otra vez lo hice correrse en mi boca, en mi cara, en lo profundo de mi hoyo, en mis manos, jugaba con su semen, lo saboreaba y lo tragaba con desesperación.
Así comencé mi aventura con Jhonn, me gustaba tenerlo dentro a cada rato, nos íbamos al río y allí lo devoraba una y otra vez.
En una ocasión estaba arrodillado con su pene en mi boca en el campo, cuando dos de mis trabajadores nos descubrieron, se quedaron paralizados ahí, yo no me despegué del miembro de Jhonn. Mis trabajadores comenzaron a tocar sus bultos, yo con un ademán los hice acercarse a mí, sin despegar mi boca de la verga de mi hombre, bajé el cierre de los pantalones de ambos y extraje sus miembros, no eran parecido en tamaño al de mi macho, pero tampoco estaban mal. Así me puse a chupar esas 3 vergas hasta que se corrieron, me chorreaba el semen por la boca, el pelo, la cara...Me puse de píe y puse mi culo a disposición de Jhonn que de inmediato de un tirón lo metió hasta el fondo, aquello era el séptimo cielo. Luego se turnaron los otros y así quedé allí lleno de semen en todas partes del cuerpo, chorreaba hasta por las piernas desde mi caliente hoyo abierto.
Jhonn ya lleva 5 meses viviendo conmigo hacemos fiestas en mi casa, todos los trabajadores asisten, sólo hombres, y quedo rendido, sin embargo no puedo dejar de comerme el miembro de mi hombre y ahora que mis trabajadores son también participantes de las orgías que hacemos en casa.
Hoy fuimos a buscar 5 hombres negros que vienen a trabajar en mi campo, los llevé a casa y les hice la prueba para que se quedaran a trabajar sin problemas, comerme sus penes y llenarme de su maravillosa leche. Luego Jhonn hizo los documentos necesarios y salieron a trabajar al campo, yo me quedé en casa jugando con la verga de mi hombre un rato, luego iríamos al campo, como era verano todos los hombres trabajaban sólo con pantalón corto y nada más, nadie usaba ropa interior así es que se notaban los penes y testículos por todas partes. Según mis trabajadores yo era un excelente patrón, y yo feliz de tomar harta leche diaria, sobre todo de Jhonn.
Un buen negro es inolvidable. Siempre hacen dar ganas de otro mas....asi te duela despues