Tambien soy yo una nube, suspendida en la agonia.
Mi alma cambia de color y espacios, según las brisas y según las cimas.
Vagando voy, transparente, como una cinta frágil, como una esponja; y a veces,como un corazón de plomo.
El mundo es ancho, no lo ignoro; ya que una nube se expande, no como una estrella, que tiene sus dimensiones seguras, nunca se esparce disipadamente.
Obtener un lugar en el espacio es una absoluta responsabilidad.
El alma es como agua comprimida, que corre negra o blanca por el cielo.
Es solo una ilusión...,o tal vez, tristeza...
nube que aguarda tempestades y se disuelve en llanto, la lluvia.
Me gustó mucho tu poema, Te felicito,Tienes mi voto seguro.