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Como todos los días de verano en el trabajo hacíamos jornada intensiva por lo que acabamos de trabajar a las 14h. Lo cual es genial porque te deja toda la tarde libre para poder hacer cosas que durante el año es muy difícil hacer.
Aquella tarde estaba disfrutando de mi nuevo coche por las calles de Barcelona, el cual diré es un Mini edición limitada. Para los que tengan algún coche de esta marca sabrán que es bastante común saludarse entre conductores que tienen un mini.
Pues bien, estando parado en un semáforo se paro al lado otro mini, este era descapotable. Lo sorprendente no era que hubiera otro mini en el mismo semáforo, sino que este lo condujera una porque no decirlo, atractiva mujer de unos 40 y tantos años.
Nuestras miradas se encontraron fugazmente justo antes de que el semáforo se pusiera en verde y cada uno continuara su camino, pero en ese fugaz encuentro me guiño un ojo bajándose sensualmente sus oscuras gafas de sol para mostrarme unos preciosos ojos azules. Ante esto me puse inmediatamente caliente con solo pensar lo que esa mirada podría decir, por lo que decidí seguirla con el coche disimuladamente por las calles de Barcelona. Fuimos zigzagueando hasta subir a la parte alta de Barcelona, en los semáforos veía como me miraba a través de los retrovisores sabiendo perfectamente que la estaba siguiendo. Fue entonces cuando ella paro su coche en la puerta de un lujoso hotel para que el aparcacoches se lo aparcara.
Yo sin darme cuenta ya me había metido en la zona del aparcacoches y el chico me ofreció aparcar el coche al cual accedí pensando solo en esa espectacular mujer que venia siguiendo casi sin darme cuenta. Al entrar al hall del hotel pude ver como pedía acceder a la zona de spa, cosa que yo también hice. Tuve que comprar en la recepción un bañador, que muy a mi pesar tuvo que ser de tipo slip. Enseguida me cambie y accedí a la zona de spa que aquellas horas de la tarde prácticamente estaba desierta.
Al principio no vi a mi misteriosa mujer, por lo que decidí hacer uso del jacuzzi.
Como era la hora de la siesta casi me quede dormido hasta que una mano me toco la espalda y me dijo:
•Hola, perdona pero.. ¿puedo meterme contigo en el jacuzzi? - Cuando abrí los ojos allí estaba aquella espectacular mujer de ojos azules, pelo castaño, pechos generosos, piernas estilizadas y de tan sensual voz.
•Ahh.. claro por supuesto.. me había quedado un poco dormido.. ya se sabe a estas horas..jajajaja
•Si, si, a estas horas es súper tranquilo esto. Mmm creo que no te había visto antes por aquí. ¿Es la primera vez que vienes?
•Ehh... bueno. Si, es la primera vez. Estoy algo tenso y he pensado que me iría bien poder descargar algo de tensión.
•Ufff.. que me vas a decir. Yo estoy súper tensa sobre todo después de tener que llevar a los niños al colegio y de ir al gym. Por cierto me llamo Alicia!
•Encantado yo me llamo Ernesto - Me levante un poco del jacuzzi para darle dos besos, ella se inclino y por poco no se cae de cabeza dentro, sino hubiera sido porque la sujete. Pero en el acto de sujetarla sin querer roce sus pechos, los cuales se irguieron temblorosos ante tal inesperado contacto.
•Aiix que torpe que soy casi me caigo, jajajaja. A veces soy un poco patosa- Mientras lo decía no pudo evitar lasciva sonrisa, mordiéndose sensualmente los labios.
•Jajaja no te preocupes. No ha pasado nada- En aquel momento ya tenia una erección debajo de aquel minúsculo bañador que ella creo noto, a tenor de su cara.
Continuamos hablando durante un rato de nimiedades hasta que se dio cuenta de que era muy tarde y que tenia que ir a buscar a los niños al colegio que salían en unos minutos. Al parecer iban a un colegio que estaba muy cerca de allí y era por esta razón por la cual ella aprovechaba las tardes para hacer un poco de tonificación en el gimnasio del hotel antes de ir a buscarlos.
Al final nos despedimos dándanos dos besos, momento que aproveche para poder acercar mi entrepierna a su mojado cuerpo para que viera como me había puesto la muy zorra.
Pasaron los días y decidí volver al spa para ver si volvía a coincidir con ella otra vez, ya que me había hechos unas buenas pajas recordando su lascivo cuerpo. La verdad es que me ponía mucho aquella mujer y fue entonces cuando decidí que tenia que ser mía.
Aquella tarde casualmente se me volvió a olvidar el bañador y me tuvieron que volver a dejar otro, que para fortuna de me querida Alicia me iba algo pequeño de la entrepierna. Ya que sin tener un pene muy largo si lo que tengo bastante grueso en cuanto al diámetro se refiere y eso sabía que a las mujeres les encantaba.
Cuando llevaba unos minutos en la piscina haciendo unos largos, vi que por la puerta entraba Alicia. Llevaba puesto un bikini negro que a duras penas tapaba sus exuberantes pechos y apenas un pequeño trozo de tela que dejaba ver en todo su esplendor aquel trasero tan bien formado por tantas horas de gimnasio, sus piernas parecían no tener fin. Su piel era de un color tostado, sin zonas blancas en su piel, cosa que me hizo pensar en que seguramente tomaría el sol desnuda, dejando acariciar su piel a los rayo del sol.
Al principio me hice el despistado para ver si ella me veía y se acercaba. Como parecía que me no me veía decidí salir de la piscina e ir a la zona del solarium donde ella tomaba el sol oculta tras unas gafas de sol totalmente opacas. Conforme me iba acercando, ella sonrío y levanto la mano para que la viera. Como si no la hubiera visto hacia rato...
•Hola!!!! Que tal como estas? - Diciendo esto se levanto para darme dos besos en las mejillas.
•Hola Alicia, que sorpresa verte por aquí otra vez!!!
•Jajaja, siempre estoy por aquí tonto, el que no había vuelto a ver era a ti. Y no será porque no te he buscado eh... - Dijo con una picara sonrisa.
•Me alegro mucho de verte otra vez Alicia. Veo que estas tomando el sol.
•Sí, me gusta sentir los rayos del sol en mi cuerpo. Aunque a veces creo que me paso porque en la terraza de casa también lo hago... aunque sin ropa jajajaja
•Jojojojo, lastima que aquí no se pueda hacer eso...
•Aixxx pero que dices, mejor así que sino la gente se asustaría al ver el cuerpo desnudo de una vieja como yo.
•Pero que dices, ya quisieran muchas de estas niñas pijas tener un cuerpo como el tuyo. Estas preciosa Alicia.
•Aixxx pero que cosas dices, vas a conseguir que me ponga rojaaa!!!
Continuamos hablando durante un rato de nuestras vidas, yo le comente que estaba soltero, aunque no era verdad tenía novia desde hacía muchos años y estábamos a punto de casarnos. Ella me comento que estaba casada desde los veinte años y que tenia dos hijos pequeños y que su marido viajaba continuamente ya que era comercial de una famosa marca deportiva, por lo que se pasaba muchas horas muertas sin tener que trabajar a causa de la holgada posición económica que le proporcionaba su marido. Tiempo que al parecer había decidido dedicarse a ella misma para mantenerse en forma.
Con el paso de los días fuimos intimando, contándonos cosas personales, ella me contaba que hacia tiempo que su marido no era todo lo que ella esperaba en un hombre en la cama. Que siempre acababa justo cuando ella empezaba a excitarse y que siempre tenia que acabar masturbándose con un dildo que unas amigas le habían regalado en una fiesta de tuppersex.
Un día que sus hijos estaban en unas colonias y su marido estaba fuera de viaje pensé que sería el momento de tratar de avanzar en mi plan maestro para conquistarla.
Al salir del gimnasio la invite a tomar algo en el bar del hotel, ella accedió gustosamente pero me dijo que quería ir a casa a ponerse algo más adecuado ya que solo llevaba ropa para el gimnasio.
Quedamos a las 8 de la tarde en el bar del hotel, cosa por la que tuve que decir a mi novia que esa tarde tendría que salir tarde porque se había presentado de improvisto un cliente muy importante y teníamos que acabar el proyecto para él.
A la hora indicada llegué al bar del hotel, vi a una mujer con vestido negro de noche, con escote que casi llegaba hasta el ombligo y que acababa con una mini falda que a duras penas tapaba su torneado trasero.
Alicia estaba tomando un McCallan doble con hielo en una de las mesas del bar.
Al acercarme a la mesa, puede ver desde una privilegiada posición que no llevaba sujetador ya que sus tersos pechos aguantaban impertérritos el peso de la gravedad y no necesitaban de artificios para sostenerse.
Nos saludamos como empezaba a ser costumbre con cariñoso beso en la comisura de los labios, momento que yo siempre aprovechaba para acercarme y oler su perfume.
Aunque note que había cambiado de perfume, y que este era todo lo sensual que una mujer puede ponerse para una cita.
Después de dos horas, Alicia ya estaba un poco borracha y reía con cualquier tontería que yo le decía. Sobretodo con tonterías subidas de tono, a las que ella siempre contestaba con una picara sonrisa. Como ya se hacia tarde decidimos marcharnos, entonces supe que mi plan había surtido efecto. Alicia no estaba en condiciones de conducir y porque no decirlo yo tampoco. Ante mi insistencia de que en ese estado no podíamos conducir, decidimos quedarnos a pasar la noche en el hotel, aunque por expreso deseo mío en habitaciones separadas. Quizás os preguntéis porque en habitaciones separadas y no en una única habitación, la razón es que quería que ella intentara dar el primer paso.
Después de registrarnos con nombres falsos, siguiendo esa tradición tan de famosos y que nos divertía tanto. Ya que le daba a la situación un cierto aire de misterio y morbo, que porque no decirlo a Alicia parecía gustarle, ya que la idea salió de ella y no de mi.
Mientras subíamos en el ascensor a las habitaciones no paramos de decirnos piropos cada vez más subidos de tonto y caricias tontas. Incluso hubo un momento en que ella me toco el paquete haciendo broma sobre el estado de mi pene ante sus provocaciones. Inmediatamente se dio cuenta de lo que había hecho, se puso roja como un tomate y empezó a reír a carcajadas. Al llegar a las habitaciones no despedimos dándanos las buenas noches y deseándonos dulces sueños.
En cuanto llegue a la habitación me quite la ropa y me fui a la ducha para intentar despejarme la borrachera que llevaba encima. Cuando estaba secándome el pelo picaron la puerta, abrí la puerta llevando el albornoz como única prenda. Era Alicia... también llevaba un albornoz aunque en su caso era un albornoz femenino, más corto que el mío por lo que era fácil entrever sus preciosos glúteos.
•Alicia, hola, sucede alguna cosa?
•No, bueno verás es que me iba a duchar y resulta que no funciona el agua caliente.
•Y porque no has llamado a recepción?
•Uff es muy tarde y no estoy en condiciones de ver a ningún operario.
•Mmm si quieres puedes ducharte aquí en mi habitación.
•Uff pues la verdad... no me vendría nada mal. Estoy muy cansada y necesito una buena ducha.
•Claro, Alicia. Pasa, adelante.
Acto seguido Alicia paso a mi habitación, no antes sin dejar de mirar el abultado bulto que a duras penas podía disimilar bajo al albornoz. Entro en el baño y cerro la puerta tras de si, quedándome yo allí petrificado ante la oportunidad que se me presentaba en ese momento. Al poco de cerrarse la puerta pude sentir el agua correr. Mi corazón palpitaba ferozmente y me mente no podía dejar de pensar en alguna excusa para abrir aquella puerta y ver a esa preciosa mujer duchándose. Mientras ella se duchaba yo me tumbe en la cama y puse el televisor que disponía de canales vía satélite. Cambiando de canal encontré uno de pago que a veces de noche emitía películas X, no pude apartar mis ojos de la pantalla. Por lo que no me di cuenta de que Alicia estaba en la puerta observándome mientras yo me tocaba mi erecto miembro viril casi sin darme cuenta.
• Ernesto, que estas viendo? jajajaja parece que te gusta no? - dijo Alicia mientras el cabello mojado.
• Ehh... uff no me había dado cuenta de que estabas fuera. ¿Llevas mucho rato?
• El suficiente... - dijo mientras se acercaba y se quitaba lentamente el albornoz, dejando ver un exquisito conjunto de lencería de color negro.
Alicia, pese a su edad tenia un cuerpo envidiable. Sus pechos erguidos y turgentes quedaban sostenidos por un corpiño entrelazado en su cintura. El conjunto continuaba con un liguero también a juego, un tanga con trasparencias que dejaba entrever un pequeño hilo de vello en el monte de Venus y unas medias con trasparencias en forma de flor que mostraban las esbeltas piernas de Alicia sujetas por las tiras del liguero.
Al llegar a la cama retiro el albornoz y dejo al descubierto mi hinchado miembre que palpita ante tal visón, suavemente lo acaricio mientras nos besábamos entrelazando nuestras calientes lenguas.
• Que sepas que llevo mucho tiempo esperando esto Ernesto-dijo mientras bajaba lentamente pasando su lengua primero por mi pecho, mi abdomen y por fin llegando a la base de mi falo.
• Yo también llevo mucho tiempo deseándote Alicia.
• Bueno.. ya no tendremos que esperar más-dijo mientras acariciaba mi pene y me miraba desde abajo con esa mirada felina que solo Alicia tenia.
Empezó un suave movimiento de subir y bajar su mano, acariciándolo como si de algo mágico para ella se tratara. Coloco su sus carnosos labios de manera que al bajar su mano mi pene dejara libre el glande, para así poder besarlo y chuparlo con su experta lengua.
• Ohhh, Alicia, que bien lo haces...
• Slurpp!!! Mi marido siempre me dice que soy la mujer feladora que ha conocido.
• Ufff creo que tiene razón el muy cornudo!!!!
• Es la primera vez que se lo hago a otro hombre que no sea él...
• ¿Y eso te gusta zorra?!!!!
• Mmmm, estoy muy excitada, me pones tanto-dijo mientras su ritmo felador aumentaba.
• Si..si sigues así me voy a correr...
• Tranquilo pequeño, sé que tengo que hacer para que no te corras.
• Ufff... no se si podré aguantar más!!
Alicia sin dejar de chupármela, presiono con los dedos la cara posterior de la base del pene para así aumentar el placer y a la vez retrasar la eyaculación al presionar en esa zona. En ese momento tuve el primer orgasmo seco de mi vida. La excitación seguia entre los dos, así que la tumbe boca arriba. Y sin dejar de besarla por todo el cuerpo y sin quitarle esa ropa interior que tan excitado me había puesto. Descendi hasta su monte de Venus, donde aparte la fina tela de su tanga para tener una visión directa de su vulva. Era una vuelva carnosa, donde el prepucio del clitoris predominaba entre los labios menores. No pude resistir la tentación de pasar mi lengua por esa zona delicadamente, mientras Alicia respiraba entrecortadamente y pronunciaba palabras que no lograba entender.
Mientras lamia su sexo, empece a jugar primero con un dedo, luego con dos acariciando aquel palpitante órgano que parecia moverse con el ritmo de sus respiraciones cada vez más rápidas. Seguia lamiendo, pero a la vez gracias a sus secreciones vaginales lubrica mis dedos para estimular su periné y poder llegar a su mano de la manera más delicada posible.
• Aixx... sepas que soy virgen por detrás, al tonto de mi marido nunca le he dejado que me follara por detrás. Pero... llevo una semana entrenando mi ano para ti... me he comprado un dilatador... anal para que puedas meterme con facilidad... ese pedazo de rabo que tienes por el culo!!!!!
• Jajaja que zorras que eres Alicia. Estaré encantado de desvirgarte por detrás. Que sepas que serás la primera a la que se lo hago, porque mi novia no se deja la muy estrecha.
• ¿Tú novia? Pero no me dijiste que estabas... soltero?
• Sí, eso te dije, pero solo era un truco para poder hablar contigo
• Argg que cabrón que eres... pero me gusta el misterio!!!! Ufff no puedo más quiero que me folles ya!!!
Ante tal petición pude negarme, así que aparte a un lado su tanga y de una sola estocada le meti toda mi verga. Ella gimio ante tal brusquedad, pero enseguida empezó a moverse con mi rabo dentro de ella. Empece un mete saca intenso, quería meterle hasta los huevos a la muy zorra. Al poco cambiamos de posición por lo que tuvo que quitarse tu tanga, el cual me lanzó para que viera lo mojada que estaba. Oler sus fluidos vaginales otra vez, aumento aún más si cabe mi excitación. Se puso encima mio dándome la espalda y apoyando sus pies en mis muslos para así poder controlar como ella quería la intensidad de la penetración. Desde aquella visión podía ver su trasero como se movía en un movimiento hipnótico en cada embestida.
• ahhhhhhhhhhh, que gusto, uf que placer, ahhhhhh.-decia Alicia.
• Te gusta sentir una buena polla dentro ehhh.
• Si!!!! Que buen rabo que tienes cabrón!!!!
• Así!!! dale duro Alicia, quiero que te sientas empalada!!!
• Uffff madre mía que sensación, cuantos años hacia que no tenia una buena verga dentro mío.
• Pues aquí tienes verga para cuando tu quieras...ahhhhh.. creo que me voy a correr...
• Ufff,ahhh yo también vamos...dame fuerte hasta el fondoo.....
• Ufff no aguanto... no quiero correrme dentro tuyo... podría dejarte embarazada!!!
• Jajaja tranquilo, tomo la píldora... Así quiero que te corras dentro mío... quiero sentir tu leche...
• Arhhh... me corro, me corro....
• Si,si,si,si yo tambiennn!!!! - Alicia se convulsiono y comenzó a temblar todo su cuerpo, mientras no paraba de gemir.
• Uffff que bien.. correrme dentro tuyo!!!
• Aixx espero que no sea la última vez que lo hagas hoy eh?-dijo mientras se levantaba y con los dedos saboreaba el semen que goteaba de su sexo.
• Aún tengo un trabajito pendiente no, Alicia?
• Si, carinño pero antes voy a ir a ducharme para que puedas hacérmelo bien tranquilo.
Continuará....
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