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Categoría: Lésbicos

Trío lésbico con mujer madura sumisa

Jorge y yo estábamos aburridos un sábado por la tarde. La verdad es que no sabíamos que hacer, habíamos organizado un poco la casa, y estábamos hastiados con la basura que estaban echando por la tele, así que lo mejor en estos casos es whatsappear en algún grupo o ponerte a navegar por la red.
Empezamos a navegar por la red para ver videos divertidos, ya sabes de esos que se ven a algunos frikis haciendo auténticas ‘gilipolleces’. En fin, te hacen reír y es una forma sencilla de evadirte. Poco nos imaginábamos que la cosa acabaría en un trío con madura sumisa.

Poco a poco nos iban saliendo videos de contenido adulto, y nuestro interés por esta temática iba creciendo, sobre todo en los que se veían varias personas fornicando a saco. A los dos nos iban la marcha y nos estábamos poniendo muy cardiacos. Acabamos viendo un video de un trío, dos chicas y un chico. Mmm estaban guapos los tres.
Jorge me puso de pie para que viera el video, mientras me besaba mi zona más íntima. Era una sensación muy estimulante, algo diferente que creo que nos gustó a los dos, tuve un buen orgasmo. Luego continué haciéndole una buen felación y noté como se lo ponía bien tiesa, hacía tiempo que no la sentía tan dura y con ese tamaño. El masturbándonos mientras miramos los vídeos, fue algo que nos encantó a los dos.

Una vez que acabamos, le comenté que estaría bien probar un trío en la realidad. Le pareció gracioso y por su cara estaba entusiasmado con la idea. El único inconvniente es que había que buscar una chica. El ser rió y me dijo, creo que tengo una candidata que con un poco de suerte nos la podemos agenciar hoy.
Le pregunté quien era. Se trataba de una compañera de trabajo un poco más mayor que nosotros, me dijo que llevaba tiempo tirándole los tejos de manera muy directa. La tía está bastante buena, la típica cuarentona divorciada que está para comérsela y que le encanta tirarse yogurines. Creo que no habrá ningún problema en que me enrolle con ella, pero quizás lo del trío no quiera, pero podemos hacer lo siguiente.
Puedo whatsppear con ella, se llama Yolanda. Le digo que estoy solo en casa, si finalmente decide venirse, empiezo a liarme con ella y en ese momento apareces tú. Creo que con el sobresalto de pillarla se quedará bloqueada y estoy casi seguro que podremos hacer con ella lo que queramos. Será un auténtico trío lésbico con una mujer madura muy sumisa. La idea parecía graciosa y joder, era la mejor manera de ponerle salsa a sábado por la tarde.
Jorge se puso manos a la obra con su móvil y en 10 minutos ya la había convencido para que se pasara a verle. Menuda tipa, se iba a enterar de todo lo que le íbamos hacer. En una hora estaría en nuestra casa.
Jorge y yo quedamos en que yo me bajaría a la calle y esperaría a que entrara para que los pillara infraganti. Me dejó ver su foto de whatsapp, la muy zorra le había enviado unas cuantas fotos. Se trataba de una rubia con cara de viciosa, sumamente atractiva y se le intuían unos buenos pechos. La tía era perfecta para hacer un trío con una madura sumisa como queríamos.
Se acercaba la hora y me bajé a la calle. Estuve esperando un buen rato, hasta que por fin, vi llegar a una mujer rubia. Sinceramente la tía daba el cante porque iba como una auténtica prostituta. Un abrigo negro con una minifalda, medias de encaje y unos botines con un tacón enorme. Madre mía qué ‘choni’, si bien reconozco que Jorge había elegido una buena candidata, mi estilo es un poco más pijo que la de esta madura tan guarrona.
Dejé que transcurrieran unos 15 minutos y me subí. Al abrir la puerta no se oía nada por lo que me dispuse a buscarles. A medida que me acercaba al salón, notaba ‘ruiditos’ y allí puede ver como Jorge la estaba dando por detrás. La escena era auténtica, así que me recreé unos segundos contemplando el espectáculo. Pasado este tiempo, era el momento de entrar en el juego, así que dije con voz muy enfadada” Jorge cabrón que haces con esta puta”. El plan para hacer nuestro trío con la mujer madura sumisa estaba en marcha.
Jorge fingió muy bien, y empezó a tartamudear, la rubia tenía una cara de susto que la hacía muy apetecible. “No pasa nada Jorge continua con lo que estabas haciendo, parece que te estaba gustando mucho, así puedo aprender cómo dar gusto a un cabronazo de tu calaña”. La rubia le miró con cara de incredulidad y Jorge volvió a sus quehaceres libidinosos. La tía no puso ninguna resistencia, aunque se la notaba un poco contrariada, pero a medida que las embestidas se hacían más fuertes, ella se dejaba llevar, mientras me miraba de vez en cuando con rostro de acojonada. Tenía la cara perfecta para hacer este fantástico trío.
Decidí ponerme a su lado y empecé a susurrarle al oído ”Qué guapa, ¿te gusta mi chico? Vamos disfruta, que quiero que se quede contento”. No me contestaba y cada vez se estaba poniendo más cachonda “Bueno zorra, que puedo hacer contigo,¿ crees que te vas a ir de rositas? ¿Cómo te llamas?”. La rubia me contestó “Me llamo Yolanda. Joder tía perdona, no sabía que este cabrón tenía chica, pero me está encantado que me folle y que tú me hables al lado. Pídeme lo que quieras”. La situación estaba como bien había planeado Jorge, en el punto que queríamos.
“Bien Yolanda, no está bien tirarse a los novios de otras, así que tendré que castigarte”. Cogí y le metí mi tanga en la boca, mientras Jorge seguía follándola. Cogí un pequeño cinto y azoté su espalda tan sensual. Mientras la azotaba, le pregunta si estaba bien, ella me decía que sí. Jorge me guiñaba el ojo mientras la castigaba. ” Yolanda parece que puede ser nuestra ‘putita’, te gustaría”, Ella asintió como una auténtica loca.
Decidí que había que le quitaba el tanga de la boca “Bueno Yolanda toda perrita debe saber lamer bien a sus amos, así que por favor empieza a besar mi coño para que me vuelva loca, si lo haces mal daré ordenes a Jorge para que te azote ese ‘culazo’ que tienes”. Yolanda no replicó y comenzó a besar mi clítoris de forma muy servicial, si bien había que depurar su técnica por lo que Jorge tuvo que darle algún cachete. La muy zorra estaba aprendiendo muy bien después de sus merecidos correctivos, llevándome a varios orgasmos. Además la obligué a que también besará el ojete de mi precioso culo y estuvo genial, el trío con esta mujer madura tan sumisa había sido espectacular.
Jorge y yo habíamos matado varios pájaros de un tiro, por un lado habíamos realizado nuestro primer trío además de tener una experiencia sado maso y por otro, había tenido mi primera experiencia lésbica y había adoptando una nueva mascota,  a Yolanda. Joder la tarde de sábado estuvo genial. Yolanda se había convertido en nuestra perrita fiel con la cual jugaríamos en más ocasiones para hacer otro trío con esta madura sumisa.

Datos del Relato
  • Categoría: Lésbicos
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