Después que uno va alcanzando mayor edad, quizás sea por un problema biológico o algo parecido, las mujeres de nuestra edad nos van dejando de gustar y preferimos a chicas más jóvenes que nos revivan ese ánimo en el placer, les confieso que follarme a mi mujer en ocasiones me cuesta trabajo que la verga se me ponga dura, sin embargo, cada vez que tengo la oportunidad de follar con alguna jovencita, esta me responde como si tuviese 20 años, he tenido muchas y variadas experiencias con muchachas jóvenes, pero cada vez las busco con menos edad pues me place sentir esas carnitas duras y tiernas. La última que he conocido es a Silvia una mocita de 15 años recién cumplidos, hija de unos noruegos que viven en nuestra misma calle. Cada día cuando Silvita salía para el colegio yo me paraba en la ventana a observarla, pues la falda corta que se pone permite ver a plenitud sus bien formadas piernas y hermosos muslos, su caminar es bastante sensual y ha hecho que en mas de una oportunidad me haya visto en la necesidad de hacerme una paja mirándola... de verdad que estaba obsesionado con la mocosa... No se como su familia se enteró que yo había sido profesor de la universidad y vinieron a mi casa para ver si yo podía repasar en sus asignaturas a la chica, pues no le iba nada bien en la escuela... al principio tuve dudas de aceptar la propuesta, pero otro plan daba vueltas en mi cabeza y terminé por aceptar, de todas formas yo pasaba el día completo en la casa escribiendo y leyendo, por lo que no me afectaría mucho el dar unas horas de clases a la chica... En la fecha y hora convenidas, el padre llegó con la chica y después de una formal presentación se retiró dejándola en mis manos... comencé indagando por las materias donde más dificultades tenía y casi era en todas, la muchachita no era para nada inteligente, por lo que me costaría bastante trabajo actualizarla y ponerla al nivel del resto de los estudiantes de su clase... ese día estuvimos por más de dos horas revisando los planes, libretas, libros y demás materiales para ponerme al día, no tuve tiempo siquiera de fijarme en la condenada chiquilla que tanto me gustaba... hablé con sus padres por teléfono y les dije que la situación requeriría un esfuerzo extra, por lo que tendría que venir todos los días al menos por tres o cuatro horas, ellos se mostraron preocupados por lo que les podría costar tantas horas de clases, pero de inmediato les hice comprender que lo hacía por la chica y mi afán de ayudarla, que no les cobraría nada, por lo que se pusieron muy contentos. Al día siguiente después de regresar de la escuela, aún vistiendo su lindo uniforme la chica llegó a mi casa... le ofrecí una merienda que devoró con mucho gusto y comenzamos nuestras clases... la puse a hacer algunos ejercicios para comprobar sus habilidades y mientras ella se empeñaba en resolverlos mi vista no dejaba de recorrer aquella linda cara y aquel lindo cuerpecito, en dos oportunidades me sorprendió mirándola y solo dejaba escapar una risita picaresca... De verdad que no me percaté en el momento en que lo hizo, pero cuando volví a mirarla, los primeros botones de su blusa estaban abiertos y me permitían ver la entrada de sus pequeños y nacientes pechos... Con el pretexto de comprobar lo que hacía me coloqué detrás de ella y pude contemplar por entre la blusa unas pequeñas teticas pero con unos gruesos y rosados pezones, lo que de inmediato motivó a que mi verga respondiera y se pusiese tiesa... en aquella situación se me hacía difícil abandonar la posición que tenía pues la chica se daría cuenta de mi estado y permanecí allí por un rato hasta que logré calmarme y sentarme en el sofá frente a ella para continuar mirándola bien. Nuestras miradas se cruzaron en varias oportunidades... la chica que comprendí era bastante maliciosa comenzó un juego con sus piernas abriéndolas y cerrándolas... mi excitación comenzó nuevamente y ya no pude disimularla más, pues el bulto que se me hacía era perfectamente visto por ella... Cada vez que nuestras miradas se cruzaban la muy putica se reía y volvía a bajar la mirada hacia su cuaderno... me llamó para que le aclarara un problema que no entendía y cuando me coloque junto a ella intencionalmente hizo rozar su hombro contra mi verga, por lo que de instinto me hice hacia atrás casi con un salto, lo que motivó que su risa fuese mayor aún... enseguida me di de cuentas que la chiquilla no era tonta, tendría sus problemas con los estudios, pero era bastante avispada en otros menesteres... nuevamente me acerqué a ella, pero esta vez fui yo quien con la mayor naturalidad le recosté mi verga a su hombro y comencé a pasársela lentamente... la chica no me decía nada y yo continuaba aprovechando la situación, decidí entonces ser un poco más audaz e introduje una de mis manos dentro de su blusa mientras con la otra liberaba mi verga de su encierro... eran una teticas espléndidas, sobre todos aquellos pezones gruesos y bien formados que comencé a acariciar y jugar con ellos... al percatarse que con la otra mano me estaba haciendo una paja se puso de pie –¿quiere mejor que yo se la haga?— me quedé estupefacto con la pregunta de la chiquilla... ya mi excitación estaba al borde de la desesperación y sin pensar en las consecuencias que eso podría traer terminé por sacarle la blusa que apenas le quedaban dos botones por abrir... jamás había visto unas tetas tan hermosas, chiquitas, pero puntiagudas y con unos hermosos pezones... me senté en la silla que anteriormente ella ocupaba y comencé a chupárselas, me cabían completas dentro de la boca... ella solamente me miraba y se reía... –¿hoy no se había hecho ninguna paja?—, ¿qué quieres decir con eso?—, --que yo todos los días lo veo en la ventana cuando yo paso y se hace una paja mirándome—, ... las palabras de la chica me dejaron atónito, no sabía si continuar lo que estaba haciendo o detenerme en ese instante... –no se preocupe, continúe que yo ya estoy acostumbrada a esto—, --¿cómo que estás acostumbrada a esto—, --si,... en la escuela yo dejo que los chicos me miren y me cojan las tetas para hacerse pajas y cada uno cuando termina me da un dólar, por eso es que falto tanto a las clases y estoy retrasada, pues casi siempre estoy en el gimnasio con los chicos—, aquella confesión me parecía casi imposible de creer, la muy putica hasta cobraba por hacer pajas... le pedí entonces se quitara la saya y comencé a pasar mi lengua por aquella linda conchita mientras seguía con mi paja muy lentamente... quitándome el short que traía puesto me senté la chica sobre las piernas y saqué la punta de mi verga por entre las suyas... le pedí que siguiera ella haciéndome la paja mientras continuaba jugando con sus pezones y besando su cuello, espalda y brazos... aquello resultaba exquisito, la sensación de aquel cuerpecito suave y rosadito pegado al mío propinándome tanto placer... decidí entonces darle placer a ella también y comencé a jugar con su chochita que ya estaba húmeda, sentí como se estremecía de placer y por sus contracciones comprendía que había tenido más de un orgasmo...—¿eres virgen?—, --no, hace tiempo dejé de serlo, pero mis padres no lo saben—, ... acto seguido como actuando por un reflejo cargué aquella linda niñita y lentamente la fui bajando sobre mi verga, que ayudada por la humedad que ya tenía facilitó la penetración en su coñito rubio, al principio hizo una leve mueca de que algo le había dolido, pero al tenerla toda en su interior su cara hizo un gesto de satisfacción... –todavía la tienes grande y dura a pesar de tus años—, y diciendo esto comenzó a girar sus caderas en todas direcciones como buscando llegar hasta el final de mi verga que estaba deseosa por comenzar a soltar chorros de leche... cuando sentí que me iba a venir la detuve hasta que la sensación fue mermando, la chica continuó con sus movimientos y con una maestría inigualable, sin sacar la verga de su coñito dio la vuelta y se colocó de frente a mi, ahora saltaba como si estuviese montada en un caballo, me apretaba por el cuello y me abrazaba con mucha fuerza, sentí como se estremecía y llegaban sus orgasmos una tras el otro... –¡así....así... métemela duro que quiero sentirla... dámela que me estoy corriendo, asiiiii, asiiiiiiiii, yaaaaaaaaaaaa.....—, y afanosamente como por instinto buscó mi boca y chupaba mi lengua con la pericia de una mujer adulta mientras seguía moviendo sus caderas... no pude aguantarme más y descargué toda mi leche en aquel coñito húmedo que al sentir su calor seguía contrayéndose... cuando hice un gesto como para bajarla de su cabalgadura se opuso y me pidió dejarla otro rato en esa posición... no paraba de mover sus caderas, lo que provocó que en muy poco tiempo mi verga volviera a ponerse dura como al principio... hacía ya muchos años que esto no me sucedía y de un polvo a otro tenía que esperar un tiempo prudencial, pero aquella chiquilla había logrado que en cuestión de minutos mi verga volviera a resucitar para seguir cabalgándola, se notaba que la muy pilla tenía experiencia y sabía lo que hacía... continuando en su cabalgadura y con el movimiento frenético de sus caderas logró hacerme venir nuevamente no si antes correrse ella dos o tres veces...sus sollozos y gemidos se habían convertido ya en gritos de placer y lujuria, en ocasiones le tapaba la boca temiendo que algún vecino pudiese escucharla... cuando por fin bajó de su caballo este estaba ya sin fuerzas y abundante leche corría entre sus piernas y las mías, por lo que la llevé a la bañera y juntos nos duchamos... mientras nos duchábamos continué observando y acariciando aquel sencillo y casi diminuto cuerpo que tanto placer me había proporcionado momentos antes... cuando terminamos de secarnos sus manos fueron directamente a mi verga flácida y sin fuerzas y se puso a jugar con ella como esperando una nueva reacción, --no pierdas el tiempo, le dije,...ahora si le va costar trabajo volver a ponerse dura—, --¿tu crees?...¿quieres ver como vuelvo a ponerla dura?... me parecía mentira lo que estaba escuchando de una chica tan jovencita... y arrodillándose ante mi comenzó a besármela y acariciármela, me chupaba los huevos y como por arte de magia mi verga volvió a despertar, lentamente iba levantando se cabeza como queriendo reconocer a quien le estaba proporcionando tanto placer...sus juegos no terminaron hasta verla completamente dura como al principio y me pidió fuésemos para mi cuarto pues aquello merecía una recompensa... en esta oportunidad me coloqué encima de ella y abriendo sus piernitas todo lo más que podía volví a penetrarla hasta llegar a los huevos, la bombeaba con fuerza, como si fuera una mujer madura y ella resistía y disfrutaba cada uno de mis embates...me parecía mentira de cómo mi verga podía alojarse completa en aquella pequeña conchita, ya la verga me dolía por el esfuerzo realizado y la estrechez de aquel coñito pero tenía que llegar hasta el final... me costaba trabajo volver a venirme, situación de la que ella se percató y me dijo me acostara yo debajo volviéndose a montar en su cabalgadura, era una maestra cuando asumía esta posición, ahora tenía más facilidad y libertad porque estábamos en la cama y agachándose sobre mi verga comenzó a subir y a bajar cada vez con más fuerza hasta que logró extraerme la poca leche que ya me quedaba...quedé tirado sobre aquella cama sin fuerzas ni para levantarme y sentí como nuevamente fue a la ducha y tomó para la sala a vestirse y recoger sus cosas, no tuve fuerzas siquiera para salir a despedirla y sentí cuando cerró la puerta de la calle... varias horas después cuando logré incorporarme y llegar hasta la sala, sobre la mesa me había dejado un papelito que decía: “GRACIAS POR LAS CLASES, HE ENTENDIDO MUY BIEN Y APRENDIDO BASTANTE, MAÑANA REGRESARE PARA CONTINUAR CON NUESTRAS LECCIONES”... Un beso.... Joly...
No, no se preocupen por toda la leche que descargue dentro de la pequeña, la muy putica tiene puesto un anticonceptivo. Cada día a partir de las cinco de la tarde Joly llega a mi casa y ya hemos conformado un excelente programa de repasos, destinamos una hora para las diferentes asignaturas y las dos restantes nos la pasamos follando y divirtiéndonos, la chica ha adelantado bastante en la escuela y los padres están muy agradecidos por mi trabajo... esto sin saber que realmente el agradecido soy yo...
que candente y buen relato, debe ser riquísimo cogerse a una rica cole