... me dio la vuelta y empezó a hacerme el amor como un loco, estaba muy excitado y no se daba cuenta que casi me rompe en dos, comencé a gritar, tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida con ese tío, me volvió a dar la vuelta, me puso a cuatro patas, me agarró de los pechos y sentí como me la iba metiendo poco a poco hasta que estuvo entera dentro, entonces empezó más fuerte, cada vez más fuerte, sentía tanto placer que casi me desmayo, él estaba muy excitado y no podía aguantar más (bastante había durado ya), termino en mis pechos, entre gritos de placer que se mezclaron con los míos.
Cayó rendido encima de mi:
- ¿Te ha gustado la sorpresa? - no tuve ni que contestar, era evidente que sí.
Intenté levantarme, pero las piernas no me respondían, él empezó a reírse y yo también de mi torpeza, fui al baño a darme una ducha rápida.
- Te lo dije - gritó desde la habitación
- ¿El qué?
- Que lo ibamos a pasar en grande - empecé a reírme con más ganas, salí envuelta en la toalla, llegué a la habitación, le miré a los ojos y dije:
- Lo que tú tienes entre las piernas, sí que es grande.
Se vistió, nos fumamos un cigarro tirados en la cama, había que descansar después de tanto ejercicio duro y dijo:
- Tengo que irme, pero nos volveremos a ver.
Y así fue, tuvimos una segunda cita, pero eso ya es otra historia .....