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Categoría: Incestos

con mi madre y con mi tia

Mi nombre es x acabo de cumplir los 18 años. Mi familia está compuesta por mis padres él tiene 44 años y ella 36 y mi tía Teresa de 31. Mi tía vive con nosotros desde que el año pasado se quedó viuda y sin hijos debido a un accidente laboral de su marido. Mama es mas bien rellenita sin ser precisamente gorda, tiene un culo bastante amplio dentro de unas caderas rotundas y unas tetas fenomenales, debe gastar una 118 aproximadamente, es muy morena y no es ni guapa ni fea no obstante cuando ríe es encantadora, tiene un carácter muy alegre y siempre está dispuesta a divertirse. La tía Tere parece una modelo, mide 1,71m. sus medidas aproximadas son 95/64/93, sus piernas son preciosas, largas y muy torneadas, el color de su piel es de un moreno tirando a bronceado natural, en fin, todo una mujer bandera. Su carácter era muy alegre y dicharachero se reía por cualquier cosa, su marido era un tiazo y se notaba que ambos estaban muy enamorados. Desde la muerte de el su carácter se agrió, nunca se le veía una sonrisa y prácticamente no salía de casa, solo salía cuando su hermana se enfadaba y entonces a regañadientes la acompañaba, no quiso saber de mas hombres los que más se aproximaron a ella fuimos mi padre y yo.

Con 18 años yo hacía pajas por cualquier cosa y como lo más cercano que tenía eran mi tía y mi madre aprovechaba la más mínima circunstancia para espiarlas. A pesar de que las dos eran tremendamente recatadas siempre había algún discuido, un día mi tía creyéndose que estaba sola se metió al baño sin cerrar la puerta, la dejó ligeramente entornada yo con mucho sigilo me acerqué y al verla totalmente en pelotas me hice una tremenda paja, en otra ocasión le tocó el turno a mi madre estaba en su habitación con mi tía probándose unas ropas que habían comprado y no se dieron cuenta de que la puerta estaba entornada, mama sacó una bolsita de una tienda de lencería y le dijo a su hermana... Haber que te parece esto. Se sacó las bragas y el sujetador y yo con un pañuelo en la mano me casqué una paja de las que hacen época, por poco me descubren ¡Qué buena estaba mi madre! ¡Que culo y que tetas! Desde esa mi gran afición era meterme en el baño y buscar tanto las bragas y sujetadores de mi tía como las de mi mama y pegarme tremendas pajas.

Un buen día por el trabajo de mi papa nos tocó un crucero por el Adriático para tres personas y entonces empezó la polémica, mama y papa no querían dejar sola a la tía, ella dijo que no tenía importancia y que nos fuéramos los tres, era lo lógico, entonces papa haciendo uso de su autoridad ordenó que el crucero lo realizaríamos, mama la tía y yo con lo cual la polémica quedaba zanjada. Yo tenía una ilusión tremenda, había oído que en esos cruceros siempre viajaban chiquitas y menos chiquitas que lo único que pretendían era pasarlo bien y yo estaba dispuesto a dar todo de mí para que ellas lo pasaran bien al igual que yo, claro.

Llegó el esperado día del embarque, subimos a bordo y el Sobrecargo nos condujo a nuestros camarotes, estos eran tremendamente confortables y los tres se comunicaban entre sí, se hizo la distribución de los mismos y a mí me tocó el del medio (decisión de mama). Se acordó también que no se cerrarían las puertas de comunicación, por lo que pudiera pasar. Después de instalar mis cosas salí para hacer una primera inspección del buque, sobretodo de sus pasajeras, lo único que me estaba encontrando eran parejas de ancianos, como todavía estaba subiendo gente a bordo, me dije, bueno las jóvenes serán las ultimas en embarcar por lo cual seguí paseando por el barco con el objetivo de conocerlo lo mejor posible. A las dos horas el barco zarpó, salió de puerto a las 18,00 horas y por megafonía nos comunicaron que podíamos pasar a los comedores para el almuerzo, me fui a buscar a mama y a la tía y a las 18,45 fuimos al comedor principal, al entrar el alma se me cayó a los pies, las personas mas jóvenes que había entre todos los pasajeros éramos nosotros tres, mama y la tía no parecieron inmutarse pero yo sufrí una decepción terrible ¿Qué haría yo en ese barco durante esos 18 días?.

Al siguiente día se desató una tormenta terrible, me puse hecho una sopa, tenía un mareo tan grande que tuvieron que trasladarme a la enfermería, el médico de abordo me acostó sobre una camilla y me suministró un calmante y en ese momento entró el sobrecargo muy alarmado diciéndole que en las bodegas, viajaba un perrazo Pastor Alemán, propiedad de unos pasajeros, que debido a la tormenta se había puesto muy nervioso y era un verdadero peligro, el médico le dijo que no se preocupara pues le suministraría una pastilla que lo haría dormir 10 o 18 horas de un tirón, se dirigió a una vitrina y de una caja tomo un par de pastillas... Tu espera ahí en la camilla a que yo regrese ¿De acuerdo?. En cuanto salió, sin saber muy bien él porque, me dirigí a la misma vitrina que había quedado abierta y de la caja tomé 4 o 5 pastillas, las guardé y seguí tumbado en la camilla, mi cabeza empezó a funcionar a 1000 por hora ¡Bueno! ¿Y ahora que hago? Me preguntaba. Algo saldría. En cuanto regresó el médico yo ya estaba mas que recuperado, él cerró la vitrina sin percatarse de la falta de pastillas y yo regresé al camarote. Las ideas ya las tenía muy claras, tenía que contemplar a mama y a la tía sin impedimentos, había oído al médico que con una pastilla un perro grande dormiría sobre 10 horas, pensé que a una persona con media le sería mas que suficiente para que no se enterara de nada ¿Cómo suministrarla sin despertar sospechas? Los tres en la cena siempre tomábamos sopa o consomé, esa sería la vía, esa misma noche haría el intento, corte con sumo cuidado una de las pastillas por la mitad, me la metí en un bolsillo y escondí el resto.

Pasé el resto del día en ascuas y... llegó la cena, en un descuido de mama, deje caer en su sopa el trozo de pastilla, ella siguió comiendo tranquilamente, después de la cena, como a la media hora dijo tener mucho sueño y se retiro a su camarote, como no había nada especial la tía y yo nos retiramos también, con muchos nervios deje pasar una hora, cerré por dentro la puerta de comunicación con el camarote de mi tía y me dirigí al camarote de mama, con muchísimo cuidado abrí la puerta de comunicación y me la encontré durmiendo plácidamente, la llamé primero bajito luego mas fuerte y por último le di unas buenas sacudidas, no había quien la despertara, estaba cubierta con un edredón, se lo retiré y quedó ante mí con un camisón muy fino y bajo el unas braguitas de encaje preciosas (Nunca se las había visto) Volví a sacudirla y nada, nerviosamente fui subiendo el camisón, metí un brazo bajo su cabeza y se lo saqué totalmente, que tetas enormes tenía, no estaban para su edad nada fofas estaban mas bien duritas, los pezones negros y grandes como dedales dentro de una aureola de unos 5 Cm. Su monte de Venus estaba arrasado de pelos, se le salían por los laterales de la braguita, pasé mi mano suavemente sobre ellos. Mi idea original era contemplarla a placer y a ser posible cascarme una paja a su salud por lo cual le quité las bragas y ante mí quedó su hermoso y peludo coño, era la primera vez que veía uno de cerca y quise contemplarlo a placer, me senté en la cama a la altura de su coño y con los dedos aparté los pelos de su rajita, se la abrí ligeramente, pasé un dedo muy suavemente sobre ella de arriba abajo, cuando volví a subir con el dedo sobre la rajita observé que en la parte superior algo empezaba a estirarse (Era su clítoris, el granito del que tantas veces había oído hablar) Con el dedo empecé a rodearlo hasta ponérselo totalmente duro, en esto me fijé que los labios de su coño brillaban mucho y me llamó la atención, pasé el dedo un poquito mas profundamente y me quedé muy sorprendido estaba empapada por dentro, entonces introduje mas el dedo y este penetró en su interior totalmente, estaba muy caliente y mojado, escuché un gemido bastante fuerte y me llevé un susto de muerte, creí que se había despertado pero no, seguía durmiendo, metí entonces dos dedos haber que pasaba y estos entraron perfectamente, no lo pensé entonces, convencido de que no se despertaría me situé sobre ella, apunté la cabeza de mi polla al centro de la raja y se la fui clavando lentamente, todavía con miedo a que se despertara, como todo seguía igual empecé a meter y a sacar mi polla lentamente ¡Aquello era divino! Era la primera vez que metía mi polla en el coño de una mujer y esta no me importaba que fuera mi propia madre, estaba tan excitado que sin querer me corrí en su interior, me fui al baño rápidamente y con papel higiénico fui limpiando y extrayendo el semen del interior de su coño, a ella debía de gustarle porque aún dormida agitaba sus caderas y gemía constantemente, sus gemidos tanto me excitaban que mi polla se puso como una barra de hierro a pesar de haberme corrido, también quise ver hasta donde llegaba ella, empecé a masajear sus tetas y a chupar de sus pezones que los tenía duros como piedras.

Mis amigos me decían que a las mujeres les gusta mucho que las coman el coño y yo estaba dispuesto a pasar por todas las experiencias así que con un poco de reparo en principio acerque mi boca a su rajita, el olor que desprendía era afrodisíaco, sin pensarlo empecé a recorrer con mi lengua toda la rajita, por todos lados al encontrar el clítoris totalmente duro, lo cogí con mis labios y empecé a chuparlo, ella entonces empezó a temblar y a gemir muy fuerte y de su coño brotó un torrente de líquidos. Seguía durmiendo pero en su rostro había una sonrisa de satisfacción que era todo un poema, yo no podía mas por lo que volví a situarme sobre ella y le ensarté mi polla hasta el útero, con cuatro pistonazos empecé a correrme como un loco, entre sus flujos y mi semen tenía el coño totalmente encharcado, procedí a limpiárselo nuevamente, le coloqué las braguitas y el camisón procurando dejarla tal cual la había encontrado, salí del camarote, quité el seguro de la puerta de comunicación con el camarote de mi tía, me acosté y dormí plácidamente hasta que me despertaron.

Durante el día observé que mama andaba como inquieta y a veces me miraba fijamente, como pensativa, cuando la sorprendía mirándome ella rápidamente cambiaba la vista, en ningún momento llegó a decirme algo que pudiera ser sospechoso, eso si andaba contenta como unas castañuelas, irradiaba satisfacción por todos sus poros. Dejé pasar un par de días y esta vez le tocó a mi tía, repetí los pasos de la vez anterior pero al contrario, aseguré la puerta del camarote de mi madre y me introduje en el camarote de la tía, al igual que mi madre estaba cubierta con el edredón, al retirárselo me quedé pasmado con la boca abierta, mi tía solo tenía puestas unas braguitas, su cuerpo era sensacional, las tetas redonditas con los pezones perfectamente centrados y derechitos, una barriguita totalmente lisa y unas caderas rotundas, por lo que se veía a través de las braguitas un pubis gordito con un monte de Venus perfectamente arregladito, por los laterales de su braguita no salía ni un solo pelo, las piernas largas con unos muslos propicios al manoseo, en fin que mi tía estaba para comérsela. Le abrí la boca y la besé metiendo mi lengua en su interior, sabía delicioso, luego acaricié sus tetas y chupé sus pezones igual que un bebé, ella empezó a emitir ligeros gemidos, mientras chupaba de sus pezones con una mano acariciaba su coño sobre la braguita y cada vez gemía mas, pase mi lengua por toda su barriguita mientras mis manos y dedos sobaban sus tetas y pezones, baje y quité sus bragas, tenía un coño sensacional, los labios los tenía ligeramente abiertos, y el clítoris lo tenía totalmente excitado, al exterior de los labios vaginales asomaban ya sus flujos, aproximé mi boca a la rajita y empecé a lamer, introduje dos dedos en el interior de la vagina y empece a chupar su clítoris, ella empezó a tener como calambres por todo el cuerpo y en un momento que fije mi vista en su cara me dio la sensación de que me estaba mirando, de pronto tubo un espasmo muy fuerte y empezó a correrse de una forma tremenda, volví a fijar mi vista en su cara y ella permanecía con los ojos cerrados, su respiración era ligeramente agitada pero se notaba que dormía, yo meneaba mi polla mirándola ella, deje pasar un rato a que se calmara y entonces separé sus piernas, me introduje en medio, apunté mi polla y suavemente se la fui introduciendo, ella empezó a suspirar, elevó sus piernas y las cruzó sobre mis caderas... - Así mi amor, métemela toda, hasta el fondo cariño, no pares mi vida, me estas matando. Yo estaba asombrado, todo esto lo hizo y dijo totalmente dormida, la excitación que me produjo fue total y empecé a correrme y ella entre sueños y seguramente al notar el calor del semen entre gemidos se corrió también. Al igual que con mi madre la limpié bien la vagina para que no quedaran huellas y me retiré a dormir tremendamente satisfecho.

Al siguiente día mi tía dijo a mi madre que tenían que hablar... ¿Qué ocurre?... Dijo mi madre. Algo extraño me pasó anoche, en principio me pareció que soñando alguien me hizo una mamada como nadie me la hizo en mi vida, en un momento me pareció que el que me la estaba haciendo era José Mari, pero era tan rico y la echaba tanto de menos después de tanto tiempo sin hacer el amor que me abandoné totalmente, me corrí como una desesperada, luego el mismo que me hizo la mamada se montó sobre mi y me introdujo suavemente una polla bastante superior a la que tenía mi marido, me dio tanto placer que cuando el se corrió yo me corrí otra vez, te repito, en principio creí que había sido un sueño pero esta mañana revisándome la vagina me encontré un pequeñito rastro de semen. Luego es lo mismo que me pasó a mí hace tres días, no me atreví a decirte nada pero la historia es la misma, cuando me desperté por la mañana tenía una sensación extraña por todo el cuerpo pero al mismo tiempo estaba relajadísima, notaba un cosquilleo muy agradable en el coño, también me hice una revisión y no encontré nada extraño excepto que lo tenía mas dilatado de lo normal y no podía entenderlo. ¿Tu crees que José Mari de alguna forma nos drogó y violó? No solo lo creo, ahora estoy segura. ¿Qué vamos hacer? ¿A ti que té a parecido la función? ¿Te gustaría sentirlo en vivo? Porque yo cada día tengo mas ganas. ¡Por Dios Margarita! ¡Que es tu hijo! Si pero la cosa ya está echa, él hizo con nosotras lo que le vino en gana sin pensar que éramos su madre y su tía. ¡Bien! ¿Qué haremos? A partir de hoy las dos estaremos muy pendientes de lo que hace en la cena, estoy segura de que es cuando nos droga, en cuanto alguna de las dos detecte la maniobra buscará la forma de distraerle y cambiarle el plato o el vaso, lo que el utilice para drogarnos a nosotras y en cuanto le haga efecto hablaremos ¿De acuerdo?.

Esa misma noche yo tenía previsto meterle la polla hasta la garganta a mi madre y follármela a morir así que aprovechando un descuido de ella deje caer la pastillita en su sopa y en ese momento preciso mi tía me dice... José Mari... ¿Serias bueno y me traes el salero? Esta sopa la encuentro muy sosa. Por supuesto que sí tiíta. Me levanté y no pude ver la sonrisa de zorras que ellas lanzaron, Teresa cogió el plato de su hermana y lo cambió por el mío... Esta noche te tocaba a ti otra vez. Y tocará, pero a las dos... ja, ja, ja... Ten la sal tía. Muchas gracias cariño, eres muy amable. Las dos me miraba muy sonrientes y yo con el plato de la sopa delante miraba la boca de mi madre abierta tragándose mi polla hasta la garganta. Sobre la media hora me entro un sueño infernal, no podía entenderlo, las miraba a ella y se reían, les pedí disculpas me dirigí al camarote y según entre me quedé profundamente dormido sobre la cama sin darme tiempo siquiera a desnudarme. Me desperté y me encontré totalmente en pelotas en la cama de mama, ella estaba a mi lado con el camisón puesto pero con el coño al aire, mi tía estaba en la puerta de comunicación de pie con los brazos cruzados sobre el pecho en bragas y sujetador... ¿Qué pasa ? ¿Qué hago yo aquí? Eso me pregunto yo cariño... ¿Qué haces tu aquí en mi cama y en pelotas? ¿Por qué estoy yo así sin bragas si cuando me acosté las tenía puestas?.

Yo estaba desconcertado de todo, no me acordaba de nada ¿Cómo era posible aquello? De todos modos al ver el coño desnudo de mama y a Tere prácticamente en pelotas sin poder evitarlo mi polla empezó a estirarse y a mas velocidad de lo que yo quisiera, Tere mondándose de risa dice... Mira Margarita que cosa más linda está surgiendo ahí abajo en la entrepierna de José Mari. A ver, a ver, déjame ver eso... ¿Me dejas que lo toque hijo? Yo no sabia que hacer ni que decir, estaba totalmente desconcertado, Teresa se acercó a la cama... Margarita ¿Me dejas a mi tocarlo un poquito? Claro que si hija, esto es para las dos. Yo no entendía nada, la tía Tere cogió mi polla y de un bocado se la tragó, era la primera vez que alguien me chupaba la polla y sabía divino, a partir de ahí ya no me importó lo que pasara, mama se quitó el camisón, se colocó sobre mi cara y me dice... Hijo ¿No era esto lo que querías? Es todo tuyo... Tómalo. Mama me colocó su coño sobre la boca, con mis manos la tomé de las nalgas y comencé una chupada de coño como en su vida le harían otra, en un momento introducía mi lengua todo lo que daba de sí en su agujero y en otro chupaba con fruición su clítoris, Tere no paraba de chupar mi polla, simultáneamente ambos empezamos a descargar entre alaridos, mama en mi boca y yo en la de Tere. Tere siguió lamiendo y no permitió que se encogiera, se había quitado las bragas y el sujetador, se colocó sobre mí y fue bajando lentamente su coño sobre mi erecta estaca, esta la fue penetrando lentamente entre suspiros de ella, mama nos contemplaba complacida mientras se sobaba las tetas con una mano y con la otra se introducía un par de dedos dentro de la vagina, yo al verla le dije... Ven mama, déjame que te coma el coño otra vez. Ella sin pensarlo dos veces se volvió a colocar sobre mi cara, luego de un buen rato Tere pidió a su hermana cambio de sitio por lo cual mama se clavó mi estaca hasta la empuñadura y Tere me dio su coño, cogí el clítoris de mi querida tía con los labios y comencé a chupárselo, mama daba unas sacudidas tremendas sobre mi polla, empecé a convulsionarme, teresa gritaba y dejaba caer sus espesos flujos sobre mi boca y mama dio un alarido que debió escucharse en todo el barco, simultáneamente nos habíamos corrido los tres.
Los tres nos quedamos tumbados sobre la cama, yo en medio de las dos, las dos me acariciaban amorosamente y el resto del tiempo que nos quedaba de crucero nos lo pasamos follando y disfrutando de nuestros respectivos cuerpos, lo peor vino después, al finalizar el crucero y regresar a casa en 18 días mama descubrió que estaba embarazada y la tía Teresa en menos de un mes dijo que también estaba embarazada, papa en principio quedó un poco mosca, pero luego empezó a reír y dijo... No puedo sospechar nada raro porque sabía que en el barco no iban a viajar mas que ancianos, en Margarita no me extraña en absoluto, antes de salir le di una buena despedida y debí despistarme, en cuanto a ti Teresa no sabes cuanto me alegro, ese embarazo quiere decir que por fin has dejado de sufrir, me gustaría saber que tripulante fue el afortunado. A los nueve meses nació una parejita, una niña mama y un niño Teresa, lo más increíble era el terrible parecido que tenían conmigo, pero como era el hermano y primito no pasaba nada, por supuesto a la primera ocasión que los tres teníamos nos lo pasábamos follando pero... Con muchas precauciones.
Datos del Relato
  • Autor: incognito
  • Código: 13131
  • Fecha: 27-01-2005
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.68
  • Votos: 97
  • Envios: 18
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  • Valoración:
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1 comentarios. Página 1 de 1
brian
invitado-brian 11-08-2015 00:03:24

que rico , me encantaria lo mismo

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