Me compré un consolador nuevo de la Colección Katherin. ¡Tiene 15 pulgadas de largo y tres de grueso!! Ya tú sabes que me gustan esas cosas que me dejan bien satisfecha y me hacen sentir de todo, y creo que esta vez he encontrado el que mas me sirve y se adecua a mi persona.
Hice el pedido para ver si soy capaz de usarlo, y porque quiero darle una sorpresa a mi esposo cuando regrese a casa. Hasta ahora no he tenido mucha suerte con este aparato, debido a que sólo me he podido meter la mitad de la enorme cabeza.
No soy perezosa y me gusta ser valiente, y si no puedo por las buenas, puedo por las malas, por la fuerza, pero me siento muy desanimada porque al parecer necesito algo de motivación, entusiasmo.
- ¿Qué opinas tú, Karen? ¿Hay ningún remedio para esto? ¿Me lo podré meter todo?
- No seas tonta, creo que tengo la solución correcta para tu problema - dices sonriendo.
– Además, siempre he querido, desde hace tiempo, meterte un consolador.
Me llevas al cuarto y pides que me desvista. Todos los aparatos que uso, lubricantes, etc., están regados por toda la mesita en el copete de la cama, y allí, esperando sobre las almohadas mi nuevo juguete que acabo de comprar. Caminas hacia ese lugar mientras me desvisto.
- Esta cosas si que es grande!! - dices mientras intentas colocar tu mano alrededor del mango.
– Creo que de todos modos puedo metértelo yo misma, pero tienes que confiar mucho en mi.
Sentí un espasmo que me recorrió todo el cuerpo, por lo excitada que me puse, sólo pensar en colocar mis labios alrededor de ese palo tan enorme me hizo mojarme la cuca, sin mencionar lo que dijiste. Por supuesto que confío en ti, y el tono misterioso de tu voz me dice que voy a experimentar algo diferente, muy diferente.
Haces que me acueste de espalda en el centro de la cama, y colocas una almohada debajo de mi. Esto hace que mis caderas se levanten y mi cuca con su hueco espere deseosa a que me toques.
- Bueno, comenzaré lentamente al principio, porque necesitas un calentamiento y que relajes esos músculos para cuando llegue el momento mas importante.
Me agregas una cantidad bastante grande de lubricante, directamente en mi cuca que ya está bien mojada y comienzas a restregarlo en todas partes, aún en el medio las piernas.
- Ya estoy muy mojada, Karen. Ya me tienes bien caliente con tu conversación.
- Es necesario que confíes en mi, te repito. Tenemos que metértelo todo hasta donde llegue, y esta noche, mas adentro de lo que te imaginas.
Tus manos comienzan a darme un masaje, como si ya hubieran planeado todo por adelantado, en los músculos que rodean mi cuca. Se siente maravilloso y comienzo a mover las caderas lentamente, pensando en tus palabras con una curiosa mezcla de emoción, suspenso y tal vez un poco de temor, que se apoderan de mi.
De repente me penetras con dos dedos de ambas manos, desplazándolos con mucha facilidad dentro de mi mojado hueco carnoso. Doblas los dedos y estos se juntan transversalmente dentro de mis músculos internos, obligándolos a ceder y abrirse. Puedo sentirlos como se separan y abren camino bajo tu presión sostenida, y mi clítoris comienza a vibrar y palpitar a medida que se agranda.
Al continúar con tus masajes, comienzas a jalar hacia fuera tus dedos, aplicando fuerza a propósito. Uno de los dedos se tuerce hacia arriba y toca mi hueso pubico. Me restriegas con fuerza mientras metes el otro dedo. Mi punto “G” comienza a crecer, revelando su posición, y tu experto dedo llega exactamente a ese lugar, un buen blanco previamente escogido.
Con una mano me restriegas dentro de mi cuchara, en la capucha que encierra el clítoris mientras que con la otra cavas mas adentro hasta invadir mi punto “G” con tibias sensaciones. Me siento como si fuera a acabar, pero confirmas que estas sensaciones duran poco tiempo, y que me pasarán pronto.
Ahora tienes tus cuatro dedos bien adentro de mi temblorosa cuca, y persistentemente ne das en el punto “G”, apretándolo, en círculos, mientras con tu otra mano me restriegas la cuchara con fervor.
Mi clítoris está duro como piedra, por la fuerza de tu mano, y mis caderas se zarandean en círculos, con movimiento fuerte, pidiendo que me sigas tocando mas, como queriendo encerrar tu mano y apretarla, que la sigas metiendo hasta los calientes pliegues de mi cuca.
Sin ningun aviso, de repente estoy a punto de acabar - uno de esos orgasmos rápidos y cortos. Estoy paralizada en medio de este estímulo intenso que me llega como inercia. No hubo tiempo para actuar lentamente, y desarrollarse, transformarse en uno de esos orgasmo que me siempre me sacuden, pero así, ¡Nadie se queja! ¡Qué sabroso!! La cuca se me aprieta fuertemente en pequeños y rápidos estallidos mientras oleadas de ogasmo golpean mi cuerpo. Logro notar con cada espasmo, como se relajan los músculos de la cuca, y me metes la mano con fuerza mas hondo dentro de mi.
Mi cuca te recibe sin ningún obstáculo ya que tus empujes están bien medidos y son muy rítmicos; es necesario que yo no haga algún movimiento brusco o inconsciente. No tengo voluntad para detenerme ni para animarte a que sigas; no puedo hacer nada y sólo estoy allí, experimentado todo este placer que me das.
Mi orgasmo ya pasó, pero continuas restregándome bien duro mi clítoris y también el punto “G”. Lo que se siente es algo que no se puede describir. Después que acabé el clítoris se me vuelve hipersensible, y demasiados estímulo seguidos, sin parar, ya es demasiado para mi, porque me duele. – ¡¡¡Ayyyyy, ayyyy, para un poquito!!! ¡mas suave, mas suave!!, déjame respirar un poquito!!! Pero no te detienes: - Confia en mi- dices, con una sonrisa maliciosa.
Mis caderas se mueven alocadamente, intentando (creo) hacer que el clítoris se suelte y no lo puedas aprisionar mas, huyendo de ese estado de tantas sensaciones.
Parezco histérica, y realmente no puedo saber si lo que me ordena mi mente está llegando a la cuca. Algunas veces parece que estuviera hambrienta y pidiera mas, y con cada empuje de mis caderas solo consigo que me lo metas mas profundo y duro dentro de esa concha. Mi mente nada, como vagando sin ningún control. La mesa parece dar vueltas, y de repente, estoy consciente de que el dolor en ese sitio es una mezcla de otras cosas con mi deleite: mas que dolor siento gusto. Esta es una nueva puerta para mi, no se si soy capaz de mantener este nivel de placer, y mi mente comienza a aceptarlo (ya mi cuerpo pudo).
– Bueno, creo que fue suficiente para un calentamiento - dices mientras buscas dentro de una bolsa que traiste.
Sacas un juego de esposas para las muñecas y los tobillos, una cuerda bien larga, y seis pequeñas cadenas doradas.
– Confia en mi.
Después de ponerme las esposas en mis tobillos y muñecas, comienzas a amarrar las cuerdas. Ya me han marrado así antes, pero esta vez tengo una sensación de curiosidad y emoción por saber qué va a suceder. También siento tremor. ¿Qué otros placeres me esperan? ¿Los podré soportar?
Aseguras mis muñecas al copete de la cama, y jalas las cuerdas de mis tobillos hasta que pasen por las barras del copete; dan la vuelta por la parte de atrás y regresan. Cuando jalas esas cuerdas, lentamente se levantan mis piernas hasta quedar mas arriba de mi cabeza y pronto quedan bien abiertas. Los tobillos son obligados a permanecer a nivel de la cama porque están asegurados con las cuerdas también al mismo nivel de mis oídos - menos mal que soy un poco flexible, pero aun asi, mis músculos quedan demasiado estirados. Todo mi cuerpo está doblado por la mitad, con el efecto de que mi deseosa cuca no puede hacer nada, vulnerable a lo que quieras hacer con ella. Hechas otra dosis abundante de lubricante, y este gotea lentamente sobre mi cuca hasta el culo.
Tomas el dildo, lo enciendes y lentamente lo introduces dentro de mi apretado culo, suavemente restregando mi clítoris al mismo tiempo. La mezcla de sensaciones en mi clítoris y el culo pronto llega a mis músculos para hacer que se relajen, cuando el dildo es colocado firmemente entre mis nalgas, con un sonido distante como algo vibrando en la lejanía.
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- Vamos a ponernos de acuerdo y utilizamos un código. Puede ser una palabra. En el momento en que la digas yo me detengo, pero no la uses a menos que sea muy necesario - Mas tarde me dices cuál has escogido, una que no sea demasiado difícil de recordar.
Comienzas a restregar el lubricante en todo mi culo y cuca. Luego pegas la cadena dorada a cada uno de los anillos de los labios vaginales (tengo dos anillos en cada labio y otros dos en la capucha del clítoris). Haces que las cadenas de los labios lleguen hasta alrededor de mis muslos, las aseguras, uniendo la cadena del clítoris a la hebilla de mi cinturón. Toda mi cuca está bien estirada lo que hace que quede bien abierta. En este momento mi clítoris luce como si fuera una hinchazón roja y agrandada a la vista de todo el mundo. Con los labios mayores brotados hacia fuera, se pueden ver los músculos deseosos alrededor de la cuca, apretándose llenos de deseo por una penetración.
Agarras el dildo y lo untas con lubricante a lo largo del tremendo palo hasta que queda goteando, luego presionas el lubricante contra el hueco de mi cuca y lo aprietas directamente dentro de la vulva pegajosa. Esto me invade con un frenesí y ya quiero me que lo hagan, deseo que hundas esa cosa gruesa y gorda hasta bien adentro de la cuca. Ya soy como un animal rabioso lleno de deseo y lujuria, y te ruego que me cojas inmediatamente!!
Sonríes porque sabes qué está pasando. Colocas la cabeza en mi abertura. Con lento movimiento premeditado, comienzas a meterlo dentro del tembloroso hueco. No hay pliegues de piel que impidan al palo entrar y dificulten el trabajo para introducirse debido al grosor el enorme huevo de goma; es solo un pene de tres pulgadas presionado directamente contra el hueco de mi cuca, forzándolo constantemente para que se abra mas. Al principio no opone resistencia, estoy bien mojada con el lubricante y la cabeza entra fácilmente. Una de tus manos trata de persuadir a los músculos en el centro de las piernas para que cedan mientras con la otra presionas uniformemente el gran dildo para que siga entrando. Pronto, algo increíble: la cabeza ya está adentro.
Es inútil intentarlo pero trato de mover las caderas para que se meta mas. La temperatura debe haber subido 10 grados, porque estoy resbalosa con tanto sudor. Ya casi voy a tener un poderoso orgasmo y esto tú lo sabes bien.
Introduces el dildo hacia delante ligeramente y la abertura de mi cuca se traga otras dos pulgadas. Con la mano libre frotas mi clítoris expuesto, directamente con pequeños movimientos. Ya voy a acabar, pero de repente se siente cuando el huevo llega hasta algo que le impide seguir, como un impedimento, como si otra pared de músculos bien adentro de la cuca no desea que continúe entrando. Sientes cuando se detiene y lo presionas con fuerza. Un fuerte dolor en todo mi cuerpo y me sacudo: - Ya, para!! ¡Ya no puede entrar mas!! Espera un momento!!
- Lisa, solo te has metido cuatro pulgadas, y me parece que tu hambrienta cuca lo quiere mas adentro!! Confia en mi.
Empujas de nuevo - Ayyy!! – grito de dolor.
- Allí está bien - susurras. – Mantenlo allí y trata de recibirlo. Abre la cuca y abrázalo con los músculos vaginales. Déjalo entrar, solo tienes que abrirte mas y asi se irá hasta adentro.
Estas trabajando con el dildo dándole pequeños empujes, muy cortos, contra mis músculos internos. Cada vez que lo sacas se siente como si unos resortes de acero estuvieran apretando alrededor del pene y estirándose. Cuando lo presionas contra la pared vaginal el músculo cede y con mucho trabajo abre paso.
Ya estoy excitada de nuevo y casi voy a acabar como nunca lo he hecho, y también te estás prepandote para lo mejor. Cuando comienzan mis gemidos agarras el ritmo con tus cortos empujes, entrando solo una fracción mas interiormente con cada compresión. Mi cuerpo parece tener su propia mente y control, cuando la cuca, sin poder hacer nada por si sola, intenta expulsar este enorme intruso y opone resistencia para que el enorme huevo siga mas adentro.
- Voy a acabar, oh, Dios mio!! Voy a acabar muy duro!!! – grito tratando de soltarme de las amarras para mover mi cuca como terremoto contra el huevo.
- Eso es, acaba, Luisa!! Acaba con esa cosa adentro!! Abre esa cuca y aprietalo!! Trágate ese huevo hasta bien adentro de esa cuca ¡¡Acaba ya!!
Cuando la primera ola de orgasmo me golpea comienzas a hundir ese monstruo profundo dentro de mi. No me queda mas remedio que obedecer, y con cada espasmo la cuca se aprieta mas fuertemente contra aquel huevo, imposible continuar adelante.
Estoy acabando con una fuerza nunca antes imaginada, y mi cabeza comienza a nadar cuando mi cuerpo es sacudido con convulsiones mas fuertes.
El orgasmo fue largo y fuerte y parecía no tener fin. Mi mente está a punto de un desmayo cuando siento otro orgasmo que se aproxima, uno tras otro. ¡El que estoy teniendo todavía no ha finalizado y ya voy a a tener otro!!! ¡Incleíble!!
Temor y deseo luchan por tomar la delantera cuando mi mente como nadando lentamente se desvanece, dejando que el puro deseo y la lujuria se vuelvan mas intensos mitigando el placer.
Por fin, ¿Cuántos orgasmos voy a tener? Mi cuerpo no da mas y todo mi ser está envuelto por placer y sudor; cada músculo queda sin fuerzas, y caigo en un charco húmedo por la temblorosa piel mojada.
Lentamente retiras ese enorme huevo de goma, produciendo un ruido cuando la cuca chupa el aire (se creó un vacío) que me entra a toda velocidad por una cuca abierta, hinchada, que palpita, llena de satisfacción.
Suavemente pasas los dedos por mi cabello, sostienes mi cabeza porque estoy a punto de ponerme histérica.
- ¿Ves, linda? Yo sabía que te lo podías meter!!
Traducido por Marcos Urbina
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CUENTO ORIGINAL EN INGLES
"I got a new Dildo from "Kathleen's Collection", it's 15 inches long , and 3
inches thick! You know how I like that stuffed full feeling, but this time I
think I've met my match."
"I ordered it for a new challenge, and to suprise my husband when he returns.
So far I haven't had much luck, I can only get about half of the head in --- not
that I don't cum like mad trying, but it is a bit frustrating; perhaps I need a
bit more motivation, what do you think Karen, am I finally over the deep end?"
"Don't be silly, I think I have just the right solution to your problem," you
say with a grin, "besides, I've been wanting to try this on you for quite
awhile."
You lead me to the bedroom and tell me to get undressed. My usual assortment of
toys and lubes is strewn about the headboard, but on the pillow awaits my new
toy. You walk over to it as I undress. "This thing is huge" you say as you try
to wrap your hand around the shaft, "I think I can do it for you though, you'll
have to trust me completely."
A twinge of excitment runs through me, the thought of wrapping my lips finally
around that massive shaft has me wet already, not to mention your choice of
words. Of course I trust you, but the mysterious tone in your voice tells me
I'm in for something a little different.
You lay me on my back in the middle of the bed, and put a pillow underneath me.
This raises my hips and my pierced pussy eagerly awaits your touch. "We'll
start slow at first, I need to warm you up and relax those muscles for the main
event."
You pour a generous amount of lube directly on my already soaked pussy and begin
rubbing it all over, even down the inside of my thighs."I'm already pretty wet
Karen, you've got me pretty horny with your talk"
"You'll need it, trust me. This is about limits, and tonight you're going
beyond what you thought yours were."
Your hands begin a deliberate massage of the muscles surrounding my pussy, the
feeling is wonderful and I begin rocking my hips slowly -- thinking about your
words as a curious mix of excitement, suspense and maybe a bit of fear envelopes
me.
Suddenly you enter me with two fingers of both hands, gliding easily into my
soaking over-wet flesh hole. You curve your fingers and rake them across my
inner muscles, forcing them to submit and open. I can feel them give way to
your steady opening pressure, and my clit begins to throb and pulse as it
swells.
As your massage continues you begin to pull outward, opening me with a steady
deliberate force. One hand's fingers twist around and up beneath my pubic bone.
You rub forcefully as another finger enters. My G-spot begins to swell,
revealing its location, and your expert fingers home in on target.
You pull one hand out and rub the heel of its palm into my mound, rubbing my
hood over my clit while your other hand digs deeper to surround my g-spot with
warm sensations. I feel like I have to pee, but you assure me that the
sensation is only temporary, and it will pass.
You now have four fingers deep inside my quivering pussy, relentlessly stroking
my g-spot in tight , hard circles while your other hand rubs my mound
feverishly. My clit is stone hard beneath the force of your palm, and my hips
rock in a twisting, thrusting motion, begging more from your touch, trying to
enclose your hand in the hot folds of my cunt.
With no warning, I'm suddenly about to cum - one of those quick, short fast ones
I get from such intense initial stimulation. There hasn't been time to slowly
build to one of my body quaking orgasms, but who's complaining! My pussy
clenches in quick short bursts as the waves of orgasm crash on my body. I
notice, barely, that with each spasm as my pussy muscles relax, you're forcing
your hand deeper into me. My pussy admits you freely, since you've timed your
thrusts so well, but it's almost an involuntary act. I haven't the will to stop
you or incourage you, I'm just there, experiencing it.
My orgasm is over, but you continue rubbing hard against my clit and g-spot.
The sensation is overpowering -- after I cum my clit gets hypersensitive, and
continued stimulation is too much for me, it almost hurts."Ohh Ohhh, slow down,
gently--gently, let me catch my breath"
But you don't stop."Trust me" you say , with a wicked grin.
My hips are bucking wildly, trying to release(I think) my clit from its
oversensitized state. I'm kind of giddy, and can't really tell if my mind's
commands are getting through to my pussy. Sometimes it seems as if its hungrily
begging for more, and each thrust of my hips serves only to drive you deeper and
harder on target. My mind is swimming out of control.
The tables turn, and suddenly I'm aware that what pain there is gets mixed with
the pleasure in such a way as to intensify it. This is a new door for me, I
didn't know I was capable of this level of pleasure, and my mind begins to
accept it (as my body already has!!)
"Well that should do for a warm up" you say as you reach into a bag you've
brought with you. You bring out a set of wrist and ankle cuffs - fleece lined,
a length of rope, and 6 small gold chains. "trust me now"
After securing the cuffs to my ankles and wrists, you begin to attach the ropes.
I've played at light bondage before, but this time I'm again filled with a
curious sense of excitement, fear and anticipation. What new level of pleasure
awaits me, and can I handle It?
You secure my wrists to the headboard, and pull the ankle ropes through the
headboard and back over from behind. As you pull on the ropes, they slowly lift
my legs up and over my head. Soon my legs are spread widely and pulled over my
head, the ankles forced down to bed level and held securely by the ropes. My
ankles are at the same level as my ears - its a good thing I'm pretty limber,
but even then my muscles are definitely straining.
My whole body is now bent in half, with the effect that my eager pussy is
completely helpless and vulnerable to whatever you have in mind. You pour
another healthy dose of lube, and it drips slowly down my pussy to my ass. You
take my butt plug, turn it on and slowly work it into my tight ass, gently
rubbing my clit all the while. The mix of sensations from my clit and ass soon
encourage my muscles to relax and the plug is seated firmly between my cheeks,
buzzing away dreamily.
"Now we agree on a code word, if you say this word at any time I'll stop, but
don't use the word unless you absolutely have to" You tell me later that you
picked a word that would be purposefully hard to remember, let alone say in the
heat of the moment, to ensure that I'd only use it if absolutely neccessary.
You begin by rubbing the lube all over my ass checks and pussy. Then you attach
a gold chain to each of my pussy rings (two on each labia and two on my clit
hood) You then stretch the labia chains around my thighs and secure them,
attaching the clit hood chains to my garter belt. My whole pussy is now
stretched wide open and my clit is a swollen fully exposed red nub. With my
labia pulled out of the way, the eager muscles around my cunt can be seen
clasping in anticipation of your entry.
You grab the dildo and lube up the tremendous shaft until it's dripping with
lube, then hold the tube to my cunt hole and squeeze lube directly into my
sticky cunt. I'm worked into a frenzy now, I want to do it this time, I can't
wait for you to plunge that fat thing up my cunt. I'm like an animal driven mad
with desire and lust, and I beg you to fuck me soon!
You smile knowingly and place the head at my opening. With slow deliberate
pressure you begin entering my quivering hole. No folds of flesh to drag
against the shaft or get tugged inside by its thickness, just a 3 inch shaft
forcing directly against my cunt hole, steadily forcing it open wider.
At first there's no resistance, I'm absolutely soaked with lube and the head
enters easily at first. Your one hand firmly coaxing my inner thigh muscles to
submit while your other hand keeps a steady pressure on that massive dildo.
Soon, unbelievably, the head is in me. I'm completely helpless but I try to
rock my hips to help it in further. The temperature must hve climbed 10
degrees, 'cause I'm getting slippery with sweat. I'm very near a powerful
orgasm and you know it.
You push the dildo forward slightly and my gaping straining cunt swallows
another two inches. Your free hand is now working my exposed clit directly with
a small vibe. I'm ready to cum, but suddenly it feels like the dildo has hit a
barrier, almost as if another wall of muscle deep within my pussy is unwilling
to let it pass through. You feel this resistance and push firmly against it. A
shot of pain runs through me and I jump. "stop -- it won't go any more, wait a
minute!"
"You've only taken about 4 inches Lisa, and I can tell your hungry cunt wants it
all!! -------- trust me"
You push again --"ow" i shout, "right there" you whisper, "keep it right there
and work it, open that cunt and wrap it around that cock,---let it in now, just
work it through"
You're working the dildo in short thrusts against my inner muscles. each time
you pull out it feels as if steel springs are squeezing around the shaft and
shooting it out of me, and each time you push in that muscle wall reluctantly
starts to give way. I'm riding high again, about to come like never before, and
you're ready for me.
As I start to moan you pick up the pace of your short thrusts, going just a
fraction deeper each time. My body has a mind of its own, as my helpless cunt
tries both to eject this massive intruder and to impale itself further along its
massive shaft.
"I'm going to cum, oh my god I'm going to cum hard!!" I shout, fighting against
my bonds to work my quaking cunt against the dildo.
"That's it, cum Lisa!, cum all over that thing!, open that cunt and wrap it
around that cock!, swallow that cock deep inside that cunt and cum!
As the first wave of orgasm hits me you start plunging the dildo deep inside my
cunt; it has no choice but to obey, and each spasm clutches tightly against that
impossible shaft. I'm cumming with a force never imagined, and my head begins
to swim as my body is wracked with stronger convulsions. I'm cummimg long and
hard, there's no end in sight, and my mind is about to go as I sense another
orgasm building up behind this one. This one isn't even over yet and I'm about
to have another one!!
Fear and lust battle for the lead as my swimmimg mind slowly slips away, leaving
pure lust to hungrily soak up impossibly intense, unrelenting pleasure.
Finally, after how many? my body can't handle any more, my whole being is soaked
with pleasure and sweat; every muscle drained of energy, and I collapse in a
puddle of quivering flesh.
You slowly withdraw the massive rubber cock, it makes a sucking sound as air
rushes in my open, pulsing, swollen, grateful cunt.
You gently run your fingers through my hair, cradling my head and soothing my
near hysteria.
"See silly, I knew you could do it!
End of Story