Mi primera vez
Tenía como 18 años cuando descubrí mi sexualidad, a muy joven edad, por supuesto. Ese día me encontraba en la casa porque estaba enferma y ya estaba comenzando la primavera: Me quedé mirando por la ventana de mi habitación observando el cielo azul cuando oí a mi madre en el piso de abajo limpiando y viendo sus programas o shows favoritos de esa hora del día.
Fue cuando sentí una sensación extraña en la cuca (en esos tiempo yo no le decía así) que nunca antes había sentido. Me subí la bata de dormir y me toqué fuera de las pantaletas. Pude sentir como un calor que me salía de la cuca a través de las pantaletas. Luego me metí la mano hasta la parte delantera y sentí que tenía el clítoris mojado. Me asusté al principio porque no recordaba haberla tenido así antes, tan hinchada y crecida. Luego toqué un poquito mas adentro y noté el líquido cremoso y resbaloso que se escurría fuera de la vagina. Instintivamente comencé a darme un masaje con ese líquido cremoso alrededor de toda la vagina y cuando restregué sobre el clítoris sentí una presión demasiado grande que me dejó sin aliento.
Sin darme cuenta ya estaba apretando el crecido clítoris entre los dedos hasta que tuve mi primer clímax. Me acosté allí mismo, sintiendo que la vagina se me contraía y pude sentir que me salía mas de ese líquido cremoso, corriendo hasta abajo desde la abertura de mi cuca. Saqué la mano de las pantaletas y observé que estaba cubierta con ese líquido pegajoso pero no supe exactamente qué era, así que por curiosidad, lo olí y me pareció bueno el olor. Luego saqué la punta de la lengua y me toqué los dedos: me gustó ese sabor de esa cosa tan cremosa, y antes de darme cuenta, los dedos los tenía limpios de tanto lamérmelos.
Después de ese día comencé a masturbarme siguiendo un patrón fijo, a una hora fija y descubrí que el masaje en la regadera era bueno por lo cual me daba masajes y en solo minutos, con el agua que me entraba y salía del clítoris, obtenía gran placer. Fuen entonces cuando comencé a pensar en los consoladores o juguetes poco después que probé diferentes formas de producirme el orgasmo.
La experiencia que les relataré esta vez (mi esposo quiere que la cuente porque es una de las que mas le gusta) es sobre un viaje que hicimos una vez al interior del país cuando todavía era adolescente.
Durante toda mi juventud siempre nos fuimos en largos viajes que duraban hasta un mes a los cuales les llamábamos convivios. Mis padres eran maestros por lo que tenían todos veranos libres o de vacaciones.
En cierta ocasión hubo un convivio nacional en Yaracuy a donde íbamos cada año y a cada quien se le pedía que se vistiera como personas de principios de siglo, también a los jóvenes. Yo me vestía con un disfraz que imitaba a la niña de la serie televisiva “La pequeña casa de la Pradera”, de los años 60 o 70. Recuerdo que el viaje desde Táchira hasta Cojedes en la camioneta de mi padre fue muy largo. Yo me quedé acostada en la parte de atrás y comencé a sentir que algo me ardía entre las piernas. Me puse boca abajo sobre la cama de la camioneta y me tapé con las cobijas para hacer creer que estaba dormida. Extendí una mano y metí mis dedos por la parte de adelante de las pantaletas y me di masajes en el clítoris hasta que tuve el clímax. Cuando llegamos a las montañas de María Lionza, en donde acamparíamos, bajamos todo el equipo y armé mi propia tienda de campaña (parecida a las que usan los indios norteamericanos) como a cuarenta metros de la de mis papás.
La primera semana conocí a mucha gente nueva cuando nos sentábamos alrededor de las fogatas para conversar. Habian muchos muchachos y muchachas de mi edad y varios que ya conocía desde años atrás. Los turistas iban y venían cada semana y la mayoría de la gente no se quedaba mas de una semana porque se tenían que ir.
Luego, cierto fin de semana, llegó un tipo que me llamó mucho la atención. Se llamaba Juan y era muy alto, catire y tenía un cuerpo como de hombre. Yo estaba acostumbrada a ver cuerpos de muchachos sin músculos, sólo flacos, pero Juan los tenía bien bellos, contorneados, lo cual me volvía loca. Era mayor que yo porque yo sólo tenía diez y seis año, así que supongo que no se fijaría en mi.
Yo diría que era un tipo de persona entre adulta y muchacho. Había llegado con su papá y su tío para conocer estas montañas de Yaracuy. Los adultos tomaban y bailaban mientras los niños jugaban, y algunos se llevaban botellas de cerveza para tomar escondidos. Luego me hice amiga de Juan después de varios días y nos la llevábamos bien a pesar de la diferencia de edades. Debo admitir que después que lo vi ese primer día pensaba en él y me restregaba la cuca en las noches dentro de mi tienda.
Cierta noche cuando estábamos sentados alrededor de la fogata se hizo tarde y todos se habían retirado a dormir menos Juan y yo, que nos quedamos conversando. Se sentó mas cerca de mi y comenzamos a hablar de cosas personales. Nos metimos debajo de una sábana y pude sentir el calor de su cuerpo mezclado con el mio y también sentí esa tensión cuando quieres besar a alguien y no puedes. Se volteó hacia mi y me dio ese exquisito beso, húmedo y sexy. Me preguntó si quería ir a caminar con él y le dije que si me gustaría: tenía esa sensación de algo que me ardía en la cuca.
Caminamos hasta una fila de árboles lejos de todas las tiendas de campaña y de las fogatas, nos quedamos tanto tiempo que hasta las fogatas ya estaban apagadas. Colocó su mano alrededor mío y sentí que los pezones se me ponían duros y me daba cierto temblor, como frio. Voltee a verlo y le di un segundo beso. Yo había besado a algunos muchachos pero Juan si sabía como besar. De verdad ahora si sentía que me ardía la cuca y no entendía como un simple beso podía hacer me palpitara y se me mojara!!
Luego de un largo beso me acercó mas a él y pude sentir un duro bulto contra mi estómago: me di cuenta que era su huevo. Me encantó la idea de que me besara porque me excitó mas de lo que estaba.
Recostada contra un árbol en donde estábamos me atrajo hacia él para besarme de verdad explorando mi boca con su lengua. Yo estaba desesperada porque yo quería acariciarme el clítoris como siempre; tanto que ya no podía aguantar mas. Justo en ese momento sentí en esa parte de su pantalón una cosa dura que palpitaba contra mi clítoris. No pude evitar hacer mas presión contra su huevo. Se quejaba de placer mientras me besaba mas y mas. Luego comenzó mover la cadera de lado a lado y pude sentir que el clítoris se me había crecido mucho y que se me salía y metía cuando me pasaba su duro huevo, hasta que por fin sentí que se me venía el clímax y luego él se detuvo y me miró a los ojos.
– Vamos a algún lugar en donde estemos mas cómodos - dijo, agarrándome por la mano para llevarme a una zona en la parte de atrás de una de las tiendas.
Ya el clítoris me latía mas y deseaba que siguiera restregando su duro huevo contra la cuca. Me dio miedo porque no sabía qué me iba a hacer, pero yo estaba tan caliente y excitada que no le pude decir que no. Entonces me llevó a su tienda y abrió la entrada para que entrara. Le dije que en realidad no debería estar allí con él porque estaba prohibido y me preguntó por qué. Le dije que me preocupaba que papá se diera cuenta que no estaba durmiendo y fuera a ver en dónde me encontraba. Me prometió que sólo íbamos a estar un minuto juntos y acepté.
Entramos a su tienda, nos acostamos en su bolsa de dormir y comenzó a besarme. Sentí que su mano lentamente me subía el vestido.
Cuando sus manos llegaron hasta la parte de arriba de las piernas, entre los muslos, mi cuca comenzó a temblar casi llegando al clímax.
Intentó quitarme las pantaletas y yo no quise. – No quiero que me las quites – le dije. Entonces metió las manos debajo de las pantaletas y sentí cuando me metió el dedo entre los labios mayores de la cuca, ya bien mojados y crecidos. Se me escapó un quejido de placer y me tapó la boca con mi propia mano. Dejé que se me abrieran las piernas un poquito mas para que tuviera mejor acceso a la cuca, y sentí como una mariposa en la parte de abajo del estómago cuando me tocó el palpitante clítoris. Le dije que era mejor que se detuviera y nos fuéramos antes de que llegaran mis padres a buscarme. Yo sabía que no me estaban buscando porque habían estado tomando con las otras personas y cuando se fueran a dormir ya estarían demasiado tomados. La verdad es que no quería que se detuviera y no me hubiera gustado si lo hubiera hecho.
Actuaba como si no oía ni una palabra de lo que yo le decía y sólo seguía restregando y masajeándome el clítoris, el cual lo tenía agarrado entre el dedo pulgar y el índice. Me relajé un poquito mas y abrí las piernas mucho mas. Comenzó a besarme con mas fuerza explorando mi boca mas profundamente con su lengua. De repente me metió un dedo en la cuca y comencé a sentirme muy tensa cuando ya me acercaba al clímax. Luego metió y sacó el dedo lentamente al mismo tiempo que me masajeaba el clítoris con el dedo pulgar. Ya no pude controlarme y me puse a besarlo mas fuertemente mientras movía mis caderas hacia arriba y hacia abajo cada vez que el dedo entraba. El clímax parecía que comenzaba en la planta de los pies, luego los dedos de los pies y por fin, hasta la cuca. Este duró como cinco minutos, bien fuerte y en su punto máximo, hasta que acabé con otro que parecía que la tierra se sacudía en medio de un terremoto. Luego sentí como si mi cabeza nadara y todo mi cuerpo dando golpes. Ni siquiera me había dado cuenta que me estaba restregando los pezones con el jugo que me salía de la cuca cuando acabé.
Me hizo sentir tan bien que yo deseaba regresarle el favor, pero no sabía cómo porque nunca había visto un huevo sino en las fotos que una de mis amigas me había enseñado cuando trajo un libro de su mamá.
Con mucha curiosidad extendí la mano para ver como se sentía un pene al tocarlo a través de los pantalones. Pero para sorpresa mía, como ya se había bajado los pantalones yo en realidad le estaba tocando el huevo. No podía creer lo duro que estaba. Comencé a apretárselo suavemente con la mano y sus caderas comenzaron a moverse hacia arriba y hacia abajo. Me acostó de espaldas y comenzó a besarme de nuevo. Luego le solté el huevo y coloqué mi brazo alrededor de su espalda mientras nos besábamos. Sentí que me jalaba las pantaletas, intentando bajármelas pero le dije que no quería que me las quitara porque podía quedar preñada a lo cual contestó que solo quería restregar su huevo en la parte de afuera de la cuca mientras nos besábamos y que no me lo metería. No le contesté nada y solo levanté las nalgas de la bolsa de dormir. Sentí temblores que me bajaban por la columna vertebral al mismo tiempo que sentía que mis pantaletas me las bajaban piernas abajo. Luego saqué una pierna de las pantaletas y dejé la otra adentro para tener cierta seguridad, o al menos, esto me hacía sentirme segura de que no me iba a hacer nada. Me sentía muy vulnerable pero también tenía confianza en mi misma. Quería que me hiciera lo que quisiera pero al mismo tiempo no lo deseaba: no quería detenerlo.
Luego junté las piernas ligeramente cuando se acostó sobre mi y empezó a besarme. Yo estaba tan consciente y pude darme cuenta de su tibio huevo y sus bolas tocándome los lados de la cuca. Luego metió con fuerza su rodilla entre las mias y mis piernas quedaron separadas un poquito. Lo siguiente que sentí casi me llevó a otro clímax en seguida. Colocó la caliente cabeza del huevo contra mi clítoris y comenzó a rozarlo contra este, como dándole masajes. Extendí una mano y le agarré el huevo y yo misma lo comencé a desplazar de arriba abajo en mis mojados labios vaginales mientras él se quejaba: me decía que se sentía muy sabroso por lo que se lo agarró con la mano para enseñarme como hacerle la paja.
Me preguntó si me podía hacer algo que el sabía que me iba a gustar y le pregunté que estaba ya deseosa de que me hiciera todo lo que quisiera. Se bajó un poquito y me jaló el vestido hasta arriba hasta que mis pezones aparecieron. Todavía se sentían pegajosos porque me los estaba restregando con los jugos de mi cuca. Comenzó a lamerlos y a chuparlos y esto también lo sentía en la cuca. Pasó la lengua hasta mi estómago y la metió en el ombligo, cosa que por alguna razón también me pareció muy excitante.
Luego dejó de besarme el ombligo y pude sentir su lengua cuando se dirigía hacia mi bello púbico, por lo que me sentí como una mariposa, como si fuera a salir volando de la tienda de campaña. Lo siguiente que hizo fue tocarme suavemente el clítoris con la lengua y pasar la lengua por los labios menores y mayores de la cuca hasta la parte de abajo y luego bien hondo dentro de la panocha. Dejé soltar otro grito y me tapó la boca de nuevo.
Yo sentía golpes en todo el cuerpo y el cabello que se me paraba de punta. Luego sentí otro orgasmo que me sacudía ¡¡aparentemente mas potente que el primero!!
Juan se fue hasta arriba y comenzó a besarme los labios. En esa posición sentí el duro huevo presionando contra los labios menores de la cuca al mismo tiempo que me besaba la boca; el sabor de mi propia cuchara en sus labios y me encantó más que el de mis dedos por lo que me puse a lamerle los labios y la cara para saborear todo ese jugo que quedó de mi cuca, lo mas que pude.
Extendí la mano y comencé a hacerle la paja como me había enseñado. Luego puse la cabeza del huevo contra el clítoris y lo restregué bien alrededor para luego meterla entre los labios de la cuca hinchados y fue cuando oí el sonido que hicieron los líquidos de mi cuca cuando chorrearon hacia fuera, exprimidos por el pene. Cada vez que yo lo jalaba se colocaba mas cerca de la abertura, hasta que por fin pude saber como se sentía, así que le pedí que, por favor, no siguiera, y me aseguró que si iba a parar porque yo se lo pedía. Luego me asusté y le dije que temía quedar embarazada por lo que me aseguró que nadie sale en estado cuando lo hace por primera vez. Con esto, dejé que Juan me lo metiera lentamente en mi deseosa cuca.
Lo hizo con mucha suavidad y con cuidado y no se apresuró en nada: Yo había oído cuentos muy feos sobre lo malo que era la primera vez, y lo mucho que dolía, por lo que tenía miedo. Se notaba que no era la primera vez que Juan lo hacía y sabía como tratar a una muchacha nueva. Me estuvo bombeando como por dos minutos y luego sentí cuando la cuca se me contraía con otro orgasmo. El se quejaba en voz alta y sacó el huevo para comenzar a hacerse la paja. De repente sentí algo tibio y mojado que me cayó en la cara, luego en el cabello y el estómago y todo el vestido. Cayó cansado sobre mi respirando con dificultad, así que como terminamos, nos vestimos de nuevo y me llevó hasta mi tienda a la cual entré para acostarme a dormir.
Mis pantaletas se sentían frías pegadas a mi cuca porque todavía estaban mojadas por los jugos, y la sentía irritada pero no importaba: yo estaba muy satisfecha, complacida y contenta. Me acosté pensando en todo lo que había pasado y me restregué la cuca de nuevo: otro clímax hasta que se hicieron las doce de la noche. Me encontré con Juan una vez mas en su tienda antes que iniciaramos el regreso a casa y ya nos sentíamos hastiados de tanto hacerlo. Le di mi número de teléfono de San Cristóbal (él vivía en Barinas) pero nunca supe mas de él. Nunca se me olvida ese viaje a las montañas de María Lionza en el estado Yaracuy.
TRADUCIDO POR Marcos Urbina
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Cuento original en inglés:
My First Time
I became aware of my sexuality at a very young age of about 11 or 12. I was home from school sick one day in the early spring staring out the window of my bedroom looking at the blue sky. I could here my mother down stairs cleaning and watching her favorite daytime shows.
I felt a strange feeling in my pussy (I didn’t call it that at the time) that I had never felt before. I pulled up my flannel nightgown and touched the outside of my panties. I could feel the heat coming off my crotch through my panties. I slid my hand down the front of my panties and felt my swollen clit. It scared me at first because I didn’t remember it being swollen before. I felt down a little further and was surprised at the creamy slippery liquid that was seeping out of my vagina.
Instinctively I started massaging the creamy liquid around my entire vagina. When I would rub over my clit I would get a terrific pressure feeling that took my breath away. Before I knew it I was pinching my swollen clit between my fingers until I had my first climax. I laid there feeling my vagina contracting and could feel more of the creamy liquid running down toward my bum from my vagina opening. I pulled my hand out of my panties and it was covered with the slick creamy liquid. I wasn’t sure at the time exactly what it was so I smelt it and thought it smelt good. I took the tip of my tongue and tasted my fingers. I liked the taste of the creamy stuff and before I knew it I had licked my fingers clean.
After that day I began masturbating on a regular basis. I discovered the shower massage and I could bring myself off in just minutes with the water dancing off my clit. I started thinking about boys shortly after I started my experimenting with different ways to bring myself off. The one experience I will write about this time (because my husband wants me to. It’s one of his favorites) is about a camping trip I went on when I was a teen. All through my youth we would go on month long camping trips called rendezvous. Both my parents were teachers so they had the summers off.
There was a national rendezvous in Montana that we went to every year. Everyone was required to dress up like the early century mountain men, the youths included. I wore a “little house on the prairie” dress for my costume. I remember the drive from Utah to Montana in my dad’s van seemed very long. I was laying down in the back and started feeling that burning between my legs. I laid on my stomach on the bed in the van and covered up and pretended to be asleep. I reached down and slid my fingers in the front of my panties and massaged my clit until I had a climax. When we got to the campsite we unloaded the gear and I put up my own teepee about forty feet from my parents teepee
The first week I met a lot of new people while we would sit around the campfire at night talking. There were a lot of boys and girls my age and several I had known from years before. Campers would come and go as the weeks would pass. Most people seemed to stay a week then have to leave.
Then one weekend a guy came that turned my head. His name was Jody and he was tall and blond and had a man’s body. I was used to seeing gangly boys bodies with no muscle tone or shape. Jody had muscles and nice features that really turned me on. He was older and I was fifteen, so I didn’t think he would be interested in me.
He was kind of in-between the adults and the minors I guess you would say. He had come along with his dad and uncle to explore the experience. The adults were drinking and partying and the kids were playing games and some were sneaking alcohol to drink. I became friends with Jody after he had been there a few days and we got along real good, even though there was such an age difference. I must admit after I saw him that first day I thought about him while I rubbed my pussy at night in my tepee.
One night while we were sitting around the campfire it was getting late and everyone had gone to bed except for Jody and me. He moved closer to me and we started talking about personal things. We snuggled under a blanket and I could feel his body heat mixing with mine and I could feel that tension that you get when you want to kiss someone. He turned to me and gave me such a wonderful, wet, sexy kiss. He asked me if I wanted to take a walk with him and I said I would love to feeling the burning starting down in my pussy.
We walked over to a tree line away from all the teepees and campfires, even though they had burnt almost all the way out. He put his arm around me. I felt my nipples go hard from the chills that gave me. I turned to him and he kissed me for the second time. I had kissed a few boys by now but, Jody knew how to kiss. I really felt the burning in my pussy now. I couldn’t figure out how a kiss could make my pussy throb and get wet! After a long kiss he pulled me close to him and I could feel a hard bump pushing against my stomach and I knew it was his cock. I loved the idea that him kissing me had turned him on as much as I was.
I leaned against a tree that was leaning over and he pushed me back and started really kissing me exploring my mouth with his tongue. I wanted to rub my clit so bad I couldn’t stand it. Just then I felt him push the hard spot in his pants against my throbbing clit. I couldn’t help but put more pressure against his cock. He moaned as he kissed me deeper. He started moving his hips side to side, and I could feel my swollen clit flipping back and forth as it rode over his hard cock. I could feel the pressure of a climax building then he stopped and looked at me in the eyes. “Let’s go somewhere more comfortable,” he said, taking my hand and leading me back to the tepee area. I could feel my clit throbbing and wanting to continue rubbing on his hard cock. I was scared about where he wanted to go but I was so horny I couldn’t say no.
He took me over by his tepee and opened the flap for me to enter. I told him I really shouldn’t go in the tepee with him. He asked me why, and I told him that I was worried my dad might check on me and see I wasn’t in my tepee. He promised me we would only be a minute and I gave in and went in his tepee. We laid on his sleeping bag and started kissing again and I felt his hand slowly sliding up my dress.
When his hand reached my upper thigh I felt my pussy quiver almost to a climax. He tried pulling my panties off and I wouldn’t let him. “I don’t want them off,” I told him. He pushed his hand down inside my panties and I felt his finger slip between my very wet and swollen pussy lips. I let out a loud moan then covered my mouth with my hand. I let my legs spread a little wider to give him better access to my pussy. I felt butterfly’s in my lower stomach as he explored my throbbing clit. I told him we better stop and I should go before my parents came looking for me. I knew they wouldn’t be looking for me because they had been drinking with other people that night and were inebriated when they went to bed. I didn’t really want him to stop and I would have been disappointed if he had.
He acted like he didn’t hear a word I said anyway and just kept rubbing and massaging my clit between his thumb and finger. I relaxed a little more and spread my legs a even wider. He began kissing me with more force exploring my mouth deeper with his tongue. All of the sudden he pushed a finger in my pussy and I felt myself starting to tense coming close to a climax. He moved his finger in and out slowly while still massaging my clit with his thumb. I couldn’t control myself any longer and started kissing him harder and moving my hips up and down with each thrust of his finger.
The climax seemed to start in my scalp and toes and make its way toward my pussy. I felt like I was on the height of my orgasm for five minutes before I came with a earth shattering orgasm. I felt my head swimming and my whole body in goose bumps. I hadn’t even noticed at first but he was rubbing my own pussy cum on my tits.
He had made me feel so good I wanted to return the favor but, I had never even seen a cock except for in pictures one of my girl friends had show me of her mom’s book. I reached down curious to see what his cock felt like through his pants. He had his pants down much to my surprise and I touched his cock. I couldn’t believe how hard it was. I started squeezing it gently in my had and his hips started moving up and down.
He pushed me on my back and started kissing me again. I let go of his cock and put my arm around his back as we kissed. I felt him pulling on my panties, trying to slid them down. I told him I didn’t want them off that I was afraid I might get pregnant. He said he just wanted to rub his cock on the outside of my pussy while we kissed and he wouldn’t come on my pussy. I didn’t answer him I just raised my ass off the sleeping bag. I felt shivers run down my spine as I felt my panties being slid down my legs by him. I pulled one leg out of them and left the other in for some reason. I think it made me feel safer that way. I felt so vulnerable yet also free. I wanted to let him do what ever he wanted yet I also wanted to stop him.
I put my legs together tightly as he laid on top of me and started kissing me. I was so aware of his warm cock and balls against the front side of my pussy. He forced his knee in between my knees and my legs parted slightly. The next thing I felt almost brought me to another climax right then. He put the warm hard head of his cock against my clit and started massaging it. I reached down and took hold of his cock and started sliding it up and down my wet pussy lips. He moaned and told me how good that felt. I asked him what I could do to make it feel better for him. He reached down and showed me how to jack him off.
He asked me if he could do something to me he knew I would like. I asked him what it was being on the verge of doing anything he wanted me to. He slid down a little and pushed my dress high enough that my tits were showing. They still felt sticky from him rubbing my pussy juice on them. He started licking and sucking on my nipples and I could feel it in my pussy also.
He ran his tongue down my stomach and pushed it in my belly button which I found very exciting for some reason. Then he left my button and I could feel his tongue heading for my pubic hair. I got butterfly’s so bad I thought I was going to vibrate out of the tent. Next he gently touched my clit with his tongue. He ran his tongue down my pussy lips then plunged it deep inside my pussy. I let out another loud moan then quickly covered my mouth again.
I had goose bumps all over my body and I felt like my hair was standing on end. I reach another shattering orgasm that seemed more powerful than the first one! Jody moved up and started kissing my lips. I could feel his hard cock pressing against my pussy lips while he was kissing me. I could taste my pussy come on his lips and loved the taste even more than off my fingers. I started licking around his lips and face getting all of the pussy juice I could.
I reached down and started jacking him off like he had shown me. I put the head of it against my clit and rubbed it around. I then slid the head down over my swollen pussy lips and heard the wet sound of my pussy lips being stirred. Jody’s hips started moving back and forth like he was making love to me. I held his cock and felt it sliding back and forth in my hand and up and down my pussy lips. With each push I let it go a little closer to my opening.
I finally just had to see what it felt like so I asked him if I want him to stop would he. He assured me he would stop if I wanted him to. Then I got scared and told him I was afraid of getting pregnant. He assured me that no one ever gets pregnant the first time they do it. With that assurance I let Jody slowly slid in my sloshing pussy. He was very gentle and didn’t rush the situation. I had heard horror stories about how bad the first time hurts and was afraid. This was not Jody’s first time and he knew how to handle a newbie.
He had only been pumping me for about two minutes and I felt my pussy contracting in another orgasm. He started moaning loud then pulled his cock out of me and started jacking off. All of the sudden I felt something warm and wet hit me in the face then my hair my stomach and all over my dress. He then collapsed on top of me breathing very hard. Soon we both got our clothes back on and he walked me back to my tepee and I went inside and laid down.
My panties were cold on my pussy because of the pussy juice that was still on them. My pussy was sore but I felt so fulfilled and satisfied. I laid there thinking about what had happened and rubbed my pussy to one more climax before the night ended. I met Jody in his tepee one more time before the trip was over for a night of being nasty with each other. I gave him my phone number in Utah (he lived in Montana) but, I never heard from him again. I will never forget that camping trip in Montana!!
THE END
este relato es repetido solo le cambiaron unos detalles sr urbina revise primero para la proxima ok