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Categoría: Infidelidad

Jazmín dispuesta a probar de todo

Hola a todos los lectores, mi nombre es Jesús soy un hombre maduro, moreno alto de complexión delgada, ojos café claros. A mis cincuenta y seis años me considero muy afortunado por las gratas experiencias que la vida me ha regalado en el plano sexual, sin embargo es curioso en esta etapa de mi vida conocí a Jazmín una mujer de 40 años piel trigueñita, ojos negros, boquita apetecible con una sonrisa encantadora, senos grandes con unos pezones suaves que se antojan comerlos, piernas torneadas y un soberbio trasero que me pone a mil cada vez que la veo desnuda pero sin lugar a dudas la compenetración que hemos tenido los dos nos ha llevado a una relación muy intensa por más de 8 años si bien ha sido maravilloso también tiene su lado engorroso Jazmín es una mujer casada al igual que yo.



No quiero entrar mucho en detalles de cómo nos conocimos ya que en relatos anteriores lo hice por lo que ahora es más interesante escribir sobre los encuentros que tenemos y que Jazmín me pide que relate cada uno de ellos.



Habiendo descubierto nuevas formas de placer elevo el deseo por llevar a cabo cosas nuevas Jazmín estaba más caliente y dispuesta que nunca, las pinzas para los pezones le habían encantado, dejarle el trasero rojo también, sin embargo quería mas tanto así que me escribió un mensaje diciéndome que a sus 40 años jamás había gozado tanto el sexo como ahora que estaba dispuesta a probar todo lo que yo quisiera.



Le tome la palabra ahora por petición de ella vamos rumbo al hotel siempre que salimos trae un vestido untado a su cuerpo sin ropa interior, le hago abrir sus piernas me gusta sentir esa concha caliente, húmeda, inmediatamente me excitan sus gemidos, voy tocándole la concha mientras llegamos al cuarto Jazmín entra en el mientras yo bajo una bolsa con algunas cosas que pienso utilizar, al verme con la bolsa se me queda viendo con esa mirada ardiente tratando de imaginar que sigue esta vez, tomándola de la cintura la acerco hacia mí para besarnos desaforadamente, beso su cuello arrancándole pequeños gemidos, me pongo detrás de ella le beso la nuca, los hombros, me encanta sentir su trasero pegado a mi cuerpo mientras mi mano recorre su cuerpo sobre la tela sintiendo sus pezones ponerse duros con cada caricia, hecha su cuerpo hacia atrás para sentir la dureza de mi verga, separo sus piernas para meter mi mano bajo sus vestido y tocar su concha que en estos momentos pasa de estar húmeda a mojada totalmente, sin demora retiro su vestido quedando completamente desnuda, sus tetas grandes algo caídas por su peso con los pezones erectos se ven riquísimos me prendo y comienzo a comerle las tetas mientras gime más fuerte, me detengo para desvestirme con la ayuda de Jazmín en un instante quedo desnudo con la verga parada, Jazmín la agarra con su mano y lentamente se arrodilla para comenzar en darme una rica mamada, la muy puta sabe que me pone a mil cuando se la está comiendo mientras me mira a los ojos poco a poco va metiéndola hasta el fondo de su garganta ahora soy yo el que gime hasta que mejor la separo es mi turno de comenzar con lo que había planeado, quería explorar llego el momento.



Agarre la bolsa con las cosas que llevaba jazmín con su mirada expectante sonreía nerviosamente, con calma saque la pinzas para los pezones, lubricante y unas cuerdas sin duda con algo de sorpresa pero con una tremenda calentura me pide que le pongas las pinzas de una vez, inmediatamente se las puse ajustándolas hasta que me indico que así estaban bien, ver a esa hembra de grandes tetas con sus delicados pezones atrapados por las pinzas me tenían a punto de cogerla pero aún faltaba, saque la cuerda ordenándole que se diera vuelta comenzado a amarrarla sujetando sus manos por detrás, la subo a la cama, la pongo en cuatro la vista de jazmín en cuatro piernas separadas, su culo empinado, con las pinzas en sus pezones, manos amarradas que vista tan maravillosa de su concha sus jugos escurrían por sus piernas mientras yo estaba con mi verga como mástil con ganas de metérsela de una vez, es increíble el grado de excitación de los dos, comencé a sobar sus nalgas, ese imponente trasero que tiene se veía espectacular el culito le palpitaba pase mi dedo por en medio de su rajita arrancando un intenso gemido lo lleve a su boca chupándolo hasta dejarlo limpio, seguí calentado sus nalgas hasta que empecé a darle cachetes suave e iba incrementado la intensidad cada que sentía mi mano gemía más fuerte, miraba como su concha se contraía expulsando más y más jugos, las nalgas le quedaron rojas acto seguido agarre el lubricante poniéndome en los dedos ese soberbio culito era una invitación a penetrarlo, le metí un dedo suavemente dando tiempo a que se relajara, la sensación de meter el dedo y sentir la temperatura de su ano era riquísima, le puse un poco más de lubricante ahora comencé a meterle dos dedos despacio que solito fuera relajándose al ratito ya entraban libremente por lo que me anime a meter tres dedos su ano puso un poco de resistencia pero finalmente entraron los tres en esos momentos Jazmín ya estaba completamente caliente, lista para sodomizarla sus gemidos y respiración no paraban hasta que a gritos me pide que se la meta de una vez en culito, tengo la verga gorda aun después de los tres dedos sentí que la estaba abriendo un poco más hasta que paso la cabecita poco a poco la metí hasta el fondo quedándome quieto un momento pero era tal la excitación de Jazmín que ella misma comenzó a mover su culo hacia tras, la tome de las caderas y comencé a meterla y sacarla con más rapidez le aseguro que sus gemidos me tenían sorprendido estaba totalmente enloquecida me pedía que le diera más duro y yo obediente también me puse loco dándole verga por el culito se venía una y otra vez pocas veces le había cogido el culo de esa manera hasta que de tanto darle hizo que mi verga le llenara las entrañas de leche, me quede dentro de ella unos instantes su esfínter con palpitaciones apretaba mi verga hasta que se la saque, me quede viendo a su culito abierto y rojito de semejante cogida y su concha parecía un grifo sus jugos escurrían por las piernas dejando la sabana mojada.



Enseguida me pidió que la desamarrara y le quitara las pinzas, su cara evidenciaba el placer recibido sus cachetes colorados, su respiración todavía agitada pero solo habíamos comenzado le comencé a sobar sus tetas y lamer sus pezones que como resultado de las pinzas habían quedado súper sensibles… me pedía desesperadamente que siguiera, así comételas papi, sigue así que rico decía Jazmín estaba a punto de correrse solamente comiéndole las tetas, en cuanto metí dos dedos en su cocha convulsiono empezó a correrse nuevamente, gemía, jalaba aire por su boca entretanto deje sus tetas y fui bajando poco a poco por su vientre, saque mis dedos y comencé a darle una comida de concha bestial tenía la cara empapada por sus jugos atrape su clítoris succionándolo suavemente, rozándolo con mi lengua, le metí dos dedos comenzando a masajear el interior de su vagina justo detrás del clítoris hasta que me sujeto la cabeza presionándome hacia su sexo comenzando a mover su cadera follándose ella misma sorpresivamente empezó a gemir fuerte, a gritar que no parara, sentí que me ahogaba separe mi cara continuando con mis dedos en su vagina ahí puede observar que esa pinche panocha tiene vida propia sus músculos vaginales se contraían sujetando mis dedos de repente Jazmín tensa su cuerpo y veo salir un fuerte chorro caliente que llena mi mano escurriendo el resto hasta la cama, boquiabierto viendo como aun así me pedía más continúe dándole con los dedos, acerque mi boca y le comí nuevamente su concha no tardo ni 30 segundos cuando otro chorro sale directo a mi boca, sabor no tenía pero si un olor a sexo embriagante, fueron cuatro veces que expulso sus jugos de esa manera ojala la hubiera grabado. Ver su cara transformada, su cuerpo agitado, su sexo palpitando, la cama muy mojada… pero lo más caliente fue que me pidió a gritos, si a gritos… méteme la verga ya por favor, métemela duro, fuerte, salvaje y así lo hice le metí la verga sin compasión mis huevos chocaban con sus nalgas haciendo ruido por lo empapada que tenía su concha, no paraba de gritar que le dieras más verga pero les juro que su vagina entro a otro nivel sentía como apretaba mi verga como queriéndola exprimir hasta que no pude aguantar y soltando bufidos me vine dentro de ella, sentía mis huevos mojados, mi verga exprimida pero maravillado porque había sido una fantástica experiencia, nos quedamos abrazados disfrutándonos a la vez que asombrados de las nuevas formas de darnos placer… no cabe duda Jazmín está llena de sorpresas a sus 40 años más caliente, mas puta, mas entregada… ¿cómo será la próxima ves? Veremos que se nos ocurre.


Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 10
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1097
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