Hola mí nombre es Carlos y estoy para contarte lo que pasó con la esposa de mí mejor amigo. Ella es Pati, gordita pero con un trasero muy rico, ella tiene su esposo que es muy celoso pero aún asi me estoy comiendo a su esposa.

Bueno les voy a contar lo que pasó, Pati y yo trabajamos en la misma compañía y fue donde se dió esta relación de amantes que cuántas veces me pidió ir a su casa para que fuera a visitarla. Un día decidí ir con la intención de follármela y llegó cuando la compañía nos comunicó que no habría trabajo para el siguiente día.

Fue cuando ella me dijo te invito a mi casa mañana temprano, y yo le dije, estás dispuesta a lo que pase y ella me contestó si, mí esposo estará trabajando y mis hijos en la escuela, tenemos tiempo libre para lo que quieras. Fue cuando yo le dije te llamo en la mañana y dijo ok.

Y llegó la mañana siguiente y le llamo y me dirijo a su casa. Cuando ella estaba sola en casa, llegué y toqué la puerta, y ella me contestó pasa está abierto. Entré, estaba hermosa recién bañada y me dice te estaba esperando me arreglé para tí. Gracias, te ves hermosa, me contestó de verdad... y se me acerca y me da un beso.

Me dice quiero invitarte a mí cuarto, algo que me sorprendió cuando ella me dijo, no esperé dos veces, y fuimos, cuándo entramos me dice aquí en mí propia cama dónde duermo con mí esposo quiero que me hagas el amor ya que mí esposo tiene tiempo q no me toca y me dió un beso metiendo su mano dentro dé mí pantalón, tocando mí pene, ya lo tenía erecto de pensar que me iba a follar a mi amiga en su propia cama dónde duerme con su esposo.

Siguió jugando con mí pene hasta metérsela toda en su boca, que rica la succiona, y después la trepé a ella a su cama y la empecé a desnudar pieza por pieza hasta tenerla desnudita y fue cuando le abrí sus piernas, que cosita más rica que ella tenía tan excitada que empecé a chuparle su clitoris. Ella gemía de placer, estaba tan mojada que ella me pidió que la penetrara, que ya quería sentir mi miembro y así lo hice qué de un sólo empujón entró toda.

Ella gemía de placer y decía cógeme, fóllame, que mí esposo no me folla hazlo, no pares, hazme tuya, como tú sabés hacerlo, mí marido no sabra nunca qué me follaste en su propia cama. Yo le daba un mete y saca hasta que ella tuvo un orgasmo intenso que terminó mojando su propia cama, sin importar que su esposo dormiría en la noche con olor a mi semen, y asi fue cómo sucedió y hasta la vez la sigo follando, pero nos vamos aún cuarto dé hotel pará disfrutar mejor.

Espero les guste esté relato y sea de su agrado.