Mi historia comienza a los 26 años de edad, cuando ya conocía a mi gran amigo Roberto a 8 años, y mi actual esposa Patricia a 2 años y poco. Yo vivía con mis padres en un condominio con muchos apartamentos de clase media en una ciudad praiana (todavía vivo en el mismo condominio), y mi mejor amigo, Roberto, en el mismo edificio, un piso arriba. Un tipo extrovertido, siempre con un aire de felicidad estampado, desde cuando nos conocimos. El día en que conoció a mi madre, hace 8 años, ya la conquistó. Frecuentaba mi casa como si fuera casi un pariente, con la aprobación de mi padre y de mi hermana mayor.
Tengo 1,75m, blanco, normal, ni gordo ni delgado. Roberto es 1 año más viejo, más moreno un poco, 1,80m aproximadamente, cuerpo normal también, pero más mal que el mío. Un tipo animado, con ideas legales, de bien con la vida. La gente tenía una amistad de aquellas de hermano. Él siempre fue más fuerte que yo, lo que ya había sido útil en situaciones donde me desentendí con alguien y él acabó con la confusión antes de que comenzara.
Ya arreglamos novias juntos, ya nos enamoramos de hermanas, en un carnaval hasta transamos con una chica que topó ir a la tienda con los dos. Por supuesto que tenía otros amigos, pero era "el" socio para todas las horas.
A los 24 años conocí a Patricia, en una fiesta donde estaba con Roberto. Él fue el primer amigo mío que ella conoció.
La patrícia es 1 año más joven que yo, blanca pero bronceada, cabellos negros, a veces teñidos, ojos verdes, 1,65m, cuerpo hermoso, senos tipo pera, sin barriga y con un culo fenomenal, empinado, redonda. Si comparara con la nata de las gatas de la ciudad, yo la daría nota entre el 8 y 9/10. Tiene la personalidad de quien sabe de su potencial. Nunca fue mandona, mucho menos sumisa. Siempre se vistió bien, nunca vulgar, con ropas que valoran su culo. Ella es muy cariñosa, me encanta abrazarme, besar y decir cuánto me ama. Con mis padres en casa se viste comportada, sin ellos se viste cómodo, en general con shortinhos y blusa o top. En muchos fines de semana mis padres iban hacia el interior, y Patrícia venía a mi casa, y como Roberto frecuentaba mi casa, era normal verla en aquellos trajes. Con el tiempo la amistad entre los dos también fortaleció, y como ella lo ve como un hermano mío, era normal que lo tratase con cariño, por ejemplo haciendo cariño en sus cabellos. Nada exagerado o embarazoso, y yo veía con naturalidad.
Salimos varias veces los tres para baladas, y nunca tuvo dificultades para quedarse con bellas chicas. Un tipo feliz, que sabe conversar, sabe la hora de ser adelante, y además de todo él siempre tuvo un físico legal. En el 3, volvimos en 4 rsrs.
Yo y Patricia fuimos firmando el noviazgo. Él tuvo algunas novias, pero nunca nos separamos. Siempre estábamos juntos con otros amigos o no. Más de 2 años de noviazgo con Patrícia se pasaron, y Beto siempre estuvo muy presente en nuestras vidas por la amistad que tenemos. La familia de él tiene una casa de playa en una ciudad cercana de aquí, unos 50km, y varias veces fuimos yo, Patricia, Roberto y alguna novia de él pasar un fin de semana o festivo.
Yo y Roberto solíamos quedarnos de sol de playa todo el día. Patrícia le gusta la ropa corta. Bikini con short, o top, salida de playa, etc. No tengo lo que reclamar de mis dotes, pero Roberto es avanzado, y además usa sungas que destacan el volumen, incluso cuando el palo está blando.
En los besos ardientes o en los amasos que yo daba en la Patrícia, o que él daba en su novia, era común que el palo se quedara duro dentro de la sunga y, de tanto pasar, Patricia que al principio se volvía el rostro y fingía no ver, se acostumbró y ya se comportaba naturalmente, o sea, ya no le importaba, ora o hasta hablaba alguna gracia. Una vez la sunga de él estaba con el cadáver desatado, y después del amas que él dio en una ex novia, el palo duro empujó la mañana hacia adelante y se quedó apareciendo. Cuando Patrícia vio, habló jugando:
- "Beto (Roberto), aprieta esa sunga que yo estoy viendo todo !!".
La ex de él cerró la cara en la hora, por celos tontos. Nosotros le explicamos que tenemos una amistad antigua y la Patricia lo tiene como si fuera mi hermano. Pidió disculpas por la broma, y dijo que no era la primera vez que lo veía en ese estado, que no le importaba, etc.
En el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia, que no sea de su familia, miró por qué quise, y si yo iba a llamar para eso, era mejor ni ir con él en la casa de la playa.
Un tiempo después Beto arregló una nueva novia, Fabiana (Fabi), muy extrovertida y animada, muy diferente de la anterior, y con 4 meses de noviazgo, Fabi y Pat ya eran buenas amigas. Fabi era morena clara, cara bonita, falsa magra, con senos mayores que los de la Patricia y con un culo menor, pero que combinaba bien con su cuerpo. La altura de las dos era cercana.
Roberto estaba adorando a su novia. Habla que ella es inteligente, buena de cama, llena de fantasías, y animada siempre. Puedo decir también que ella era simpática y servicial, con una sonrisa cautivante.
La primera vez que fuimos a la casa de la playa con Fabiana, llegamos el viernes por la noche, y fuimos a un barcito, bebimos y comimos y volvimos a la casa. La casa tenía 2 habitaciones, una de ellas con aire acondicionado, por lo que llevábamos ventiladores. Estábamos en la sala cuando Roberto dio un amas en la Fabi, y se quedó de palo duro. Ella tomó el palo de él sobre bermuda, frente a nosotros, y habló riendo que iba a apagar aquel fuego más. Fue bueno ver que su nueva novia no iba a dar crisis bobas de celos.
Tomamos baño y Fabiana colocó una camisa de algodón sin sujetador, que revelaba un poco más de sus senos por la ligereza y semi-transparencia del tejido. Los biquitos quedaban marcados. Me quedé un poco sorprendido por Roberto nada reclamar o comentar. Patrícia vio, me miró e hizo una cara del tipo "usted lo vio?". Bueno, Pat no encontró mal y yo podría analizar mejor ese melón.
Jugamos en la sala unos colchones que habían en la casa y encendimos la TV. Yo y Patricia quedamos en el sofá, y los dos colocaron colchonetas en el suelo entre el sofá y la TV. A pesar de la luz apagada, la claridad de la TV mostraba bien el contorno de los senos de Fabiana. De repente los dos se besan y él pone las manos bajo su blusa, tomando los senos. Ella se rió y habló:
"Para, Beto, hay gente aquí".
"Ellos no están mirando. Julio, cierra el ojo ahí.
>> "usted es muy sano". Tomó en el palo de él también, y se quedó alisando.
Nosotros dos en el sofá viendo esa huella, yo de ojo en los senos de Fabi. Patrícia habló:
- "gente, el clima está calentando. Viene, amor, vamos al cuarto a dejar los dos la voluntad ".
Me levanté y fui con ella a la habitación, miré a Roberto y él con esa sonrisa me salió dando buenas noches.
Yo y Patricia apenas llegamos a la habitación y empezamos un sarro y pasamos, mientras oímos los gemidos de Fabiana en la sala. Gozo dentro. Nos quedamos acostados besándonos. Patrícia se levantó, colocó un top y una toalla en la cintura para ir al baño, pues el esperma iba a escurrir. Al volver al cuarto ella estaba con la cara diferente, como quien tiene algo para contar. Pregunté lo que había pasado, y ella resolvió contar, pidiéndome que no causara un clima. Concorde y ella empezó a hablar: au llegar al baño, la puerta estaba semiabierta con la luz encendida. Ella se abrió para entrar y Roberto estaba de frente al inodoro, con el palo en media bomba jadeando. Al ver la puerta abriendo él miró a la puerta y los dos se miraron.
- "Lo siento, Beto, no sabía que estaba aquí", con voz bien bajita.
Y encajó la puerta esperando que saliera a ella para limpiarse. De ahí oyó el ruido de la ducha, y el esperma queriendo escurrir por su pierna. Ella resolvió abrir la puerta, haciendo lo posible para no bajar los ojos y pidió bajito:
- "necesito usar el vaso".
Él no oyó, apagó la ducha y habló:
> "Qué?".
- "necesito usar el vaso para limpiarme, puedes bañarte después?".
> "Enter. Cuesta la puerta. Shhh ", haciendo señal de silencio.
Así lo hizo, tratando de no mirarlo. En la puerta se quedó de pie.
"Me voy a bañar de espaldas para ti. Puede usar el vaso que no voy a mirar para ti. Si se volvió y continuó el baño.
Ella tenía dos opciones: salía de allí, y sostenía el esperma en la mano, o aceptaba la propuesta. Se quedó con la segunda opción. Se quitó la toalla, se sentó en el vaso y comenzó el pis. Cuando Roberto fue a tomar el champú, se volvió un poco, y al jugar el champú en la cabeza se quedó con los ojos cerrados frotando la cabeza y se quedó de lado para ella, y fue imposible que ella no mirara, pues él estaba de palo duro, y ella vio a Jeba do Beto por completo por primera vez. Cuando ella me contó, dijo:
- "Julio, cuando él estaba haciendo pis el palo de él ya era grande. Cuando se quedó de lado de palo duro, la nuestra, como Fabi aguanta aquello. Además de grande es grueso.
- "sé Pat, yo lo conozco a 8 años".
Me imaginé aquel safado con la vara dura mostrando a la Patrícia de propósito. Es mi amigo pero no iba a perder la oportunidad de mostrar el palo. Sé que él tiene orgullo del 'instrumento'.
Como ella estaba solo de top en el vaso, pregunté si Roberto la había visto desnuda, y ella dijo que no, por qué quedó allí sentada todo el tiempo, pues tenía que bañarse también para limpiarse después de que él saliera. Yo pregunté:
- "amor, te quedaste allí todo el tiempo viendo él bañarse de palo duro?".
- "no Julio. Sólo miré a la hora que él estaba con el ojo cerrado a causa del champú ". También dijo que era mejor quedarse allí que salir del baño para luego entrar de nuevo y hacer ruido, despertar la curiosidad mía o de Fabiana para una situación que era difícil de explicar. pregunté
- ¿Cómo lo hizo cuando terminó de bañarse? Donde se secó ".
- "él abrió el box, cogió la toalla y se quedó secando dentro del box. Habló algo, pero respondí mirando hacia adelante, sin mirarlo.
Tomamos café y fuimos a la playa. Mis queridos, cuando Fabiana sacó la salida de playa, apareció un bikinito que mostraba perfectamente el volumen de la buceta, que era muy carnosa por la forma. Patrícia llegó a hablar:
- "amiga, ese bikini su es tenso hein!".
Yo aproveché la deja para mirar directamente a su coño, como si estuviera curioso para entender el habla de la Patricia. Fabiana sonrió y respondió que le gustan los bikinis así por la mariquita de sol que dejaba, como si no hubiera entendido que la crítica era sobre cómo el bikini mostraba los contornos de la xana, y no sobre el formato de la mariquita de sol que dejaba. El asunto murió allí, pero era imposible tomar una cervecera en pie y, al conversar con las dos, no desviar la mirada a la xana evidenciada por el tejido del bikini. Si ustedes creen que la Patrícia estaba disfrutando de eso, seguramente no estaba. Y yo juro que intenté disfrazar la mirada, a pesar de no precisar, dado lo ocurrido la noche anterior. Pero Pat, como dije, tiene la personalidad en el balance correcto, y era mejor no abusar de la suerte.
Continuación ...