Con bodysuit beige escotado y transparentado con falda de efecto tubo combinación de polipiel chicf marrón negra bastante estrecha, apretada, ajustada, ceñida, entallada idénticamente delineando los contornos cómo las propias formas escultóricas monumentales de la misma Yessenia. Hincada arrodillada en una de las filas de bancas de la parroquia orando consternada sobre todo abatida inclusive intranquila respectivamente por la situación desamparo de su padrastro. Yessenia mientras ora llora un poco, él sacerdote de la parroquia va hacia donde está Yessenia silenciosamente se sienta sin qué lo sepa ni tampoco sé de cuenta en absoluto de la presencia por la misma Yessenia. El sacerdote todo un pederasta sé le queda fijamente mirándola sus nalgonas y muslones cómo piernonas gruesas, en fin, con él rosario colgando de su mano sé le zurra y roza superficialmente entorno a una de las nalgonas redondas sube y baja sin cesar mientras sigue orando y hincada arrodillada, en fin. El sacerdote con la punta del dorso de la portada empastada de su biblia sé la zurra y roza superficialmente baja y sube por una de las redondas nalgonas de Yessenia. El sacerdote le pasa él pañuelo superficialmente por uno de los glúteos bajando hacia su nalgona al quedarse momentáneamente des playado sobre muy inmenso e intenso, provocado, cautivado, etcétera. Entonces Yessenia sé desploma y desmaya desfallecida por él sufrimiento qué la tiene acongojada, pero entre ustedes y yo, afectada y para rematar por supuesto incertidumbre del estado de salud de su padrastro tras él ataque al corazón que tuvo y lo dejo hospitalizado y mucho más. El sacerdote en vez de pedir auxilio sé la carga al meterla en la propia sacristía de la misma parroquia, al goloseársela asimismo gozársela sobre todo metérsela sexualmente en la intimidación, en fin. Obliga a qué le chupe él pene sin cesar al que trague la paja caliente del sacerdote, de ahí follarla hamaqueada y sacudida, masturbándose dentro de la boca y garganta conmocionada e inconsciente la misma Yessenia. Coger varias veces sin cesar con tanta inmensidad e intensidad, vigorosidad, agresividad, entre mucho más por él mismo sacerdote qué sé la viola múltiples veces hasta zacearse sus intenciones macabras e impuras de pederastia, ya terminando llama y ordena a unos monaguillos qué sé la lleven y saquen de la sacristía al dejarla lejos de la parroquia vuelve y despierta tirada en un lote baldío abandonado echa piltrafa a su vez al máximo posible violada sexual victimada por quién a saber con él mismo sacerdote de la parroquia a donde estaba orando en fin Yessenia.