Un sábado que salgo de trabajar de la universidad voy sin desviarme a un almacén cercano de calzados para comprarles igualmente obsequiarle a mi bonita asimismo guapa amiga Eulalia Hemingway Grant. Enterándome que andan con ofertas que comprando un par de calzados el segundo me lo llevo gratis, escogí las botas italianas negras de tacón bajo que le compre a Brooke ahora calzando Eulalia Hemingway Grant en talla 8 y escogí unas sandalias negras las pago al dármelas en paquete. Me doy mís par de vueltas por ahí haciendo tiempo así para las cuatro de la tarde wue sale de trabajar de la universidad Eulalia Hemjngway Grant. Tomo un taxi que me lleva hacia la urbanización por Las Cumbres exactitud frente a la casa donde vive aquí en la capital Eulalia Hemingway Grant, entro al recibirme en vivo y a todo color por Eulalia Hemingway Grant se me aproxima al saludarnos con unos besos en la mejilla.  Ya dentro le saco los paquetes al abrirlo ella queda fascinada como muy alegre por los obsequios recibidos, se desnuda totalmente le digo pruébatelas también póntelas la ayudo a cerrarle las mismas todo arrecho y aguerrido nos acostamos para follarla hasta mamarle sus senos igualmente cogérmela la acaricio como la sobo hasta la toco en sus tobillos sobre las botas y las entrepiernas volviéndome muy erótico como lujurioso también morboso con mayor dilación finalmente con un frenesí ardiente igualmente placentero sobretodo de los mil demonios en que la tengo pegada acostados hablándome que le gusta especialmente por el color al decirle quiero que las use y te las pongas cada vez que vengo a visitarte y a estar contigo entiendes me contesta Eulalia Hemingway Grant sí muy sonriente como feliz. Me vengo con ella al cogérmela descansando abrazados y pegados en toda la cama cogiendo un fresco que por cada acostada y sexo sudamos en pila quitándome el condón me lo lava Eulalia  Hemingway Grant mientras no paro de tocarla, acariciarla, manosearla, sobarla hasta desquiciarme me voy vistiendo sentadita con las piernas juntas y cruzadas algo levantaditas viendo y admirándose las botas que linda agradándome que le gusta y agradeciéndomelo nuevamente se despide de mi desnuda solamente con las botas puestas cubriéndose parte del cuerpo con la puerta de su casa aqui en la capuital solamente con la cara afuera me despido de ella en la terraza del garaje de su casa adonde vive aquí en la ciudad capital al marcharme a casa ese sábado por la tarde que llegue para disfrutar un buen sexo como polvo con la presencia de mi bonita, guapa y amiga riquísima Eulalia Hemingway Grant que es la segunda ocasión que llego con ella…