Era un día como cualquier otro en mi trabajo, estaba terminando de ordenar unos papeles, cuando el jefe me llama a su oficina.

Al entrar vi a cinco hombres de trajes que se me quedaron mirando, cosa que me dio mucho asco ya que eran unos viejos.

-Me mandó llamar, pasó algo señor

-Si, no sé cómo poner bien el programa en la computadora, ábrelo tú por favor.

Me dirigí hacia la computadora y me tuve que agachar dejando mi culo mirando a uno de los hombres que se encontraban allí.

Sentí su mano tocar mis nalgas despacio, hasta llegar a mis piernas, siguió bajando y en cuanto llegó a los tobillos volvió a subir, hasta llegar a mis bragas, aparte su mano, pero no sirvió, el la volvió a subir y esta vez empezó a tocar mi feminidad.

Sentí otras manos en mis pechos, y me asusté mucho, no quería tener sexo con esos viejos.

-Listo.

Me estaba parando para irme hasta que uno de ellos me tomo de la muñeca.

-Quédate un ratito más hermosa, tengo ganas de meterte mi polla dura en ese culo.

-No, gracias, me tengo que ir.

Pero este me sincho de la muñeca tirándome al sillón, todos los hombres de acercaron y me desnudaron para empezar a tocarme toda.

-Déjenme pervertidos.

Sentí como una mano se iba metiendo en mi vagina y dos dedos en mi culo y empecé a llorar.

-cállate zorra.

Me iban desnudando cada vez más hasta dejarme en cuero completamente, vi sus erecciones, ellos estaban abusando de mi y yo no podía hacer nada, por lo que fui más inteligente y deje de aplicar fuerza, así dolería menos.

-Veo que te dejas llevar putita.

Me limito a no decir nada e intento no gemir.

Sentí como uno de los hombres me golpeaba la cara con su polla, de repente me la metió en la boca y me empezó a penetrar, no daba más de arcadas, cuando siento que me penetran la vagina, seguido de mi culo, mientras dos me penetraban y uno hacía que se ma mamara, los otros se masturbaban, sentí el líquido en mi boca, se había corrido en mi boca.

Salió, pero en cuanto se corrió un poco, mi jefe vino y puso su polla en mi cara, otro de los hombres se acercó, ambos querían que se las chupara.

Otro de los hombres bajó, y justo cuando me iba a meter la polla de mi jefe a la boca, sentí entrar dos pollas más a mi culo, estaba siendo penetrada por cuatro hombres a la vez, y aunque debería estar muy disgustada, estaba muy exitada, comencé a gemir.

-Ahhh, ahhh, ahhh

-¿Te gusta puta?

-Siiiiiiiii, mu....cho

Sentí a los cuatro correrse dentro de mi a la vez, mi jefe metió su polla nuevamente a mi boca, y el otro hombre bajó y comenzó a chuparme las tetas, dios, nunca había sentido tanto placer en mi vida, me parece que no fue tan malo después de todo, hasta quizá consiga un aumento por cada vez que mi jefe se corra dentro de mi, que van a ser muchas por cierto.