Relato alusivo a la versión titulada "Esposa Filmada en Vivo y a todo Color". Estoy esperando a que llegue mi esposa del trabajo; porque tengo planeado algo muy especial, que le gustara mucho recibir de mi.
La recibo con un beso profundo y un gran abrazo de felicidad; ella me mira y me pregunta que te pasa estas enfermo o que, le contesto para nada me siento perfectamente bien cariño.
La llevo a la recamara principal, pongo las luces bajas y enciendo el equipo de sonido con una música romántica y sensual para ambientar la ocasión; le doy un beso en sus labios, a su vez, la beso por su oído derecho le rozo y le acaricio su vientre, múslos para quedar agarrandole sus glúteos. Mi esposa va entonandose con mis movimientos, además va cogiendo el hilo, de lo que pretendo hacerle en el sentido apasionable; me pide el favor, que la desvista para refrescarse y sentirse comoda para la ocasión que esta dandose en este preciso momento entre ambos.
Sin perder ningún momento valioso del tiempo, procedo a quitarle cada pieza de su vestuario incluyendo la ropa intima femenina, logrando su desnudez libremente de sus contornos anatomicos femeninos. Me habla en voz baja como coquetona a mi oído izquierdo, que la acuesta en la cama para que le hiciera el amor como el sexo que tanto desea con tantas ganas de mi parte; me dice que le masaje su zona de su clitoris, al jugar con mi dedo indice, que se lo meta y saque varias veces por su conducto vaginal; se lo aplico como terapia que creo que la estimula también la excita, a tal grado que esta sumamente calentona por mi.
Mientras se lo aplico, ella sujeta con sus manos mi cabeza me lo lleva directo a que le mame sus voluminosos como dulces senos, que a mi parecer los saboreo divina como gratificantemente, al ser el unico amo y señor de estos. Mi esposa me dice que rico, lo que estoy presenciando como me deleíta con tu formidable como espectacular dedo indice, penetrando y saliendo de mi clitoris sigue asi, papi.... que estas provocandome un magnifico climax de erección vaginal; que esta apunto de desbordarse y de venirme prontamente.
Ella me para el dedo indice me tumba boca arriba y se me sienta encima precisamente encima de mí, se introduce mi pene con su clitoris me agarra con la mano izquierda mi cabeza y con la derecha me mete por debajo la almuhada, me esta jineteandome y me pide que le gustaría que me chupara mis senos; entonces me toca sutilmente mis genitales, continua moviendose como una vaquera sexual que esta jineteando a un caballo bravo como salvaje e indomable.
Observo que la táctica de meterle y sacarle simultaneamente mi dedo indice, la dejo más cautivadora y excitante que estaba teniendo multiples orgasmos, ahora le dije me toca mi turno de penetrarte; por supuesto mi esposa me abrio totalmente sus entrepiernas señalandome sonrientemente con sus manos, que tengo el acceso plenamente para entrarle. Sin perder nada del valioso tiempo dedicado como desempeñado arduamente por mi, la masturbe con tanta rápidez y con esta fuerza embragadora como fuera un motor de automovil, al paso que esta viendo la televisión, me bajo a besarle su vientre que estaba transpirando un caudal imparable de sudor, por tanto gozo como placer recibido por mí sexualmente.
La volteo al lado derecho, yo la abrazo me penetro por su ano femenino con mi pierna derecha arriba de su muslo, le doy una soberana realeza de folladas trasera que a mi juicio y a mi parecer, estoy haciendole mi voluntad al instante que la domino y doblejo su merced de aventurera de perra cabrona como indecente.
Terminamos nuestra maratonica sección de un confortable, maravilloso, excelente y reafirmante campeonato de sexo con mi esposa que duro largamente por más de doce horas sin parar. Nos tranquilizamos como siempre, ella cierra sus entrepiernas con una toalla cubriendole sus senos y clitoris, yo se lo acaricio con uno de mis dedos, mientras ve las noticias en la televisión estaba complacida igualmente satisfecha, por lo que le demostre que todavía tengo poder sexual para darle muchos polvos a ella.
Nos metemos al cuarto de baño, para que orinara todo el semen que tenia depositada en su vagina por una tremenda como innolvidable velada de acostarnos y hacerle el sexo por mas de doce horas continuas, de ahí, la limpio su bellísima clitoris y ano femenino; nos metemos a la ducha nos emjabonamos nuestros cuerpos yo el de mi esposa y sucesivamente mi esposa el mío. Bueno nos secamos todo nuestros cuerpos y tomamos la decisión de irnos a dormir completamente encuerados y nos abrazamos recordando que revivimos esos sentimientos que no realizabamos desde la luna de miel; podía palpar la firmeza de los senos y lo acogedor que es el vientre junto al clitoris y sin olvidarme, lo provocativo de los múslos como los glúteos de mi esposa, conocida como la aventurera y perra cabrona con todos los hombres, cuando esta desesperada por tener sexo a toda costa y al precio que sea.