Hola, antes que nada quiero decirles que esta es una historia real 100 % y que los nombres, de la protagonista y el mío los omitiré por razones obvias, soy de México, D.F. y esta historia paso hace 2 años, acababa de entrar a una sala de Chat y me llamo la atención un nick de una persona madura, acorde a mi edad (yo tengo 44 años), necesitaba: sexo, ella dijo que le llamo mi atención mi nick y que era de la misma ciudad que yo,

El nick de ella era "necesito algo" y se llamaba cinthya

El mio era, "te enseño a masturbar", no sexo. Yo me llamo Octavio.

Empezamos la charla normal y me comento que si le podía enseñar a masturbarse ya que lo había hecho muy pocas veces y solo con la mano.

En fin, nos conocimos por referencias y quedemos de vernos cerca de una estación del metro al sur de la ciudad. (a la semana de habernos conocido)

La estuve esperando cerca de 5 minutos, de ahí nos fuimos en mi auto a un hotel.

Yo previamente ya llevaba los implementos para llevar a cabo las clases de masturbación, ya que no tendríamos penetración pene-vagina.

Llegamos al hotel, nos asignaron cuarto, discreto, con cortina para que entrara el auto.

Al entrar inmediatamente nos empezamos a besar, y a acariciar, le comente que no habría penetración de mi pene y que solo la haría venirse (correrse) ayudado por mis manos, boca y mis implementos de "tortura" por llamarlos asi.

Al decirle que con un solo beso la haría correrse se quedo incrédula y me dijo que no era posible, se lo demostré, ya que un besos termina cuando despegas los labios y empezando por la boca me puse a recorrer su cuerpo, inicie por sus labios, sin despegarlos, recorriendo su cuerpo poco a poco, hasta llegar a su vagina, que estaba apunto de explotar, al tocar el clítoris con los labios inmediatamente se empezó a convulsionar, (su primer orgasmo) termino en mi boca.

El segundo orgasmo fue así, llevaba un plátano, ni maduro ni tan verde, en su punto, aproximadamente de 20 centímetros x 6 de ancho, le quite la cáscara y lo metí en un condón, ya tenia un pene artificial, le hice que lo tomara con una mano poniéndolo parado en la cama y que se pusiera en cuclillas, sentándose lentamente en el, empezó a subir y a bajar, estaba tan excitada que le escurrían jugos por los cachetes de sus nalguitas.

El tercer y ultimo orgasmo, ya no quería mas, y que tenia que regresar a su oficina y no quería que se notara en la cara. Elaboramos otro pene, al gusto de ella. Lo quiso corto, pero gordo.

Llevaba papel higiénico y tomando casi todo el rollo empecé a mojarlo, apretándolo para que escurriera el excedente de agua, ya húmedo, se le envuelve mas papel higiénico seco, para que forme una especie de película (con la humedad y el papel seco se absorbe dándole rigidez y flexibilidad) a continuación procedimos a ingresarlo a otro condón, con un poco de esfuerzo ya que estaba un poco gordo,

empecé a hacerle oral nuevamente para que lubricara un poco y a masturbaba con la mano, para así proceder a ingresar al nuevo "amigo".

Al ingresar este, ya se sentía en la gloria y con sus jugos que le salían los esparcía alrededor su ano sin meter el dedo, solo esparciendo el jugo por fuera de su ano, dilatándolo, e ingresando un dedo, arqueándolo hacia arriba para tocar esa película existente entre el ano y la vagina. Logrando asi una corrida fabulosa.

Ya para terminar procedió a darme una de las mejores mamadas que haya recibido en mi vida, mamándomela y haciéndome venir en su lengua y jugando con mi esperma para después esparcirla por su cara, ya que me dijo que los quería traer mi sabor cerca de su nariz para oler y recordarme todo el día.

Después de esto quedamos para proximas clases, sin penetración y aprendiendo mas tecnicas.

Esta historia es verídica y cualquier madurita entre 30 y 50 años podrá escribirme a mi correo.