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Categoría: De Fiesta

Agujero de gloria

Cuando tenia 16 años me gustaba juntarme con otras amigas de la cuadra y juntas
formábamos una pandilla. Éramos 7 las más revoltosas del barrio y nos gustaba
jugar a provocar hombres y despúes desasernos de ellos. Para esa época yo tenia
un cuerpo esbelto, mis pechos de tamaño medio, una cinturita y mis nalguitas
paraditas, mis otras amigas también todas ellas lucían muy buena figura y
solían llamarnos las flacas de la cuadra, pero esto no nos importaba pues
sabíamos que aún así podíamos provocar a los hombres que nos vieran y a veces
los usábamos para obtener algún beneficio. Era ya de tarde y una de mis amigas
Mayra nos avisó de una fiesta cerca del lugar donde estábamos. Yo llevaba
un pantalón negro ajustado y una blusa de color azul que moldeaba mis
tetas, en ese momento unos amigos de ella nos dieron raite al lugar.
La fiesta era una casa un poco descuidada y daba la impresión de que solo vivian
temporalmente algunas personas. Como a la media noche llegó la policia y nos tuvimos
que ir a otro lugar para continuarla. Fue donde comenzó todo, yo me subí con
3 de mis amigas y otros cholitos que estaban en la fiesta y nos fuimos a un
barrio que no conociamos alejado a las periferias de la ciudad. El lugar donde
llegamos era una bodega abandonada y había mucha gente bailando. Una de mis
amigas que estaba drogada me dijo que la acompañara a comprar mariguana pues
ya se le había acabado, yo no conocia a nadie y mis otras amigas se habían
perdido así que la tuve que seguir hasta que llegamos a una casa de al lado
en donde caminamos por un largo pasillo. Los cuartos no tenian puertas y solo
unas cobijas roidas la hacian de puerta, se podían ver a muchas cholitos
bailando, drogándose. En eso mi amiga entró sola a un cuarto para comprar
la droga y yo la esperé afuera. Me dieron ganas orinar así que pregunté
por el baño y me sorprendió ver que el cuartito estaba en buenas condiciones
y limpio. Me senté en la taza y al estar orinando vi que había dos agujeros
uno en cada pared tapados con un cartón y otro detrás mio. Cuando termine
tuve curiosidad por saber que eran aquellos agujeros en la pared y destapé
uno para asomarme a ver si veía algo. Pude ver alguien se estaba del otro
lado y me lanzaron un billete de cien pesos por el agujero. Lo levanté
y ya me iba, no entendia lo que pasaba y pensé que seguramente algún
borracho lo había hecho, pero de pronto salió un pene de color negro a
traves del agujero. Fue tal mi sorpresa que me quedé inmóvil sin saber que
hacer, queria irme pero a la vez me gustaba aquel pene que se curveaba
curiosamente al lado derecho. Pensé que mi amiga tardaria todavia mucho
más y decidí divertirme, tal vez animada un poco por el alcohol o por lo
excitante de la situación me senté y agarre con mis manos aquel miembro,
que a mi contacto se sintió suave y caliente. Lo comenzé acariciandolo
solo de la puntita y después acerqué mis labios dandole pequeños lenguetazos
y chupándolo poco a poco. Me empezé a calentar y comenzé a tenerlo cada vez
más adentro de mis boca controlando el movimientos con mis manos y la
profundidad, sentí que yo era dueña de aquella cosa con venas que pulsaban
y lo chupé como si fuera un helado, le perdí el miedo y con mi lengua
lo ensalive todo, con mis dos manos lo apretaba y me lo metia una y
otra vez, después sentí en mi lengua un sabor salado y antes poder reaccionar
tenía la boca llena de semen, un poco de su primer disparo se me fue
a la garganta y tuve que toser un poco pues casi me ahogo. El pene se quedó
duro y chorreando semen por unos segundos más hasta que se hizo flacido
y se retiró del agujero. Me quedé perpleja ante lo que había hecho,
habia tenido sexo oral con un desconocido a traves de un agujero. Sin
todavia llegar a comprender la situación, una moneda golpeó mi pierna
y otro miembro salió pero esta vez del agujero del lado contrario. Estaba
más pequeño que el anterior pero seguramente queria diversión. Decidí no
dejarlo con las ganas con una mano lo empezé a recorrer lo más rapido
que pude hasta sentir como cambiaba de color y se contraia, después un
chorro de semen salió y me cayó en el pantalón , tuve que soltarlo y
busqué papel para limpiarme pero no había. El pene seguía por el agujero
chorreando gotitas y me levanté para buscar a mi amiga. A la salida me
preguntaba donde andaba, solo le contesté que estaba en el baño pero
nunca le conté mi experiencia. Tal vez en ese momento no lo crei conveniente
y al otro día pensaba que había sido un sueño pero al verme la blusa
manchada me di cuenta de que en realidad había mamado un pene aquella
noche y le había dado placer a dos completos desconocidos a cambio de
120 pesos.
Datos del Relato
  • Categoría: De Fiesta
  • Media: 6.23
  • Votos: 44
  • Envios: 5
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Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
neox
invitado-neox 08-08-2004 00:00:00

yo estaba al otro lado de la pared y realmente la lames bien.

carlos
invitado-carlos 25-03-2004 00:00:00

hola claudi . dejame decirte en primero que rara vez leo literatura erotica , poe que me parecen infantiles o inverosimiles, pero en este caso hice una ecepcion contigo, dejame felicitarte por tu gran imaginaciuon me gusto la descripcion de la felacion, se ve que experiencia tienes. sigue y ojala conserves ese toque de sabor en tus boca.

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