Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Confesiones

un trozo de mi vida

Estoy supercaliente ahora, he estado viendo multitud de videos porno y ansío tener un miembro dentro mío, como aquella única vez, déjame contarte…
Tendría unos once años, tal vez un poco menos y recuerdo que esa noche no se porque se me antojo meterme un hisopo por el ano, tu sabes el grosor de un hisopo?, bueno pues no es nada, pero el caso es que sentí muy rico y a la noche siguiente lo volví a hacer y una y otra vez, al principio me espante porque salían con excremento y sangre pero luego ya solo era excremento y me hacia ir al baño para defecar por lo que todo resolví hacerlo en el baño, al poco tiempo me metía al baño y usaba un palo de escoba y luego cosas mas gruesas, pero quiero que sepas que yo no pensaba en sexo, en ese tiempo yo no sabia lo que era eso y si me metía cosas era por el placer de sentir mi culo dilatado y por tener algo dentro, tan profundamente como fuera posible, claro que como te dije al principio, salía el palo lleno de caca y tenia que lavarlo y limpiarlo como estaba, pero luego aprendí que si yo me metía eso por el ano, defecaba y luego ya no había caca, había y hay, una especie de moco muy espeso que facilita la inserción de lo que me ponga en ese momento. Aprendí también que para que no lastimara y rozara al principio había de emplear crema o vaselina o simplemente la saliva y luego ya todo era resbalar rico hasta donde me podía llegar, profundo, delicioso…!. Mi culito se iba haciendo más y más receptivo con el paso de los meses, de manera que a la edad de 13 y medio y sin tener experiencia con niñas, yo deseaba que mi clase de sexo fuera que me cogieran así, simplemente. Claro que no deseaba pasar por puto y menos en un pueblo como el mío en que todo se sabe y se hace burla de lo que fuera, de manera que para el resto del mundo, fuera de mi cuarto, yo era ‘”normal”, incluso con novia ya que debía aprender lo necesario, pero en mi cuarto y a solas, yo me comportaba como mujercita y me movía y hacia como ellas, incluso con ropa robada a mis hermanas, podía pasearme en pantis y con ropa prestada como faldas y blusas, vestirme como “ellas’. Como te decía cada vez era mas grande lo que me cabía y me hacia deleitarme insertármelo, así que para ese tiempo ya podía meterme un consolador de unos 4 cms de diámetro y además había mejorado mucho mi placer. te explico, había una bata de baño muy cortita que nadie usaba y que yo me la quede, entonces en la noche después de merendar, yo me bañaba, pero para ello, podía meterme cosas y cosas en el culito, de manera que al irme al cuarto ya iba bastante caliente y adecuadamente relajado el ano, yo incluso subía desnudo, y con un consolador insertado y con el subía y me bañaba, claro que el baño era lo de menos, un rápido enjabonamiento y el resto del tiempo era meterme y sacarme mi consolador hasta el clímax, podía bajar con el insertado aun y en el baño de abajo ponía mi mayor gozo, una hacha que si la colocaba en cierto ángulo, el mango apuntaba directamente a mi culito y yo me dejaba ir hacia atrás para fornicarme limpiamente, ya para entonces no había excremento, solo mucosidad y era delicioso sentir como se metía y salía aquello, ahí gemía y pujaba simulando una violación por un hombron inmisericorde y terminaba ensartado y masturbándome, delicioso…!
Los días pasaban así para mi, pero en la casa trabajaba un muchacho, un poco mas grande de edad y estatura, moreno, que era pariente de la sirvienta y el llegaba todas las tardes para asear o alguna otra cosa, era moreno, fuerte y se llamaba Raymundo. Al principio el se asomaba a mi cuarto y la mayoría de las veces me veía estudiar, lo que no sabia es que también la mayoría de las veces yo tenia insertado mi consolador, ya que pasaba toda la tarde gozando las delicias de sentir como se mantenía mi culo dilatado, yo casi siempre usaba shorts y a esa edad uno se parece mucho a las niñas, y yo tenia un buen par de piernas y mis nalgas eran muy paraditas, mi cara ayudaba para semejar una niña, lo que me hubiera diferenciado era unos senos, aunque fueran pequeños pero no, solo los tenia por las noches en que desnudo me paseaba en mi cuarto, bueno sin calzones y bien cogido.. así que Ray no sabía mis secretos, pero creo los intuía, en fin un buen día se me ocurrió que podíamos jugar “luchas” y así lo hicimos.. el contacto físico era enormemente excitante y yo se que también le gusto puesto que le vi un buen miembro a semiparar…! Así que cuando menos un par de veces a la semana el se dejaba llegar para “jugar”.
Luego de un tiempo de jugar, note (y supongo que el también) que quedaba excitado, cansado y deseoso de sentir lo que suponía debía de sentirse, al tener sexo con un hombre… en cuanto se iba Ray yo me vestía de mujercita y realmente no quedaba mal, mi ropa era la adecuada y el deseo era tremendo, y se calmaba vistiéndome así y luego simular una violación en el baño, obviamente por un negro, ya que había escuchado en la escuela que los hombres de esa raza tenían fama de poseer una verga mayor a la normal. Eso me recuerda un día que llegue supercaliente de la escuela, ya que tuvimos deportes y el maestro nos eligió a tres para darnos una platica y un entrenamiento especial, acabamos cansadísimos y nos fuimos a las regaderas una vez que tuvimos el permiso, en el baño estaba con mis dos compañeros y no se puede evitar el mirarse los miembros, así que vi. a paco y era una verga regular, pero Héctor, wow…! Era una manguera, y eso que estaba fláccida, se me antojo inmediatamente, ya no pude dejar de pensar en esa delicia metiéndoseme hasta empujar los intestinos y bañarme de mocos el recto, así que terminando el baño me fui a la casa y toda la tarde estuve pensando en ella, y llegando la noche me tuve que dar una clase de cogida para calmar mi calentura que termine con el culo abierto, claro que mi consolador era mayor que esa verga y eso me valió, pero la diferencia es que esto era inanimado y la verga de Héctor estaba pegada a . Héctor. desde entonces anhelo una verga de ese tamaño o mayor para darme satisfacción.
Una vez que mis padres habían salido, me quede solo, mis hermanas estudiaban fuera del pueblo y me encargaron con la sra Celsa, pero después de las 7 era libre de hacer y deshacer en la casa, así que se ocurrió algo que nunca había hecho por temor o falta de audacia, pero ya mi calentura era mucha y me obligaba a realizar actos no pensados antes, me vestí de niña, con toda calma me bañe, y me puse unas calcetas, pantys de algodón azules, un pequeño brassier que rellene con algodón, una blusa escolar y una falda tableada de tipo escocés, desechada por la hermana menor hacia años y que yo robe y guarde, me quedaba, pero corta, de manera que si me agachaba sin precaución, enseñaría las pantys, unos zapatos también viejos pero en buen estado, de esos mismos para la escuela. Me pinte con mucho cuidado, no mucho, porque las niñas no se maquillan y me convenció mi aspecto, ahora solo faltaba la peluca adquirida con mucho esfuerzo, de cabello largo y castaño, me la puse y wow…! Había cambiado por completo, de verdad, a esa edad tu sabes que las piernas y las características son indiferenciadles en niños y niñas, me di una ultima vuelta al espejo y salí con mucho cuidado que no vieran de donde hasta la esquina de la casa, ya de ahí no había problema. Salí de la casa y no había gente, cerré pronto y corrí a la esquina, di vuelta rápido y me calme, pensaba ir al otro lado de la ciudad, donde no me conocían y empecé a andar, me contoneaba con dificultad pero luego de unos pasos ya me habitúe y que rico meneaba las caderas, caminaba con mucho ritmo… pase por varias calles conocidas hasta llegar a donde quería y en ese momento pase por una escuela y estaban saliendo los alumnos, me pase a la acera del frente y camine sin prisa, normal. No lo vas a creer, me silbaron y un trío de chicos me alcanzo y el que le había gustado mas me hizo platica, ya sabes el clásico flirteo. Lo deje acompañarme hasta llegar a una tienda grande donde me le perdí. Y estuve “viendo” artículos hasta que se quedo por ahi. Me acorde de mi falda y me puse a mirar “distraída” las cosas, empinándome y agachándome con toda intención de ver el resultado en los chicos y después de unas cuantas enseñadas de pantys me retire de ahí y regrese a mi casa… excelente. Los chicos y aun los hombres me veían con deseo, sobre todo si me agachaba un poco y enseñaba las nalgas (siempre las he tenido muy ricas, paraditas y grandes, y no se diga mis piernas, bien torneadas y largas, buen juego…!) la experiencia había sido gratificante, podía pasar por niña. De regreso a la casa me dedique a fornicarme con cuanto se me ocurría, vestida de niña hacia a un lado las pantys sin quitármelas y me dejaba meter mi consolador mas grueso, así hasta que se calmo mi ardor.

Al siguiente día Ray vio que me quedaba solo y por la tarde jugamos de nuevo, pero cuando su tía le dijo que ya se fueran le invento una excusa y yo se la secunde por lo que la tía lo esperaría en casa, un poco después.

Regresamos a las luchas y aquello era un cachondeadero tremendo, de uno y otro lado, pero Ray intuía te digo, que a mi me gustaba la pescuezona y sin mucho miramiento se dedico a toquetearme, ya que yo andaba en unos shorts holgados y sin calzones y una playera, mis medias de juego y mis tenis, de manera que mis nalgas y piernas estaban a todo su esplendor, el traía también camiseta y pantalones de la escuela. El se dio cuenta al rato que a mi no se me paraba mi miembro, y el estaba ya a mil, era una buena verga de unos 16 cms de largo por unos 4 de de grueso y yo la veía como se le movía a través del pantalón que cada vez mas veces tenia que acomodársela, sin recato ya. De pronto me dice, voy a quitarme el pantalón porque me estorba y como quiero ganarte, así es más fácil para mí. Y dicho y hecho, se quito el pantalón y salio a relucir ahora a través de la truza, su vergon. Yo me hice como desentendido y me prepare a pelear, en el fragor de la lucha sentía su miembro tocarme cada vez con mas frecuencia en mis nalgas, en medio de ellas.
En una ocasión, la mas extrema de ellas, me puso una llave y me inmovilizo por atrás, yo sentía su cuerpo completamente pegado a mi espalda, la verga que sentía muy grande, la coloco en mi surco de las nalgas y hasta empezó a hacer movimientos de coger, tu sabes, afuera, adentro, muy despacio, de manera que sentía como me recorría el medio de mis nalgas, incluso abriéndolas, aun a través de la ropa, esto ya era demasiado, ambos sabíamos que iba a pasar, estábamos solos en la casa y casi desnudos, haciendo un juego que ninguno creía juego .

Ray me mantuvo por un tiempo así, creo para que yo sintiera su hombría recórerme y para que supiera lo que vendría y yo no quería por que en un pueblo chico todos saben que… me soltó y yo le encare preguntándole que estaba pasando, sabiendo muy bien que era, pero me contesto que siempre me había deseado y que el creía que a mi me gustaría que me cogiera, yo no conteste pero el que calla otorga y entonces Ray dijo que si me dejaba coger la iba a pasar como nunca lo imagine, que el me deseaba y hasta me quería, desde ya mucho tiempo… yo estaba agachado, de espaldas a el pero no pegado y no oía lo que decía, solo pensaba en lo rico que iba a ser el que esa verga me taladrara el culo hasta el fondo, y el seguía hablando y empezó a acercarse y a tocarme mis nalgas y mis piernas, me dijo que si me dejaba, íbamos a ser una pareja durante mucho tiempo.

Y entonces yo le externe el miedo que tenia y entre caricias y besos el me prometió que nunca diría nada, que por el nadie sabría que el me había cogido y además le dije soy virgen, nadie antes me ha hecho nada, así que si te dejo tu vas a ser el dueño de mi secreto y el que me rompa el culo, pues con esa clase de verga eso es lo que va a pasar.

La verdad es que mientras hablábamos, el me seguía acariciando y calentándome aun mas en medio de besos y metidas de dedo y yo ya no supe que excusa poner, mientras le acariciaba con mis manos su verga, en toda su extensión, haciéndole también padecer, antes de que me preguntara otra cosa y en cuanto dejo de besarme todo apretado ( de aquí en adelante me referiré a mi en femenino, eso es lo que siento), me hinque y tomando su verga con las dos manos procedí a metérmela en la boca, chupandola y tocándola con la lengua y abarcándola con los labios, como si fuera dulce, Ray ya no dijo nada y se dejo hacer ese trabajo que yo nunca había intentado siquiera antes pero a decir de el me salio excelente. Mi boca no daba cabida a toda su verga, ya que era muy grande y gorda pero lo que me cabía era suficiente para que el eyaculara después de un buen rato de mojársela, el chorro de mocos me atraganto pero lo pude controlar y al final me los comí todos, chupe y limpie de todo aquello y su pene no bajaba en intensidad (divina juventud).

Ya estaba todo decidido, aunque en este momento me hubiera echado atrás (en la conducta, ya que pronto me iba a echar para atrás literalmente) ya Ray sabia que era suyo, nadie iba a creer que solo le mame la verga y que no me cogio… de manera que le insistí en que no me fuera a delatar con nadie y que yo me comprometía a ser solo de el en el momento que fuera, obviamente de manera discreta pero cierta. El aseguro que así seria y nos desnudamos y yo le dije que mi sueño había sido que me cogieran pero primeramente me vestiría como niña y volví a tomar mis cosas como en aquella ocasión. Cuando Salí del cuarto, Ray no lo creía, entonces si es cierto que te gusta ser niña…! Yo había oído rumores pero no eran seguros y me contaron que vieron a una chica por los barrios aquellos y eras tu…!, pero que buena estas, de aquí en adelante tu eres mi chica y te vendré a dar lo tuyo si puedo todos los días, estas riquísima, bonita y bien nalgoncita… y empezamos a besarnos y acariciarnos nuevamente, haciendo que el calor subiera, yo como te dije, pese a todo mi pequeño pene no se alteraba, acaso un poco pero el de Ray, wow! Parecía que estaba creciendo a minutos y el tamaño que tenia ya no era el mismo, pronto Ray me desnudo por completo y yo a el y entonces vino lo bueno, me iba a coger, al fin…! Yo sentía el culo abierto, hubiera podido recibir el de un elefante, estaba calientísima y receptiva y le pedí a Ray que me untara vaselina de la que usaba yo para mis consoladores y el me la unto de prisa, luego se embadurno su verga y me puso de a perrito… sentí sus manos calientes en mis caderas y la punta de su verga en el culo, yo me apreté un poco, no se porque, y en eso que empuja suavemente pero con firmeza y la verga se abrió paso a través de mi esfínter, abriéndolo a su capacidad, si yo no era virgen, como le mentí a Ray, pues ahora era cierto, porque me la metió inmisericorde hasta el fondo, sintiendo yo que boqueaba por falta de aire, pero completamente lleno, mi recto estaba ocupado por el vergon de Ray y entonces me di cuenta que eso era lo que yo había buscado tanto tiempo, y entonces le pedí, así, raycito métemela toda, soy tuya, ábreme, hazme lo que quieras y me movía como empalada (eso era) y alrededor del mástil que tenia detrás, el se empezó a mover despacio hacia fuera y yo gemía de satisfacción, nombre, que rico era eso, sentía su miembro pleno en mi y sollozaba de placer cuando lo sacaba y de satisfacción cuando me la volvía a meter, y me hacia para adelante y para atrás, siguiendo su ritmo y el me la metía hacia un lado, al otro, para arriba y para abajo y yo gemía y gritaba cuando sentía que me tocaba el fondo del recto, que cogida me estaba dando, para ser mi primera vez aquello era simplemente la gloria y así me la metió y me la saco, durante buen rato, solo cambiamos de posición, ahora el me puso en la cama de espaldas y siguió con su destrozadora tarea y luego el me dejo montarlo, me cargo al frente suyo y yo le abrace con las piernas, de esa manera mi culo no tenia ninguna escapatoria y simplemente al dejarme caer me ensartaba nuevamente y así estuvimos,y luego el acostado y yo viéndole la cara me deje meter su pedazote de carne y yo con las piernas me movía para entra y salir, y era el cuento de nunca acabar, hasta que finalmente, el acostado y yo de espaldas, sentándome y parándome, sentí que ya se venia y lo hice mas rápido, , ay reycito que rico me coges, te juro que si he sabido lo que era esto, te dejo hace un año que me cogieras,damela, métela, cogéme, así dame, así tómame, ábreme, métemela toda, ay que rico, como es posible que esto me lo haya perdido y girando me voltee hacia el sin dejar de estar ensartado y le bese, casi llorando de placer, el arrecio sus embates y me dijo si, ahí te va te estoy dando lo que quieres, querías verga, no, pues ten la mía y siéntela hasta el fondo, no que muy virgen? Pues te rompo el culo así y me la metía mas y mas hasta que ya no podía, puesto que ni modo que se metiera el resto de el, en ese momento se sintieron unos espasmos y yo sentí también que se me nublaba la vista y eyacule una nada y el? Me inundo el recto con sus mocos, la leche salía rodeando se verga y me sentí planamente lleno, de carne y de mocos, nos quedamos un rato descansando, yo con el metido, como cucharitas…
Ay, que cogida…! Para ser la primera me fue súper, mi culito estaba desflorado pero contento y lo sentía palpitar con aquella verga de 16 cms adentro todavía…!
jazmin
Datos del Relato
  • Autor: jazmin
  • Código: 21334
  • Fecha: 22-07-2009
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 5.49
  • Votos: 43
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3162
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.138.174.120

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 38.445
»Autores Activos: 2.272
»Total Comentarios: 11.896
»Total Votos: 512.052
»Total Envios 21.925
»Total Lecturas 104.850.608