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Categoría: Incestos

Secretos de mi tía

Hola hoy les traigo un relato que encontré en el diario de mi tía. Espero que les guste.

Estar sola, aburrida, estresada y con unas locas ganas de que alguien me diera una rica cogida, me incitó a disfrutar de mi cuerpo. El trabajo me tenía arte, mi esposo no se interesa por mí, y mis hijos viven cada minuto de su vida en las calles olvidándose de su madre. Eran las 8 de la noche y aún no llegaban. Supuse que lo harían tarde por lo que me di la oportunidad de tener un poco de intimidad. Había salido temprano del trabajo y no había nada que hacer. Tenía puesto un pantalón de algodón color azul marino y una blusa blanca de manga larga. Abrí mi closet y de una caja con llave saqué un dildo de 22 centímetros. Tenía tiempo de no usarlo. Lo lavé muy bien y me subí a la cama. Me recosté sobre las almohadas. Abrí el navegador de mi celular y busqué videos porno. Busqué en la sección "anal" y seleccioné el video de una chica muy bonita. La chica estaba en la sala leyendo un libro y en ese instante llegó un chico. Ambos parecían de 25 años. Charlaron unos minutos y de repente la chica tomó la mano del chico y la colocó sobre su pecho izquierdo. Ella vestía unos shorts blancos y una blusa negra sin brasier. El chico frotaba su seno. Ella se quitó la blusa dejándose ver los pechos. Montó al chico y dejo él le lamiera cada seno. Se los chupaba suavemente y le masajeaba el trasero. Conforme avanzó el video se fueron desnudando. Sin bajarse del chico se bajó el calzón hasta quitárselo. Él la manoseo muy rico. Le pellizcaba los glúteos. Mientras eso pasaba separé mis piernas y resbalé mi mano derecha sobre mi entrepierna. Se puso de pie sin bajarse del sillón y le pidió al chico que le chupara su vagina. Acercó su cara y él simplemente sacó su lengua para resbalarla sobre sus arrugados pliegues. Me excitó ver eso. Desabroché mi pantalón, bajé mi cierre y me metí la mano a mi vagina. Me la acaricié por arriba del calzón. Lo hacía suavemente. Imaginé como si la lengua del chico fuera mi propia mano. Lengüeteaba su clítoris. Le chupaba con ganas. La chica sólo cerró sus ojos dejándose llevar por el placer. Apoyó sus manos sobre su cabeza y apartaba y acercaba la cara del chico de su linda vagina. Cada vez que se acercaba, él aprovechaba para lamerle. Puse mi celular sobre mi abdomen y levanté el trasero para quitarme el pantalón y el calzón. Los retiré hasta mis rodillas desnudando mi vagina. Escupí mi mano y la bajé frotando mi clítoris. Lubriqué mis pliegues con mi saliva combinándose con mis fluidos vaginales. El chico se quitó el pantalón y el calzón dejando salir su larga verga. Dios, la tenía larga y gruesa. Rasqué mi vagina más rápido. Miró su verga y no dudo en bajar su trasero. Flexionó sus piernas y agarró la tremenda verga y se la untó sobre sus pliegues y su ano. Hice lo mismo con mi mano. Resbalaban mis dedos de arriba abajo. Acariciaba mi vagina y mi ano con mis dedos. Agarré el dildo y lo chupé como si fuera la verga del chico. Me lo metí todo hasta el fondo atravesando mi paladar y mi garganta. El dildo de gel bajaba por mi garganta muy rico. Saqué la lengua y me lo metí más. Casi me vomito. Hice ese extraño ruido con mi boca como si fuera a vomitar. Lo saqué mojado de saliva y lo embarré sobre mis pliegues. La chica no lo pensó más y se metió el miembro en su rajita. Se sentó introduciéndose todo ese cacho de carne. Soltó un gemido que hizo enchinar mi blanca piel. Metí la punta del dildo a mi vagina y lentamente me penetré. Seguí minutos así. Penetraba a la chica muy rico. Ella lo disfrutaba. Brincaba como loca. El chico mientras manoseaba su lindo trasero. La bajó haciéndola aún lado. La chica se arrodilló sobre el sofá y paró el culo. Él se levantó y le dio una fuerte nalgada. Besó sus dos glúteos y luego resbaló lentamente su lengua sobre su ano, eso aumentó mis ganas de coger y que me hicieran lo mismo. Él chico le escupió el ano y recogió su saliva con la punta de su lengua comenzando a lengüeteárselo. Bajé un poco mis dedos de modo que tocaran mi rabito y empecé a rascármelo. Me lo frotaba. Ver como se lo chupaba me calentó mucho. Estaba tan excitada que me metí dos de mis dedos. Tenía el ano tan húmedo que fue fácil introducirlos. Él chico hizo mismo que yo. Le metió su índice en el ano. Ella sólo se quejaba pero de placer. Retiré el dildo de mi vagina y lo metí a mi ano. Lo fui introduciendo lentamente. El grosor estrechaba mi hoyo ligeramente. Me dolió un poco pero seguí metiéndolo, me entraba muy rico el pedazo de gel. Lo metí hasta llegar a la base. Me sentía llena del culo. Cambié de posición. Me levanté un poco y me acosté boca abajo. Puse una almohada debajo de mi abdomen para que mi culo estuviera levantado y el celular lo puse frente a mi cara recargado sobre la cabecera. El video ya había avanzado. Ahora la estaba penetrando. Lo hacía rico el chico. La penetraba con delicadeza y muy profundamente. Se la cogía muy bien. La chica sólo gemía. Mientras le metía su verga por la vagina uso sus dedos para metérselos en el ano. Se los retiró y la jaló del cabello y se los acerco a la boca. Sin dudarlo accedió, y se los metió a la boca. Que sucio pero muy rico. Sin duda. Metí mi mano izquierda por debajo llegando a mi vagina y empecé a rascar mi clítoris, mientras que con la otra mano sacaba y metía el dildo de mi colita. Se sentía muy rico. Levantaba el culo e imaginaba que me cogía el chico del video. Cerré los ojos dejándome llevar por todo el placer. Los abrí un poco y al mirar al espejo que tengo junto a la cama, vi a mi hijo Jorge afuera viéndome. Se estaba tocando. Estaba masturbándose. Pude ver de lejos que la tenía muy parada. Aunque la puerta estaba entrecerrada podía verlo. Lo disfrutaba, y yo también.

- Aaaahhh!!!

Liberé un rico gemido de placer.

Retiré un poco el dildo y me lo volví a meter. Sentía riquísimo. Miré a otro lado e ignoré que él estaba ahí.

- que rico! dije excitada

- Cógeme, métemelo, decía yo en voz alta. Decía yo cada vez que me penetraba el culo con el dildo.

Enterré la cara en una almohada sofocando mis gemidos. De repente y sin imaginarlo me montó recostando su pecho sobre mi espalda.

- que rica te vez, susurró en mi oído izquierdo.

- ¿te gustó lo que viste?

- ¿así que me viste observándote?

- mmmm... sí.

Sus manos resbalaban por mi espalda bajando a mi cintura.

Aunque ya me ha tocado en anteriores veces, necesitaba que lo hiciera con más intensidad. A pesar de que tengo 44 años, aún mantengo un cuerpo delgado y un trasero levantado que es lo que le gusta a la mayoría de los hombres. Me cuido haciendo sentadillas todas las mañanas y los sábados salgo a correr. Lo que me ha ayudado a mantener la forma de una chica joven. Tomó mi trasero con sus largas y frescas manos y me lo apretó.

- estás bien rica, mamá. Me encanta tu culo bien parado.

- ¿mucho?

- muchísimo. Te daría unas ricas lamidas todo el tiempo.

Sus intenciones me excitaban tanto que era inevitable negarlo.

- lo tienes bien metidote. Apuesto a que no te dolerá si te lo meto.

- ... no lo sé... no creo.

Agarró con sus dedos la base del dildo y me lo fue retirando lentamente del culo. Sentía muy rico. Me resbalaba con facilidad. Aunque el culo no lubrica pero mi saliva conseguía que resbalara perfectamente. Destapó mi ano.

- que rico lo tienes.

- lo siento muy abierto.

- sí, mamita, lo tienes bien abiertote. Y listo para meterte mi verga, mis dedos o mi legua.

- mmm no sigas que me volveré loca

- eso es lo que quiero, hermosa.

Miré atrás para verlo. Olió el dildo y chupó la punta del dildo. Parte que estaba hasta el fondo de mi culo. Se me hizo tan repugnante que hiciera eso pero me excitó muchísimo.

- mmm que rico te sabe. Dulce y acidito.

- ¿te gusta lamer eso?

- mientras sea el tuyo, no tengo ningún problema.

Acercó el dildo a mis labios y lo resbalo sobre ellos. El líquido de mi culo y mi saliva humedecían mis labios.

- ábrela, me ordenó

Abrí la boca y me penetró la boca llevando ese sabor a mi boca. Succioné para probar. Sabía ácido y a la vez tenía un sabor dulce. No sé por qué pero me gustó.

- eso, Chupalo.

Dejó el dildo en mi hocico y bajó a mi trasero. Besó mis dos glúteos y separó mis nalgas. Al estar totalmente abierta aprovechó y me lamió el ano.

- mmmm que rico, dije cerrando los ojos al mismo tiempo.

- sí, mamita. Estás bien ricota.

Resbalaba su linda lengua sobre mi estrecho rabo. Lo tenía muy abiertote para que me metiera su rica lengua. Y lo hizo. Separó lo más que pudo mis nalgas y penetro mi hoyo.

- sigue, que rico. Métela más.

Levanté el culo de lo caliente que estaba.

- eso, mamita. Levanta tu hermoso culo.

Su cara estaba bien metida entre mis nalgas lamiéndome el ano. Lengüeteaba muy bien mi orificio. Mientras el hacía eso yo me entretenía con el dedo metido en la boca. Lengüeteándolo como si fuera su miembro. Se levantó un poco y escuché que se quitaba el cinturón. No tardó mucho ya que en menos de 4 segundos volvió a recostarse sobre mí untando su larga verga sobre la línea que separa mis nalgas.

- ¿te gusta?, me preguntó.

- si. Está muy larga y dura.

- así me la pones, mamita. Dura y lista para romperte bien rico el culo y la boca.

- mmm sí, me gusta.

Se movía como si me cogiera. Resbalaba de arriba a abajo su miembro.

- ¿quieres que te la meta?

- si. Métemela. Cógeme con ganas.

Resbaló su miembro sobre mi ano. Se lubricaba con la saliva que estaba alrededor de mi ano.

- que rico lo untas, dije.

- ¿te gusta, mamita?

- si. Se siente rico.

La resbaló nuevamente y en menos de un segundo colocó su punta en mi orificio y la metió lentamente.

- Aaahhh!!! Que ricoo! dije levantando el culo para que lo metiera todo.

- eso, hermosa. Que rico te entra.

- si. Me entró todo!!!

- si mamita. Lo tienes bien abierto que te entra bien rico.

Su verga había entrado bien en mi culo. Me llenaba toda. Empezó a moverse. Me la empujaba y me la sacaba.

- que rico!!! Siii!!! Métela toda!!! Cógeme!!!

- si mamita, lo que tú digas!!! Aaahhh!!!

- vamos!!! Cógete a tu mami!!! Métele la verga!!!

- si siente bien rico!!! Creo que me vendré!!

- si!! Hazlo!! Lléname el culo de semen!!

- ¿si?, ¿si quieres eso?

- si!! Quiero sentirlo!!!

Me la sacó dejando su punta y la metió fuertemente.

- Aaaahhh!!! Que rico la metes!!! Siii!!!

- Dios, mamá!!! Que rico culo tienes!!!

Mientras me la metía por el ano me frotaba el clítoris. Esa combinación era fabulosa. Sentía muy rico!!

Me levantó quedando de rodillas sin sacármela. Me tomó de la cintura y siguió cogiéndome.

- que rico coges, Jorge!! Me la metes bien rico!! La tienes bien larga!!

Como estaba acostada me levanté un poco y me arrodillé quedando recostada nuevamente pero con las rodillas dobladas.

- levanta tu colita, mamita. Para el culo.

Lo hice. Aunque estaba dejando caer todo mi peso sobre mis piernas la forma en como me cogía me encantaba.

- te vez preciosa en esta posición.

Se inclinó hacia adelante y me agarro del cabello haciéndome una coleta. Tiró de ella levantando mi espalda quedando pegada a su pecho. Me recargue sobre él y acosté mi cabeza sobre su hombro derecho mirando al techo. Sus manos soltaron mi cabello y se centraron en acariciar mi abdomen, mi ombligo, mis costillas hasta llegar a mis pechos.

- están ricas tus tetas. Las tienes redonditas.

- ¿te gustan?

- sí, mamita. Si pudiera te succionaría tu rica leche.

- mmm que rico.

Cubrió mis pechos con sus manos y me los apretó. Con su índice y su pulgar apretaron mis puntas haciendo que se endurecieran.

- que rico las aprietas.

- sí, mamá. Se te pararon bien rico.

- si. Las siento duritas.

Levanté la colita y la dejé caer metiéndola nuevamente.

- que rico, dije.

Me gustaba como me resbalaba y se adentraba en mí. Apretaba y pujaba, apretaba el ano y pujaba, aflojaba mi orificio.

- que rico, mamita. Me aprietas la verga. Hazlo otra vez. Aprieta el hoyo.

Me incliné hacia adelante recargando mis codos sobre las almohadas que tenía en frente y lentamente se me fue saliendo su dura verga del culo. Me había salido la mitad.

- que rica estás, mamá. Me encanta tu culote.

Solo reí y pujé como si estuviera cagando. Salió su verga de mi hoyo. Me dio una fuerte nalgada en la nalga derecha. Su golpe me gustó mucho que le pedí otro.

- dame una, mi amor.

Me azotó el culo y metió su punta en mi vagina penetrándome lentamente.

- Dios!!! Que rico siento! dijo excitado.

- sí, sigue metiéndola!!! Cógete a tu mamita!!

- claro que sí!! Te voy a coger!!!

Me la empujaba y me la retiraba sin sacarla. Rosaba su miembro en mis paredes vaginales generándome un rico placer. Tomó mi coleta nuevamente y me jaló hacia él. Otra vez estábamos en esa posición. No sé pero se sentía tan rico. Cada vez que la metía me encantaba. Se sentía diferente y muy rico.

- sigue!! Métela así!! Hazlo rápido!!

- ¿así?, preguntó cogiéndome más rápido

- si!!! Así!!!

Su forma de cogerme era tan deliciosa.

- Dios!!! Si!!! Así!!

- sí, mamita!! Que rico te la meto.

- sii!!! Que rico!!! Aaaahhhh!!! Se siente muy rico!!

Empecé a saltarle la verga.

- eso!!!

- sii!!! Que rico, que rico!!

Bajaba y subía. Me entraba y me salía. Sentía que iba a explotar.

- puso sus manos sobre mi culo y me lo acaricio. Bajó a mi orificio y metió su dedo largo en mi ano.

- mmmm que rico!!! Mételos bien!!!

- lo tienes bien rico!!

- vamos!!! Cógeme!!

- sí, hermosa!! Siento que me vendré!!

- no, no, no!!! Espérate!! Aaaahhh!!!! Dios!!! Que rico!!! Cógeme más rápido!! Hazlo más rápido, por favor!!!

De un segundo a otro lo hizo. Me la metió como un loco desesperado.

- Aaaahhh!!! Puta madre!!! Ssiiii!!! Así!!! Que ricooooo!!!! Dios!!! Dios!!! Aaaaaahhhhh!!!!! Dios miooooo!!!!!

Esas últimas palabras fueron acompañadas de un tremendo orgasmo. Exploté con un chorro como si me hubiera meado. Liberé una gran cantidad de ese líquido. Mojé la cama. Salió con presión. Fue un extraordinario orgasmo. Mi cuerpo temblaba. Mis muslos tambaleaban. Perdí energías en es momento. El placer de ese orgasmo invadió por completo mi alma. Mis ojos se entrecerraban y divagaban por toda la recámara. Abrazó mi estómago para evitar que me moviera.

- tranquila, tranquila

- que rico, la verdad, dije recargada sobre él

Me besó el hombro izquierdo y olió mi cabello.

Embarró su punta sobre mis pliegues y me la metió. Mordí mis labios y empecé a brincarle.

- ahora me toca, dijo.

- ¿te vendrás?

- eso quiero.

Su verga resbalaba dentro de mí.

- mmm que bien se siente.

- métela toda

Me penetró lentamente.

- mamá, creo que ya casi.

- ¿si?, vamos!!! Vente, lléname!!!

Pegué bien el culo sobre sus muslos y moví el culo de izquierda a derecha, de arriba a abajo. Lo moví haciendo círculos

- Aaaahhh!!! Eso!!! Mueve el culo así!!!

Apartó sus manos de mi estómago y me agarró de la cintura. Tomó el control de mis movimientos. Sus muslos chocaban con mis nalgas.

- si, mami!!! Así!!! Que rico!!! Que rico te cojo!!! Aaaahhh!!!

- ¿te gusta así?

- siii!!! Ya casi!!!

Empecé a broncarle con rapidez. Quería que explotara en mí. Quería sentir su caliente y espeso semen.

- Aaahhh!!! Así!!! Brinca más!!! Vamos!!! Vamos!!! Haz que me venga!!!

Su verga estaba tan dura y larga.

- lléname!!! Vente!!! Hazlo!!! Lléname la concha!!!

- si, si mamita!!! Dios!!!! Ya!!! Ya!!! Yaaaaaaa!!!! Siiii!!! Aaaahhhh!!!! Que sabroso!!! Que rico, que rico!!! Eso!!!

Dios, sentía su semen dentro de mi. Estaba expulsando su semen. No dejaba de eyacular. Estaba calientito.

- eso, mi amor, báñame bien rico.

- eres la mejor, dijo con una voz cansada.

Se apartó y retiró su larga verga.

Se bajó de la cama. Sin bajarme solo di la vuelta quedando arrodillada. Me acerqué a la orilla de la cama y agarré su verga. La jale suavemente y me la metí a la boca. Succioné lo que le sobraba.

- que rica sabe, dije.

Solo se quedó parado acariciándome el cabello. Su semen tenía un sabor pasado y a la vez cremoso.

- chupámela, trágatela, me decía.

Reí. Le succioné llevándome a la boca lo poco que salía. Me agarró la cabeza y empezó a penetrarme. Me cogía por la boca. Su punta resbalaba por mi paladar resbalando hacia adentro atravesando mi campana.

- que bien la chupas.

Abrí bien la boca y dejé que me la metiera como quisiera. La sacó dejándome su glande sobre la lengua y me la metió toda haciendo que sus testículos quedaran pegados a mi nariz. Dios, me llenaba toda la maldita boca. Me estaba asfixiando. Me quedaba sin aire, estaba a punto de toser, de vomitar. No quería morderlo. Puse mi mano sobre su estómago para apartarlo pero me tenía bien agarrada. Abrí la boca tratando de respirar. Mi saliva me escurría por el mentón. Chorreaba mi espesa saliva. Me la sacó. Sentí un gran alivio. Di un gran respiro. Mis ojos estaban soltando lágrimas, mi nariz estaba irritada, y mi boca cubierta de saliva. Parecía mucosa. Tenía muchas burbujas.

- que rica te vez, dijo acariciando mi cara.

Me agarró del cuello y levanto mi cara de forma que pudiera verlo. Agarró su verga y la untó sobre mi boca.

- otra vez, ven.

La metió nuevamente sin tener un poco de compasión. Al meterla hasta adentro solté un eructo. Y me penetró con ganas. La metía y la sacaba.

- sácala la puta lengua.

Lo hice y la metió.

Sentí horrible pero me encantó. Me penetró toda. Mis ojos derramaban gotas de lágrima. Mis lágrimas se mezclaban con mi saliva brotando de mi linda boca.

- ¿quieres que me venga?, ¿eh?

Me daba cachetadas en la mejilla derecha. No respondí aunque él sabía que si lo quería. Retiró su verga y con su mano recogió una cantidad de mi saliva y lubricó su miembro con ella. Sólo miré como se la jalaba.

- ¿estás lista?, me preguntó excitado y frotándosela.

- ... ajá... sí.

- abre la boca, abre la boquita, tía.

Aparté mi cabello de mi cara y abrí bien la boca sacando la lengua.

- ya casi, ya casi.

- vamos, vamos, lo incitaba.

Justo en ese instante expulsó su delicioso semen sobre mi lengüita.

- Aaaahhh!!!! Que rico!!!! Sssiiii!!!!

Aunque ya había eyaculado, le salía. Sentía su líquido espeso y caliente. Bañó mi lengua con su rica leche. Succioné su glande evitando que derramara en el suelo.

- Días, que rico succionas!!

Se la chupaba como si su verga fuera un chupón. Succionaba y tragaba. Que rico su semen. Ácido y salado. Se apartó y me bajé de la cama.

- regresa a tu cuarto, ella puede llegar.

Salí del cuarto para dirigirme al baño. Cuando salí vi que se dirigía a su recamara con su ropa en las manos. Miré su culo desnudo mientras caminaba hasta desaparecer del pasillo. Entre a mi recámara y me puse mi pijama y di las gracias por tener una noche tan especial.

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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