"A veces palabras recias suelen ser mas efectivas que las prudentes."

Segun la personalidad se aplican la palabras para llegar a donde se quiere. Estaba trabajando cuando mi jefe llegaba con una mujer para un etrenamiento de trabajo. Me decia su nombre "Olga" y me jefe se marchaba no si antes recordarme lo que tenia que hacer "Roberto, ya sabes lo que tienes que hacer". Hombre! note el gesto de una mujer de treinta años de buena apariencia, pero con un gesto a la defensiva como si alguien le iba a decir algo contra su persona. Tenia diez dias para que ella estuviera lista para trabajar. De primas a primera ella me dice que no es una mujer de broma ni tampoco una mujer de bromas con doble sentido porque ella era una mujer de buenos principios morales. Lo primero que se me cruzo de que era una come mierda que se creia el pedo de venus y de una vez comence con ella el entretenimiento de trabajo. No asimilaba nada de lo que en si era el trabajo mas sin embargo yo hacía mi trabajo como entrenador. Al tercer dia me decia que le ayudara porque necesitaba el trabajo y le decia que su problema era que se mostraba muy a la defensiva pensando que alguien la iban a irrespetar, pero para mi, seguia siendo una come mierda por su altivez. Por las mañanas despues del buenos dias, yo continuaba ssiendo muy serio con mi trabajo y la loca me decia que pasaba conmigo y por qué no me reia con ella. "Es mejor asi" le contestaba. A los dias el esposo llegaba al trabajo y otro amigo mio le tocaba entrenarlo. Al igual mi amigo me decia lo mismo de lo que era Olga...otro come mierda y muy necesitados que estaban.

              A veces el marido de Olga llegaba a la mesa donde yo entrenaba a su mujer y me di de cuenta que era un come mierda bien hecho y que le infundia terror a Olga antes su presencia. Nunca me saludo y a mi me importaba un comino. Olga habia aprendido mucho del trabajo y poco a poco se fue soltando conmigo hablando mas. Por joder, asabiendas que su marido la esta mirando pretendo que le veo su mujer directo a sus nalgas. Al dia siguiente su mujer me decia del reclamo que su marido le habia hecho a ella y me preguntaba si yo la miraba y le conteste que yo no tenia tiempo que perder en babosadas. Olga me miro y se sintio ofendida que me decia que ella no era una babosada. Olga paso la prueba en la compañia y era contratada por la misma. Nunca ellos dos pudieron lograr trabajar en un mismo turno y Olga comenzo a trabajar en mi turno. Un dia que trabajaba en mi maquina, Olga me miraba la cadena gruesa de oro en mi cuello y me decia lo bonita que es mi cadena y me dejaba una puerta abierta para decir lo que queria decir "Esta cadena la han mordido muchas bocas" Mi respuesta puso a pensar a Olga y me preguntaba "Cómo?" y le explicaba que cada vez que me cogia a una mujer la cadena quedaba guindando a la altura de las bocas de las mujeres. Miraba a Olga arrepentida de haberme preguntado y me decia que no siguiera diciendo mas y me decia que yo era muy malo por hacer esas cosas "Ud no las hace Olga?" Ella nunca me contesto a mi pregunta.

            Desde ese entonces, Olga me quedaba mirando la cadena de oro que quizas la tranportaba a un mundo de fantasias diseñado por ella misma. Note que comenzo a platicar mas y mas conmigo y comencé a decirle cosas mas atrevidas de sexo "Es que yo no soy de esas Roberto...no me confunda" me decia despues de haber dicho algo mas atrevido que iba contra su moral. Dejaba de hablar con ella y a los dias ahi estaba ella en la maquina para saludarme, pero eso era un prtexto de parte de ella y me decia que yo le hacía falta "Cuando te la meta... mas falta te hare" asi mismo le respondia yo y la dejaba ahi plantada sin saber que todo para mi era un plan para poderla coger. Me decian que no sabia cómo ella toleraba tantas cosas mias y extendiendo mi mano le pedia que fuese mi amiga de verdad. Olga se detenia y me decia que no sabia que hacer porque yo era un hombre sin pleos en la lengua "Porque ud no me los quiere poner mamita, pero yo me muero de ansias" le contestaba a Olga dejandola sin palabars. La trataba mal y ella mas buscaba de mi y me decia que no sabia cómo era posible de aguantar a un hombre sin escrupulos.

            Yendo para la casa al final del dia me metia al carro de Olga y ella era para mi toda una sonrisa y coqueteando me lleve mi mano a la cremallera de mi pantalon y ella me decia "Cuidado se atreve" sus ojos estaban atentos y me sacaba la pija mientras ella clavada con la mirada hacia el frente de su carro y le decia "Mierla que esto puede ser suyo si se anima" Olga me decia que no, que ella no iba a mirar para ningun lado y yo insistia a que la mirara prometiendo que si a miraba tan solo una vez, yo me saldria de su auto. Los demas trabajadores pasaban por el lado de nosotros y solo nos saludaban sin saber de lo que ocurria entre Olga y yo. Al ver que se hacía tarde, Olga decidia ver mi berga y la miro y con la misma miraba hacia el frente de su auto. Tenia bien parada la berga y ella lo sabia haciendose la inocente cuando de reojo buscaba ver mas de mi berga. Me salia del auto y de lo dejaba como una tarea de noche. Al dia siguiente ella sola se reia y me miraba hasta que me hacía llegar a su maquina y le prguntaba y entre risa me llamaba sinico. "Este sinico te va a culear" le respondia yo y me iba de rgreso para mi maquina.

           Un dia ella y yo fuimos llamados para trabajr horas extras y el trabajo estaba muy flojo y a las dos de la tarde en el parqueo de la compañia concencia a Olga a que me tocara el pito y me lo comenzo a tocar hasta convencerla a que se quitara el calzon. Recorri mi asiento del auto hacia atras y todos los autos de los empleado se habian marchado. Olga se sento en mi y se sostenia del tablero de mi auto mirando su propio rostro en el espejo retrovisor y se la metia poco hasta lograr la comodidad de poder coger. Olga no dejaba de verse hacia ella misma en el espejo retrovisor de mi auto y se lo deleitaba y le pedia que dijera que ella era una puta mia..se negaba a decirlo hasta que al final me lo decia "Roberto, soy tu puta" me cogia a Olga y ella estaba con toda su moral por los suelos. Ese fin de semana Olga mordia mi cadena de oro con su boca mientras yo encima de ella me la cogia en un hotel cercano de la casa de los dos. Ahi me confeso de tener un esposo egoista y sobre todo muy manipulador sobre ella y que no se la daba muy seguido. "Roberto, nosotros como matrimonio solo somos una apariencia del matrimonio perfecto para que digan que somos un matrimonio ejemplar, pero de eso no hay nada" La cabeza de mi pija estaba bien incrustada en lo mas intimo de Olga sintiendo el gusto rico de su panocha que estaba siendo mia. Todavia trabajamos sin que nadie sepa del gran ididlio que existe entre Olga y yo. Tuve que ser recio con Olga hasta que lo aflojo.