Una tarde de diciembre en plena pandemia del coranavirus (COVID - 19). Su amigo teniendo ya cumplido dos años de no visitar ni ver personalmente a Brooke, consuma desesperación incluyo ilusión a la vez.
Le cae esa tarde en su trabajo, que por supuesto lo recibe en vivo y a todo color, afamada sobre todo entre ustedes y yo encantadora, que portando igualmente vistiendo, e utilizando bellamente su uniforme gubernamental.
En camisa de puño de estampados de rayas blanca y azul oscura, que hace juego por supuesto con falda azul electrico negro sin pantimedias.
Mientras tanto Brooke aprovechando en vivo y a todo color, abre la puerta del comedor al estirarse y doblarse con una pierna levantada, hago de las mias me acerco le meto la mano delante de su falda; al encontrar rapido lo que ando buscado urgente cómo degenerado asimismo depravado, finalizo lo que deseando y calentando. Mis dedos zurra hasta urgan la vagina; que noto y descubro lo tiene al máximo bastante y tanto seco, y sin lubricante al ponerseme recio especialmente duro, primordialmente obstruido y mucho más.
Pero al ponerme al corriente le devuelvo su lubricación en que Brooke, se me afloja y se me suelta con mucha facilidad e instantanea, por obra de arte.
Todavía saluda y conversa con otra colaborador en ese instante; la dejo tremendamente chorreando y disparando por supuesto mojando, por más de cien veces continuas cómo seguidas que barbara, queria que yo llegara a su trabajo y mucho más para encargarme de Brooke.