EPISODIO II “MONICA NACE A LA PERVERSION”
Continuando con mi relato, con respecto a la tortuosa e introvertida descomposición psico-sexual sufrida por Mónica, la chica Colombiana de quien relato su desviada vida, y para aquellos que no han leído la primera parte de esta historia, hago énfasis en la veracidad de los acontecimientos aquí manifiestos y reafirmando la realidad de los mismos, he procurado no omitir detalle en mi trascripción, obviamente es absolutamente imposible documentar las situaciones en tiempo real por la extensión que esto conllevaría, pero procurare ser lo mas incisivo posible. Disfrútenlo…
Luego de aquella exhibición caligulezca, de la cual yo fui espectador, debo decir que mi fijación hacia esta pecosita de 15 años se había convertido en una especie de religión por así llamarla, y mi mente no podía dejar de recrear aquella escena.
Pasaron aproximadamente 20 días, durante los cuales una serie de sucesos cambiaria la perspectiva de las cosas a mi favor; el fanfarrón de Harold habiendo obtenido el video que yo había grabado, no tardo en fantochear con sus amigos del colegio
Y para fortuna mía esto llego a oídos de Mónica, a la cual no le cayó nada en gracia el vil vituperio y degradación al cual mi ruin amigo la estaba exponiendo, por esta razón la niña de mirada triste despidió al canalla. Tan pronto me entere de esto, inmediatamente tome cartas en asunto, y me dispuse a elaborar una estrategia para llevar a termino mi enfermiza aberración.
Resolví entonces, sacar partido de la situación y empecé a frecuentar los sitios que por una minuciosa y exhaustiva investigación de los hábitos de mi presa, ya tenia perfectamente detectados, fue así como un día, cuando ella llegaba del colegio a su casa premeditadamente corrí desde una esquina para así estrellarme contra tan imponente figura, recuerdo que aunque yo estaba decidido a derribarla, finalmente solo fue un sutil tropiezo, cosa que resulto mejor que lo planeado, ya que la ocasión se presto para un jocoso momento que me permitiría romper el hielo, después de este encuentro en el cual no quiero entrar en detalles, encontré, la técnica perfecta para convertirme en su confidente e incondicional amigo; y paulatinamente fui irrumpiendo dentro de su mente, desmarañando su oculto pasado, además descubrí que a Mónica le llamaba mucho la atención, la forma tan especial en que yo la trataba ,esto gracias al talento del cual les hable en el relato anterior, puesto que yo tenia la facultad de detectar que necesitaba escuchar Mónica, y yo apelando a mi prosa siempre lograba reconfórtala con la palabra precisa.
Mónica y yo siempre tuvimos una manera muy especial de hablar de sexo, pues ella era una chiquilla muy morbosa y poseía una habilidad muy especial para tergiversar las palabras para siempre orientarlas hacia el morbo con un doble sentido muy picante y gracioso, cosa que yo sabia hacer a la perfección, teníamos una relación de amigos muy afable, sin embargo el deseo reprimido me desbordaba por los poros de la piel, y estoy seguro que Mónica podía olfatear las feromonas que de mi emanaban cuando yo posaba mis globos oculares sobre las imponentes circunferencias que atesoraban el recóndito pasaje tan apetecido por la raza sodomita, ella sabia perfectamente que sus posaderas eran motivo de inspiración para mi y que el solo hecho de divisarlas podía descontrolarme con facilidad, así que ella apelaba a su certera arma para provocar en mi un desenfrenado deseo.
Recuerdo que un día, estaba yo fumando un cigarro frente a mi casa como a eso de las 2:00 pm, y sin imaginarlo, unas manos frías, tersas y con aroma a nardo, reposaron sobre mis confundidos ojos, supe inmediatamente que se trataba de Mónica, aunque cuando ella pícaramente indago, si yo sabia de quien se trataba yo respondí no. Para mi era una sorpresa verla a esa hora por este lugar ya que ella a esa hora debería encontrarse en su colegio estudiando, no tarde en investigar la razón por la cual la chiquilla estaba rompiendo las reglas, ella solo me increpo respondiendo como niña malcriada, -“pues si quieres me voy”, yo solo arrisque diciendo que no era para tanto, ella dijo –“ bueno la verdad es que estoy aburrida y pues necesitaba hablar con alguien, y pues nadie me entiende como tu lo haces…”, yo, sin haber planeado y sin sospechar lo que sucedería a continuación, le invite a pasear.
Salimos de ahí, sin ningún rumbo fijo, ella solo me narraba sus problemas y me contaba las cosas, se hacia preguntas y ella misma las respondía, mientras yo solo consentía con un leve movimiento de mi cabeza y una expresión en mi rostro según se presentara la circunstancia, para mi es un habito escuchar atentamente las chicas, ya que esto genera en ellas un clima de confianza, y cuando Mónica me buscaba para hablar lo único que necesitaba era ser escuchada, lo cual yo aprovechaba para irrumpir en su mente desmarañando sus mas recónditos secretos.
Llegamos a un centró comercial llamado Plaza de las Americas, que queda al sur de la ciudad donde se sucede este relato. Estábamos cansados de caminar, entonces invite a Mónica a beber algo en este sitio, en aquel instante decidí desafiarle diciendo con tono picaresco y lleno de doble sentido –“te tomas una cerveza con migo, ó te da miedo”, ella se volteo hacia mi con una mirada intrigante llena de de desafió e increíble lascivia y respondió –“veamos quien se asusta mas”, y tomándome de la mano me arrastro hacia dentro.
Había pasado poco mas de una hora, y estaba pasmado viendo como esta niña ingería licor en cantidades industriales, estuvimos charlando acerca de muchos temas, pero yo manipule la situación para que sin darse cuenta termináramos discutiendo de sexo, la misión que me había trazado, era desenmascarar la identidad de de aquel villano del cual hizo mención la niña aquella vez en casa de Harold.
Era tal el grado de confianza y total desinhibición, que Mónica me atacaba con preguntas como el tamaño de mi miembro, la cantidad de chicas con las que había estado, mis experiencias y mis fantasías y una serie detallada de toda mi actividad sexual, a lo cual yo respondía siempre con un apunte cargado de humor y morbo, cosa que causaba una risa muy nerviosa y maliciosa por parte mi candente acusadora.
La conversación ya había alcanzado un clímax bastante excitante, la verdad es que las pervertidas interrogantes que la desviada adolescente despedía de sus pequeños labios, habían producido en mi viciosa carne una terrible erección la cual yo calmaba aplicando pequeñas presiones a mi ya inflamado glande, a través del bolsillo de mis pantalones, mientras tanto el rostro de Mónica era una diabólica y deliciosa mezcla de perversión, vicio, morbo y excitación, contrastada con un toque de ternura, inocencia y candidez, la afable pecosa no paraba de contornearse en su confortable silla, hubiese querido ser aquel abullonado sillín, para haber experimentado directamente el embrujarte movimiento del que hacia gala la inquietante muchacha, frotando su hambrienta fisura con aberrante desenfreno queriendo estacarse contra aquel mueble que la albergaba, por un momento pude advertir cuando disimuladamente, una de sus manos se deslizo a la largo de su vientre para aplicar un tenue pero firme apretón sobre su incendiado pubis, era una situación única ya que aunque yo estaba en un estado de pre – clímax, tenia el suficiente control para maniobrar y serenar la situación sin el mayor escándalo, yo disfrutaba viendo como la perturbadora pecosa trataba de imitar mi descaro, pero lo cierto es que ya había inquietado a tres sujetos que no despegaban sus sorprendidos ojos de los convulsionados movimientos de mi compañera de copas.
La inusual tertulia continúo y ya había empezado a indagar a Mónica con respecto a su pasado, era muy cuidadoso con las palabras que emitía, para formular mis preguntas, ya que por la investigación exhaustiva que había hecho, con respecto a sus aun no promulgados desmanes, sabia que debía ser muy cauteloso para que ella sintiera que sus comentarios sonaban antes que desviados lo mas normales, habituales y cotidianos posible, además había llegado un punto de total sinceridad y desinhibición, ocasionado por lo calido de la conversación mezclado con los niveles de alcohol que habíamos ingerido.
Empecé por formular preguntas infantiles y de cajón como a que edad había perdido su virtud, o que sintió al ver por primera vez un miembro, o como le gustaban, preguntas a las que ella respondía infundiendo una dosis de morbo, acompañadas por un vocabulario vulgar y bastante sucio, lo que parecía aumentar la excitación de Mónica tanto como la mía, me confeso que a sus 15 abriles, ya estaba aburrida de ver vergas había visto un gran repertorio de falos y me sorprendió la fluidez y propiedad con que ella opinaba al respecto del tema, ella aseguraba tajantemente, que la magnificencia de un pene, radicaba en su diámetro y no en su longitud o su dureza, sino, según ella, en la capacidad que tuviese para ensanchar cualquier cavidad, además el portador del príapo debería estar en la capacidad de sostener ilimitadamente el entumecimiento de su irrigado y venoso artilugio.
Pregunte por el calibre mas grande que había invadido su cuerpo, a lo que ella con una risa burlona me contesto -“esas preguntas no se le hacen a una dama”, rompimos en carcajadas y fui por otras cervezas, sin embargo yo no me quedaría con esa duda.
Al regresar en una actitud muy seria me senté mirándola a los ojos, y encendiéndole un cigarrillo, le expuse la extrañeza que me despertaba el hecho que una chica como ella tuviese esa concepción tan sofisticada con respecto al sexo, y le hice saber que tal grado de exquisitez y complejidad sexual solo se adquiría siguiendo las enseñanzas de un tutor, un mentor, un maestro el cual emplearía bastante tiempo en amoldar una persona a su propia concepción del sexo, educándola y orientándola a saciar sus propias perversiones y desviaciones sexuales, haciendo que la aprendiz terminase por disfrutar y compartir los mismos placeres y conductas sexuales de su maestro, al igual que despertando y descubriendo los apetitos mas ocultos de su alumna, llevándola por una senda desinhibición total, mostrándole tales apetitos como la cosa mas cotidiana y normal del mundo, como por ejemplo comparando la masturbación con un baño diario, o el sexo en publico como un juego donde dos personas se hacen cosquillas, y mostrándole la moralidad como una filosofía erradicada del planeta etc.
Lo cierto es que le pregunte, si en su vida había existido una persona con estas características, ella se quedo por un momento pensando y con aquella sonrisa picaresca que solo ella sabe expresar, me volteo la pregunta diciéndome –“acaso es que tu haz hecho eso que dices con alguna chica, porque por ahí dicen que el que las hace se las imagina”, yo sonreí diciéndole que íbamos a hacer un trato, el cual consistía en que ella iba a ser 100 por ciento sincera con migo, cuando yo le preguntara acerca de su vida y yo iba a hacer lo mismo con ella, seriamos totalmente sinceros y ninguno de los dos iba a reprochar la vida del otro, y además que lo que allí saliera a la luz allí mismo moriría, nuevamente sonrió y levantando las botellas sellamos el pacto con un brindis de camaradas.
Ella se levanto de la mesa y se dirigió a la barra del bar, en ese momento pude una vez más disfrutar de los placeres brindados por la prodigiosa visión que me brindaban aquellas indestructibles y esféricas murallas que custodian el hermético acceso a sus inexplorados intestinos; pude ver la turbación que se dibujaba en la cara de los chicos que se encontraban departiendo con nosotros, al contemplar la misma maravilla que a mí me extasiaba, llego de nuevo a nuestra mesa armada con dos copas y una botella de ron, yo quede estupefacto pero admirado con la insaciable ansia por el licor que mostraba Mónica, destapando la botella hábilmente me dijo –“bueno que quieres saber”, a lo que yo respondí –“ pues quiero que respondas mi pregunta, ella me dijo que para que ella resolviera mi inquietud primero debía confesarle si yo en realidad había hecho esto con alguna amante; tome un trago de ron y le dije que si, que alguna vez en mi vida llegue a tener una esclava sexual, pero puesto que yo había preguntado primero no iba a profundizar en ello, que si quería los pormenores de esta historia debería narrar su historia con el detalle que a ella le gustaría escuchar la mía.
Entonces Mónica tomo su copa de un solo trago y sin hacer el mas mínimo gesto, puso el cigarrillo en su boca y mirando hacia la nada dijo –“por donde empezare?.
-“Primero quiero que sepas que hasta hoy día lo que te voy a confesar no lo sabe nadie ni siquiera mi mas cercana amiga, pues yo para la gente soy una chica introvertida incapaz de romper un plato, y pues quiero que quede muy en claro que quiero que esto siga siendo así ok, si yo accedí a contarte esto es porque se que tu concibes el sexo de la misma manera que yo y estoy segura que no me lo vas a reprochar, además que necesitaba contarle a alguien mas y pues quien mejor que tu que eres mi paño de lagrimas.
-“Bien pues haz de saber que en mi corta vida han existido sinnúmero de chicos, y pues a decir verdad no me arrepiento para nada, todo lo contrario hace mucho tiempo aprendí que la vida es muy corta y la juventud todavía mas, así que yo no concibo la vida como ese montón de chicas que piensan que la virtud es lo mas sagrado y que las carisias de un chico solo se deben permitir si se esta realmente enamorada, pobrecillas, para mi el sexo es un hobbie, como patinar ¡si si¡ me gustan las dos cosas por igual.
Debo decir que dentro de todos esos chicos que han pasado por mi vida solo ha habido un verdadero hombre, fue el quien me enseño a vivir mi vida con intensidad y sin temores, quien me mostró el sexo de la manera como aun hoy en día lo percibo; cautelosa pero muy naturalmente le pregunte quien había sido este sujeto, ella me dijo que se trataba de un hombre mucho mayor que ella, el cual había sido el amor de su vida, pero que por causas que después comprendería tuvo que sacarlo de su vida, yo estaba muy intrigado, pero prestaba total atención a Mónica y decidí dejarle hablar tratando de formular mis preguntas puntualmente, para garantizar la naturalidad de su narración; me dijo que ella iba a hablarme de este hombre pero con la condición de no reprocharle, yo le recordé el pacto que habíamos sellado con un brindis, ella tomo otro trago y continuo su relato.
–“ Bueno siendo las cosas así, tengo que confesarte que a este hombre lo conozco desde hace ya mucho tiempo para ser mas precisa de toda la vida, se trata de mi tío José, no se como se me metió en el corazón y como logró hacer que yo olvidara todos los valores morales que en mi casa me había en inculcado mi madre, quien es la hermana menor de José, ni como se las ingenio para que el incesto que sosteníamos antes de ser una cosa grotesca y desequilibrada, que solo personas realmente enfermas son capaces de mantener, pues esto era lo que yo pensaba, José me mostró una manera deferente concebir esta idea y paulatinamente, hizo que yo perdiera todo el pudor con respecto a este tema.
-“Lo cierto es que mi tío se había convertido en el Padre que no tuve, el me brindo el calor y amor que mi verdadero padre, quien abandono a mamá cuando yo era muy chica, nunca me dio, además el siempre me trato muy diferente a mis otros hermanos.
Mi relación con José, empezó cuando yo tenia mas o menos 11 o quizás 12 años, mi cuerpo estaba empezando a desarrollarse, y mi tío empezó a verme con otros ojos diferentes a los de un padre o un tío, varias veces le sorprendí mirando mis pompas, las cuales desde muy chica siempre han gustado a cuanto tipo se me arrima (como ya es sabido entre ese puñado de sujetos me incluía yo), y esto a mi me parecía muy gracioso, y excitante, puesto que mi tío me fascinaba, aunque yo sabia que el era un imposible, y que el se fijara en una niña como yo era totalmente absurdo, yo siempre buscaba provocarlo picadamente exhibiéndole mi culito, haciéndole creer que yo no me daba cuenta de la cara de enfermo que ponía, cuando disimuladamente yo me paseaba frente a el”.
-“MI tío era un sujeto de 37 años no muy atractivo, pero a mi no me importaba eso, era un hombre rudo con una contextura gruesa sin llegar a ser gordo, tenia una gran espalda unas manos enormes y ásperas, quizás por su trabajo en el campo, tenia unos ojos afables y una mirada calida, sus brazos eran muy fuertes, su rostro era muy varonil aunque sus rasgos no eran muy bonitos, lo cierto es que a mi ese hombre me enloquecía quizás por la forma de tratarme ya que yo era su consentida” Le dije a Mónica que en realidad eso no me parecía tan desequilibrado como parecía, y que yo le entendía perfectamente, ella me miro con ternura y continuo su narración.
“Me acuerdo de la primera vez que me toco, fue algo muy intenso tanto para el como para mi, ocurrió un día en que yo estaba de paseo en la casa de campo de mi familia, el vivía allí con mi abuelo y mis demás tíos, recuerdo que fuimos a cabalgar un rato, y por el camino, yo que era una inexperta jinete caí del animal, mi tío corrió a auxiliarme de inmediato, yo yacía en el suelo y el me levanto con sus fuertes brazos, me pregunto si estaba bien, yo tenia algunos moretones en la pierna y el empezó a examinarme para cerciorarse de que no había nada roto, empezó a palpar mi pierna con sumo cuidado, y cuando me di cuenta sus agrestes manos ya estaban a pocos centímetros de mi caliente entrepierna, el seguía tocando mis muslos como si poco le importara la cercanía de sus dedos a mi cuevita, de un momento a otro y en una maniobra rápida pero hábil, deslizó su dedo mas largo a mi asustada vagina, yo me quede exánime e inmóvil, totalmente aterrada, pero al mismo tiempo totalmente excitada; por mi cuerpo recorría un torrente de sensaciones encontradas, un caudal de sentimientos que rayaban entre lo prohibido de la situación y el delicioso hacer de sus incésticas caricias, mis movimientos habían perdido motricidad, debido a la inmisericorde lucha que se había desatado entre mi mente y mi cuerpo, mi mente quien me exhortaba moralmente y me recordaba que quien tanteaba mi esencia mujeril, era mi tío mi casi padre, y mi cuerpo el cual respondía a cada estimulo propinado por aquel experto y pervertido sujeto, a quien le importaba muy poco el pequeño tamaño de mi intimidad y la extrema juventud de su victima, quien además era su sobrina y casi hija; todo este conjunto de situaciones habían desquiciado a José, quien desesperadamente quería acceder, a mis ingenuos genitales, tratando de abrirse paso a través de mis ajustados jeans, el hábil manipulador, consiguió escabullirse a través del cierre de mi ceñida prenda, para posar su carrasposa y tosca mano sobre la delicada y tersa piel de mi ya vulnerada hendidura, la cual literalmente se ahogaba entre el copioso y prolífico mar de fluidos, que de su interior fluían”.
-“Reaccione por un momento saliendo de mi letargo, tome la mano que me allanaba y sin mirar a mi allanador, saque su mano, el aprovechando que nuestras manos se encontraban unidas dirigió mi débil extremidad hacia su ya bastante abultado paquete, el cual yo sentía palpitar en mi mano por encima de la tela de su pantalón, esta vez estaba verdaderamente aterrada, y ninguno de los dos articulaba palabra, lo cierto es que mi mano se perdía entre el gran tamaño de sus manos y la monumental masa de carne que podía sentir, al ser presa de la presión que ejercía mi especializado tutor sobre mi púber mano.
Después de un lapso mi amado perversor, retiro mi mano de su prodigioso forúnculo, para lentamente vislumbrar, su horrorizánte miembro ante mis ojos; mi turbación fue perpleja, al observar aquel artilugio del demonio, yo había visto ya varios penes incluso ya no era virgen, pero esta infernal tripa no tenia precedente, incluso hasta este día no he visto nada que se compare con ello; era un fragmento de carne cubierto por piel morena que emergía victorioso desde una tupida selva de vellos bruscos, quién a su vez cubrían sus colgantes e imponentes creadillas las cuales compare en ese momento con las de uno de los caballos que nos acompañaban, tenia una gran afluencia de meandros venosos los cuales eran vitales para irrigar aquel maquiavélico artefacto, finalizaba en una achatada y redondeada cabeza que se asemejaba a la bola 8 en el billar y en el borde de su glande una extraña corona de pequeños puntillos de carne semejantes a verrugas; pero lo mas turbante de este miembro era su desaforado calibre, era terrible, recuerdo que por un momento volteé a observar a los caballos y te juro por mi madrecita que aquel monstruo, tenia las mismas proporciones que la del animal, era verdaderamente intimidante, además no era recto como los que había conocido sino que tenia una curvatura bastante marcada hacia la derecha, lo cual lo hacia ver mas grotesco, y ni hablar de su aroma el cual era como a queso rancio, lo peculiar es que aquel aroma antes que asquearme me producía una sensación bizarra, pues no despedía aroma a niño sino que tenia aroma a hombre a macho. –“te juro que casi muero cuando mi tío deposito aquel engendro en mi temblorosa mano, estaba horrorizada, pero al mismo tiempo en mi interior percibía una sensación de poder y autoridad que emanaba de mi al saberme poseedora de tan imponente arma, mi mente y conciencia me gritaban que debía retirar mi mano y salir corriendo de ahí, pero mi viciosa mano ese día probo por primera vez lo que se convirtió en su perdición, ya que sin seguir las ordenes dictadas, por mi cerebro cobro vida y se aferro con firmeza a lo que con el tiempo se convertiría en objeto de mi idolatría, mi mano no daba abasto, y se perdía en esa viga engendradora de vida, y literalmente se quemaba al contacto con esa morena epidermis, José se dio a la tarea de manipular mi mano utilizándola como herramienta de satisfacción, movía mi mano a lo largo de su mazo propinándose un placer sin igual mientras que yo inmóvil me prestaba para su lujurioso juego, José por fin rompió el silencio y con voz entrecortada me pregunto que si me gustaba, yo agache la cabeza pues no podía verlo a los ojos y tenuemente le respondí que si, el siguió con su maniobra mientras apremiaba la marcha de mi mano y después de unos instantes estrangulo mi mano contra su simiente, arqueo su espalda y lanzando un ahogado lamento, descargo su hombría sobre mi humanidad, una inclemente ráfaga de gordas gotas de espeso y blanco esperma, las cuales erupcionaban desde el interior de su cipote y se estrellaban raudas sobre toda mi ropa, imagínate una manguera de bomberos tirada en el suelo, soltando chorros a gran presión, sin control, pues exactamente era como se veía aquella sobrecogedora escena, ese miembro convulsionaba como una serpiente cuando traga su presa sin haberla masticado previamente; yo estaba extasiada y totalmente turbada, jamás había visto una eyaculación, y mucho menos me había bañado con una, te juro karloz que ese ha sido uno de los momentos mas excitantes de mi vida, el hecho de estar toda embadurnada por la calientísima leche de un hombre adulto, y que además era el amor de mi vida y que para acabar la fechoría se trataba de mi adorado tío, rompía todas la leyes de la naturaleza.
Después de ese suceso, mi tío se quito su camisa ofreciéndomela para limpiar la abundante emisión de mi pegajosa ropita; después de esto regresamos a la casa sin decir ninguna palabra”.
Al terminar de narrar esto, Mónica se veía muy excitada, podía percibirse la lujuria que irradiaba de si, además el rostro de remembranza que dibujaba hacia pensar que este solo había sido el principio de una larga serie de sucesos, vividos por la pecosita a lo largo de su torcida relación con su pedófilo tío.
Seguimos departiendo en aquel bar y continuamos bebiendo la botella de ron que aun reposaba sobre la mesa, Mónica me cuestionaba indagando, sobre mi pensar, quería saber mi opinión acerca de esto, pero yo solo atine a decir, aun no me sorprendes chiquilla, ella sonrió me dio un puño en la pierna, y me dijo –“espérate pues ese solo fue el principio”…
Pronto publicare el siguiente episodio de esta historia, tengan paciencia y por favor opinen acerca de este relato pues su opinión es muy importante y enriquecedora para mí y para mis colegas. Gracias Chaoo….
bueno el relato es fabuloso con desirte que me quedaria aqui leyendo una y otra vez este cuento ya que es de los buenos suerte y ojala escribas no solo este cuento sino agas una secuela y me dejes saber el titulo del libro amigoooooooo..