~Una noche mi esposo y yo íbamos en un bus popular que nos llevaba hacia un lejano paraje costero. Dormíamos como todos los pasajeros y todos nos despertamos sobresaltados y asustados al oír que estábamos siendo asaltados... Vimos unos 10 negros encapuchados que nos apuntaban a los pasajeros con sus armas, les entregamos todas nuestras cosas, pero cuando se termino el asalto, nos dejaron desnudos y amarrados, unos contra otros, mi esposo con 2 hombres y yo a lado rodeada de 3, uno adelante y otro atrás mio, recordaba que el de adelante al subirnos, me miraba de arriba hacia abajo, se detuvo sonreído en mis senos que lucían un pequeño top, mi apretado jean que dejaban ver mis caderas, mi ombligo, unas piernas y culo despampanante y la rayita de mi vagina marcada, ya llamaba la atencion al ser la única mujer entre los pocos pasajeros... Luego comenzó una historia que jamás olvidaremos... Aprovechando que estábamos desnudos y pegados, se pegaban mas a mi, los otros que estaban a un metro de distancia con mi esposo, igual... Pero el, gritaba furioso que no se atrevan a hacerme nada, el de atrás hacia movimientos para poner su verga grande y parada entre mis gluteos, el de adelante la tenia parada y la mecía tocando mi chuchita... La oscuridad no dejaba ver nada, sentía el forcejeo, los dedos, se soltaron un poco y senti la verga entrar en mi vaginita que ya estaba mojada de tanto roce, grité... Mi esposo gritaba furioso, de pronto, se soltó el de atrás, encendió la luz de la furgoneta y mientras el morboso me montaba con furia y yo comenzaba a gemir, mire aterrada a los otros amarrados y con sus vergas paradas, incluido mi marido... No lo podía creer, en eso senti que la verga del otro entraba con fuerza a mi culo casi virgen, y al sentir el dolor y la fuerte introducción de dos vergas dentro de mi, comencé a gemir con fuerza, hasta que senti un orgasmo arrollador que me hizo gritar, al tiempo que sentía unas descargas poderosas de semen en ambos huecos violentados, pero agradecidos, luego corrieron y se perdieron desnudos ambos hombres en el campo, yo les desamarre a los hombres y a mi esposo, note que el culo de mi esposo tenia semen, el de atrás de el, me cogió de una y se me fue encima, me penetro una verga no muy gruesa pero larga y mi esposo se quedo allí, impávido, al rato los otros dos comenzaron a mamarme cada uno, una teta, con avidez, el que me penetraba ordeno a mi esposo que me mame la chuchita mientras me la metía... Allí, senti la lengua de mi esposo tocando mis labios vaginales mientras me metía la verga mi nuevo violador, gemia fuerte producto de los lenguetazos y manos que cubrían mi cuerpo mientras estaba siendo montada sin parar, algunas veces mire a mi esposo como se masturbaba... Pase a manos de los otros, estaba llena de semen, mi esposo lo lamía con ganas, a veces, se le salía la verga a uno de ellos, producto de lo mojada que estaba y mi esposo la volvía a colocar dentro, perdi la cuenta de los orgasmos, luego, unos campesinos nos ayudaron, denunciamos el robo, pero la segunda parte nunca la contamos, nos hicimos amigos de varios campesinos que estuvieron con nosotros en esa historia... Pero esa, es otra historia..