Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Infidelidad

Jenny la prima de Vicky, parte final

Después de la primera vez que tuvimos relaciones con Jenny, ella me citaba los Martes y jueves a las séis y media de la tarde a doscientos metros del parquecito,(le llamabamos parquecito, pero éste tenía manzana y media cuadrada de extensión, con piscina y canchas de basketball y una de papyfutbol, así como una arboleda donde estaban los juegos mecánicos infantiles.) Aparte de tener sexo esos días, lo hacíamos los sábados cuando ella terminaba el curso de natación para los niños.

Ya teníamos dos meses de estar cogiendo a escondidas, hasta que el novio de ella Augusto, le increpó el porqué salía tanto conmigo entre semana, ella le dijo que era por la relación entre su prima y yo y que la correspondencia de nosotros era a través de ella. Ellos eran mayores 5 años de edad, y aprovechandose de ésto un día el novio intentó agredirme, pero desconociendo mi práctica de artes marciales, ya para ese entonces cinturón verde, detuve con facilidad sus golpes y sin darle duro, sólo al llegue lo calmé. Hablé con Jenny sobre ésto y le dije que para evitar males mayores mejor dejábamos de vernos, al fín y al cabo lo de nosotros sólo era sexo y que yo apenas tenía 15 años, y que aún no sabía que es lo quería en la vida. La verdad era que Jenny era demasaiado caliente, y me dijo que a partir de experimentar con mi pene grande y grueso le daban ganas a cualquier rato solo de recordar cuando lo hacíamos, pero que realmente se había dado cuenta que últimamente él siempre estaba con arma de fuego, y que el fín se semana le iba a decir que íbamos a terminar nuestra amistad para evitar problemas, pero que esa noche me esperaba en la entrada del lado de la arboleda, cuando ya estuviera oscuro, que era la última vez y quería recordarla como recordaba la primera. Esa noche la hicimos como acostumbrabamos el último més, nos desnudamos y ella sentada sobre uno de los juegos mecánicos y yo de pié, empezó a lamer el pene a todo lo largo, por todos lados, me chupaba suavemente los testículos, y volvía a lamer hasta el glande y se lo metía chupandolo suave y despacio, se metía hasta la mitad y mordisquesa el tronco, y volvía a lamer y a chupar, así lo hacía por minutos hasta hacerme correr en su boca, y dejaba limpio el pene,tragandose toda mi leche,luego era mi turno, besaba su cuello, sus hermosos pechos blancos, los lamía completamente hasta chupar sus pequeños y duros pezones, se los chupana hasta que ya le dolían, bajaba a su vientre y besaba pulgada a pulgada desde su cuello hasta chupar los dedos de sus pies, subía por toda su pierna y llegaba a su vagina metiendole la lengua en su canal hasta donde llegaba, mamaba su clítoris, hasta hacerla venir, luego nos entrelazabamos en un 69,con crema le dilataba el ano, y le metía la verga al fondo, le fascinaba tener la pija en el culo hasta el tope, mientras le acariciaba su vulva y su clítoris, casi al mismo tiempo nos corríamos, descansabamos una media hora tiempo en el cual nos trenzabamos a besarnos, nuestras lenguas se volvían una sola, y empezaba el juego oral nuevamente, para ello ya me había superlimpiado el pene y los huevos , siempre cargaba un paquete de toallas húmedas.

Cuando tenía la pija super parada nuevamente, y ella super mojada, empezaba a metersela todita de un golpe, ella sentada sobre mí, ( a propósito me hacia correrme dos veces para que la última eyaculación fuera retardada y gozar por buen rato mi verga adentro de su vagina). gemía de placer, cuando la tenía al fondo sin sacar nada, se movía en círculos tratando de que su clítoris rozara sobre el tronco, se sacaba un poquito y se volvía a empujar, luego se sacaba todo dejando la puntita dentro y lentamente se la iba metiendo haciendome sentir sus rugosidades del canal vaginal, así tenía su otro orgasmo como perra en celo, luego me subí sobre ella y darle duro, con embestidas fuertes,ella me metía las uñas en los hombro, me mordía los pectorales, esa vez me dejó marcados los dientes cuando se estaba viniemdo, mi orgasmo estaba cerca la incliné a gatas sobre el resbaladero de madera y abriendo ella sus hermosas piernas, colocó a mi vista la chocha gordita, con mi mano ensalibé la pija porue ella estaba un poco seca y no quería lastimarla al envestirla, ya lubricado lo acerqué a su cavidad y despacito, la penetré, ésta vez sentí que la había penetrado más que otras ocaciones, sentí que algo en su interior topaba en la punta del pene, y sentí como cosquillitas que me gustaron, y la tomé de las caderas, y en lugar de salir, me apreté más, ella quería zafarse, pero no le permití moverse, salía a lo sumo una pulgada y me vovía a topar, ella no se movía y empezó a sentir gozo, luego me dijo que se estaba corriendo con el masaje de mis dedos en su clítoris, y al empezar con sus grititos de placer y a gemir, me excité más y precisamente cuando ella estaba contorsionandose del final del orgasmo me corrí, como ya me temblaba las rodillas y estaba casi a punto de acalambrarme por la posición, me dejé caer al resbaladero de madera, ella se inclinó sobre mi y empezó a lamer mi pene quitando semen y sus propios jugos, hasta que lentamente llegó a su tamaño.

A partir de ese día no hablamos más, de lejos con una señal nos saludábamos, la veía caminar y no dejaba de apreciar sus naravillosas curvas, a veces la sorprendía viendome de lejos, y tratando de adivinar sus pensamientos, creía que estaba pensando en mi pene. Un año después se casaron con Augusto, me invitó Augusto a la boda pero no asistí, en parte por lo que había sucedido y me sentía culpable, y al mismo tiempo porque sentía que la había llegado a querer. Se fueron a vivir a otro lado de la capital, para una víspera de navidad la volví a ver, y tenía dos nenes, entre tres y cinco años, nos observamos de lejos por varios minutos minutos, creo que ambos queríamos abrazarnos y hablar, ella se llevó una mano a uno de sus ojos, y luego con la otra me dijo adiós,espero que una basurita o polvo le llegó al ojo, porque a mi fué una lagrima de tristeza. yo ya tenía 21 años, ella 26.
Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 3.82
  • Votos: 33
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3120
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.144.114.109

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 38.445
»Autores Activos: 2.272
»Total Comentarios: 11.896
»Total Votos: 512.051
»Total Envios 21.925
»Total Lecturas 104.850.608