No me considero una cualquiera, saben, creo yo que en algún momento toda mujer ve su beneficio propio.

Durante toda mi juventud y hasta la fecha he recibido muchas propuestas sexuales, lo cual honestamente y sin presumir ya se me hace común en mi vida, pero jamás olvidare la propuesta que genero un despido en una empresa grande.

Todo comenzó en aquel lejano 2014 era la época donde a pesar de tener novio si alguien me gustaba no le decía que no y que pasara lo que tenía que pasar. Gabriel alias “gabo” es o era un piloto de una aerolínea famosa en mi país, como lo conocí? En una fiesta en la que un amigo del cual hable en relatos anteriores me invito. Gabriel es un hombre de actualmente unos 60 años, pero en ese momento tenía 54 años, piel morena, ojos oscuros, aunque gordito, una buena presencia con sus trajes blancos.

Él se presentó solo, aquel día lucía un vestido blanco con aberturas en todos lados que lucía bien en mi cuerpo, obviamente eso llamo la atención de varios, pero a mi quien me llamo mucho fue ese capitán y no por ser guapo si no por la forma tan directa que llego a mí.

G: ¿Hola como estas?

C: ¿Bien y tú?

G: Bien gracias, sabes me gustas mucho, quieres tomar una botella conmigo.

Me quede anonadada, la verdad todo ese tiempo no me llegaban así bueno si, pero enseñándome fotos de su miembro no tan “elegante” como aquel capitán

Obviamente lo batí, además ese día había un ojo azul que me gusto, pero lamentablemente salió gay y no me hizo caso, ya más en fiesteados permití que “gabo” se acercara más a mí y comenzamos a charlar y convivir.

El tipo era un puerco, me conto todas las veces que se había cogido a las azafatas en los aviones o alguna ingenua que aceptaba sus tratos sexuales, el creyó que me excitaría, pero más que excitación el tipo me daba lastima ya que teniendo dinero y el trabajo que tiene si fuera menos estúpido tuviera a las mujeres que quisiera, pero bueno cada quien.

G: ¡Como ves corazón, no te animas a regalarme una nochecita!

C: ¡Jajá! Qué bárbaro eres, ¡sabes no soy tan fácil ni menos una puta!

G: Vamos corazón, tienes cara sexosa, además un cuerpo jugoso el cual disfrutaría saborear.

C: ¡Vaya que bárbaro, jajá!

Nos pusimos a bailar, el tipo bailaba bien, pero se las ingeniaba para toquetearme, su mano bajaba disimuladamente de mi cadera a mis nalgas o en vueltas me arrimaba su verga bueno en realidad sentía mas su panza, pero el sujeto estaba dispuesto a obtener algo más de mí.

C: Sabes, nunca he ido a Egipto, me gustaría conocerlo.

G: Tengo un amigo en un hotel en El Cairo, puedo pedirle un todo incluido para ti y alguien más.

C: ¿en serio? Puedes hacer eso y cuanto me costara?

G: Pues mira nena, no quiero dinero, lo que quiero es una buena chupada y darte mi verga hasta venirme rico, eso es lo que pido por llevarte a Egipto.

Lo mire molesta, este tipo me había visto cara de puta, pero siendo honesta muchas ocasiones las di sin recibir nada a cambio y este imbécil me llevaría a Egipto, a mí y a quien yo quisiera.

C: Sabes, está bien, creo que vale la pena eso por lo que ofreces.

G: ¡Chiquita!! Sabía que aceptarías, ¡ven vamos para acá!

C: ¿Para dónde?

G: No creas que aguantare más.

Nos fuimos hacia el lobby del salón donde estábamos, el hablo con el que estaba de encargado ahí y el tipo sonriendo se fue apagando la luz, el me tomo de la mano y me llevo hacia un sillón que estaba en la zona de espera.

Me comenzó a besar los hombros, sus manos toscas se desesperaban por desnudarme, pero yo le baje el ritmo, el bajo los tirantes de mi escotado vestido bajándolo dejando al descubierto mis tetas, comenzó a apretarlas con fuerza en especial la que tengo con un persigne.

Su lengua viajo de mi cuello a mis tetas, sus labios succionaban mis claros pezones, eso me hacia lanzar quejidos que acepto, eran de placer.

G: ¡Tienes unas chichis enormes y ricas, uhm!!

C: ¿Eso crees?

G: Mamacita que ricas tetas.

Me sentó en el sofá, me quito los tacones y comenzó a besarme los pies, mis dedos se perdían en su boca, su lengua recorría de mis talones a mis rodillas, eso me excito, el asqueroso capitán sabia calentar bien a una mujer.

Subió mi vestido haciendo a un lado mi tanga, mi cuca ya mojada se erizo al sentir sus dedos entrar con violencia eso me saco un grito entre placer y dolor, pero no me dio tiempo de nada ya que “gabo” inmediatamente llevo su lengua a mi clítoris y entre sus chupadas y metidas de dedo me hacía gozar rico.

Sus dedos y lengua me tenían en el cielo, no pensé que fuera tan bueno haciendo eso, su lengua era gruesa y larga, me hacía sacar fluidos a chorros, me tenía en sus manos, yo me retorcía como un gusano, entre chupadas y dedeadas me corrí en su boca y el gustoso bebió mi venida.

C: ¡Por dios!!! ¡Que rico!

G: ¡Corazón!! Que rico sabor tienes, ¡ahora te toca nena!

Se levantó y se bajó los pantalones y bóxer, tenía la verga gruesa, pero de unos 13 cm, eso me desilusiono un poco pero ya excitada decidí mamársela un poco, pensé que con eso lo haría venir así que empecé a meterme su cabecita saboreando esos fluidos pre seminales que tanto me gustan.

G: ¡Ay!!! ¡Que rico mamas uhm, sigue perra, sigue!!

C: ¡Uhm!!! ¿Te gusta?

G: ¡eres la mejor, sigue!!!!

Mi lengua iba de sus huevos a su glande, la metía todita, aunque era gruesa como no era tan grande me cabía bien, el me apretaba la cabeza me ahogaba y me apretaba contra él, eso me gustó mucho, pensé que se vendría en cualquier momento, pero el tipo resistía mis lengüetazos.

G: ¡Que mamada!!!! ¡La mejor de mi vida nena!

C: ¿ya te vas a venir?

G: Aun no, ¡es más ven ponte de a perro!

Me puso a cuatro patas, me tomo de la cintura y comenzó a penetrarme con desesperación.

Su verga entraba y salía mientras sus manos apretaban mis tetas, el tipo se movía bien, pese a no ser tan dotado, me estaba dando un rico placer.

G: ¡¡Por dios, que rico!!

C: ¡¡Mas papi, dame mas!!

Después de estarme embistiendo, se sentó en el sofá y me pidió subiera de frente a el, lo hice y comencé moverme, el me besaba el cuello, apretaba muslos y nalgas, se movía como loco.

G: ¡¡No mames, que rica vieja eres!!

C: Ya papi, sácala, ¡¡¡sácala papi!!!

Me moví en círculos y de arriba. Abajo mientras “gabo” saboreaba mis pezones, de pronto sentí como se contrajo y después de un grito de placer su leche empezó a llenarme las entrañas.

C: Que rico, uhm, ¡¡que rico!!

G: ¡¡¡Dios!!! ¡¡Eres la mejor!!

A pesar de todo tuve un orgasmo, el puerco capitán me había hecho sentir la gloria unos momentos, nos arreglamos la ropa y regresamos al evento principal.

Al día siguiente por paquetería me llegaron unos boletos de avión y el todo incluido a Egipto, el había cumplido su trato, así que valió la pena ser una puta unos minutos.

¡Con cariño, Cindy!